Capítulo 25: Las bendiciones del cielo y de la tierra.

Narrador omnisciente.

Había pasado tras el enfrentamiento contra Orochimaru, aún que en realidad habia sido una muy humillante derrota para el Sanin de las serpientes, despues de todo habia sido vencido por un berrinche; pero pasando de ese tema el grupo se encontraba en una cueva  cuidando tanto de la Otsutsuki que estaba muy deprimida, como el pedófilo que podia estar en mejores condiciones. Las chicas estaban hablando con la Otsutsuki, para que estuviera bien  o por lo  que dejará de soltar lagrimas; pero no habian grandes perdidas, alrededor de tres equipos se habian acercado creyendo que tenian posibilidades, pero acabaron siendo vencidos por los Ninjas de la Hoja y la Arena, ya tenian tres pares de pergaminos faltaban dos grupos para acabar.

-- Oye, Naru ¿Que haremos con Orochimaru? -- Pregunto Kiba que se estiraba siendo seguido por Akamaru.

-- Me lo voy a quedar -- el comentario del rubio como si fuera un domador de tigres, fue algo aterrador. Ademas de que saco un grito de todos los miembros del harén.

El rubio no tenía ganas de explicar sus razones, asi que solo con un ademán hizo parar a los chicos; mientras en la cueva, las chicas estaban ayudando a Zuri con su nuevo corte de cabello.

-- Mucho mejor -- aseguró la Hyuga pasando un espejo a la peli blanca, el pelo de la Otsutsuki ahora estaba recogido y sujeto con unos hermosos sujetadores para el pelo que tenían piedras preciosas.

-- Si, esta hermoso; gracias Hinata -- sonrio dulcemente la Otsutsuki, para luego ver a Orochimaru y tomar un kunai y cortarle el pelo hasta la mitad del cuello.

El Sanin se esperaba sinceramente algo peor que eso, pero no dijo nada, temia por su vida y de lo que esa jovencita podia hacerle. En un momento entro el rubio a la cueva, preguntado como se encontraba la peli blanca, la serpiente podia escuchar bien toda la conversación siguiente donde el tema principal era el, la peli blanca estaba comentando al rubio de uno de sus poderes para dejar a Orochimaru en una dimensión de bolsillo. Pobre Orochimaru, no sabia que hacer ya que cuando desperto descubrió que no podia usar nada de chakra, por un sello puesto por el rubio, su tormento continuo cuando tuvo que estar mirando como unas amateur arreglaban el hermoso cabello de la Otsutsuki (Orochimaru envidia a todos los que tengan una cabellera mas larga que la suya, pero le encanta cuidar de su cabello y el de otros), y ahora escuchaban que le esperaba a manos de unos niños.

-- Bien Zuri por favor -- dijo el Uzumaki para darle paso a su compañera, esta revelo su tercer ojo y Orochimaru desaparecio en un vértice.

-- Ahora vamos por los pergaminos faltantes -- dijo emocionado Kankuro.

-- No hace falta, Orochimaru tenia justo lo que necesitamos -- dijo la Hyuha, mostrando ambos pergaminos.

Y asi el grupo de ninjas habilmente salieron corriendo al lugar, donde se ubicaba la torre, siendo el mejor tiempo de la historia con tan solo dos horas habían, acabado la segunda parte de la prueba.

El equipo siete se encontraba en una habitación listos para abrir los pergaminos del cielo y de la tierra; abrieron ambos pergaminos al tiempo y de ellos salio Iruka, este miro orgulloso a los que alguna vez fueron dos de sus más queridos estudiantes, no podia decir nada de Zuri, ya que según la gran mayoria ella no merecía estar en el equipo. Ya que esta solo habia llegado hace tan solo unos meses a la aldea.

La peli blanca se quedo admirando un poema que ya hacia en una de las paredes de la habitación, este decia lo siguiente;

“Si usted no posee el cielo, consigue los conocimientos que los representa”. 
“Si usted no posee la tierra, correrá tan lejos en búsqueda de fuerza”. 
“Si usted tiene los pergaminos del cielo y la tierra, los senderos de la voluntad peligrosa se pone segura”.          
“Es el secreto de un chūnin. Usted formará parte de la élite que guiará a los demás”.

La joven, comprendió la veracidad de esas sabias palabras y se sento admirando el poema en lo que sus amigos acababan su charla, derrepente escucho algo, a  miles de kilimetros de distancia; el sonido de algo entrando en la atmósfera del planeta, podria se cualquier cosa, la menor creia que solo era un meteorito. Que ingenua.

Durante el resto de la prueba, el rubio logro someter muy dificilmente a Orochimaru; pero mas que someter era que el Sanin amaba a los hombres y el rubio uso las enseñanzas de Kurama  para cumplir uno de los objetivos ocultos que tenia, nada sale al cien por ciento de como uno lo planea; pero el rubio jamas rechaza los regalos de la vida que pueda usar de mejor mamera.

Orochimaru habia cambiado a favor de su nuevo amo, y estaba dispuesto hacer todo por el; ¿les suena esto?

Debe ser porque es uno de los muchos métodos que el propio Orochimaru usa para tener sus esclavos, el síndrome de estocolmo; la peli blanca al enterarse de esto se hecho a reír ya que la serpiente habia caído en uno de sus propios métodos.

En este momento la Otsutsuki y el Uzumaki estaban paseando por el bosque de la muerte, en la zona mas peligrosa; ese día se acababa la segunda prueba, mientras caminaban, Naruto le iba contando como habia sido el adiestramiento de su nueva mascota; la peli blanca se reía ya que esperaba más resistencia mental de la ruin serpiente.

-- Ven mi Orochimaru -- dijo el rubio, y como si el Sanin fuera una invocación este aparecio.

-- ¿Si, amo? -- la serpiente estaba temblando levemente ante la presencia del rubio, y es que aprendió que debia amar a la fuerza. El rubio se acerco al Sanin y acaricio levemente la cabeza de este, ante la incredula mirada de la Otsutsuki.

-- ¿Acabaste, mi serpiente? -- dijo el rubio, acariciandolo con suavidad.

-- Si amó, acabe; ya detuve el ataque de la aldea del sonido a Konoha y grabé el video que me pidió -- la serpiente un poco asustado saco de sus ropas una cinta de video y se la dio al rubio.

-- Bien hecho, ahora ve a mi casa y esperame ahí volvere esta noche cuando acaben las preliminares --.

Dicho y hecho la serpiente desaparecio, dirigiéndose a la mansión.

-- tu si que tienes las bendiciones del cielo y de la tierra, hermano --.