Fueron pasando los días y Sarah se pasaba la mayor parte del tiempo estudiando, estando con Tanya y entrenando y David seguía concentrado en el baloncesto.

Una noche, David decidió hablar con Sarah y cuando llamó a la puerta de la casa de Sarah, abrió su madre y David le preguntó si podía hablar con Sarah.

En ese momento, Sarah le dijo a su madre en voz baja que no quería hablar con él y la madre de Sarah le dijo a David que no podía porque estaba acostando a su hermana y David le contó a la madre de Sarah que se equivocó y que le gustaría que Sarah lo supiera, también le preguntó si le podía decirle que había ido a verla y la madre de Sarah le dijo que se lo contaría a su hija.

David se despidió y se marchó, pero en ese momento cogió su movil y llamó a Sarah.

En su habitación, Sarah cogió el móvil y David le empezó a contar que l que dijo el otro día no fue cierto porque él estaba harto de que sus amigos se metiesen en sus asuntos y les hizo callar, pero Sarah le contó que parecía muy decidido, aunque David le explicó que el chico que conoció hace unos días era como él era en realidad y Sarah le contó la verdad sobre ellos porque ella no podía andar y él si.

David le preguntó si quería que él le hiciese un regalo y ella le dijo que no lo sabía y David le dijo que tenía que decir que sí porque le había traído una sorpresa y le pidió que se diese la vuelta.

Sarah se dio la vuelta y vio que David estaba subido a un árbol y Sarah le abrió la ventana y le preguntó cual era el regalo y David le contó que fue al hospital y le preguntó al médico si ella podía volve a andar y el médico le contó que si Sarah practicaba en el hospital habría posibilidades de que ella volviese a andar.

Sarah comenzó a llorar y le dijo que al día siguiente irían al hospital para hablar con el médico.