➳Día cuatro: Paralelismo
"Si hubiera vivido un millón de vidas, habría sentido un millón de cosas y todavía habría caído un millón por ti"
—Robert M. Drake
.
.
.
La vida universitaria de Izuku era predecible hasta extremos insoportables. Capas y capas de rutina tendidas unas encima de otras; se cruzaba con los mismos alumnos todos los días en los mismos pasillos de siempre, los mismos regaños y estrés de siempre, aunque para su suerte, podía encontrar a Iida durante las clases de biología y a Ochako en química, y si el día le sonreía, podía encontrar al menos 2 veces por semana a Tsuyu por los pasillos de farmacología cuando iba a hablar con su novio.
Y claro hablando de cosas predecibles, la nula vida amorosa de Izuku, se veía como una verdadera tragedia. Es más, el preveía que se quedaría soltero hasta la muerte (y virgen como agregado) con más de un gato y un loro solo para llenar el silencio de su departamento.
¿Porque tenían todas las parejas felices que restregar su felicidad en la cara todo el tiempo?
Incluso sin quererlo, Kacchan y Kiri hacían gala de una perfecta y equilibrada relación (en sus términos) y nada aburrida. Ellos tenían la suerte de haber encontrado a su alma gemela...
Durante mucho tiempo se habían hablado de las almas gemelas (para Izuku y su conspiranoia no era más que alguna retorcida estrategia de marketing global como San Valentín, por muy idiota que sonara la teoría), su madre le había hablado alguna vez de ellas en pequeñas historias que solía contarle antes de dormir o en algunos libros de romance que solía comprar para llenar el agujero en su corazón. Pero después de tanto tiempo y de cientos de corazones rotos, Izuku no creía... más bien había dejado de creer hace tiempo en ellas.
Si se lo preguntaban, diría que la suya seguramente terminó en otro tiempo o planeta. Planeta apuntado por terrestres conspiranoicos y sin un ápice de emoción real en sus vidas más que sus estrafalarias teorías de conspiración, como él.
No es que fuese un amargado o un pesimista, es sólo que no creía encontrar a la suya nunca. Además, su corazón ya ha sido usado lo suficiente. Prefería vivir tranquilo y quedar en la vida de sus amigos como padrino de bodas de Iida y Ochako, padrino de bautizo del bebé de Tsuyu y Tokoyami y si podía como el padrino que regala la licuadora y los pares de crocs de pareja en la boda de Kiri y Kacchan.
Después de un semestre terriblemente largo, Izuku tuvo una pequeña vacación de 3 semanas y en su trabajo parcial le dieron varios días libres. Salía con Iida y Ochako y a veces también con Tsuyu al centro comercial para qué Ochako comprará sus nuevos tomos de manga.
Pero la mayoría de las veces quedaban en la casa de Izuku para ver series hasta tarde, hacer pijamadas y probar los nuevos productos de belleza que Tsuyu traía de Corea para su recién emprendido negocio.
En una de esas ocasiones, Ochako había arrastrado a los otros dos a la casa de Izuku sin previo aviso con una novedad, según ella, "perturbadoramente grata". Al parecer se trataba de una nueva app para los teléfonos que estaba causando furor (en especial en redes poco agraciadas sobre videos) la cual supuestamente te llevaba sitios extraños o hermosos según tu intención de búsqueda.
– ¡Es enserio Deku-kun! esta app no es ningún chiste, muchos dicen que es algo extraña o poco fiable... – Dijo con una notable emoción con su celular en mano.
–Y vaya que sí...– Interrumpió Iida mirando incrédulo a su novia.
–... ¡pero yo te aseguro que funciona!
Mostró vídeos y "pruebas" a sus amigos (Izuku no se había dado cuenta en qué momento le había pegado la conspiranoia su amiga).
– Esta mañana necesitaba encontrar algo que pintar para el estudio y ya que me había quedado sin ideas, le pedí a la aplicación que me mostrase algo único y extraño para inspirarme...– Contaba emocionada. – Me llevó algo lejos y estuve a muy poco de morir pedaleando para llegar...
–¡Me hubieras dicho que te lleve! –Iida interrumpió nuevamente algo irritado.
–¡Deja de interrumpir! – Ochaco miró a su pareja con la misma expresión que Iida logrando que este desviara la mirada con un leve rubor en las mejillas. – Como les decía: me llevó al bosque en la salida de la carretera y a un sitio lleno de piedras apiladas. ¡En medio de todas esas piedras en la tierra llena de espinos había un hermoso Tulipán! y no era cualquier Tulipán, era un Tulipán que tenía los pétalos de distintos tonos ¡Cómo si lo hubieran salpicado pintura! me llevó justo al punto y era exactamente lo que necesitaba para inspirarme.
–Eso da miedo Ochako-chan...
–Lo sé Tsuyu-chan, pero me dejó muy impactada.
– Bueno... sí de encontrar lo que se necesita se trata... a Midoriya-chan no le vendría mal encontrar un novio. – Dijo Tsuyu viendo divertida al peliverde. Ochako soltó una carcajada que era capaz de escucharse por toda la cuadra y aunque Iida pensara que no era apropiado reírse de un tema algo (muy) delicado para su amigo, no puedo evitar contener una risa.
–Puedes pedirle a la app que te busque a tu... ¿Cómo se llama? – Ochaco tomo su mentón en un semblante pensativo intentado encontrar las palabras correctas, aunque no tardo ni más de cinco minutos en mirar con un brillo travieso a su mejor amigo. – ¡Alma gemela!
–No digas esa frase y menos con esa cara, parece como si te la creyeras...– Dijo Izuku algo ofendido llevándose una mano sobre el pecho dramatizando un poco.
–¡Vamos! No seas amargado, necesitas algo del amor ¿No crees?
–¡Tengo suficiente amor con Mighty Junior! – En ese momento un gato de gran pelaje gris con manchas blancas y ojos heterocromáticos terminaba de mordisquear su volumen nuevo de Shokugeki no Soma– No necesito un novio...
–Bueno, si decides intentarlo te dejo anotado el nombre. – Dijo Ochako con un suspiro antes de anotar algo en una servilleta cerca suyo. – Vámonos Tenya, hay que terminar las compras.
– Yo también me voy Midoriya-chan, Tokoyami me pidió que fuera con él a buscar su disco edición limitada de My Chemical Romance.
Miró con un rostro deprimido a sus amigos quienes salían de su departamento. Desvió la mirada nuevamente hacia el felino que lo veía con una pisca de curiosidad surcando entre sus grandes ojos.
–Supongo que seremos tu y yo otra vez. – Intento acercarse a él, pero el gato no dudo dos veces en huir de su dueño y subirse a uno de los muebles para tomar su tercera siesta en el día. – Al parecer solo seré yo.
–¿RandollMightica? ¿En serio?
Y ahí estaba él una semana después intentando hacer espacio en su teléfono lleno de fanarts y fics homoeróticos para la tonta aplicación de Ochako.
Se había visto muchos vídeos de teorías de conspiración sobre ello, había investigado y descubierto que la app probablemente funcionaba con algún programa base buscador de entropías y otras teorías extrañas que aseguraban la app provenía de proyectos turbios de la Deep web con portales interdimencionales y cosas así (que a Izuku le encantaba investigar, aunque acabara muy asustado) y más espantando que intrigado, se dispuso a probarla. Esperó no encontrarse un cadáver en el proceso y mucho menos que alguien más se encontrara su cadáver después de una muy graciosa aventura.
La idea de buscar un alma gemela no parecía demasiado boba para experimentar con la app, dudaba que encontraría algo así, pero tal vez lo llevaría a algo interesante...
–Oh por All Might, que tonterías hago...
Cuando estaba a punto de utilizar la aplicación, Mighty Jr se subió sobre su regazo maullando y rasguñándole las piernas como protesta, ya que Izuku había olvidado darle su alimento.
–Lo siento Mighty, enseguida te doy tu alimento. – Pero justo cuando fue a la cocina, se dio cuenta de que el alimento especial para gato se había terminado. Mighty Jr tenía problemas con los gases, así que Izuku tenía que gastarse buena parte de su salario en comprar un alimento adecuado.
Estaba tan espantado por la falta de alimento que no se había dado cuenta de que la aplicación recién instalada se había iniciado y estaba buscando una localización pidiéndole que se concentrará en una intención.
En su cabeza se mezclaban los pensamientos de buscar el alimento para su gato y concentrarse en el mantra "alma gemela". No lo dudo, tomó sus cosas y salió de su casa lo más rápido que pudo a buscar el alimento de su gato a la veterinaria a la que siempre iba, perteneciente a su buen amigo Shinsō
Al llegar a la veterinaria se dio cuenta de que Shinsō estaba algo alterado y comenzaba a cerrar la veterinaria.
–Shinsō-kun, ¿Pasa algo malo? – Dijo mirando con cierta intriga a su amigo de largos y salvajes cabellos morados. – Normalmente no cierras la veterinaria tan temprano...
–Mi padre llamó y debo ir a casa rápido... ¿Necesitas algo Midoriya? Dímelo rápido tengo que irme.
–El alimento especial de Mighty Jr... – Shinsō entró rápidamente a la tienda siendo seguido por Izuku quien en cuestión de segundos recibió 2 bolsas con la comida especial de su gato. Después de que pagara, ambos salieron rápidamente del negocio y despidiéndose de Midoriya, subió a la camioneta ambulancia de la veterinaria y arrancó.
Izuku quedó algo preocupado por su amigo. Su padre, el profesor Aizawa era el profesor titular de su carrera (Izuku también estudiaba veterinaria) y ver al pelimorado tan preocupado le daba un mal sabor de boca.
Caminó apenas unos metros lejos de la veterinaria cuando un chico pasó (a ojos de Izuku realmente guapo) corriendo con un gato en brazos.
–No, no, no, no. – El desconocido miró por todos lados intentando ver al dueño de la tienda. –¿Cerró? – Sus ojos pararon sobre la pequeña figura del gato que cargaba entre sus brazos, un brillo opaco surco entre sus orbes y aun aura de desesperación comenzó a surgir de él. –¿Y ahora qué hago?
El chico se veía bastante desesperado y Midoriya siendo un verdadero ángel (como decía Ochako) se dirigió a él para ver si podía ayudarlo, pero justo en ese momento su teléfono comenzó a vibrar frenéticamente en su bolsillo, aunque decidió no prestarle tanta atención.
El chico era extremadamente guapo, pero se veía demasiado preocupado y el gato entre sus fuertes brazos soltaba cada cierto tiempo maullidos de queja como si algo le estuviera doliendo.
–Estaba abierto hace sólo un momento.... – El peliverde se acercó a él a pasos lentos llamando su atención. – Ehm...creo que puedo ayudarte con tu gato, estoy estudiando veterinaria... – Izuku hablaba con nerviosismo, aunque eso no cambio el hecho que ahora el atractivo desconocido lo mirase con esperanza.
–¿De verdad? – Pregunto sin poder creérselo. Midoriya asintió con la cabeza sin dejar de lado sus nervios. – Muchísimas gracias, mi nombre es Todoroki, Todoroki Shotō. – Miro al gato de pelaje oscuro sobre sus brazos y continúo hablando. – No sé qué le ocurre a mi gato... creo que le di demasiado para comer y ha estado quejándose desde hace un buen rato y no quiso moverse de su cesto cuando quise sacarlo. Estoy muy preocupado, es mi única compañía, ¿Podrías ver qué le sucede?
–Claro, déjame verlo. – Izuku rompió la distancia entre ellos y tomo al gato entre sus manos siendo visto de manera sorpresiva por el bicolor. – Pobrecito bebé, veamos...
Cuando Izuku terminó de examinar al gato levantó la mirada hacia el chico y sus miradas se cruzaron generando una pequeña chispa. Midoriya sintió una corriente eléctrica recorrer todo su ser y su corazón bailar de alegría. Un sentimiento de melancolía se instaló en su pecho con tan solo observar el extraño brillar de sus orbes, se sentía como si conociera a Todoroki desde hace mucho tiempo, aunque nunca lo había visto en toda su vida. Ambos se miraron absortos durante un largo tiempo, sintiendo sus corazones bailar y la mente nublarse en una extraña nube rosa que los envolvía a ambos en un pequeño pero especial mundo, pero, no fue hasta que el gato soltó otro maullido que aquella burbuja se rompió momentáneamente.
–¿Es... algo grave? – Habló el bicolor sin poder dejar de observar del todo al chico frente a él.
–No realmente, sólo una indigestión leve. Tal vez fue provocado por el tipo de comida, mi gato también tiene algunos problemitas con cierto tipo de alimentos.
–¿Necesita medicamentos? – Todoroki miro a su gato regresando al mundo real.
–Un calmante y posiblemente un cambio de alimento, nada más. – Izuku sonrió levemente intentando calmar al bicolor, lo que no sabía es que, en lugar de calmarlo, pareciera que había detonado una bomba dentro de su pecho.
–Menos mal... – Todoroki tomo nuevamente al felino sobre su regazo. La vista que Midoriya tenía en ese momento quedaría en marcado en su memoria para siempre. – En serio gracias, moriría si algo le pasara, ¿Sabes dónde puedo conseguir el calmante?
–Mmm....podemos ir a mi departamento, tengo algunas muestras de medicamentos ahí y logré comprar alimento especial antes de que la veterinaria cerrara.
–Perfecto, gracias. ¿Está lejos? Podemos tomar un taxi...
–Es a unas calles de aquí, no habrá necesidad– Izuku sintió que sonreía demasiado como colegiala enamorada al hablarle a Shotō, pero no podía evitarlo. Era demasiado guapo y además seguía con aquel sentimiento de confianza.
En camino a su destino, el extraño Shotō Todoroki y el conversaron bastante y muy cómodamente, algo raro para Izuku ya que no lograba hablar con tanta facilidad con las personas sin tener que tartamudear o sentirse nervioso.
–Midoriya, ¿De casualidad tu y yo nos hemos visto en otra parte? – Izuku se sobresaltó, ¿El también lo sentía? – Siento como si nos conociéramos desde hace mucho...
–Yo también pensé eso... aunque, no recuerdo habernos conocido antes. – La mirada heterocromática de Todoroki seguía sobre su figura. – Es extraño, ¿no crees?
Llegaron e Izuku lo invitó a pasar mientras buscaba el medicamento. Le dio un poco al gato y confirmo que efectivamente, solo era una indigestión. Así que le dio a Todoroki las gotas que tendría que darle por al menos dos días al minino hasta que el dolor desapareciera.
Cuando Todoroki ya estaba por irse agradeció demasiadas veces a Izuku y se disculpó por causar tantas molestias, e intentó pagarle.
–No hace falta, Todoroki-kun, no fue ninguna molestia, en serio.
–Al menos déjame compensarte invitándote a tomar algo– Dijo Todoroki con una pequeña sonrisa que casi hace que Izuku se desmayara.
–E-está bien Todoroki-kun, ¿Cuándo? – Su corazón pareciera que en cualquier momento saldría de su pecho.
–¿Te parece el jueves en el Suneater?
–Sí, está muy bien– Izuku gritaba internamente... ¿Contaba eso como cita? – I-intercambiemos números por si algo pasa y no podemos ir...
Después de intercambiar números Izuku entró nuevamente a su hogar con una de las sonrisas más grandes que hubiese tenido y con leve rubor sobre sus pecas ante la emoción de haber ayudado al guapo chico y de paso haber conseguido su teléfono (Pero sobre todo por su cita).
Alimentó a Mighty Jr y cuando se sentó a revisar porque su teléfono había vibrado un par de veces como loco, se quedó congelado. Las notificaciones que tanto hacían vibrar su teléfono era de la dichosa aplicación que había instalado hace unos momentos, pero lo que lo dejo realmente helado, era lo que decía.
→Punto localizado con la intención "alma gemela"
→Se llegó al punto indicado (Estaba señalado poco más allá de la veterinaria)
Y la más reciente:
→Se retornó al punto de origen con intención exitosa. ¿Desea hacer un registro de experiencia?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top