Pase lo que pase

Mi princesa y yo, ya llevábamos dos semanas de novios, y todos los viernes la invitaba a salir; los sábados me ofrecía a ayudar en la panadería, y los domingos nos juntabamos para hacer tareas aunque no fueran en equipo.

Me levante muy temprano y alegre, ya que era un día muy especial. Me di un baño, me cambié y desayuné; después me dispuse a ir por mi chica a su casa.

Cuando llegue, toque el timbre y salió mi princesa.

-¡Hola princesa!-dije emocionado y sonriendo.
-¡Hola gatito!-me sonrió y se fué acercando a mi lentamente. Ya sabía lo que quería hacer 7w7, así que la tomé de las caderas y la acerqué a mi, para después empezar a basarnos. Nos detuvimos y separamos por falta de aire, luego nos miramos con cara traviesa.

-¡Marinette se les hará tarde para llegar al instituto!-dijo la mamá de mi chica interrumpiendo de nuevo nuestro momento.
-Ok-Marinette asintió un poco triste-. Bueno ya nos vamos mamá. Cuidense. Nos vemos la próxima semana.

Empezamos a caminar en dirección a la escuela, pero, ¿por qué Marinette y sus papás se verían hasta la próxima semana?

-Princesa-dije llamando su atención-. ¿A dónde iran tus papás?-pregunte. Ella solo se me quedo viendo insegura-. No es que sea chismoso pero tengo curiosidad-dije para tranquilizarla.
-Iran por unos días a América. Participarán en un concurso-.
-¿Por qué no me habías platicado-"¿acaso no me tiene confianza?", pense.
-Mis papás lo decidieron. Plagg, voy a ser sincera contigo-dijo un poco desanimada-. Mis papás pensaron que como ellos no iban a estar, tu...-dudo un momento-. Bueno, nosotros... Podíamos tener más contacto del que normalmente tenemos. Ya sabes...-estaba demasiado roja como un tomate, algo que me causó gracia y empecé a reír-. ¿De qué te ríes gato tonto?-dijo mirándome extrañada.
-Es que te pusiste roja como un tomate-yo seguía riendo a carcajadas. Ella se enojó me solto la mano, y empezo a caminar rápido-. Espera princesa-dije deteniendola y tomandola de los hombros para que quedara frente a mi-. Lo siento, perdón, no fué mi intención lastimarte-dije serio y mirandola a los ojos.
-Te perdono-me abrazó y yo correspondi-. Plagg-se separó y me miró a los ojos-. ¿Tu te aprovecharias de que mis papás no estan para tener...? Tu ya sabes-mi chica de nuevo estaba roja como un tomate, pero era una pregunta seria y yo tenía que estar igual.
-Princesa. Yo no haré nada que tu no quieras-le sonreí tiernamente y acaricie una de sus mejilla.
-Por eso te amo Plagg. Tu si me das mi espacio y eres tan comprensivo-también me sonrió.
-Yo también te amo Princesa. Como no te imaginas-la abracé.
-Plagg, creo que ya se nos hizo tarde será mejor irnos-dijo alarmada. Yo solo asenti y corrimos sin detenernos hasta llegar al salón de clases.

Por suerte la maestra de la primera clase, se enfermó y no iba a poder asistir, así que tuvimos clase libre. Toda la hora me la pasé con mi chica, y después empezaron las otras clases, que por cierto, se pasaron volando. A la salida nos despedimos de nuestros amigos, y acompañe a Marinette a su casa.

-Princesa. Como hoy es viernes, tengo preparado algo especial para ti-dije un poco rojo y sonriendo.
-¿Cómo me tengo que vestir?-me pregunto alegre.
-Siempre te vez hermosa princesa. Pero hoy va a ser algo especial, vístete formal-dije calmado.
-Claro gatito-.

La deje en su casa y nos despedimos con un abrazo y varios besos.
Yo iba a regresar al departamento que Adrien me ayudaba a pagar, ya que por un tiempo me estaba quedando en su casa, pero su padre me corrió.

Todavía faltaban cosas por arreglar relacionados con la sorpresa, así que en cuanto llegué a mi departamento, me puse a organizar lo que quedaba pendiente.

^^^^^

El tiempo pasó volando, así que decidí asearme y vestirme. Cuando estuve listo, fui a la casa de mi chica.
Toque el timbre e inmediatamente se abrió la puerta. Me quedé estupefacto ante tal hermosura que tenía en frente mío. Ella vestía un vestido sin mangas ni tirantes, color rojo con un cinturón negro; tacones negros; traía un toque de maquillaje, poca joyería y su cabello estaba suelto en una media coleta. Estaba hipnotizado, y no podía salir de tal trance.

—Plagg, ¿te encuentras bien?—pregunto asustada mi chica.
—S-si—dije nervioso.
—¿Te pasa algo?—pregunto aun asustada. Yo la vi de arriba a bajo una y otra vez, no me cansaba de mirarla. Creo que hasta estaba babeando y tenía cara de baboso.
—N-no—aun no salía del todo, de mi trance trance.
—¿N-no me veo bien?—pregunto temerosa y nerviosa.

Al escuchar esas palabras por fin reaccione. Pude ver a mi princesa que parecía como si fuera a empezar a llorar.

—No, princesa. No llores—dije tranquilizandola y tomandola de las manos—. Solo es que te ves hermosisima, y me quede hipnotizado. Luces genial, en todo momento—dije con sinceridad.
—Gracias gatito—sonrió y me abrazó.
—Te amo princesa—dije correspondiendo su abrazo.
—También te amo—.

Era un momento conmovedor, pero ya quería que viera la sorpresa que le preparé.

—Princesa, cierra los ojos—dije separandome un poco de ella.
—¿Por qué?—preguntó extrañada.
—Es una sorpresa—dije sonriendo.

Sin más que decir, ella hizo lo que le dije. La tomé de las manos para que no se fuera a caer, y la guíe en dirección al parqué de enfrente de su casa.

Cuando llegamos, todo estaba iluminado con focos tenues (algo que le daba un ambiente romántico); y una mesa para dos, nos esperaba al lado de la fuente, la cual no estaba en funcionamiento, pero estaba adornada con velas, y en el agua había petalos de rosas blancas y rojas.

—Ya puedes abrir los ojos princesa—dije entusiasmado.

Ella solo veía en todas direcciones admirando cada detalle con el que si había ardonado el pequeño parque.

—¿Te gusta?—parecía que en cualquier momento podía estallar de lo emocionado que estaba.
—No me gusta—hizo una pausa—. Me encanta—me abrazó de nuevo, pero esta vez más fuerte. Yo le correspondi y nos quedamos por unos minutos así, hasta que fuimos interrumpidos por uno de lo meseros.
—¿Desean algo de tomar?—pregunto serio.
—Ya vamos a cenar—le dije, tomando de la cintura a mi chica. Él sólo asintió y se retiro.

Nos sentamos a comer y a tomar el vino que había comprado. Toda la velada nos la pasamos platicando, contando anécdotas y riendo. Cuando acabamos, nos retiramos de la mesa y caminamos por el parqué. Nos detubimos frente a un árbol muy grande, y nos hicimos una promesa apuntando las iniciales de nuestros nombres en el.

"Tu eres y serás todo para mi. Pase lo que pase, te seguiré amando hasta el fin"

*****
Hola! Espero que estén bien 👍
Ojalá sea de su agrado el capítulo, y disfrutenlo.

Próximo capítulo, lemon 😱

Bueno, es todo de mi parte.
Bye! Hasta la próxima! ❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top