Capítulo 12

-¿están bien?- pregunta Minho.

-ay ahora si creo que estamos en el infierno, solo que creí que ___ estaría aquí primero- dice Newt.

-no puedo negarlo, tarde o temprano vendría al infierno- levanto los hombros.

Busco a Thomas y esta en cuclillas, ¿por que? Minho y Newt también lo miran, Tom ni párese darse cuenta que lo miramos.

-¿estas bien?- toco su hombro.

-ammm si, es solo que... olvidalo- dice.

-Tommy aquí no hay nadie, no te asustes- le dieron Newt.

¿estaba asustado? Creí que se estaba atando los cordones, bueno me engaño la perspectiva. Miro a mi alrededor, solo hay tierra seca. Guau creí que habría no se tal vez ¡¡árboles!! o ¡¡agua!! de menos.

Thomas está mirando a todos lados, parece una suricata vigilando que no se acerque alguna yena, la verdad no se que es ni una suricata ni una yena.

-tenemos que ir hacia allá- señala unos edificios a lo lejos.

-¿cómo lo sabes Thomas?- pregunto.

-pues el sol está al horizonte, quiere decir que ese es el oeste y eso quiere decir que los edificios quedan al norte a donde se supone que tenemos que ir- contesta.

-¿que tan lejos creen que este eso?-pregunta Newt.

Mientras sacó mis cálculos estos tres se ponen a decir a cuanta distancia creen que estan.

-yo creo que estan...-miro los edificios, pongo una mano en mi mentón como pensativa- a más de cinco kilómetros.

Los tres me miran como de ¿en serio?, en mi defensa las matemáticas no se me dan.

-¿tienen algún problema?-pregunto.

-eres igual de inteligente que Newt- rie Minho.

-¿disculpa?- decimos Newt y yo al mismo tiempo.

-Minho mejor cierra la boca- le dice Thomas-. La Rata no estaba bromeando cuando mencionó las llamaradas solares, me pregunto si todo el planeta estará igual.

-esperemos que no- responde Minho-. Me encantaría ver un árbol ahora

mismo. O un arroyo.

-yo me conformaría con un poco de pasto- dice Newt con un suspiro.

Miro más atentamente el pueblo, esta todo polvoriento y en horribles condiciones, si todo el mundo está haci, estamos fritos.

--sto es totalmente distinto del Laberinto. Allá estábamos atrapados entre muros con todo lo necesario para sobrevivir. Aquí, no hay nada que nos contenga y no tenemos forma de sobrevivir a menos que vayamos adonde nos dicen. ¿Eso no se llama ironía o algo parecido?- dice Thomas.

-algo parecido- concuerda Minho-. Eres un fenómeno de la filosofía- señala hacia la salida de la escalera-; vamos. Traigamos a esos larchos aquí y comencemos a caminar. No podemos perder tiempo y dejar que el sol nos chupe toda el agua que tenemos.

-tal vez deberíamos esperar a que baje- sugiere Newt.

-¿y quedarnos ahí con esas condenadas bolas de metal? Ni loco.

Estoy de acuerdo con Minho, tenemos que irnos.

-considero que estamos bien. Parece que faltan unas horas para el atardecer. Podemos ser fuertes por un rato, tomarnos un descanso y luego

durante la noche, llegar lo más lejos posible. No tolero un minuto más allá abajo- digo.

Minho asiente entusiasmado con un movimiento de cabeza.

-creo que es un buen plan- dice Newt-. Por ahora, caminemos hasta ese

pueblo viejo y polvoriento y roguemos que no esté plagado de nuestros queridos Cranks.

Solo de pensar que nos pueden atacar Cranks se me pone la piel de gallina. Minho regresa al hueco y se asoma.

-¡hey, banda de mariquitas garlopas! ¡junten toda la comida y vengan!

-pero que amable eres Minho- le digo.

Todos salen de hay igual que Thomas se inclinan esperando que algo los ataque. Pobresitos? Jack y Sartén traen al pobre de Winston, Minho les dice que tenemos que llegar a la ciudad esa, todos asienten y comenzamos a irnos.

Llevamos caminando varios minutos y la verdad me duelen tanto los pies, que si no nos detenemos a descansar un momento me le voy a subir a la espalda a Minho para que sufra el guey. Sarten da un tremendo grito, parece que miro un muerto, miro en la misma dirección que Sarten; hasta yo hubiera grita, no gritado no, me hubiera desmayado. Lo que nos temíamos venia hacia nosotros. A gran distancia de donde nos encontramos, dos personas se acercan corriendo desde el pueblo. Parecen dos siluetas fantasmagóricas, levantan delgadas columnas de polvo al desplazarse en el ardor del espejismo.

-maldición- susurro, Thomas entrelaza nuestras manos.

No se porque tengo miedo, los superamos en numero, ellos son dos y nosotros somos... ¿veinte?

-enano ¿dónde estas?- pregunto.

-aqui- dice Chuck, apareciendo a mi lado.

-Casi me da un infarto, no me vuelvas a asustar- lo "regaño".

-agrupense bien- ordena Minho- y prepárense para pelear ante el primer indicio de problemas.

El espejismo que forma el calor al ascender y evaporarse oculta a las dos figuras hasta que se encuentran a unos cien metros. Cuando se vuelven nítidas, me flaquean las piernas. Recuerdo muy bien lo que mire apenas unas mañanas atrás a través de los barrotes de la ventana. Los Cranks. Interrumpieron la marcha a unos siete metros de nosotros. Es un hombre y una mujer, logro diferenciarlos por la silueta apenas curvilínea de ella. Aparte de eso, tienen el mismo físico: son altos y
esqueléticos.

Tienen la cabeza y la cara envueltas casi totalmente en jirones de telas de colores claros. Han cortado unas pequeñas aberturas para ver y respirar por ellas. Las camisas y los pantalones son una mezcolanza de trapos sucios cosidos y amarrados, en algunas partes, con cintas andrajosas de mezclilla. Lo único que esta expuesto a los azotes del sol eran las manos: rojas, agrietadas y llenas de costras.agarren me porque me desmayo.

Ambos permanecían allí, jadeando, como si fueran perros enfermos.

-¿quiénes son ustedes?- grita Minho.

Los extraños no abren la boca ni se mueven, ¿serán mudos? Corren tanto y no subieron un desmayo, yo que apenas llevo caminando unos minutos ya quiero pedir una ambulancia.

-¿quiénes son?- repite Minho.

En lugar de responder, estos locos comenzaron a separarse y a caminar en círculo alrededor de nosotros. Mientras se mueven como evaluandonosantes de dar partirnos en pedazos, sus ojos, que estan ocultos detrás de las aberturas de su ropa de momias, nos miran fijamente. Esto no me gusta, no puedo verlos a los dos al mismo tiempo. Volteo y ellos se encuentran detrás de nosotros, otra vez no se mueven solo nos miran.

-somos muchos más que ustedes- dice Minho. Amenazarlos tan rápido parecía un acto de desesperación-. Empiecen a hablar y dígannos quiénes son.

-somos Cranks.

Hola, ¿cómo estan? Espero les guste este capitulo. Ya encontraron a dos Cranks ¿que creen que pase?

Gracias por sus votos y comentarios, son increíbles. Nos leemos pronto

Besos.

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