SASUKE POV'S

—Vamos, es su despedida de soltero —dijo ella, emocionada. 

Pero a mí no me emocionaba nada que ella estuviera tan pegada a mí todo el tiempo. Creo que me concentré tanto en mimarla que ahora no se despegaba de mí. Me molestaba un poco, pero me encantaba un montón, sobre todo por las caras infantiles que hacía cuando no lograba lo que quería, y cuando si lo lograba también.

Había pasado un año entero de que se divorció, y nuestra relación había cambiado mucho. Ahora solíamos salir juntos casi todo el tiempo, incluso teníamos sexo, pero no éramos novios, ni mucho menos. Ella solo pasaba el tiempo conmigo mientras yo me llenaba de tanto amor como alcanzaba a exprimir de ella sin que lo notara.

»Vamos Sasuke, será divertido, ¿sí? —insistió agradando su sonrisa. 

Suspiré con cansancio y me rendí.

—Está bien —dije—, de todas formas si no voy el idiota me mata.

Y, levantándome de la silla, la acompañé a la despedida de soltero de Naruto que se casaría un par de semanas después con Hinata. Ella sonrió ampliamente y me jaló a esa pequeña reunión que habían organizado los novios para amigos y compañeros.

Llevábamos buen rato en la fiesta y ella ya estaba pasada de copas. Al momento del brindis alzó su copa para hacer el más ridículo de los comentarios.

—Por los novios —dijo—, y porque a Naruto oniichan le aguante hasta que mi amiga esté satisfecha.

Eso puso rojos a más que los novios.

—Estás borracha —dije yo y ella rió sonoramente—, vayámonos —ordené intentando arrastrarla afuera.  

Ioichi se quejó diciendo que la fiesta recién iniciaba, pero inmediatamente después salió en busca de un baño para vomitar y ya no la dejé volver.

* *

Sobre mi espalda la llevaba mientras ella balbuceaba tonterías, entre las que dijo algo que me partió el alma, aunque fingí que no.

—Yo no me volveré a enamorar —dijo—, ni a casar, ni a embarazar, tuve suficiente de eso.

Y, aunque realmente no había soñado que me amara o una familia con ella, ella mató mi futuro con esas palabras.

—Si, si —dije mientras la dejaba caer en su cama, jalándome con ella.

—Suéltame y duérmete — pedí con el corazón hecho añicos. Dijo que no quería y me besó—. Podría dejarte embarazada —amenacé e Ioichi me soltó.

—Eso me dolería mucho —susurró y, rodando en la cama hasta darme la espalda, se acomodó en posición de dormir

—A mí también —dije mientras cerraba la puerta de su cuarto—. Después de todo, aún tengo cosas que hacer —solté suspirando y me volví a mi habitación.

Yo había vuelto a la aldea con ganas de reiniciar mi vida, pero desde que llegué había una idea rondando mi cabeza. 

Y es que toda mi vida viví para la venganza y aún quedaban dos tipos molestándome, los ancianos de la aldea. Ellos eran, por mucho, culpables de mi trágica vida. Por eso seguía intranquilo sabiéndolos vivos a costa de mi desgracia y de sabrá el cielo cuantos más.

Tenía todo bien planeado. Todo sucedería la noche anterior a la boda de Naruto, pues con tal evento encima la aldea no podría hacer más que cubrirlo y en unos meses darle carpetazo sin mucho escándalo.

El plan era perfecto. Ellos no me atraparían y yo sería libre de quedarme si así lo decidía. Pero las cosas no saldrían como las pedía, lamentablemente no sería así.

Esa noche esperé a que todos se fueran y me encaminé a las habitaciones de esos señores. Toqué a la puerta con clave para tener acceso a ellos, salió él y corté su cuello. La mujer preguntó qué pasaba y atravesé su corazón con mi espada antes que se diera cuenta de nada.

Todo fue de acuerdo al plan hasta que apareció frente a mí alguien que no podía matar.

Continúa...