Capítulo Cinco
Me encontraba sentada viendo la televisión, la película titanic se reproducía, mis mocos y lágrimas eran notorios, a pesar de las muchas veces que la había visto seguía llorando igual, todo se me hacía muy triste, la protagonista desde siempre había sufrido por que vivía prisionera de sus costumbres, y cuando por fin pensó que sería feliz se murió cuya persona le daba toda felicidad.
-¿Por qué? -susurraba mientras lloraba. -¿por qué te tenías que morir Jack? -Murmuré secando mis mocos con un paño, en estas ocasiones solía ser muy sensible.
Yo no era de llorar mucho con películas ni nada de eso pero titanic merecía todas las lágrimas del mundo, era una película que te marcaba.
El sonido de la puerta abrirse me hizo dar un pequeño salto, limpié todo rastro de lágrimas y mocos de mi cara, no quería que me vieran llorando por una película, escuché pasos acercarse, acompañados de risas, hay no, ¿Cuántos hombres traería a la casa?.
Mi madre solía serle fiel a mi padre, pero después de la muerte de aquel nunca tomó ninguna relación en serio, traía un hombre cada semana y la verdad esa mierda comenzaba a cansarme, lo peor aquí era que ella me los presentaba a todos, y más de una vez por su maldita culpa los tipos que traía intentaban pasarse conmigo, nunca le dije nada a mi mamá por que ella no era de creerme mucho, más sin embargo a Karol siempre le contaba todos los acosos y cosas que pasaban aquí, ella era de toda mi maldita confianza.
Esperemos que no pase lo del otro día.
-Hola Alanna, pensé que te ibas a alguna fiesta o algo. -Mis ojos viajan desde mi madre, hasta el tipo que tiene al lado, no es viejo pero tampoco se ve muy joven, trae un maletín en su brazo izquierdo, fruncí el ceño y puse una mueca de asco mirándolo de arriba abajo.
Que fastidio.
-Si se nota que esperabas la casa sola. -Dije groseramente mientras ella me fulminaba con la mirada, solía enojarse conmigo siempre que hacía un comentario de éste tipo, pero en realidad no tenía la culpa de que fuera verdad, no podía vivir si no era follando con alguien.
Me recuerda a alguien.
Cállate, lo mío es diferente.
-Alanna el es Joseph, mi compañero de trabajo, Joseph ella es Alanna mi hija menor. -Anunció presentándonos.
El extendió su mano y yo solo lo ignoré mirando de nuevo el televisor, no me importa quién es, ni que hace en mi casa.
-Alanna, ¿por qué tienes que ser tan grosera? - Me recriminó cruzándose de brazos, miré al tipo que estaba apenado.
-¿Qué quieres que le diga?, me valen tus amores, haga lo que quiera con su vida, me enoja qué todas las semanas entre un hombre nuevo por esa puerta, estoy cansada de esto, deja de presentarme tipos si ni siquiera los vas a tener de verdad. -Apagué el televisor y me levanté del sofá. -Cuando venga no quiero ver a ese señor aquí, de lo contrario lo sacaré a las malas como al tipo de aquel día y no será bonito. -Agarré mi abrigo y abrí la puerta.
Salí de la casa. ¿Quién se cree para reemplazar a papá?, está loca si piensa que lo voy a permitir.
Papá es irreemplazable.
Camine sin rumbo alguno y me senté en una banqueta en un parque cercano, a esas horas de la noche ya no habían niños cerca, frente de mi banca había un indigente durmiendo.
-Señor. -Lo removí un poco.
-¿Mm?. -Musitó abriendo sus ojos.
Me quité mi abrigo, el viento me golpeó, más sin embargo no me importó.
-Tome, se puede congelar. -Se lo tendí encima y el me miró sonriendo.
-Gracias señorita. -Susurró, yo asentí con la cabeza.
Pasé media hora sentada en la banca del frente viendo como dormía el señor plácidamente, ya me dolía el culo y quería irme a dormir, esperaba que ya no estuviera ese hombre en mi casa, me levanté despidiendome del señor que no paraba de darme las gracias, empecé a caminar a mi casa pateando una que otra piedra por él camino.
Cuando llegué abrí la puerta con mis llaves,escuché risas en el interior de la casa, fruncí el ceño enojada, me dirigí a la sala principal y mi ceño se intensificó cuando vi la siguiente escena.
Liam sentado con mi mamá, Dayan y el tipo "compañero" de mi madre.
¿Qué hace el acá?¿A que vino?¿como supo que vivía aquí?.
Menudo acosador.
No me atreví a preguntar ni decir nada solo pasé por su lado como si nadie existiera y me encerré en mi cuarto, estaba demasiado cansada para lidiar con dos problemas al mismo tiempo.
Me tiré en mi cama como un saco de papas y me dispuse a relajarme. No se ni que hacía Liam en mi casa, estoy tan confundida. ¿Debería dejar que mi mamá rehaga su vida con alguien más?.
Demasiadas preguntas sin respuesta, de verdad que la curiosidad mata a la gente. No aguanté más y peine un poco mi cabello con mis dedos, baje con cuidado las escaleras las miradas se dirigieron hacia mí, después de sentarme hablé.
-Buenas noches. -Murmuré, noté que mi mamá me miró asombrada y luego sonrió, se retiró de su asiento para ir a servir mi cena.
Liam estaba asustado, se le notaba demasiado tenso, pero yo en realidad estaba en calma, al fin y al cabo él y yo no teníamos nada.
-Primero que todo, quiero pedir disculpas por haber actuado tan infantil y egoísta, segundo, no creas que vas a ser mi papá, solo te voy a aceptar, no quiero ser así con mi madre por que todos merecen rehacer su vida pero ni creas que te voy a decir papá ni que vas a intentar serlo ¿esta claro?, también si le haces algo a mi mamá, juro que voy a buscarte y hacerte la vida cuadritos. -Dije mientras el tipo asiente con cierto miedo y mi mamá me miró por un momento con una sonrisa resplandeciente.
Era la primera vez que tomaba la situación como una adulta y eso por que no quería que Liam pensara que era una infantil, aunque lo soy.
-Pero -Continúe y señalé a mi madre -Tú, debes prometerme que será enserio, el será el último y eso por que no me da mala espina.
-Lo prometo. -Asintió sonriente, hace tiempo no veía a mi madre así de feliz.
Tal vez era el momento para un nuevo comienzo.
-Ah Alanna, yo quiero presentarte a Liam. -Anunció Dayan mirándome, hermana, creo que ya lo conozco.
Mucho más de lo qué quisiera.
Él se levantó estirando su mano hacía mí, la tomé divertida.
-Liam Coulds, gusto en conocerla Alanna. -Él me guiñó un ojo y yo estreché su mano frunciendo el ceño sonriendo.
¿A que estará jugando?.
-Alanna Juliens un placer. -Enuncié para luego soltar su cálida mano.
Él me miró sonriendo y yo igual por unos segundos, que conexión tan intensa.
Podría jurar a qué piensa hacerme lo que yo quiero hacerle.
-Él y yo nos conocimos hoy mientras estaba haciendo las compras, es muy agradable espero que no te incomode Alanna.
-No, claro que no. -Créanme que para nada me incómoda y menos con la química que hay entre nosotros dos.
Dios sí Dayan o mamá se enteran de que me acuesto con medio mundo me matan entre las dos, hasta me odiarían.
Al final la noche fue pacífica, en conclusión sólo me lanzaba miraditas raras con Liam, o raras no, más bien miradas que ya sabíamos de que trataban.
-Bueno, gracias por la cena mamá.-La miré y ella asintió con la cabeza. -Descansen, yo iré a dormir ya que necesito descansar.
Me retiré de la mesa levantando mi plato y dejándolo en el fregadero. Di pasos lentos dirigiéndome a las escaleras y las subí sin más, giré la manija de mi puerta y entré en mi habitación la iba a cerrar a mi espalda con una sonrisa.
-Espera. -Susurró Liam abriendo la puerta y cerrándola detrás de él.
-¿Qué quieres? -Hablé susurrando con una sonrisa.
Sabía que sus ganas no se calmarian solas.
-Es que no paro de pensar en ti —dijo el muy atrevido, bueno en realidad soy muy hermosa, es normal que quiera de nuevo conmigo, pero se equivoca, Alanna no repite más de dos veces.
Como si pudieras resistirte.
-Pues mira como haces por que ya te dije esto quedó en el pasado, somos desconocidos, olvídalo y ya.-Mascullé antes de acostarme en la cama. -¿Puedes cerrar la puerta antes de salir, por favor?.
Yo era una hija de puta en toda la palabra y estaba orgullosa de ello, mi ego era más grande que yo.
Bueno, tampoco digamos que eres muy grande o alta por que sería mentira.
No recuerdo haberte preguntado querida Cheryl.
Deja de ponerme nombre, estúpida.
Y tú deja de hacerme hablar conmigo misma.
Lo observé darse la vuelta y por un momento pensé que se iría así que relajé mis músculos, pero no sonó la puerta, abrí los ojos y noté como se giró tan rápido que ni siquiera pude levantarme ni protestar y se tiró salvajemente encima de mí. Me agarró de las muñecas por encima de mi cabeza y junto nuestros labios en un beso ardiente.
El beso fue demasiado salvaje y lleno de deseo, sus mordidas lo demostraban y mis manos tirando de su cabello también , yo sabía que lo deseaba tanto como él a mí, por el Dios de las bragas, todo el mundo sabe que Liam es muy atractivo, hasta se podría pensar que es modelo de revistas, yo le seguí el beso en realidad era muy bueno besando y su aliento fresco le daba un toque tan sensual.
-Vamos Ally sabes que lo deseas tanto como yo. -Susurró a mi oído, para luego bajar hacía mi cuello y morder un poco de el, haciendo que ponga mi cabeza un poco hacia atrás. Sonreí por qué sabía que era verdad.
Solté un gemido y tapé mi boca, luego me reí un poco antes de recitar...
-Esta bien, pero que sea la última vez y que sea rápido, y trata de no hacerme gemir tan... -No terminó de hablar cuando él ya me ha embestido, ni siquiera noté cuando se sacó su cosa.
Uff que rico.
Me besó salvajemente y mordió mis labios, mientras su miembro embestía cada parte dentro de mi, mis paredes lo recibían tan bien.
Me subió un poco la blusa y beso mis senos, seguido de esto con una mano tapó mi boca y con la otra se sostenía encima de mi, mordió mi pezón haciendo que tocara el cielo, paró un momento y dejó un camino de besos desde mis senos hasta mi ombligo aquello hizo que se me erizara demasiado la piel.
Bajó y bajó, besó la entrada de mi intimidad y allí me di cuenta que me haría sexo oral, la verdad nunca había hecho ello ya que me parecía demasiado íntimo, y que debes tener cierta confianza y amor para que no le de asco a la otra persona.
Pero el no se veía con asco.
Se acercó y metió su lengua, empezó a moverla como un experto dentro de mi cavidad, amaba cada movimiento que hacía, me gustaba como disfrutaba probar cada parte de mí.
-Así.. -Susurré tomando sus mechones entre mis dedos, tiré de ellos empujándolo hacia dentro.
Su lengua entraba tanto qué la sentía dar lametazos en mi interior.
-¿Así te gusta?. -Murmulló antes de volver a lamer.
-Si.. -Tapé mi boca una vez más.
De nuevo subió para mirarme a los ojos, sus pupilas estaban destellando deseo, me besó de nuevo, mi piel quemaba tanto, la lujuria y la excitación es tan increíble.
Volvió a penetrarme tan fuerte que quité mi mano de mi boca, pero él se apresuró a taparla de nuevo.
-Shh. -Me quitó la mano de allí y me besó de nuevo para que no hiciera mucho ruido. Tiró de mis labios haciéndome jadear.
Mi sexo comenzaba a extraerse, soltando de a poco mis jugos, él sonrió en mis labios, disfrutaba verme tan vulnerable debajo de él, lo sabía. Mis piernas flaqueaban, entendí que él orgasmo estaba cerca.
Con él tenía los mejores orgasmos.
Sentí mis fluidos expulsarse, dándome a entender el grandioso orgasmo que acabamos de tener, mi vagina ardía y su miembro aún seguía dentro de mí, se tumbó en mi pecho con su respiración agitada, había sido una follada rápida pero demasiado placentera.
Él se apresuró al baño para limpiarse un poco, luego de salir lo miré con una sonrisa, él se acercó a mis labios para besarme de nuevo, me pinchó uno de mis pezones y se rió un poco cuando notó qué se me erizo de nuevo la piel. Iba a salir de aquella habitación, antes de perderse en la puerta me miró.
-Eres increíble. -Susurró.
-Lo sé. -Murmuré antes de caminar hacia el baño para darme una ducha muy larga.
Cuando salí él ya no estaba por allí, no esperaba que se quedara, claro que no,
Me miré unos segundos en el espejo, fruncí el ceño tocando mi cuello.
Demonios, ¿en qué momento me hizo ese chupón?.
-Joder... -Me pasé la mano por allí, si mi mamá lograba verlo probablemente iba a matarme.
Mi celular sonó un momento, sonreí al ver el nombre de "Mejor amiga" en la pantalla.
-Hola Karolina, ¿alguna novedad?. -pregunté con una sonrisa, por alguna razón desconocida ella odiaba que la llamara por el nombre completo.
-Hola Yisel, no no hay novedades.
Por el Dios de las Bragas, yo odio ese nombre.
Odiamos, querida amiga.
¿Qué rayos hice para que mi madre me pusiera así?.
No nos quiere.
-¡Karoll! No uses ese nombre.
-¡Y tú no me llames por mi nombre completo!.
-Vale,lo pillo, lo siento.
-En todo caso, te llamaba para ya sabes, preguntarte si íbamos a salir o...?
-¿Hoy?.
-Si Lana, hoy.
-Pero...
-Si no vienes conmigo lo vas a lamentar, estará el guapo de Jou en la fiesta, ¡te lo puedes tirar!.
Lo pensé un momento, acababa de tirarme a Liam, pero nunca era suficiente, podía tirarme a otro y así ser doblemente follada.
Pero que zorra.
Cállate, nadie ha pedido tu opinión. Además el que quiera disfrutar mi vida sexual no me hace menos mujer, ni una zorra.
Bueno en eso tienes razón.
Cheryl, calla un momento.
¿Por qué me sigues llamando así? , no tengo género solo soy una conciencia.
Una conciencia que quisiera cambiar por otra.
-Bueno, tienes razón, podría follar con él, pero mañana hay que estudiar.
-¿Y tú cuando te preocupas por eso?, siempre pides copiarte en el salón.
Que pena me da decir que tiene razón, mi dueña es una vaga.
-Bueno, si...
-¿Me vas a dejar a mi sólita? ¿En una fiesta grande, con todos esos chicos que podrían hacerme daño?. -Casi pude ver el puchero, Dios, es una manipuladora de primera fila.
-Esta bien, relájate, voy a ir, pero...
-¡AHHHHHHHH! Gracias por eso te amo. -Luego de eso colgó.
Que desgraciada.
-Bueno, supongo que tendré que preguntarle por correo a que hora viene a recogerme. -Hablé sola agarrando mi celular, abrí el WhatsApp con el fin de enviarle un mensaje pero ella fue mas rápida que yo.
Mejor amiga
Ni te molestes en preguntar, a las 10 paso por ti en la esquina de tu casa, supongo que Linda no te dejara salir, así que vístete rápido, ah, y Luke viene con nosotras.
Sonreí como una tonta para luego levantarme y empezar a buscar ropa en el closet.
Al final opté por un vestido negro sin tirantes, tenía un escote al frente en forma de corazón, así dejaba mis hombros descubiertos, la falda de aquel llegaba un poco más arriba de mis rodillas, ni muy largo ni muy corto, combinado con unos tacones negros de punta fina.
Cuando me peiné y maquillé me quedé mirando el celular esperando a que me enviara el mensaje que me confirmaba que ya estaba aquí.
Mejor amiga 9:45 p.m
Sal perra desgraciada, te estoy esperando abajo.
Miré por la ventana y allí estaba su auto estacionado en la esquina, guardé el celular y tomé mi bolso, la parte más difícil era bajar, pero yo ya estaba un poco, que digo un poco, muy acostumbrada.
Pasé la primera pierna, apoyando mi pie derecho en la esquina de la pared para no caerme, me sostuve de la ventana mientras pasaba el pie izquierdo, me relajé cuando tomé la rama del árbol, puse mi pie derecho más abajo y mi mano se sostuvo entre otra rama gruesa.
Cuando toqué el suelo solté el aire retenido, corrí como pude con los tacones.
Al llegar al auto ella me abrió la puerta dejándome entrar mientras ambas reíamos.
-No sabes lo chistosa que te veías bajando por ahí. -Reímos de nuevo.
Ella encendió el coche entre risas.
En esta ocasión ella tenía un vestido púrpura corto que moldeaba a la perfección su pequeña cintura, su cabello negro iba sujeto con una goma del mismo color del vestido.
-Joder, estás guapísima. -Susurré tocando la punta de su cabello.
-No más que tú. -Me guiñó un ojo empezando a conducir.
Cuando llegamos bajé del carro, lo primero que hice fue reparar la casa.
Era grande, muy grande, aunque lo entendía, casi todos las personas que asistían a mi instituto tenían dinero, bueno se preguntaran que pasó conmigo.
Pues soy humilde, no tengo trabajo, soy una vaga en el instituto.
Y luego preguntas por que no quiero ser tu conciencia.
-¿Preparada?.
-Yo siempre lo estoy, busquemos a Luke.
Ella asintió con la cabeza tomándome de la mano y nos adentramos en la enorme mansión.
Todo por dentro era tan bonito como por fuera, mentiría si dijera que no está hermoso. Una lámpara gigante y lujosa colgaba en el techo de la sala principal y casi no podía ver nada del montón de gente que bailaba y empujaba.
Karol iba delante de mi empujando a todos, mientras yo me sentía arrastrándome.
A mi no me dieron la opción de elegir si quería ser enana o no, eso es injusto.
-Lo veo allí. -Indagó Karol mirando hacia atrás, Sonreí nerviosa cuando me tomó de la cintura y me puso adelante tomándome como escudo humano para quitar a la gente que estaba a nuestro al rededor.
-Gracias por preocuparte tanto por mi. -Ironicé en voz alta.
-De nada. -Gritó de vuelta.
A lo lejos noté a Luke con un grupo de chicos.
-Pensé que nunca llegaríamos.
-¡Diosaaaa!. -Reí antes de tirarme y dejar que me rodeara la cintura con sus fuertes brazos.
-Alanna que hermosa... -Susurró uno de sus amigos casi en mi oído.
-Cierto, que linda eres... -Dijo otro a mi lado izquierdo, Luke frunció el ceño.
-¡Atrás monstruos! Esta hermosa Diosa es solo mía. -Yo reí de nuevo dándole un beso en la frente.
-Tenemos que esperar a que llegue Jou para jugar. -Avisó otro de los chicos que estaban allí.
-¿A que jugaremos?.
-Tenemos tres opciones, "yo nunca he" "verdad o reto" y "7 minutos en el paraíso".
-Y ninguno de los tres termina bien. -Añadió el rubio que me había echo el cumplido de primera.
Todos se echaron a reír, mientras yo acariciaba el cabello de Luke que se había sentado.
-Yo creo que lo más seguro es jugar yo nunca he... -Sugirió mi mejor amiga.
-Yo quería 7 minutos en el paraíso. -Luke miró a los chicos levantando y bajando las cejas a lo que ellos hicieron una cara de asco.
-No te ofendas Lukie trukie, pero aquí no todos somos gais. -Habló el de cabello negro.
-Bueno pero preséntese. -Karol tomó un trago de lo que tenía en su mano.
-Yo soy Scott. -Habló el rubio de nuevo, su cabello era lo que más llamaba la atención, tenia unos rizos tan definidos.
-Yo soy Chris. -Le siguió el de cabello castaño y ojos grises.
-Y yo soy Tobias, pero pueden llamarme Tobby. -Él era el de cabello negro y ojos negros intensos.
-Yo soy Karoll y ella Alanna...
-¡Lo sabemos!. -Dijeron eufóricos los tres al mismo tiempo.
-Vale vale, ¿iniciamos?.
-Vale...
Esto se pondrá divertido...
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