•Día 4 : Paralelos
Temprano como siempre, ¿verdad?
Continuación del día 3.
Espero que no me haya pegado la dislexia porque ando con un ojo cerrado por el sueño, a mimir.
Midoriya Izuku pasó de ser un otaku fanboy obsesivo a ser el mismo otaku fanboy obsesivo pero enamorado.
Ni los mangas shojo más cursis de All might le hacían querer vivir un romance como el que había estado experimentado el último mes y medio junto a Todoroki.
Aún cuando fue algo peculiar la manera en la que ambos se conocieron, esto no impidió la atracción mutua que había surgido entre ellos desde el momento que se tuvieron frente a frente.
Las vacaciones habían terminado, por lo que su rutina cotidiana continuó.
Izuku era un estudiante universitario de primer año en arte y diseño, con un trabajo en una tienda de conveniencia cerca de su edificio. Tan pronto como se graduó de la preparatoria se fue junto a Uraraka al ansiado deseo de una vida independiente, lo cual era casi una farsa ya que su departamento estaba a 20 minutos del edificio de su madre.
Era miércoles y su horario no era tan pesado, lo que significaba que podía tener una cita con Shoto; ya era costumbre de éste último ir a recogerlo para pasar el rato en algún lugar cercano.
El muchacho bicolor era encantador, no había otra forma de describirlo.
Aunque su relación aún no tenía nombre, desde el inicio siempre fue atento con él, era un chico bastante tranquilo y muy selectivo respecto a sus amistades, siempre trataba a Izuku con amabilidad y pedía de su consentimiento para abrazarlo y besarlo, no fue nada difícil sucumbir ante sus encantos.
—¡Te detesto! Tú ya puedes ir a casa y yo no.—Uraraka se quejó abrazada a su cuello.
—Puedes estar feliz, creo que regresaré tarde, Todoroki-kun me invitó a su casa, así que estarás sola por un rato.— Izuku confesó tímido a lo que Ochako le miró con sorpresa.
—¿Qué? ¿Ustedes dos solos? ¿No es muy pronto para que pierdas la inocencia? —La castaña se cruzó de brazos y enarcó una ceja.
—No es lo que tu mente puerca está pensando.
El celular de Izuku vibró, al mirar la pantalla sonrió y se apresuró a despedirse de la castaña.
—Te veo más tarde.
El rizado agitó la mano a modo de despedida y caminó hacia la entrada. Pudo ver a Todoroki entre la multitud y no evitó soltar un suspiro, lo estaba buscando y se veía tan guapo, demasiado para ser un fanboy, eso iba contra la naturaleza, creyó que todos los chicos otakus se veían más como...él.
Se acercó lentamente, aprovechando que pasaba a desapercibido entre tantas personas, quería sorprenderlo.
—¡Booh!—Exclamó dando un saltito frente a él.—Hola guapo. —Le sonrió abrazando su cintura, alzó la mirada para encontrarse con lo ojos que siempre le miraban con cariño.
—No te vi llegar. —Todoroki acunó su rostro con ambas manos, moviendo un poco los lentes de Izuku —¿Tuviste un buen día?
—Sip, ¿No tuviste clases, Todoroki-kun?
—Sólo por la mañana. —Shoto se separó del más bajo para poder abrirle la puerta del auto. — ¿Te parece si nos vamos ya?
—De acuerdo.
Midoriya tomó su mano y entró al asiento del copiloto, incluso los pequeños detalles eran muy valiosos para él, sin duda Todoroki era un chico bastante dulce.
Una vez el auto se puso en movimiento y el silencio entre los dos se hizo presente, las palabras de Uraraka resonaron en su mente, también se preguntaba el por qué de la repentina propuesta de ir a su hogar y no a algún otro sitio.
Izuku miró a Shoto de reojo, tal vez lo estaba imaginando pero parecía nervioso. Cuando lo vio por primera vez nunca imaginó que era la misma persona con la que chateaba diariamente, sabía que se debía en gran parte a la desconfianza totalmente justificable que sentía en ese entonces, pero aún así le daba la sensación de ser un joven algo triste.
No tenía muchos amigos y nunca hablaba de su familia —Con excepción de su padre con el que al parecer tenía una mala relación—, apenas conocía a una de sus amigas, era una chica muy amable y cálida, sobretodo paciente con Shoto, imaginó que no era muy fácil tratar con él y lo entendía.
La cicatriz en su ojo izquierdo también le daba curiosidad pero nunca se atrevió a preguntarle. Todo lo que sabía de él era que estaba en su segundo año en la universidad y estudiaba psicología.
Se sintió incómodo al darse cuenta que en realidad no lo conocía casi nada.
El pecoso estaba tan ensimismado mirando el paisaje que ni siquiera notó cuando Todoroki se detuvo, se sintió algo desconcertado pues la casa frente a él era bastante grande y juzgando por las apariencias parecía pertenecerle a una familia con bastante dinero.
—Ya llegamos, puedes bajar Izuku. —Le tomó la mano y la acarició suavemente, Izuku obedeció y bajó del auto para mirar más de cerca su casa.
Shoto le tomó de la mano dándole un ligero apretón, señalándole que lo siguiera. Al entrar se sorprendió todavía más, la casa era más bonita por dentro, estaba decorada de una manera muy oriental.
—¿Quieres que pidamos algo de comer? No sé cocinar muy bien, disculpa. ¿Qué te gustaría?
—Ah, lo que sea está bien, no te preocupes.—Dijo algo nervioso mientras dejaba sus zapatos en la entrada.
—Bien, esperame aquí.—Todoroki se alejó para hacer una llamada.
Si era sincero...se sentía bastante fuera de lugar.
No tenía que ser un genio para darse cuenta que la familia de Todoroki era bastante adinerada, se sintió apenado pues él algunas veces debía batallar junto a Uraraka para pagar la renta y el mantenimiento, su madre y los padres de Uraraka les ofrecían apoyo pero ellos se negaban, debían aprender a mantenerse a sí mismos y ser responsables.
Pero a Shoto no parecía faltarle nada.
El heterocromático le abrazó por detrás dándole un pequeño beso en su cuello, se sorprendió por el repentino contacto pues estaba un poco perdido entre sus pensamientos, se estremeció ante el cosquilleo de su respiración contra su cuello.
—Todoroki-kun, ¿No hay nadie en casa?—Le preguntó al girar y mirarlo a los ojos.
—No, mi padre muchas veces no regresa a dormir por su trabajo y créeme que así está mejor. —Respondió cambiando notoriamente su expresión.—Mi mamá y mis hermanos viven algo lejos de aquí, sólo me quedo con mi viejo porque la universidad está cerca de aquí.
Era la primera vez que Shoto mencionaba a su mamá y hermanos así que se asombró al escucharlo.
El más alto le invitó a sentarse en el sofá, Izuku accedió quedando junto a él, Todoroki le abrazó y él se acomodó en su pecho.
—Todoroki-kun, te extrañé mucho. —Confesó frotándose contra él, le gustaba bastante hacerlo aunque se avergonzaba de lo cursi que podía llegar a ser. No era lo mismo besar un póster en la pared que besar el rostro de un chico guapo de carne y hueso.
—Yo también Izuku, lamento no poder haber estado contigo en fin de semana pero estuve algo ocupado. —Shoto acariciaba sus rizos, trataba de mantenerse tranquilo pero el ligero rubor en sus mejillas lo delataban.
Todoroki Shoto estuvo encantado con el más pequeño desde que lo conoció, le pareció linda la forma en la que se emocionaba en el chat, era justo como un niño, aunque a veces decía lo mismo con intención de molestarlo, pero en verdad le agradaba.
Cuando estuvo justo frente a él quedó maravillado al nunca haber visto a un chico tan bonito como Izuku, era sencillamente adorable, su rostro con aspecto infantil le hizo pensar que era más joven de lo que era en realidad, las pecas en sus mejillas sólo le tentaban a pellizcarlas, sus ojos eran grandes y bonitos, y los lentes sólo le hacían ver todavía más tierno.
Notó los nervios de Izuku al estar en un ambiente más íntimo, tal vez se estaba apresurado demasiado.
—¿Estás incómodo? Lo lamento, es sólo que me emociona tenerte conmigo.—Murmuró con algo de tristeza.
—¡No! Está bien, Todoroki-kun.—Le sujetó las manos y se acomodó un poco más cerca de él. —Me gusta estar así contigo.
No respondió, permaneció en silencio, Midoriya pudo escuchar como sus latidos se incrementaban.
—¿Estás bien? ¿Por qué venimos a tu casa?—Ladeó la cabeza esperando una respuesta.
—Quería hablar de algo contigo en donde no haya tanta gente.
—Pero dime de qué se trata, me estoy preocupando.—Dijo tirando de la manga de su camisa.
Todoroki cerró los ojos y respiró para calmarse.
—Izuku, me gustas, he estado esperando el momento indicado para decírtelo, me gustaría... claro, si tú quieres, me gustaría que lo nuestro sea formal. —Confesó con seriedad, aunque en el fondo estaba bastante nervioso, Izuku le miraba apenado.
Midoriya bajó la mirada y para Todoroki eso no fue una buena señal.
—También me gustas, me gustas mucho. —Continuó—Pero siento que no te conozco lo suficiente.
—¿Qué quieres saber?
—Bueno, apenas hace un momento me enteré que tienes hermanos y vives aquí por la escuela, yo aún no sé mucho, estoy seguro que todavía hay aún más cosas que desconozco.
—¿Lo dices por mi cicatriz, verdad? Es imposible no notarla, me sorprende que no te hayas asustado al verme la primera vez, lamento si es desagradable.—Habló desanimado.
—¡No es desagradable! —Se apresuró en decir. —No me refería sólo a eso, quiero saber de ti porque estoy enamorado.—Sus manos fueron hasta sus labios al darse cuenta de lo que dijo.
Shoto esbozó una sonrisa, se sentía feliz de tenerlo a su lado, sabía que podía confiar en Izuku, se sentía seguro de abrirse a él y poder ser sincero.
—Si no quieres hablar está bien. No creas que te estoy presionando. —Dijo con voz suave, notando la preocupación en el semblante de este.
—No, está bien. Tampoco me alargaré ya que no es una historia agradable.—Negó ladeando la cabeza. —Como puedes darte cuenta crecí aquí junto a mis hermanos, pero nunca fuimos una verdadera familia ¿Sabes? mis padres se casaron únicamente por conveniencia a los negocios de mi padre, nunca hubo amor ni nada de eso. Mamá sufrió años de violencia, eventualmente esto la hizo caer en depresión.—Shoto pasó algunos mechones de cabello tras la oreja de Izuku y siguió.—Ella estaba muy inestable, sólo vivió aguantando ver cómo sus hijos se parecían a él, en especial conmigo. Un día llegó a su límite y no pudo soportarlo, al verme le recordé a mi padre, fue ahí cuando me hizo...esto.
Izuku le miró con terror, temió haberlo arruinado al hacerlo hablar.
Tomó la mano del muchacho para demostrarle apoyo.
—Mi mamá fue internada después de eso, no la vi por mucho tiempo y crecí sin ella. En mi segundo año de preparatoria le dieron de alta y mi padre mandó a construir una casa para que viviera junto a mis hermanos.—El semialbino suspiró.—Aún no le perdono por todo lo que hizo, mi madre eligió no verlo más, ella está mejor ahora y la noto más feliz, eso me mantiene tranquilo.
Terminó con la mirada baja, aún no lo superaba y dudaba poder hacerlo en algún momento de su vida. Una mano suave y cálida levantó su mirada.
—Todoroki-kun, lamento hacerte recordar cosas tristes. —El rizado le miró con ojos un poco llorosos.—Pero ¿Sabes? Eres un chico muy fuerte, yo te admiro mucho.
Shoto abrió los ojos con sorpresa, dudaba que existiera alguien tan bueno como el chico que estaba frente a él.
—Gracias, la verdad es que esa era otra razón por la que dudaba de conocernos, pero me alegro de que todo resultara.
—¿Por qué? ¡Tú eres guapísimo! —Alzó la voz comenzando a titubear. —Cuando te vi creí que eras un modelo o algo así...
—No digas eso. —Todoroki rió. —También quisiera saber de ti, si no te molesta.
—Oh, está bien, ¿Qué quieres saber?
—Mencionaste que no tenías padre, ¿Sucedió algo?
—Oh, nada en especial, sé que mi papá se fue de casa cuando yo era un bebé, mi madre tuvo que encargarse de mí ella sola. —Izuku sonrió. —Siempre la admiré por eso, también recuerdo que solían molestarme mucho porque ella era una madre soltera, regresaba a casa con golpes y siempre se sintió culpable, pero ella no tenía la culpa de nada, siempre fue la mejor. Mi padre no hizo falta y siento que sin él estamos mejor.
—¿Cómo alguien podría hacerte daño, Izuku? —Shoto se acercó todavía más a él, le tomó de las mejillas y le miró como si fuera el tesoro más valioso de todos, en realidad eso era para él y no quería dejarlo nunca.
—Siento que ahora me gustas más. —Susurró Midoriya.
Había una cosa que Todoroki disfrutaba más que mirar a Izuku y eso era besar a Izuku, sus labios eran bonitos, al contrario de los suyos que eran más delgados. Midoriya cortó la distancia entre ambos y estampó su boca contra la suya, se sentía bien, Shoto adoraba la suavidad de sus labios moviéndose rítmicamente, el interior de su boquita era cálida.
Le gustaba todo de él, desde su fanatismo desenfrenado hasta la gentileza que lo caracterizaba.
Se separaron al escuchar a alguien tocar el timbre de la rejilla, Todoroki supuso que se trataba del repartidor, le dedicó una pequeña sonrisa al más bajo y salió.
Izuku se sentía más incómodo al pensar en la casa en donde Shoto sufrió durante años.
Debía admitir que al llegar sólo pudo pensar que Shoto era un niño rico que nació teniéndolo todo; una casa bonita, una madre, un padre e incluso hermanos. Sin conocer realmente el trasfondo de su historia rodeada de tristeza y agresión.
Por el contrario de él que siempre se repitió haber nacido sin nada al ver a su madre batallar por mantenerlo a él y a su hogar, el no tener amigos y creer que su padre se fue por su culpa, todo eso lo atormentó por mucho tiempo. Pero al menos tenía a su madre que le mostraba una sonrisa fingiendo tener todo en orden, Izuku creció recibiendo amor de la mujer que le dio la vida. Shoto no.
Era gracioso y triste a la vez que lo que uno poseía era lo que el otro suponía necesitar para ser feliz.
<<Si tan sólo nos hubiéramos conocido antes, tal vez podía aligerar tus heridas>> pensó.
Eran perfectos paralelos, que podían apoyarse para ser felices.
Shoto entró a la casa. Izuku ya tenía una respuesta.
—Todoroki-kun, quiero estar contigo. —Midoriya se apresuró para llegar hasta Shoto, lo tomó del brazo con un poco de brusquedad por la emoción del momento.
—¿Ah? Espera Izu, tirarás nuestra cena. —Dijo al haber sido atraído al cuerpo del contrario.
—¡Ah, lo siento! —Dio pasos hacia atrás. —Pero si quiero salir contigo, Todoroki-kun, te quiero.
La comida no era lo importante en ese momento, por eso mismo no le dolió dejarla caer para llegar a los brazos del rizado.
—También te quiero. —Shoto lo rodeó, dándole algunos besos en la mejilla.
—Oh, la cena.
Esa noche Izuku no pudo probar bocado pero al menos se hizo novio de un chico maravilloso y eso era mil veces mejor que la comida rápida.
• • •
La pregunta del millón.
¿Qué iban a cenar Todoroki y Midoriya?
La verdad es que me tardé porque a partir del día 4 (este) no tenía nada ksksks así que ando metiéndole nitro para acabar y no morir en el intento.
Por eso no me alargo más y me despido, les quiero mucho y nos vemos mañana en el día 5 ❤️.
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