→Todochako Week I→
•°VACACIONES°•
Día: 1
Fecha: Lunes 08 de Junio del 2020
Palabras: 2172
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Una Playa Cómplice
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El autobús que llevaba a los aspirantes a héroes de la clase 2A, se detuvo en aquella parada, es su destino que los esperaba con un ambiente lleno de calidez y diversión.
Unas vacaciones para el grupo A de la academia de héroes.
Entre ellos habían quedado en hacer una salida a una de las playas más cercanas y de mejor calidad para ellos.
—¡Hora de la diversión! —grito la mayoría de la clase al ver que se encontraban ya en el destino.
Iida levantó la mano antes de poner orden a sus compañeros. Junto a él, un peliverde estaba despertando -por el grito de su grupo- de aquel pequeño sueño. Al abrir los ojos se encontró con Uraraka recargada en la parte de su asiento con ambas manos en sus mejillas, está lo miraba con una sonrisa tranquila.
—Deku-kun, despertaste por ti solo, habíamos pensado que tendríamos que levantarte —dijo sin importar el grito de Iida intentando hacer que todos guarden silencio.
—Si ignoramos el hecho de el grito de bienvenida, entonces si Uraraka-san —comento con cierto tono de diversión, a lo que la castaña dió pequeñas carcajadas, inmediatamente recordó quien más venía con ellos —Por cierto ¿Y Todoroki-kun? —.
Uraraka miro a su compañero que guardaba silencio y prestaba atención a la plática. Al escuchar su nombre, solo levantó la mano.
—Uraraka-san, Midoriya-san les pediré de favor que tomen asiento y guarden silencio —dijo su amigo con un semblante oscuro.
Inmediatamente obedecieron.
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Todochako Week 2020
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—Que bueno que pudiste venir, Todoroki-kun —comento Izuku mientras caminaba a lado de Uraraka, quién estaba platicando con Iida.
—Si, pensé en tener un poco de tiempo para mi —dijo mirando a el chico, quién asentía con una sonrisa.
La mirada bicolor de Shōuto se posó en aquel océano, inmediatamente la curiosidad lo cautivo y su atención pedía ser atendida.
—¿Qué es lo que quieren hacer primero? —pregunto Iida quién había entrado a la conversación de sus amigos dejando a Uraraka salir corriendo al mar.
Tenía una sonrisa enorme con un pequeño sonrojo, se detuvo un momento estando sus pies en el agua. Al sentir el líquido salado entre sus dedos, masajeando sus plantas de sus pies, dejo salir una pequeña risita.
—Al parecer Uraraka-san se nos adelanto —comento Deku riendo al ver el comportamiento de su amiga, su mirada se posó en las risas de unos pequeños niños quienes jugaban al rededor de un puesto, al ver aquel carro —Oh por cierto, yo quiero un helado —.
—Ella nunca había conocido el mar, Midoriya-san —le comentó con una voz firme —dejemos que sea feliz.
Los chicos solo la miraban, estaba de espaldas, pero, se sentía el aura de felicidad de la castaña.
—Ire con ella —comento el chico que ya se hallaba maravillado con la vista.
Iida y Midoriya se miraron unos segundos.
—¿No se sentirán incómodos? —pregunto con cierta preocupación el peliverde —Digo, ustedes nunca hablan, se me hace extraño que quieras estar con ella. Está bien si no quieres me puedes acompañar e Iida-san se quedaría a cuidar de ella —.
Se escucho como afirmaba el de pelo azul. Shōuto los miró un par de segundos para después negar la petición.
—Al fin tenemos algo en común —respondió dando a entender significados distintos.
Izuku entendió, él quería divertirse, por qué negarselo. Una vez que el bicolor comenzará a caminar hacía la chica ambos jóvenes se dirigieron a el puesto de helados, que se había atascado de gente.
Por otro lado, Uraraka no salía de su trance, hasta que escucho una voz masculina a su lado. Ella despegó su vista de él océano y miró a Todoroki, este conecto miradas.
Y el corazón de ambos se aceleró sin razón.
—Todoroki-kun —llamo ella para que dejarán de mirarse de esa manera, cosa que funcionó pues ambos con tranquilidad miraron lo que parecía ser infinito.
—¿Es cierto que nunca habías venido al mar, Uraraka-san? —pregunto.
Al sentir su apellido en la boca de aquel chico, un sonrojo se apoderó de ella.
—Si, yo no había venido —jugó con sus manos— Por las condiciones en las que mi familia vive —.
Una pequeña incomodidad se formó.
Uraraka agachó su mirada y tocó con los pies de el chico. Una pequeña ola había llegado y con ella había traído una concha de mar.
—Oh Todoroki-kun, mira mira —señalo el suelo donde el se encontraba parado, su voz estaba escandalosa.
Ante el pequeño grito de la castaña, este miro perplejo su pies, una concha rosa se hallaban en ellos.
—¡Que suerte! —reprocho mientras se acercaba a ver.
—¿Quieres quedarte con ella? —extendió su mano.
Uraraka negó con una sonrisa.
—Es tu suerte, no la mía, además... —se agachó buscando otro par —podemos buscar más —se giro para ver a Todoroki con una sonrisa.
Ella le extendió la mano.
Y él la tomo.
Ambos se sorprendieron. Pero inmediatamente la castaña dió un tirón a Todoroki para que se agachara con ella, cosa que no fue tan delicado ya que lo había tumbado, haciendo que se sentará en el charco de agua.
La miró con una indescifrable expresión en él. La chica se rió unos segundos, pero, al ver ese rostro, temió unos momentos por su integridad.
—¡Lo lamento! —grito antes de comenzar a correr lo más rápido que pudo.
Todoroki se levantó, la voz de Midoriya que mostraba su llegada, lo llamo. Decidió dejar ir a la chica, con la idea de que regresaría por su helado.
Pero, recordó que no había comentado el tema.
—¿Qué pasó con Uraraka-san? —pregunto el presidente de la clase con un helado en cada mano, igual que Midoriya, observando correr a su amiga. Luego giro su mirada a el bicolor.
Al ver a Todoroki sentado siendo empapado por una ola, Iida se comió de un bocado lo que quedaba de helado y con esa mano le ayudo a levantarse.
Entonces Midoriya sintió que había tenido razón respecto a la incomodidad. Miró por última vez a su amiga que ya se encontraba perdida entre las personas.
—No se preocupen, ella llegó con nosotros, no tardará en venir —les dijo el peliverde a sus amigos —Comamos helado y después vamos a cambiarnos —.
Tenya asintió mientras le daba el helado a su amigo.
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Todochako Week 2020
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Uraraka, con temor, miraba a su alrededor, buscando a el grupo de sus amigos.
Había llegado con las chicas, Mina, Tsuyu, Yaomomo, Kyoka y Toru, pero, llegó en el momento inoportuno. Se iban a ir a probar trajes de baño. Ella negó varias veces, pues no quería gastar dinero, de hecho, les había dicho que tenía un short con una blusa de tirantes. Las miradas que enviaron sus compañeras fueron incómodas, así que acepto. Lo peor fue el momento de modelar el traje, ella al ser la que más prisa tenía, se colocó lo que mejor ante sus ojos.
Las miradas de aprobación de sus amigas hizo que se sintiera segura, está salió de aquel lugar vestida de un traje de baño que cubría lo escencial, bastante inocente para ella.
...
Las miradas que los muchachos le dirijan no eran las mismas que las de sus amigas. Sintió la necesidad de taparse completamente hasta la cara, el trapo que venía con el traje, se lo enredo en la cadera. Ahora ya no mostraba Tanto y era hora de buscar a sus amigos, para pasar el rato con ellos.
Logro visualizar la cabellera de Izuku, por un momento sonrió. Más la mirada de los demás le provocaron un horrible sonrojo.
Salió corriendo hasta llegar con Deku, este miraba a el horizonte junto a Todoroki e Iida, ya vestidos para la ocasión.
Salió volando a el brazo trabajado de el peliverde, quién al inicio soltó un pequeño brinco, pero al sentir la suave piel femenina la vergüenza inundó su rostro.
—¡U-ura-uraraka-san! —solto con un grito.
Alarmando a los otros dos, que al ver a la pequeña cerrando los ojos con fuerza recargada en Midoriya, sus latidos se aceleraron.
O al menos el de Todoroki.
—Deku-kun, me alegra verlos de nuevo —digo en la misma postura.
—¿E-estas b-bien? —pregunto mientras intentaba despegar a la chica.
Ella solo regulo su respiración e inmediatamente cambio su aura tímida.
—Estoy bien —confirmo levantándose mostrando una sonrisa —Oh, las chicas y yo fuimos a comprar un traje de baño, yo encontré esto y me gustó ¿Qué tal se me ve? —se giro en su sitio, haciendo para la vista un espectáculo lleno de brillos.
El peliverde expulsó una pequeña línea de sangre de su nariz mostrando su pulgar, mientras Iida asentía, imitando a una máquina, Todoroki solo observaba, sin darse cuenta de que estaba siendo cautivado de aquella castaña.
—Ustedes también se ven bien —comento alegre observando a los tres —¿Qué tal si vamos a nadar? —pregunto mirando ahora al océano, que se estaba llenando de gente.
Deku negó saliendo de su trance.
—Pensamos que sería mejor ir a jugar voleibol —señalo la cancha —Con Kacchan y sus amigos —.
La castaña lo miro perpleja, pero, después asintió. Sabiendo que quería que la relación de el rubio y su amigo mejorarán, y que mejor encuentro que ese.
—Esta bien, yo iré a nadar —comento mientras se quitaba aquella tela que cubría lo que podía.
El bikini negro, realmente favorecía el curvilíneo cuerpo de la chica con quirk gravitatorio y aquella tela rosa, le quedaba perfecta a la piel blanca de Ochako.
Shōuto negó mentalmente ante el pensamiento de aquella prenda.
—Tambien iré a nadar, después de todo, quiero conocer el mar —miro a sus amigos quiénes lo veían sorprendidos.
Uraraka lo miro, y la sonrisa se agrando.
—Genial, Todoroki-kun, significa que nos conoceremos mucho mejor —comento mientras metía la tela en su bolso.
—Que buena idea Uraraka-san, nos reuniremos aquí en una hora, recuerden no ir más hondo, o si ven algún animal les pediré que griten por ayuda —dijo Iida dando pequeños movimiento con sus manos.
—Esta bien, Iida-kun —afirmo ella dejando su bolso.
Todoroki sacudió lo que quedó de arena en su escasa ropa, después alzó la mano despidiéndose de ambos chicos y siguió a la castaña por detrás.
Izuku miraba atentamente a el par llegar a las orillas.
—¿Crees que se lleven bien? —cuestiono con duda.
—Hay una pequeña posibilidad —afirmo dejándose caer en la arena y cerrando sus ojos bajo la sombra del paraguas —Pero no perdamos la esperanza, Uraraka-san es muy buena haciendo amigos y Todoroki-san es un chico que necesita aquella alegría —.
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Todochako Week 2020
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—Entonces, tampoco habías venido a el mar —pregunto ella mientras sumergía sus pies en el agua.
—Mi entrenamiento no me lo permitía —contesto imitando el gesto.
Uraraka decidió meterse lentamente, pero, al ver a Shōuto, sus pensamientos tranquilos cambiaron a unos completamente diferentes.
—¿Seguimos buscando las conchas de mar? —pregunto con cierta motivación.
Luego se agachó y le extendió la mano a su amigo bicolor. Pero no se esperaba el movimiento que ella haría con aquel ofrecimiento.
Un Shōuto había caído nuevamente en la trampa —esta vez a propósito— de aquella castaña que se reía cubriendo su boca y levantándose de su lugar para después dar saltitos.
—Esto es demasiado —reia mientras cerraba los ojos con fuerza —No puedo creer que hayas caído en mi trampa —.
Aquel chico burlado la miró unos segundos, con los ojos entrecerrados.
Esta vez no lo dejaría así.
De un movimiento rápido tomo la suave pierna de la castaña, está se silencio de golpe al sentir un jalón obligándola a caer sentada empapando la parte inferior de el traje.
Uraraka se quejó por el frío que la hormigueo por su espalda. Miró a el chico unos minutos para después soltar otra carcajada, una divertida.
Entonces Todoroki miró atentamente la sonrisa de la de mejillas rosas. Se levantó de aquel empujón y miró a Uraraka, está sabía ya lo que él iba a hacer.
Dejo de reír y volvió a temer por su vida.
Al intentar levantarse, estaba ya en manos de Todoroki, quién la cargaba estilo nupcial, está sintió miedo al ver como él se introducía en el agua, se sostuvo de lo que pudo, el cuello de el bicolor, y miraba aterrada el líquido que la esperaba para ser lanzada.
Cuando sintió a Todoroki soltarla, ella hundió su rostro en el pecho de quién intentaba empaparla.
Así fue como se quedaron un par de segundos, sintiendo la compañía del otro, calidez de sus corazones. Lo disfrutaban entre ellos.
Fue un sentimiento mutuo y placentero. Hermoso y dulce. Se sentían encontrados ante el momento más mágico, como si se tratara de una locura increíble o un amor prohibido.
Entonces se dieron cuenta, que una enorme ola les dió un poco de sombra para que la mirarán con horror —al menos Uraraka— y se aferran a ellos al verse siendo enterrados en el mar.
También sabían que ese día, se la pasarían increíble.
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