¿Y si pudiera amar?.

Esa pregunta rondaba mi mente, trataba de no pensar en eso tan seguido, daba asco de solo imaginarlo.

Claro que no podía hacerlo, yo ya no estaba para esas pendejadas ni cursilerias del amor.

A pesar de querer que me amara con tanta intensidad, que hiciera todo por mí, que me protegiera de todo lo que me hacía daño...

Sabía que no ocurriría, porque mi futuro era quedarme sola y no había estado tan segura de algo en mucho tiempo.