027.

Capítulo 27.

El doncel levanto su vista conectando con los ojos de su esposo.

-Quiero que me acompañes a ver a mi padre.

-¿Qué quieres hacer Mio caro?. - el doncel bajo su mirada y Jungkook levanto con su dedo índice el rostro del menor, en ese momento Tae recordó qué hacía tan solo unos meses atrás, su amado había hecho lo mismo, pero que en aquel entonces solo sentía temor por que su padre podía lastimar a quien lo tocara sin su permiso, el rey Kim si lo hubiera visto en ese entonces tal vez en el presente su esposo no estaría con vida.

-Yo no podré matarlo mi amor, él es mi padre, quiero hablar con él por última vez, despedirme y que tú termines con su vida.

-Lo que tú desees Amore mió, yo estaré a tu lado.


- Buongiorno mio amato.
(Buen día mi amado). - susurró el príncipe fuego dejando pequeños besos en las mejillas tibias de su doncel.

-Buona giornata amore mio.
(Buen día amor mio). - hablo bajo el pecho de su esposo sin abrir sus ojos, aquel lugar estaba muy cómodo para levantarse.

Jungkook acarició su mejilla.
-Aún tienes sueño. - el menor negó con la cabeza, apresado el cuerpo de su esposo con sus piernas.

-Es que me encanta estar en tus brazos.

-Mmm entonces podemos quedarnos así el resto del día. - murmuró con una sonrisa mientras abrazaba más fuerte a su doncel.

-Sería lindo, pero hoy quiero despedirme de mi padre. - levanto su vista para conectar sus ojos a los de su esposo, este acarició con su pulgar los tentadores labios del menor.

-Entonces déjame darte muchos besos para grabar en mi mente tu piel. - Tae sonrió, comprendió de inmediato lo que su esposo quería.

Unos minutos más tarde.

-Mmm Kook aaah...

-Amo il tuo corpo amore mio, la tua pelle, le tue labbra sono il mio paradiso.
(Amo tú cuerpo, tú piel, tus labios son mi paraíso) - susurró al oído mientras le hacía el amor a su amado doncel.

Gemidos a unísono se escucharon en la habitación anunciando qué ambos habían llegado al lo más alto del clímax.

El azabache besaba con pasión cada rincón de su amado, se sentía adicto a él, a su aroma, a su piel, a sus labios.

Jungkook ya estaba más seguro en la cama, su amado se entregaba a él con pasión, los miedos se iban esfumando poco a poco, casi todas las noches fundían sus cuerpos y almas en aquella habitación.

~~🌸~~

La tarde había llegado, el dolcel caminaba nervioso por los jardines del palacio.

Jungkook paso su mano por la cintura y lo detuvo con suavidad.
-Todo estará bien, lo prometo. - susurró en los labios del menor.

-Gracias Kook. - dio un pequeño brinco para dejar un fugaz beso en los labios de su esposo.

-Mmm ese beso muy escaso. - se quejo con una sonrisa.

El doncel sonrió y empujó con su lengua su mejilla. - Entonces debo pagar por mi error. - susurró sexy.

-Serás castigado con mis labios. - le murmuró al oído, el doncel se extremecio.

-Ese castigo lo quiero doble. - sonrió para luego unir sus labios.

-Ya...ya esta todo listo majestad. - garraspeo Namjoon.

Ambos rieron sin despegar sus labios.

-Gracias Nam. - le dijo el príncipe del reino fuego apenas separándose de su esposo, se tomaron de las manos y caminaron hacia aquella celda donde estaba el antiguo rey del reino agua.

La puerta fue abierta el hombre se asusto, parpadeaba rápido con el único ojo que le quedaba intentando aclarar su vista.

-Hola padre. - saludo en voz baja, apretando con intensidad la mano de su esposo.

-Mi doncel. - dijo desesperado, moviendo sus manos haciendo que las cadenas choquen entre sí produciendo un sonido metálico.

Taehyung lo observó con pena, tenía su rostro sucio, en lugar de su ojo izquierdo había una horrible cicatriz, sus piernas rotas e inmovilizadas, de aquel hombre que le producía tanto miedo quedaba muy poco.

-Mi doncel ayúdame. - volvió hablar.

-No soy un objeto padre, no soy tú doncel, soy tú hijo Kim Taehyung, príncipe heredero del reino agua, esposo de Jeon Jungkook futuro rey del reino fuego. - se agacho para estar a altura de su padre, soltando la mano de esposo. - No soy tú doncel. - murmuró mirándolo al único ojo que le quedaba.

-¿Heredero?. - repitió en voz baja. - Eres un doncel, jamás podrás gobernar.

Jungkook en ese momento dio un paso al frente para golpearlo por aquellas palabras, pero Tae lo detuvo cruzando su brazo delante de él.

-Es una pena que no vivas para verlo con el único ojo que te queda. - soltó irónico, mientras acomodaba su cabello con orgullo.

-Escucha con atención. - dijo apretando su mandíbula, el doncel lo miro entre cerrando sus ojos. - Eres un maldito doncel, para lo único que sirven es para dar hijos y tú ni eso haz podido.

Tae abrió grandes sus ojos, se puso de pie y le dio la espalda, Jungkook al ver la reacción de su esposo, pateo con fuerza el rostro del ex rey.

-Aaah malditos. - gritó para luego escupir sangre.

El doncel llevo sus manos a su vientre apretando su ropa, una lagrima rodó por su mejilla.

Jungkook lo abrazo por la espalda con una mano, apoyando su mentón en el hombro del menor, con la otra mano saco una daga de su espalda.

-No lo escuches mi amor. - susurró entregándole la daga. - Tú eres mucho más que un doncel, eres alguien único y hermoso, eres la persona más noble existe en este mundo. - hablaba muy bajo mientras iba dejando pequeños besos en el cuello de su esposo.

-Debí matarte el día que naciste. - gritó el ex rey mientras la sangre escurría de su boca. - Debí hacerte lo mismo que a tú maldita madre.

El príncipe fuego intento darse vuelta para golpear al hombre, pero su esposo lo detuvo.

El doncel giro poniéndose de frente a su esposo y con una pequeña sonrisa le dijo.
-Yo puedo hacerlo mi amor. - acarició la mejilla de su esposo con ternura, sin soltar con la otra mano la daga.
Se acercó de nuevo a su padre.
-¿Y qué es eso que debiste hacer padre?.

-Tomar tú cuerpo y luego dejarte morir. - dijo sin remordimiento ni compasión.

El doncel sintió su pecho arder de rabia y dolor, nunca nadie le había contado de su madre, tan solo que había muerto en su parto, la señora Choi tenía prohibido hablar de eso, y las pocas veces que el menor preguntó por su madre la anciana le decía que algún día le contaría todo, pero que por favor no mencioné más a su madre, Taehyung no sabia ni el nombre de la mujer que lo había traído a este mundo.

-Si, eso deviste hacer Kim Sung. - dijo levantando su voz, y clavo la daga en el muslo del mayor.

-¡Aaah! ¿qué haces maldito?.

-Debiste matarme cuando tuviste tu oportunidad padre, porque ahora lo haré yo. - hablo entre lagrimas, se afirmó a la daga con fuerza. - Espero que ardas en el infierno junto a la reina Yuri. - removió la daga dentro de la herida.

-¡Aaah!, detente. - exigió a gritos.

-No padre, no lo haré. - saco la daga, se puso de pie y la clavo al costado de la costilla del rey. - Ya no me darás más ordenes Kim Sung. - giró con fuerza la daga. - Nunca más. - el hombre gritaba desesperado del dolor, se retorcía en el lugar tratando de alejarse.

Jungkook observaba en silencio, sentía que su esposo al fin se estaba liberando todo sus temores.

El doncel saco la daga de la herida acomodo su cabello.
-Te perdonó padre. - dijo con un nudo en su garganta.

-No necesito tú perdón. - le respondió entre quejidos mientras escurría la sangre por su cuerpo.

El doncel se giro, paso su mano por el hombro de su esposo, el mayor lo tomo por la cintura muy despacio.
-Es todo tuyo mi amor. - le dijo con una sonrisa, le dio un suave beso.
-Adiós padre. - se retiro sin verlo.

El doncel salió de la celda, Namjoon y Jin esperaban del otro lado de la puerta, Jin lo siguió por detrás sin decir nada.

El menor camino entre las rosas del jardín mientras lloraba en silencio.

-Ya todo terminó. - murmuró detrás del doncel.
Este detuvo su caminar y se sentó en una de las bancas, tapo su rostro con sus manos llenas de sangre. - Tae dime algo por favor. - dijo preocupado el guardia del reino agua.

El doncel quito sus manos de su rostro.
-¿Por qué Jin, por qué todos odian a los donceles?. - hablo entre llanto.

El mayor se acomodo a su lado.
-Se que es difícil, pero no todos odian a los donceles. - acuno el rostro del menor entre sus manos. - Solo las personas miserables pueden odiar a alguien tan hermoso como tú Tae. - el menor le dio una leve sonrisa.

-Gracias Jin. - dijo apoyando su frente en el pecho del guardia,las palabras del mayor eran un gran consuelo para el doncel, él más que nadie entendía su dolor.

~En la celda~.

-No quiero perder mi tiempo con una escoria como usted majestad. - dijo irónico y lleno de odio el príncipe fuego. - ¡Namjoon!. - llamó levantando su voz.

El nombrado entro a la celda.
-Mi espada por favor.

Namjoon le entrego la espada.

-Ya mátame, termina de una vez con esto.

-Lo mataré muy lento, quiero que sufra, qué se desangre poco a poco. - dio una risa nasal. - Le contaré un secreto. - se coloco de cuclillas, apoyando la punta de su espada en el suelo y sosteniéndose de ella.

El hombre lo miro con desden.

-¿Recuerda el retrato qué mando a pintar de mi amado hace más de dos años?.

-Si lo recuerdo,¿Por qué preguntas?.

-¿Adivine quién lo compro?.

-¿Qué?, ese retrato lo compro un estranjero.

-¿Eso cree majestad?. - sonrió levantando sus cejas.

-¿Pero como, si yo me asegure qué nadie de los cuatro reinos lo comprara?.

-Se aseguró mal, yo mandé a comprar ese retrato, le diré que mi plan para liberar a su hijo empezó desde aquel día.

-¿Liberar, qué quieres decir?. - a penas se escuchaba su voz, hablaba agitado y escupía sangre a cada rato.

-Cuando vi el cuadro, mi alma sintió mucho dolor por el doncel de mirada triste, no mentiré su belleza me cautivo, pero sus ojos fueron los que me impulso hacer todo esto.

-¿Tú planeaste esto desde hace más de dos años?.

-Si majestad, yo planifiqué esto. - Se puso de pie. - Todo por un doncel, por mi amado doncel. - movió rápido su espada y en un corte limpio rebanó la mano del ex rey.

-¡Aaaaah!. - gritó con intensidad mirando como salía sangre a la altura de su muñeca, ya que al cortar su mano esta había sido liberada de la cadena, la sangre escurría a borbotones.

Jungkook apoyo el filo de su espada en el rostro del hombre a la altura del pómulo. -¡Ah!, y tendremos muchos hijos que gobernaran los cuatro reinos suegro. - sonrió y movió su espada produciendo un corte profundo.

El hombre gritaba con todas sus fuerzas, se retorcía de dolor en un charco de su propia sangre.
El príncipe fuego daba cortadas por todo el cuerpo del ex rey hasta que al fin este no pudo más con la tortura y murió, por último Jungkook le corto la cabeza asegurándose qué este muerto.

-Quema el cuerpo. - le ordenó a Namjoon qué observaba en silencio.

-Si majestad. - tan solo respondió.


El doncel estaba en el cuarto de baño dentro de la tina, lavando los resto de sangre.

-¿Puedo?. - murmuró el azabache asomando su rostro por el umbral de la puerta.

-Si Mio caro. - respondió mirándolo por arriba de su hombro. - ¿Ya esta hecho?. - pregunto suave,mientras pasaba una esponja llena de burbujas por su hombro.

-Si Amore mio, ya termino. - saco su ropa dejándola caer al suelo.
El doncel se movió dejando lugar a su esposo. - ¿Como te sientes Mio caro?. - preguntó bajo el cuello de se amado besándolo con suavidad.

-Mmm, bien mi amor. - murmuró cerrando sus ojos disfrutando los besos de su esposo.

Jungkook lo abrazo. - Mírame mi amor. - le pidió, el menor se giro con las piernas abiertas en V. - Nada de lo que dijo tú padre es verdad. -  mientras acomodaba la larga cabellera de su esposo hacia atrás.

-Lo se Kook, no dejaré que nadie vuelva a manipularme. - le sonrió con algo de tristeza.

-Te amo Mio caro, sin importar lo que suceda en el futuro estaré a tú lado. - Jungkook sabia que era lo que le preocupaba a su amado.

-Me amaras aunque me vuelva viejito y todo arrugado. - bromeó.

-Te amaré y besaré cada arrugita. - le sonrió picando la nariz de su esposo en broma, para luego unir sus labios.
Jungkook abrió sus ojos y su esposo lloraba mientras se besaban, las lagrimas recorrían aquellas lindas y rosas mejillas.
-No llores Amore mio. - limpió con su pulgar aquellas pequeñas gotas saladas.

-Y si no puedo darte hijos... ¿Aún me amaras?.

-Te amo Tae y te amaré el resto de mi vida, por quien eres, no por que me des hijos o no, eso no es importante para mi. - acuno el rostro del doncel. - Soy feliz contigo a mi lado, no necesito nada más mi amor. - lo envolvió en sus brazos.

~Dos meses después~.

Tae olvido aquel tema, dejo aquella preocupación atrás, entendió que Jungkook no dejaría de amarlo por no darle un hijo.
Cada día se dedicaron a entrenar, los donceles ya eran unos experto con el arco y flecha, aun les costaba un poco la lucha con las espadas.

El ruido del metal se escuchaba en los jardines del palacio, Jungkook y Tae entrenaban, para el doncel era difícil ganarle a su esposo, solo cuando le coqueteaba y este se distraía, aun así no era una victoria real para él.

Yoongi y Jimin no estaban entrenando, habían llegado más tarde, tan solo se acomodaron en una de las bancas observando a los futuros reyes practicando con las espadas.

-Me volviste a ganar. - se quejo con un puchero.

-Lo siento Mio caro. - paso su mano por la cintura del menor. - ¿Qué puedo hacer para recompensarte?.

-Mmm. - pensó mordiendo su labio inferior. - En la noche te digo. - sonrió.
Se tomaron de las manos y caminaron hacia la segunda pareja.

-¿Sucedió algo que no entrenaron?. - preguntó el azabache llegando a ellos.

-Quiero hablar con Tae. - hablo tímido y nervioso el doncel rubio, el nombrado asintió y se alejaron.

Ambos donceles caminaron unos metros bajo la mirada de sus esposos.

-¿Sucede algo malo Mimi?, ¿Por qué no entrenaron hoy?. - hablo Taehyung tomando asiento en una de las bancas.

-Tae... - se acomodo a lado de su amigo, este lo miro. - Yo no podré seguir entrenando.

-¿Por qué, te sucede algo malo?. - el rubio negó con una sonrisa.

-No es nada de eso. - llevo su mano a su vientre.

-¿Qué? ¿Estas embarazado?. - dijo con los ojos llenos de lagrimas.

-Si lo estoy. - comenzaron a llorar.

-Mimi los felicito. - ambos donceles se abrazaron.

Mientras tanto Yoongi y Jungkook también hablaban.

-Jimin esta embarazado. - le comento con una sonrisa.

-Los felicito amigo, que gran noticia.

-Tengo miedo Jungkook. - murmuró nervioso.

-¿De qué tienes miedo Yoon?.

-De no ser un buen padre, de cometer los errores de mi padre. - sus ojos se llenaron de lagrimas al recordar su pasado.

El azabache apoyo su mano en el hombro de su amigo. - Min Yoongi como puedes decir eso, tú no eres como tú padre, eres un gran hombre bueno y amoroso, se que lo harás bien y serán muy felices.

-Gracias amigo. - se abrazaron.

-Jungkook traigo noticias. - dijo el comandante interrumpiendo.

Ambos hombres lo miraron.
-¿Qué sucede Hoseok?. - pregunto el príncipe.

-El enemigo ya esta listo para atacar...

🌸 Hola dulces obsesiónadas por el Taekook.

🌸 Espero que les haya gustado este capítulo, yo me emocioné escribiendo la parte de Tae y Jungkook en la tina🤧.

🌸 Los quiero mucho!!!

🌸 Nikki 🌸

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