Fake love
Te amo tanto, que construyo una bonita mentira para ti.
Te amo con tanta locura, que trato de borrarme y hacerme tu juguete.
Hice crecer una flor que no puede florecer.
En un sueño que no puede hacerse realidad.
~•☆•~
—¡Majin ¿Te volviste loco?! —gritó, Vegeta. Ambos hermanos estaban en la sala de su hogar, Vegeta se encontraba de pie frente a su hermano gemelo, quién lo miraba con suma tranquilidad.
—¿Por qué me sermoneas tanto? —preguntó, el mayor, un poco fastidiado.
—¿Cómo qué, por qué? ¡Me estás pidiendo que vaya a la cita de tu primer aniversario con Kakarotto! —exclamó, indignado.
Majin, bufó, mientras tomaba su celular que estaba a un lado de él.
—No seas dramático, Vegeta. Ni que fuera la primera vez que haces esto. Sólo dime si puedes o no —dijo, a la vez que dibujaba el patrón de desbloqueo en su celular—. Y se llama Goku, no Kakarotto, deja de llamarlo por ese apodo tan horrendo.
—¿Por qué quieres que te reemplace en un día tan importante?
—Conocí a un chico, y quedamos en salir hoy.
—¿Cómo puedes seguir en ese plan de conquista, cuando ya tienes a alguien a tu lado? —Aquella confesión lo había hecho enojar.
Majin apartó su mirada del celular, para posarla en su hermano menor.
—Vegeta, no eres mamá para estar regañando, si no vas a hacerme el favor, sólo dime.
—¡No, Majin! Claro que no lo haré, tú estás en la obligación de ir, es tu pareja, no la mía —finalizó, cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado.
El susodicho, suspiró, decepcionado.
—Lástima, Goku se sentirá tan triste al oír que no podré asistir a nuestra cita por asuntos familiares.
Vegeta lo miró.
—¿No piensas ir?
—¿Acaso no escuchaste? Tengo asuntos familiares de por medio.
—¡No hay asuntos familiares de por medio, maldición! —gritó. Lo que más deseaba en estos momentos era plantarle un puñetazo en el rostro a su gemelo— ¿¡En serio vas a mentirle!? ¿Cómo puedes hacerle algo así? —habló, indignado.
—Como ya te dije, me comprometí con ese chico. Créeme hermano, si estuvieras en mi posición entenderías el porqué es tan importante verlo.
—Dime, por favor, que lo que acabas de decir fue un chiste... ¡Por Kami-Sama! Él no es tan importante como TU pareja.
—Sí lo es. Él me dará lo que mi supuesta pareja no me da.
—Te demuestra su amor, y hasta donde tengo entendido, eso es lo más importante en una relación.
—Eso no es suficiente, al menos no para mi y lo sabes.
—Como su pareja deberías de entenderlo, aceptar que no está listo, respetarlo y esperar que llegue el momento.
—Y eso estoy haciendo, Vegeta —le dio la razón— Mientras lo espero, me divierto con alguien más —volvió a posar su mirada en su celular, para después comenzar a teclear.
—¿Por qué estás con él entonces? Digo, si no te da lo que quieres, no veo por qué seguir con él.
Majin volvió a mirarlo.
—¿Eres estúpido o te haces? No pienso dejarlo, al menos no hasta que se entregue a mí, haz visto su cuerpo ¿No? Parece tallado por los mismos dioses. No romperé con él hasta haberlo probado, y lo mejor de todo es ¡que seré el primero!
El menor suspiró, decepcionado al escuchar aquellas palabras tan crueles y sin remordimiento alguno por parte de su hermano, el cual volvía a prestarle atención a su celular, seguramente estaba hablando por mensajes con su nueva conquista.
Majin era un caso perdido.
—¿Por qué no programaste la salida para después?
—Olvidé que era el aniversario.
—Majin, Kakarotto te ama, y mucho, no merece que le hagas algo así —intentó hacerlo entrar en razón.
—Goku es un niño inmaduro, y yo quiero más que simples besos y caricias, tú me entiendes.
—Claro... Y por eso lo engañas.
—Tengo mis necesidades, Vegeta.
—Entonces no irás a tú cita de aniversario, por ir a satisfacer tu hambre de sexo.
—Así es.
Vegeta, suspiró, de nuevo.
—Iré a la cita de aniversario —habló, rendido, el peliflama menor.
—¿Lo harás? —preguntó, Majin, sorprendido, dirigiendo la mirada hacia su hermano por última vez.
—No me queda de otra, no deseo ver de nuevo a Kakarotto llorando en un rincón por una de tus tantas estupideces —explicó.
Su hermano rodó los ojos.
—Sí, como sea, me dices como te fue en la cita, y lo súper aburrida que fue —se levantó del sofá y fue al dormitorio que compartía con su hermano, a prepararse para su salida, dejando al menor de los Ouji solo.
Vegeta lo vio alejarse, dio los pasos restantes hacia el sofá y se sentó en él, suspirando con pesadez ¿Cuánto tiempo iba a seguir con esto? No era la primera vez que reemplazaba a su hermano en una de sus salidas con el pelipalmera.
Sin embargo; no podía continuar con ésta farsa, ambos engañaban al menor, pero a diferencia de Majin, a Vegeta si le importaba como se podía sentir Kakarotto si se llegara a enterar de la cruel realidad.
Una de las razones por las cuales accedió a formar parte del engaño, fue imaginar al Son completamente destruido al saber que su pareja lo engañaba con otros. En su defensa creyó que seria por poco tiempo, que todo volvería a la normalidad, él nunca pensó que esto se extendería, y tampoco pensó en como se sentiría el joven al enterarse de que él se hacia pasar por Majin.
Eso le generaba sentimientos de culpabilidad.
No quería lastimarlo, pero con ésta farsa lo hacia, habría sido más fácil que Majin terminara con Kakarotto en el primer trimestre de la relación como lo había planeado.
En estos momentos odiaba muchísimo a su gemelo, no entendía como era capaz de salir con alguien más cuando tenía a una persona como Kakarotto a su lado.
Ante sus ojos, él era perfecto.
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Un peliflama tocaba el timbre de la residencia Son, estaba nervioso, aunque en muchas ocasiones habia suplantado a su hermano y todo salía bien, esta vez era distinto, no era cualquier cita, era una de aniversario, desde hace un año el pelipalmera salía con su hermano.
Desde hace año y medio, conocía al pelipalmera.
Desde hace un año, salía con Majin.
Desde hace nueve meses, lo engañaba con otros chicos.
Desde hace nueve meses, él se hacia pasar por su gemelo.
Desde hace nueve meses, su relación era una mentira.
Desde hace nueve meses él...
—Hola Majin, llegas a tiempo —la voz lo sacó de sus pensamientos.
Vegeta observó unos segundos al dueño de aquella voz angelical, unos pantalones negros ajustados, zapatos del mismo color, acompañados de una camisa blanca pegada a su cuerpo lo hacían lucir tan bien, tan...
—Te ves muy lindo ésta noche, Cielo —dijo, embobado, Vegeta. El menor soltó una tierna risa, (que para el peliflama fue como la melodía más hermosa jamás escuchada) mientras las mejillas del joven adquirían un color carmesí, ante el halago
—Tú también Majin, estás realmente apuesto hoy —colocó sus manos alrededor del cuello del otro, y le plantó un beso—. Ésta noche será especial e inolvidable para ambos. Lo prometo —se hizo a un lado para que el peliflama pasara.
Caminaron un poco hasta llegar al comedor, donde una deliciosa cena estaba esperando por ambos.
—¿Te gusta?
—Me encanta ¿Tu lo hiciste?
—Si, yo solito —sonrió, orgulloso.
—Es precioso, bebé —lo atrajo hacia él, tomándolo de la cintura, para darle un beso.
—Me alegra tanto que te haya gustado —dijo, después de separarse del beso— puse mi mejor esfuerzo en esto, quiero que todo salga bien hoy.
La charla entre los jóvenes era fluida y agradable, ambos se la pasaban de maravilla, Vegeta no paraba de halagar al menor por todos los esfuerzos que habia hecho con tal de pasar una noche única, y éste último sentía que en cualquier momento podría estallar de la vergüenza, su novio se estaba comportando de lo más lindo hoy, cosa que nunca hacia, lo cual lo hizo sentir confundido. Majin no muy romántico, de hecho, casi nunca lo era con él, pero cuando entraba en su modo romántico, de verdad que lo hacia y muy bien, es por eso que cuando su pareja tenía esas atenciones tan especiales con él, debía aprovecharlas al máximo.
—¿Sucede algo, amor? —preguntó, Vegeta, al verlo perdido en sus pensamientos
—Es solo... Que... Hay ocasiones en las que me tratas tan mal, como si detestaras estar conmigo, y otras en las que me siento la persona más importante de tu mundo.
—¿Y cuál prefieres?
—Obvio que éste, eres tierno, atento, todo un caballero, me consientes mucho, me escuchas y eso me hace sentir muy especial, éste es al que más amo.
Vegeta, inconscientemente, esbozó una sonrisa ante aquella confesión.
—Tengo una sorpresa para ti —habló, el pelipalmera— Ven conmigo.
Tomó por la muñeca a su novio, haciendo que se levantara de la silla y comenzara a seguirlo.
—¿Adónde vamos, bebé? —preguntó, Vegeta, al ver que subían las escaleras.
—Ya verás, es una sorpresa que tengo preparada, y sé que te va a gustar.
Ambos estaban frente a la puerta de la habitación del menor de los Son, el pelimalmera abrió la puerta e hizo que su pareja entrara primero.
—¿Q-qué es... Qué es esto? —habló a ver el dormitorio adornado de un modo muy romántico: pétalos de rosas sobre el suelo, los cuales hacen un pequeño caminito hasta la cama (en donde hay más pétalos formando un corazón) la habitación iluminada por completo con velas aromáticas, ya saben, lo típico que se ve en las películas cuando una pareja...
—Es... Mi otra sorpresa, q-quiero darte m-mi v-virginidad —habló, nervioso, y sus mejillas se tornaron rojas.
Oh, oh.
Los ojos del peliflama se abrieron hasta no poder más, y como acto de nerviosismo mordió su labio inferior ¿Acababa de oír bien? ¿Kakarotto desea estar con él? Es decir; ¿Con Majin? Un ligero rubor apareció sobre las mejillas del peliflama. Kakarotto quería entregarle lo más preciado que tenía a el bueno para nada de su hermano, y sin saber que él no era su pareja, cabe destacar.
—¿Cómo?
—Así como escuchas amor, quiero estar contigo.
—No.
—¿Eh? —Goku lo miró, confundido—. ¿No quieres estar conmigo?
—No es eso amor —se apresuró en hablar—. Yo deseo estar contigo, pero no creo que sea el momento.
—No lo entiendo. Me haz presionado desde el primer día que nos hicimos novios para que tengamos relaciones, y ahora que quiero estar contigo me rechazas ¿Por qué? Sé que te he hecho esperar mucho, pero yo... Estaba asustado, ahora sé que es contigo con quién quiero estar, Majin.
Majin, Majin, Majin.
¡Él no era Majin!
Vegeta solo lo observó, estaba seguro de que su hermano no merecía a Kakarotto en ningún sentido. Pero a fin de cuentas no podía acostarse con el Son, no lo hacia por respeto a su hermano o algo semejante, al contrario, lo hacia por Kakarotto, porque era la persona que le importaba.
Lo que sintiera su hermano no le interesaba en absoluto, él era solo un desagradecido, ¡que ni quería al de mirada inocente! Pero el asunto con Kakarotto era distinto, sabía lo enamorado que estaba de Majin, y por mucho que lo detestara, debía frenar todos los intentos de entrega, y dejar que su hermano mayor lo tomara, se iba a mantener al margen de la situación. No iba a pasar nada más.
Él podía resistir a los encantos del dulce y tierno Kakarotto.
¿Verdad?
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Holis♡ ¿Cómo están? Sé que no debería de estar subiendo una historia nueva, y menos cuando tengo que actualizar otras, pero tenía ésta idea hace mucho y bueno, aquí está. No será muy largo, tendrá unos diez capítulos aproximadamente, por eso me animé a subirlo.
Aún no sé cómo se llamará el fic, ese título es temporal hasta que se me ocurra uno bueno.
Espero les guste la historia.
Bye bye★
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