Capítulo 5
IOICHI POV'S
—¿Estás bien? —pregunté a Gaara cuando nos quedamos a solas y, aunque respondió afirmativamente, no parecía así—. Lamento lo que te hicieron.
—Ellos no saben lo que te hice, ¿cierto? —preguntó sorprendiéndome.
Esperaba que ese no fuera un tema que tocáramos pronto, pero supuse que no podíamos dejarlo.
—Naruto no —informé.
—Kakashi lo sabe y no me mató... ¿Por qué? —preguntó confundido.
Suspiré. Decirle que no estaba muerto porque defendí su vida incansablemente era algo que no quería tener que explicar.
—No estoy segura de querer ser madre soltera —dije al final—, ni siquiera sé si quiero ser madre, pero sola definitivamente no.
«Maldición... creo que dije algo que no debía decir» Pensé y lo miré solo para comprobar que su mirada se había tornado sombría.
»Lo lamento, Gaara, yo... —comencé a hablar, pero me interrumpió.
—Yo... yo te arruiné la vida, ¿cierto? —preguntó y no pude evitar coincidir con él.
—Tú lo hiciste... realmente lo hiciste —contesté con los ojos llenos de lágrimas, y lloré tan dolida como hacía mucho no lo hacía.
Todo el tiempo que había pasado había fingido que era tan fuerte que no me dolía lo que estaba ocurriendo. Pero mi vida había dado un vuelco completo, había cambiado todo y me asustaba mucho.
—Tú puedes hacer lo que quieras —aseguró Gaara sentándose frente a mí—. Si realmente no quieres ser mamá yo lo entenderé y, aún más, asumiré toda la responsabilidad de ello, porque te amo y lamento haberte hecho tanto daño. Es por eso que, aunque ese bebé me hace el hombre más feliz del mundo, renunciaré a él si es lo que necesitas.
Mi corazón se encogió con esas palabras. Sus ojos tristes decían que él realmente estaba mal por lo sucedido. Era como si estuviera arrepentido y dolido.
Estiré mi mano para alcanzar su cara, pero no pude tocarlo. No estaba preparada para algo así. Respiré profundo y aun llorando me disculpé.
—Lamento mucho no poder ser feliz con tus palabras —dije—, pero estoy bastante confundida. No sé qué es lo que debería sentir, tengo dieciséis años y ser mamá me asusta.
Gaara me miró confundido.
—Tú... ¿no me odias? —balbuceó su pregunta.
—No —aseguré—. Es cierto que me hiciste mucho daño, y en un principio no podía siquiera imaginar perdonarte, pero conforme pasó el tiempo no sentí que necesitara hacer nada como eso. Por lo que pasó no soy completamente inocente, aunque me tocara ser la víctima.
—No lo entiendo —declaró de verdad contrariado—, ¿me perdonaste?
—No —dije—. En todo este tiempo no había pensado en nosotros, pero si necesitas eso soy capaz de hacerlo.
—¿De verdad? —cuestionó—. Yo no puedo hacerlo. No puedo perdonarme haberte herido de tal manera y tú dices que puedes perdonarme... Estás jugando conmigo, ¿no es así?... Te hice lo peor que podían haberte hecho, tienes derecho a enojarte.
—Yo no estoy enojada —informé—, estoy realmente asustada, pero no te odio. Para empezar yo te emborraché, así que no es completamente tu culpa.
—Abusé de ti —alegó provocando que mi alma al fin se tranquilizara.
Gaara estaba buscando por todos los medios declarar sus culpas, eso me aseguraba que no era una mala persona. Aunque en el fondo lo hubiera sospechado ya.
—Y eso no me hace odiarte —dije—, tal vez soy masoquista o algo así.
Sonreí, pero él no sonrió.
—No lo entiendo —repitió—. Yo merezco todo tu odio y tu repudio, merezco que no quieras saber nada más de mí, merezco lo peor del mundo, no tu perdón. Estás bromeando, ¿verdad?
—Yo no bromeo —reiteré—. No podría odiarte nunca, pero si crees que lo que necesitas es purgar tu culpa en lugar de mi perdón, tal vez deberías vivir con tu pecado.
Sus ojos mostraban tanta confusión que mis palabras vinieron a ser un bálsamo que desapareciera todo su dolor, al menos momentáneamente.
»Aunque eso signifique que deba casarme contigo.
—Por favor hazlo —pidió y sonreí burlona.
—Creo que el masoquista eres tú —dije abrazándolo al fin, colocando su cabeza entre mi pecho y mi abdomen.
—Voy a compensarte —prometió recargado a mi vientre.
Yo besé su cabeza. No estaba esperando que hiciera eso, pero su promesa me hacía bastante feliz.
—Aun así no creo que una boda sea buena idea —espeté y se apartó de mí—. La nieta de la Hokage y el Kazekage casados sería reforzar la unión entre dos de las seis partes que participan de la alianza shinobi —Gaara me miró—, puede parecer traición, ¿no?
—Tienes razón —afirmó después de pensarlo un poco.
Claro que la tenía. Eso podría traernos más problemas que beneficios.
—¿Qué piensas entonces? —pregunté—, yo no quiero ocasionar ninguna clase de problema nacional.
Gaara se levantó, dio unos cuantos pasos y abrió la boca para decir algo que me dejó boquiabierta a mí.
—Renunciaré a ser Kazekage —anunció y sentí que mis ojos se salían de sus cuencas por la sorpresa.
—Me alaga tu propuesta —dije con seria preocupación—, pero por supuesto que no te dejaría hacer algo como eso. Nadie más que tú está calificado para el trabajo que estás realizando.
—Yo haría cualquier cosa por ti —aseguró caminando hacia mí, poniéndome demasiado nerviosa por la cercanía entre nosotros.
—Entonces no renuncies —pedí retrocediendo un poco.
Continúa...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top