Capítulo Once
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Connor seguía con la mirada clavada en la mía, esperando a que yo dijera alguna cosa.
—Connor, te lo voy a decir yo porque sé que Karol no podrá, y quiero ser directa, van a ser padres, y debes no, tienes que responder por tu hijo. —Aclaré, su mandíbula casi cayó al suelo, cosa que me hizo demasiada gracia.
Demasiado directa Alanna.
Que te calles Cheryl.
Me miró impactado, y abrió los ojos como si fueran a salirse de su órbita, bebo admitir que me dio miedo.
—¿Es una broma verdad? —Formuló, sus labios se abrieron un poco mostrando sus dientes, soltó una risa nerviosa.
—¿Nos ves cara de que estamos bromeando? —Digo enarcando una ceja, bueno, mas bien me salió como una mueca rara.
—Agua. —Fue lo único que susurró.
Me dirigí rápidamente a la nevera y saqué agua de la jarra, le serví en un vaso y se lo tendí, tomó un poco de el y luego nada. Se perdió mirando al suelo por unos minutos, luego se mordió el labio inferior y miró a Karol.
—¿Nena, Quieres tenerlo?. —Preguntó con una sonrisa, parecía fingida, tenía miedo, lo sabía, a cualquiera le da miedo estar en ese tipo de situación, mas estando tan joven.
Aww se veía tan lindo, este lado de este chico si no lo conocía, jamás había visto a el típico mujeriego siendo tierno, me parecía un poco extraño y hasta llegue a pensar qué era una trampa para amarrar a mi amiga.
Pero al parecer ambos se amarraron solitos.
Karol asintió mientras una lágrima rodaba por su mejilla.
—No llores, todo estará bien. —Dijo él limpiando su cara y la atrajo con un brazo por encima de sus hombros para abrazarla.
Sin duda este era un buen chico, se merece que Karol lo quiera al igual que Karol merece ser querida.
—Bueno, creo que voy a ser papá. —Bromeó hablándole a la pancita de Karol.
Hay Dios, se ven tan lindos.
Algo en lo que estamos de acuerdo.
Karol soltó una pequeña risita, y empezó a llorar de nuevo, pero estas eran lágrimas de felicidad, su sonrisa lo hacía notar.
—Ya saben que cuentan con mi apoyo, lo que necesiten solo díganme y lo conseguiré para el bebé,Karol,no te preocupes, Connor es un buen chico, y Connor cuídala mucho por favor, no te queda de otra por que si le haces daño tendrás que vértelas conmigo, tomen decisiones buenas para el bebé, piensen primero en él que en ustedes, sean coherentes por favor.
—Serias una excelente psicóloga . —Murmuró Karol con burla, yo le lancé una mirada asesina.
—Hasta tengo el don para ser psicóloga, ¿no les digo que soy perfecta?. —Aclaré con un aire de superioridad, Karol rio.
—Era sarcasmo. —Dijo levantándose del sofá y yo le pegue una palmada.
—Ahora solo falta decírselo a mi mamá. —habló aquella, yo apreté los dientes, Vanesa era una de las mejores madres en el planeta, solo que sabía que no quería éste futuro para su única hija.
—Mañana iré a decirle. —Afirmé. —Si te van a pegar pongo el culo por ti. —Ella me dedicó una sonrisa.
—Gracias Lana, te adoro. —Me besó la frente y yo asentí orgullosa.
—Te llevo a tu casa. —Aseguró Connor levantándose del sofá.
—Pero traje mi coche, además no sé si quiero ir a casa, mi mamá me hará preguntas de porqué estuve vomitando. —Ella puso un puchero.
—Tranquila, ve con él, yo guardo el coche en el garaje. —Mascullé, de verdad quería que "hablaran" y resolvieran sus asuntos en privado, una cosa era en frente de mi, pero imagino que solos es diferente.
—Vamos Preciosa. —Susurró Connor tomándola de la mano.
—Hasta luego Lana. —Sentí sus brazos rodearme el cuello y le correspondí. —Gracias. —Susurró antes de separarse.
—Me llamas para ir de compras. —Le dije, ella asintió con la cabeza antes de empezar a tirar de la mano del chico para ir hacía la puerta de mi casa.
Los observé salir, ella se despidió con la mano una última vez antes de cerrar, me tiré en el sofá cansada, hoy había sido un día súper pesado, sin contar de que estaba adolorida en mis partes vaginales.
Hablé como una persona madura, toda una experta.
“Pues ni tan experta”.
Que te calles, me fastidia tu voz reprochándome a cada rato.
Te recuerdo que soy tú.
Me vale mierda.
Mi cabeza ya no daba para más, estaba loca, confirmado. Me levanté del sofá y subí rápidamente las escaleras, tenía que hacer las tareas que dejaron para mañana, si no, estaba segura que iba a reprobar.
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Escuché el timbre, levanté mi cabeza de mis cuadernos, me había quedado dormida, no sabia quién era, no esperaba mas visitas, limpié la saliva que yacía en mi mejilla derecha y me levanté con cuidado, bajé las escaleras casi dormida y antes de abrir la puerta arreglé mi camisa y mi cabello un poco ya que parecía un nido de pájaros.
Me sorprendí al abrir la puerta y encontrar a Dayan y Liam agarrados de la mano, mejor no me hubiera molestado en abrir la maldita puerta.
—¿Qué es tan gracioso? —Enfaticé, no pude ocultar la molestia en mi voz.
Ni siquiera sé porqué me molestaba.
—No nada es solo que pues.. —Mi hermana miró a Liam, aquel último me miraba atentamente esperando mi reacción. —Estábamos hablando de lo sonrojado que estaba Liam hoy, es que me pidió ser su novia.
Que se pudra todo el maldito mundo, no estoy celosa, sólo es el clima qué me afecta.
Ajá.
—Hay que emoción. —Dije sarcásticamente y luego rodé los ojos. —Los dejó a solas para que puedan hacer sus cosas, yo tengo que hacer las tareas. —aquello último lo dije sonriendo como una psicópata.
Bipolar de mierda.
No vengas a joder.
—Esta bien. —Murmuró Dayan poco convencida.
Subí las escaleras rápidamente, me encontré con la puerta de mi habitación y la empujé, por alguna razón la rabia corría por mis venas.
Solo pensaba tres palabras.
Maldito.
Mujeriego.
Egocéntrico.
Me tiré en mi cama sin saber que pensar del idiota que estaba abajo haciendo qué sabe que con mi hermana mayor.
¿Ese estúpido a que jugaba? ¿Qué era lo que pretendía?.
Lo único que pude hacer sin hacer tanto ruido fue estrellar todos los peluches contra la pared y recortar algunos.
Estas celosa, no dejes que influya en ti.
¿Estaba celosa?, No claro que no, no pueden ser celos, uno solo tiene celos cuando le gusta alguien y a mi no me gusta nadie.
Ni siquiera ese guapo, Dios griego, Papi rico, y bueno en la cama, Liam.
No no puede ser, eso no puede ser.
No me puede gustar Liam, ni siquiera un poco, traté de no pensar mucho en eso, al final mi habitación estaba hecha un lío, pero no sucedía nada si no entraban a mirar, por ahora tenía que seguir durmiendo, me vale mierda la vida de los demás.
Al otro día fue todo común, fui al instituto y Karol me llamó para ir a su casa después de que su mamá saliera del trabajo, estaba caminando porque amo caminar...
Mentirosa.
Si, bueno, digamos que caminar no es mi fuerte.
Paré frente a una casa grande, de tres pisos que ya conocía de abajo a arriba, un auto estaba parqueado en el lado derecho de la acera, suspiré antes de acercarme y tocar el timbre.
Vanesa me abrió dibujando una sonrisa en su rostro al verme, se lanzó a abrazarme para hacerse a un lado y dejarme entrar.
Karol estaba en la sala principal sentada con la cabeza baja jugando con su suéter, me senté a su lado.
—Hey. —La saludé. —¿Lista?. —Susurré con cuidado de que su mamá no me escuchara, ya que estaba cerrando la puerta.
—No, pero hagamoslo.
—¿Y ahora que sucede?. —Preguntó la madre de mi mejor amiga sentándose en el sofá frente a nosotras.
—Es algo, delicado. —Expliqué. —Verás Vanesa...
—Alanna, no empieces con el discurso, dime que pasa. —Advirtió, tomó un pocillo que yacía en la mesa, tomando de lo que supuse era café o chocolate.
—Sabes que nunca digo el discurso antes.
—Por eso te digo que no empieces ahora.
—¡Vas a ser abuela!. —Chillé.
—¡Oh por Dios! ¿Estás embarazada?. —Preguntó mirándome mientras llevaba ambas de sus manos a su boca. —Puedes vivir aquí, te compraría las cosas para el bebé y...
Espera... ¿qué?
—Creo que no me estas entendiendo, abuela... De sangre. —Solté señalando a Karol que todavía tenía su mirada abajo.
—Demonios... —Susurró. —¿Estás hablando enserio?.
—Así es... —Susurró mi mejor amiga. —Puedo responder, el padre también lo hará y...
—Trae a ese hijo de perra, ahora... —Advirtió, yo negué con la cabeza levantándome.
—Nadie va a traer a nadie, relájate Vanesa...
—¿Qué me relaje? ¿¡QUÉ ME RELAJE!?, Dios, todo lo que tuvimos que pasar para llegar hasta aquí,¿y tú me sales con que estas embarazada?.
—No es tan malo si le ves el lado bueno... —La interrumpió Karol.
—Karolina, cállate... —La señaló.
—Vamos a calmarnos. —Insistí tomando a su madre del brazo, pero ella lanzó el pocillo de vidrio, aquel se hizo pedazos en la baldosa.
—Alanna Yisel, no estoy de humor...
—Todos cometemos errores, mira tú tuviste a Karol... —Bromee.
—¿Eh?. —Preguntó ella detrás de mí como una idiota.
No es momento para reírse...
Pero estallé en una risa, Karol también se rio alivianando el ambiente, todo estaba cool hasta que Vanesa se quitó la sandalia del pie izquierdo.
—Ven aquí... —Llamó con la mano, yo intervine poniéndome frente a mi mejor amiga.
—Yo no la cuidé, pegame a mi...
—A ti no Alanna, a ti no, eres menor que ella, por lo tanto ella te tiene que cuidar.
—Exagerada. —Bufé.
Karol se levantó del sofá con una sonrisa antes de empezar a correr escaleras arriba.
Yo sonreí viendo como Vanesa empezó a perseguirla, siempre era lo mismo, Karol hacia algo malo, Vanesa se quitaba la chancla, corría detrás de Karol y luego volvían riendo porque alguna se cayó de forma graciosa o se porque se cansaron.
Típico.
Me quedé sentada esperando resultados y cuando bajaron ambas con la respiración agitada, se miraron mutuamente antes de abrazarse y ponerse a llorar.
—Voy a ser abuela, hace poco que me convertí en mamá, y ya voy a ser abuela, estoy vieja. —Sollozó su madre en su hombro.
—Voy a ser mamá. —Susurró su hija.
—Te amo mi niña. —Su madre le acarició el cabello.
—A los dos. —Puso una mano en su panza.
Se me aguaron los ojos, yo también quisiera una relación así con una madre así.
...
Estaba en mi casa, recién había salido del colegio, me puse a hacer las tareas asignadas que me dejaron, no había visto a Liam después de que se volvió novio de mi hermana, había pasado más o menos una semana desde ello ,no sabía que era lo que sentía, era obvio que todos los hombres quieren jugar con las mujeres.
Mi instinto de tener sexo se despertó, después de todo lo que había pasado por fin me sentía mejor y decidí que quería ir hoy de fiesta, necesitaba acostarme con alguien más y listo, olvidaría que se siente el increíble sexo con Liam y lo mierda que soy, creo que me obsesioné con hacerlo con él, ya que me lo ha hecho mejor que todos los hombres con los que he estado.
O eso es lo que creo.
Miré por Facebook la ubicación de la fiesta de hoy, era en la casa de Luke, hace rato que no veía a ese gay.
Opté por algo hermoso, era un vestido rojo muy sexy, tenía un escote por atrás y unas perlas muy brillantes en su cintura, agarré las llaves del coche de Karol a la cual Vanesa no dejaba salir, cuando le presentaron a Connor casi lo mata, por suerte no lo hizo, la verdad es una pena no tener el mío, quisiera no tener que pedirle prestado ni a ella ni a mi madre.
Conduje como una loca hasta la casa de Luke, con solo decir que esa casa parecía un castillo deben hacerse una idea de lo grande que es.
Por eso amo las fiestas aquí.
Era una fiesta normal, como todas a las que había ido, sexo, alcohol y drogas. Había demasiada gente ocupando todo el espacio, abrí un lugar para poder pasar y fui a la barra para pedír al Barman un trago.
Dos...
Tres tragos...
Cuatro...
Cinco.
—¿Desea otro señorita?. —Preguntó aquel, yo negué con la cabeza.
—Iré a buscar a mi amigo, o amiga. —Reí como una lunática sin saber donde estaba parada.
Caminé y caminé, empujé mucha gente y pasé por debajo de alguna, cuando empezó a girar todo en mi cabeza me di cuenta que estaba medio borracha, no aguantaba ni tres tragos.
Encontré a Luke en una mesa con un chico y lo abracé por la espalda.
—Hola mi amor. —Bromee, él me correspondió el abrazo sin problema.
—Hola mi Diosa, hace rato no te veía. —Gritó gracias a la música que estaba súper alta, yo me dispuse a reír. —Espérame aquí.—Dijo mirando al chico y se levantó.—Ven, bailemos.
Aplaudí como una niña pequeña y salté a sus brazos, empezamos a bailar una música lenta, debo admitir que él baila muy bien, luego se escuchó una canción de esas rápidas, le agarré el cabello y el empezó a menear el culo contra mi entrepierna.
Yo solo reía como una estúpida, tome otros tragos de mas y nos sentamos, el empezó a contarme que se había tirado a un chico súper lindo.
—Si Diosa, no se como explicar como se sintió. —Habló suspirando, el amor me hacía reír.
—También conocí a alguien. —Solté de repente, él me miró con una expresión asombrada.
—¿Tienes una relación?.—Preguntó y yo negué con la cabeza.
—No tonto, solo tengo un nuevo amigo, en realidad cuñado. —Recuerdo que lo que nosotros hacemos no es de amigos, ni mucho menos de cuñados.
—¿Cómo que cuñado?, ¿Tu hermana está aquí, ¿Por qué yo no lo sabía?, ¿Lo sabe Karol?.
—Tú ya no estás al pendiente de mi, te haz olvidado de tu mejor amiga. —Mascullé poniendo un puchero, él me dio un beso en la cabeza.
—Eso jamás Diosa, me tendrás que contar todo este miércoles que vaya a tu casa. —Afirmó, yo asentí.
Seguimos hablando un rato mas de bobadas que probablemente no me acordaría mañana, mi vida se ve tan fácil de esta manera, estar relajada es algo que casi nunca está presente.
—Tesoro, ¿podrías quedarte aquí un momento?, necesito ir. —Murmuró señalando a un lado donde estaba el chico tomando que hace una hora había dejado botado.
—Si, claro. —Susurré, no quiero que se amarre a mi toda la noche, me encanta estar con Luke pero él tiene que estar con sus otros "amigos" también.
—Busca una mesa, luego voy donde ti. —Se separó de mi y caminó hacia donde estaba su chico sonriendo con el vaso de tequila en su mano
Fui a buscar una mesa en donde sentarme, estaba cansada de estar parada, si no tenía el culo en algún lado me cansaba, y si lo tenía mucho tiempo en el aire también me cansaba, busqué y busqué entre las personas, no se a cuantas hice caer por el camino.
Todas las malditas mesas parecían llenas, suspiré cansada.
—¿Alanna?. —Escuché que dicen a mis espaldas, no tardé en reconocer su maldita sexy voz que hace que se me estremezca todo el cuerpo, lo confirmé cuando me di la vuelta y sus ojos azules chocaron con los míos, me sonrío, yo en cambio lo miré como si fuera una mierda.
—Liam. —Susurré con cierto fastidio en mi voz, ya empezaba a molestarme que se me apareciera en todos lados.
Y yo solo estaba sin saber, que la noche apenas empieza.
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Advertencia ⚠ :
Este libro contiene escenas no aptas para todo público, como lenguaje explícito o escenas +18 , te sugiero que si no te gustan éste tipo de libros, no lo leas.
NO OLVIDES VOTAR SI TE HA GUSTADO, UNA ESTRELLITA ME AYUDA MUCHO.
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