4. Nerviosismo.
Desde ayer, Gabriel había estado un tanto distante con Nathalie, pero aún así no dejó de preocuparse por ella. La mujer era tan necia que no le importó que su jefe no estuviese de acuerdo en que volviera a trabajar, volvió a sus actividades laborales. El diseñador luego de dejar a su hijo nuevamente en la escuela, de camino a casa optó por llamar a su asistente.
- Hola Gabriel - Le contestó en un tono neutro
- No deberías estar trabajando
- Estaré bien
- En cuanto llegue a casa te llevaré a tu habitación aún si tengo que llevarte cargando ¿Escuchaste?
Nathalie rió y Gabriel no pudo evitar hacerlo también.
- Lo siento mucho jefe, pero no pienso volver a esa cama. Tengo muchas responsabilidades y sabes perfectamente que no me gusta no terminar mis trabajos y... - Él le colgó el teléfono - ¿Hola, Gabriel? Me colgó el teléfono
15 minutos después el hombre llegó a la mansión y se acercó a la fémina.
- Gabriel ¿Por qué me colgaste el... - Fue interrumpida cuando este la cargó como "costal de papas" y la llevó hasta la habitación - ¡Bajame!
- Te dije que no podías trabajar, y si había necesidad de cargarte lo haría
- ¡Gabriel Agreste bajame por favor! Sino me bajas ahora mismo voy a gritar
- Pues puedes gritar todo lo que quieras, de cualquier forma no hay nadie en la casa así que no van a auxiliarte - Dijo con una sonrisa juguetona
Entrando a la alcoba la recostó en la cama y cuando esta estaba por irse, él la tomó de las muñecas aprisionandola.
- Déjame ir
- No
- Oh vamos, estás exagerando un poco ¿No lo crees?
- No exagero, me estoy preocupando por tu salud y bienestar
- ¡Sueltame!
- No
- ¡Gabriel ya suel...
No terminó de hablar ya que fue callada por un fugaz beso del hombre que la había dejado en completo shock y haciendola sonrojar hasta el cuello.
- ¿Q-Qué... por qué me...
Él se levantó rápidamente y se acomodó el saco. Nervioso.
- He sentido... Sentí un sentimiento negativo
- Oh, ¿Y planeas akumatizar a ese alguien o...
- No lo se, han pasado 3 semanas desde la última akumatizacion. Creo que por está vez lo dejaré pasar, en fin, te dejare para que descanses ¿Ok? Te veré más tarde
- Ok... hasta más tarde
Y salió de ahí lo más rápido que pudo.
Era obvio que le había gustado el beso, pero volvió a recordar que eso estaba mal.
«Debes controlarte la próxima vez, Gabriel, sino quieres que algo mucho más "grave" pase entre ustedes«
(...)
Toda la tarde, Gabriel se la pasó pensando en aquel beso. Repasaba con la yema de sus dedos sus labios y cerrando los ojos, recordando el dulce sabor de sus labios (aunque solo los había probado tan rápido).
- Nathalie, me es tan difícil no pensar en ti
Optó por hacerle la cena y llevársela hasta su habitación, pero cuando llegó a está (la puerta abierta), escuchó agua cayendo. Prefirió esperarla sentado a orilla de la cama.
La mujer salió un par de minutos después, al notar la presencia del Agreste se puso nerviosa y sonrojada de inmediato, sobre todo porque ella solo tenía puesta una toalla.
- Gabriel ¿Qué haces aquí?
Él al verla así se cubrió los ojos, apenado - Lo siento, no quise ser inoportuno, solo quería darte la cena que yo mismo te preparé
- Oh gracias, solo, ¿me permites un momento para...
- Si, está bien
Salió rápidamente y cuando obtuvo de nuevo el permiso para entrar lo hizo. Se sorprendió al ver a Nathalie con el cabello suelto ya que siempre tenia el mismo peinado. Era algo nuevo para él.
- Te ves... luces muy bien con el cabello suelto, te lo digo sinceramente
- Gracias, creo que debo considerar traerlo así más seguido. En fin, la comida se ve deliciosa, y obvio que lo es pues la preparaste y todo lo que haces es excelente... Digo, eres tan buen cocinero y me pregunto en que más eres bueno
Sonrío y arqueó una ceja - ¿Quisieras averiguar eso?
Ahora ella parecía un tomate andante.
- ¿Eh? tal vez - Acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja
- Ya habrá tiempo para eso, ahora come necesitas fuerzas
- No tengo mucho apetito en realidad
Rodó los ojos - ¿Acaso quieres que te de la comida en la boca?
- Eso sería increíble - Sonrío divertida
- A veces te comportas como una niña - Río - Debo de admití que te ves adorable actuando de esa forma
- ¿Encerio? - Respiró profundamente, preparada para la siguiente pregunta - ¿Por qué me besaste hace rato?
Él tragó saliva, nervioso - No lo sé en realidad
- Oh, ya veo - Dijo en un tono triste
- No es que no me haya gustado, es solo que no fue correcto ¿Entiendes?
- No en realidad, creo que no tiene nada de malo que nos hayamos...
- ¡Estoy casado, Nathalie! Es por eso que no está bien, nunca le fuí infiel a Emilie estando ella viva no mucho menos lo seré en su estado
Aquel tono firme hizo a la mujer sentirse mal, agachó la mirada totalmente avergonzada por eso.
- Lo siento... no volveré a sacar el tema si tú no lo prefieres
Se dió cuenta de que no estuvo bien haberle hablado de esa forma - Lo siento, no quise hablarte así, yo...
- No, descuida. Comprendo perfectamente que tú no quieres engañar a tu esposa de esta o de otra forma. Te dejaré en paz, te lo juro
- De verdad lo siento
- ¡Déjate de disculpas, Gabriel!
- Pero admito que no dejo de pensar en el beso
- Yo también
- Quisiera repetirlo, pero...
- Si deseas hacerlo, hazlo, puede ser solo por esta vez y será nuestro secre...
No la dejó terminar de hablar, le dió un beso que a diferencia del anterior duró un poco más y fue mucho más disfrutable. Nathalie trataba de seguir su ritmo y lo logró casi de inmediato.
«Besa tan bien, quisiera que me besara toda la noche si fuese posible«
El diseñador se atrevió a tomar de la cintura a la fémina con una mano ya que con la otra acariciaba su rostro con ternura y delicadeza. Se separaron, pero rápidamente volvieron a unir sus labios.
No estaban seguros de cuanto tiempo había pasado, al separarse de nuevo se sonrieron, un tanto tímidos por lo ocurrido.
- No besas nada mal - Gabriel estaba tan nervioso que le costó mucho el pronunciar palabras
- Gracias, tu tampoco lo haces nada mal
- Será solo por esta vez ¿Ok?
- Ok
Luego de haberse comido la deliciosa cena, la mujer y su jefe pasaron unas horas llenas de besos y cumplidos.
«¿Estás seguro de que solo será por esta vez?« Pensó el rubio mayor.
A partir de ese día no sería igual para ambos.
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