Stuck with U
Aclaraciones: Universo canon | Ambos se han graduado hace un par de meses| Rated K+ | Romance-drama | One-shot
Día1: Cercanía
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Los rayos de luz se filtraban centelleantes, reflejándose en los grandes cristales de los edificios de la zona central de la ciudad. El ajetreo de las personas caminando y platicando, el sonido de las patrullas acercándose, algunas aves transitando por los cielos interpretando su melodiosa voz.
Un silencio abrupto llenó el ambiente, los ojos heterocromáticos contemplaron a su alrededor con lentitud, a cada centímetro en los edificios. Una pequeña piedra cayó de lo alto de la tierra destruida y cuando alcanzó el suelo, una mano enorme surgió del suelo.
—¡Todoroki-san, detrás de ti!
El héroe mitad hielo y mitad fuego giro el rostro para ver otra mano enorme de cristal acercándose hasta el, se había confiado al pensar que aquel villano atacaría de frente y había descuidado su retaguardia.
El sonido ensordecedor de un cañón retumbó en todo el área y observó una bala estrellándose con la mano de cristal y estallando en mil pedazos. Una vez libre saltó esquivando la mano de tierra que veía de frente hacia el y levantó una barrera de hielo de varios metros.
Una vez bloqueado el ataque descendió al suelo, sus orbes giraron para encontrar a la que lo había alertado antes de un ataque directo. Pudo ver a la morena a un par de metros, devolviendole la mirada.
Yaororozu Momo, heroína profesional perteneciente a otra agencia y que se encontraba en el área cuando aquel villano había atacado. Ambos se habían graduado de la UA con honores meses atrás y empezado su vida de héroes. Todoroki había asombrado gratamente de verla ahí, a fin de cuentas había estado pensando en la fémina en sus ratos libres de su vida ocupada de héroe y pertenecer en la agencia de su padre. Que lejos de ser más ligero para el, le exigían el doble.
El estar peleando con aquel villano, que parecía tener control de la misma ciudad como una extensión de su cuerpo, junto a Yaoyorozu le traía recuerdos de las veces que ambos habían peleado juntos en la UA y algunos momentos que habían tenido juntos. Cuando habían estado solos alguna vez en la sala común y una platica sencilla los había llevado a acortar la distancia que había entre ellos. Algo que había sucedido en varias ocasiones, donde se sentía una cierta tensión, aún cuando ambos habían estudiado en la biblioteca. Todoroki no había dejado de ver como Momo mordía la goma de su lapicero y el movimiento de sus labios...algo que ella notó, avergonzándose. El tiempo había pasado de esa forma, hasta que llegó la graduación ambos se habían apartado del resto, en el patio y mirando el cielo oscuro durante largo rato.
En ese momento Shōto había pensando que Momo quería decirle algo, por lo que espero pacientemente. Con la esperanza de que fuera a decir o dar alguna señal que lo hiciera tomar la iniciativa. Sin embargo, ella jamás mencionó nada. Por un momento se sintió curioso cuando vio que abría su boca, con un tenue sonrojo en las mejillas que iban a juego con el color de su vestido. Ella había pronunciado su nombre y él se había acercado un par de pasos en respuesta, esperando. Justo cuando ella dudó había llegado Jirou, interrumpiendo por una emergencia con el vestido de alguna de las otras chicas.
Momo simplemente había sonreído avergonzada y se había ido. Todoroki se había quedado ahí, mirando un punto inexistente, lamentándose por no haber dicho nada. Pero ¿qué era lo que quería decir? No lo sabía, no era especialmente bueno con las palabras. Lo único que sabía era que quería a Yaoyorozu cerca.
Esos dos meses lejos de ella, lo habían llevado varias ocasiones a contemplar su chat en el móvil, con los dedos picando de ansiedad para escribirle algo, alguna manera para que entablar una conversación. Pero ese no era su fuerte. Por lo que en cada ocasión terminaba frustrado, con el celular a un lado de el, en la cama y cubriendo sus ojos con su antebrazo. Arrepintiéndose una y otra vez de hacer algo o decir algo, cuando el estar cerca, viéndose a diario, era normal.
Grande había sido su sorpresa cuando, momentos atrás, había estado deslizándose por su camino de hielo, esquivando aquellas manos que parecían salir de todos lados y lanzando ataques para bloquearlos cuando uno de esos ataques había sido detenido por un cañón. Cuando siguió la ruta de aquel ataque vio a la morena de pie, a unos cuantos metros y una sonrisa se formó ligeramente en sus labios.
En ese momento estaban luchando a la par, para intentar detenerlo. Bloqueando sus ataques que podría en peligro a la gente de alrededor que aún no había logrado huir y Yaoyorozu cuidando su espalda.
Algunas explosiones detonaron en todo el área y el héroe levantó una muralla de hielo para detener los restos de aplastar a un par de personas. Las explosiones llegaron de nuevo y al girar sobre su cuerpo pudo ver la tierra deformarse cerca de donde estaba Momo y como detrás de ella una mano de piedra iba saliendo.
Salto en el aire, corriendo rápidamente y estiró la mano.
—¡Yaoyorozu, cuidado!
Se impulsó con su fuego, llegando a su lado, tomándola de la cintura y apartándola del camino de aquella mano que iba a aplastarla.
La tierra retumbó ante esa fuerte golpe y se hizo un socavón, absorbiendo a ambos héroes al fondo. Las piedras moviéndose, cayendo hasta el fondo, hasta que una grande cubrió el agujero de donde habían caído, subiéndose en una ligera oscuridad que era tenuemente apaciguada por la luz que se filtraba por los pequeños agujeros que habían quedado entre las rocas.
Todoroki aterrizó golpeándose la espalda pero notó un peso cayendo encima de su cuerpo, observó con los ojos entrecerrados a Momo quejándose y levantándose avergonzada.
—Yo... lo siento, es que...
—No te preocupes ¿estás bien? -me resto importancia mientras de levantaba del suelo.
Momo asintió con una ligera sonrisa. Pero prontamente el héroe de hielo y fuego observó du alrededor, entendiendo que estaban atrapados bajo tierra y que debían hacer algo. No sabía si otros héroes había llegado a combatir a 3se villano pero si la pelea se ponía intensa, ellos podrían ser enterrados bajo tierra. No sabía si usar su hielo para empujar seria buena idea, si realizaba un movimiento en falso, podría traer el techo hacia ellos. Miro a la fémina que parecía estar considerando lo mismo, por lo que caminó alrededor, tocando la pared en buscado de algo que le diera esperanzas de salir de ahí, solo necesitaba una brecha y posiblemente Momo tendría algo que les ayudaría a salir de ahí.
Súbitamente la tierra volvió a agitarse en ese espacio debajo de la tierra. Ambos miraron hacia arriba justo cuando el techo se vino hacia abajo. Momo se acercó hacia Todoroki, para esquivar la piedra que venía a su cabeza. El masculino había tomado su muñeca en inercia y la atrajo hacia él.
Una cortina de humo se materializó en el espacio reducido que había quedado en ese pequeño cuarto bajo tierra. El sonido de las piedras cayendo contra otras resonó hasta que finalmente la frecuencia fue descendiendo hasta que al final solo se escuchó una piedra chocando con varias y finalmente quedarse quieto.
Pero toda esa situación no podría darle más igual a Shōto Todoroki. No cuando estaba en esa situación con Momo.
Momentos antes cuando la había jalado hacia él la había salvado de un demoledor golpe en la cabeza. Eso lo había obligado a actuar y tirar de ella, lo suficiente, resultando en eso. Ambos habían quedado en un espacio sumamente reducido, de pie, uno enfrente del otro a una distancia tan mínima. Los pechos de Yaoyorozu se presionaban contra su pecho de tal forma que tenía el rostro femenino a unos cuantos centímetros. Tenia ambas manos levantadas, a los costados del rostro de la heroína. Sin embargo, la mirada heterocromáticos no se alejaba de los orbes castaños que lo miraban intensamente y por un instante bajó su mirada para ver como las protuberancias de la chica se presionaban con fuerza en su pecho.
El nerviosismo no se hizo esperar y desvió la atención, hacia arriba. Intentando recuperar el ritmo de su pecho que latía descarriado. Era una cercanía absurda, sofocante e intensa, tanto que no podía pensar en más que el calor que emanaba el cuerpo femenino. Cuando había pensado en tener a Yaoyorozu cerca, no quería ser tan literal.
Miró a su alrededor sin ver alguna opción para poder poner más espacio entre ellos. Estaban contra dos piedras largas, intento moverlas con las manos pero no se movieron ni un poco y había sido cerrado el agujero por donde habían entrado. Ni había manera.
—Yo, lo siento, todoroki-san
El mencionado bajo la mirada encontrado a la chica mirando hacia el suelo o lo más que podía hacía abajo.
—¿Sobre que?
-Si no hubiera sido por mi, si hubiera reaccionado a tiempo para ver que el enemigo iba a atacarme por atrás, no estaríamos en esta situación.
—No te preocupes...
—Haré que salgamos de aquí, solo necesito pensar...
Yaoyorozu intentó pensar alguna manera de salir de ahí ilesos, pero nada vino a ella, no cuando tenía tan cerca al héroe mitad fuego y mitad hielo.
Todoroki la contempló hablando con un rubor en las mejillas y el nerviosismo se apreciaba en cada palabra que había dicho. Su pecho se agitó cálidamente, al poder apreciar su rostro en esa cercanía. No recordaba haber estado tan cerca de ella jamás, pero ahora con solo estirar los dedos podría tocar el cabello castaño o si se inclina un poco, solo un poco, podría...
Ante la ausencia de una respuesta, Momo levantó su mirada y encontró los orbes heterocromáticos fijos por completo en ella. El corazón de Yaoyorozu que antes estaba latiendo con rapidez se detuvo al verlo de esa manera y súbitamente inicio una carrera desquiciada, sintiendo su rostro enrojecer hasta las orejas, no podía pensar con claridad, no con Todoroki tan cerca. Recordando como meses atrás había querido confesarse al héroe de hielo y fuego pero siendo incapaz. No podía decir demasiado con el mirándolo de esa forma, no con los esos orbes encantadores así...
Todoroki Shōto era el único que provocaba que hasta la última célula de su organismo se agitara.
Trago saliva cuando lo vio acercarse y sus labios temblaron ¿qué estaba sucediendo?
Shōto fijó toda su atención en los labios rosados que estaban tan cerca y que en el pasado habían sido su objeto de atracción en los momentos donde habían estado solos, preguntándose si serían tan dulces como el aroma que emanaba. Se inclinó solo un poco más, rozando los labios, tan delicadamente y aún así su pecho se agitó, motivandolo a ir aún más cerca y presionando sus labios contra los de ella.
Una calidez acogedora llenó su pecho, incitando a mover sus labios y estremeciéndose cuando ella devolvió aquel gesto, tan tímidamente que le resultó aún más encantadora. Cerro los ojos entregándose a la dulzura de aquella danza lenta y satisfactoria.
Momo era mucho más dulce de lo que imaginaba, tan suave y cálida, aún más que la calidez que duda llamas le brindaban.
Un ruido encima de ellos les hizo cortar el contacto entre ambos y mirar hacia arriba, viendo a algunos héroes levantando las piedras y sonriendo al verlos, para posteriormente ayudarlos a salir. Habían logrado detener al villano y arrestarlo, para después mover el piso en búsqueda de los héroes iniciales, según testimonios de la gente que los había visto caer por ahí.
Yaoyorozu no pudo mirar a Shōto una vez que salieron, incapaz de poder controlarse si lo hacía. ¡Se habían besado! No sabía como comportarse y aún más importante, no sabía que era lo que él pensaba ¿Qué había sido atrevida? Ella no lo había iniciado pero luego de unos segundos lo había besado con intensidad, motivando a que aquella danza entre sus labios fuera más sofocante. Cubrió su rostro con sus manos, una vez que estuvo lo suficiente lejos, con sus compañeros siguiendo la de cerca y diciéndole que tuviera cuidado.
Se llevó la mano a su pecho, no podía calmar los latidos de su corazón, no cuando la imagen de ellos dos besándose no abandonaba su cabeza.
Suspiró, intentando calmarse, solo había sido por el calor del momento, eso no significaba nada, además que no habían hablado desde la graduación. Ese beso sería su único consuelo.
Todoroki vio a la heroína alejarse del lado contrario de donde él iba, recordando el momento que habían compartido en aquel agujero. Se había dejado llevar por la imagen de Momo sonrojada y aquella cercanía para atreverse a hacer aquello que tanto había querido desde hace tiempo. Probar los labios femeninos.
Cuando habían cortado aquel contacto se había quedado con un vacío, como si eso no hubiera sido suficiente. Todoroki necesitaba más de Yaoyorozu y más ahora que había probado un poco de ella, no podía conformarse con eso. Por lo que mientras caminaba a la agencia de su padre sacó el teléfono de sus bolsillos y mirando el chat al que había ingresado y que cada noche contemplaba sin ninguna idea para poder empezar una platica.
Hace tanto tiempo que cargaba con aquella culpa, esa sensación de arrepentimiento de no haber dado la iniciativa en la graduación, de en tantas ocasiones haberse dejado llevar en ves de pensar las cosas. Y por fin lo había hecho, no en la situación que más hubiera querido pero no había podido contenerse en esa distancia casi inexistente. Por eso mismo no iba a volver a contenerse, no cuando había dado ese paso y no quería volver a lidiar con aquel sentimiento de que arrepentimiento, del casi algo. Escribió un único mensaje en el chat que tanto había contemplado tiempo atrás.
Momo llegó a su agencia dejándose caer en el sillón, no había salido lastimada, porque Todoroki se había interpuesto y la había salvado en cada ocasión. Sonrió sin poder evitarlo, le había alegrado muchísimo verlo de nuevo y mas cuando había tenido ganas de hablar con el desde que salieron de la UA. Sintió su móvil vibrar en su bolsa.
Lo extrajo, dándole clic al mensaje sin leerlo antes, por simple inercia que tenia por la utilización del dispositivo. Pensando que podría ser su madre o alguna de sus amigas sobre alguna cuestión. Aunque cuando el chat se abrió el aire se atoró en sus pulmones.
"Necesitamos terminar lo que quedó pendiente, ¿podemos vernos el viernes?"
Momo sintió su corazón a punto de saliese de su pecho al ver el remitente de aquel mensaje, Todoroki. Presionó sus labios confusa, nerviosa y fuera de ella misma pensando si todo eso de verdad estaba sucediendo, con la mente hecha un caos. Y aún así envió el mensaje de confirmación.
No solo había sido un beso, él quería tanto de ella como ella de él.
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¡Hola!
He decidido participar en esta travesia de 8 días sobre esta pareja que me gusta mucho de MHA. Esta historia es en base a la imagen del inicio y la tensión que pudo existir entre ambos heroes en ese punto, por lo que no pude controlarme. Espero que lo disfrutaran.
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