Sucrette

Durante varios días continuamos mirándonos sin hablar sobre el tema de mi boda. Pensé que lo más sensato sería poco a poco irme volviendo mas cortante con Nathaniel hasta conseguir que cuando yo desistiera de la boda no lo sorprendiera tanto.

Como todas las noches, había quedado en mirarme con Castiel, estaba muy emocionada. Me había tomado la tarde para hornearle unas galletas, las metí en una bolsita y me dirigí hacia la puerta. Tome mi celular y le llame.

"Hola, por el momento no puedo contestar, después del bip! déjame un mensaje y luego te llamo"

- Ya estoy en camino Castiel, espero que no te hayas quedado dormido, nos vemos en el parque como quedamos. Que no se te haga tarde! - Suspire y pensé que seguramente se había quedado sin batería y no se percató de ello.

-Pensé que era todo para mí- me dije a mi misma, hacía mucho que me había separado de cualquier idea romántica que incluyera a alguien como Castiel.

Camine por la banqueta a paso lento pensando - Cuando te conocí, trate de evadirte pero no lo logre; sabía que tarde o temprano te involucrarías conmigo e hice lo imposible por alejarte de mí, suponía que me lastimarías- Observe mi celular esperando algún mensaje o llamada.

Después de llegar y esperar un tiempo volví a llamarlo - ¿Castiel? Llevo veinte minutos esperándote, ¿Qué clase de chico hace eso? Deberías haber llegado antes que yo. No tardes mas. Ya quiero verte.-

Deje ese mensaje y suspire mientras guardaba el celular dentro del bolsillo de mi pantalón, me percate que me había terminado las galletas y solo susurre un - espero que ya no tarde-

Castiel

Recuerdo que ese día iba caminando camino a mi cita con Sucrette cuando me tope que Debrah, una... vieja amiga? A decir verdad, estaba enamorado de ella en el instituto antes de que llegara Sucrette, fuimos novios y me dejo por irse a realizar su carrera de solista; no sin antes ver como Nathaniel le tenía las manos encima, pero... en ese entonces todo era diferente.

-Pero que agradable sorpresa Cassy!- Grito mientras caminaba hacia mí.

-Debrah... La sorpresa es mía, ¿Cómo has estado?-

-Muy bien, Estoy en una gira y pasaba por la ciudad, ¿Recuerdas que siempre decía que quería viajar por todo el pais? -

- Si... siempre me decias eso. -

-Pues, ahora estoy muy cerca de lograrlo. -

-Me alegra mirarte, pero llevo un poco de prisa - dije cortante, pues apenas tenía tiempo para ir a prepararme para ser mas que puntual con Sucrette y mi celular no tenia batería.

Me miro con ojos de borrego y realizo un puchero -¿Ya te vas? Por lo menos acompáñame al estudio de la disquera. No te desviaras, queda por tu camino por lo que me parece. -

-Bueno, no le veo nada malo-

Caminamos por la banqueta, recuerdo que estaba en tan mal estado que habían secciones que tenían grandes huecos. Yo iba mirando al suelo para no tropezar con ninguno de esos huecos. Pero Debrah creo que iba ocupada viendo otras cosas, porque cayó en uno de esos huecos.

-¿Estas bien Debrah? - Dije mientras me detenía a intentar levantara.

-No, me duele mi tobillo. Cassy... Creo que necesito ir con un médico. -

Por un momento pensé en parar un taxi y enviarla a un hospital sola, pues sabia que Sucrette me esperaba, luego pensé que podía necesitar ayuda, pues venia sola. Supuse que si llamaba a Sucrette y le explicaba ella entendería.

-Bueno Debrah, si quieres puedo llevarte a un hospital.-

-Pero no traes auto, tomare un taxi. No te preocupes-

-No, veras... mi apartamento esta cerca de aquí y ahí está mi auto. Te ayudo a llegar ahí, hago unas llamadas y te llevo al hospital. -

-Está bien -

Y ayudándole a que caminara nos dirigimos unas cuadras mas adelante donde estaba mi departamento.

Sucrette

-CASTIEL! llevo una hora esperando, sabes que... ya me voy, esta oscuro. Tomare un taxi, Llámame-

Mire el celular, y refunfuñe -imbecil- camine hasta una avenida transitada y tome un taxi, al inicio pensé en dirigirme a mi casa, pero me preocupe porque no respondiera mis llamadas y le pedí que fuéramos al departamento de Castiel.

Castiel

Aunque Debrah insistió en platicar mientras caminábamos, no podía prestar atención del todo solo podía pensar en "de seguro estará furiosa, llegando a mi apartamento le llamare a su celular, no creo que me siga esperando, pero por lo menos le explicare que paso"

-¿Te ocurre algo?- Me pregunto Debrah mientras me miraba con su cabello castaño cayendo por encima de sus hombros.

-No es nada, solo tengo algunos asuntos pendientes y tuve un día pesado, mira... ya llegamos, apoya tu brazo en mi hombro para levantarte y subir la escalera.-

Mientras caminábamos hacia adentro ella comenzó a hablar de nuevo

-Disculpa Cassy por importunarte de esta manera, no me gusta ser una molestia-

-No te preocupes, fue un accidente y necesitas ayuda- Dije mientras la sentaba en el sofá, tome el cargador, conecte el celular y lo deje en la mesita junto al sofá. - Voy al baño, ¿Quieres algo de tomar?-

-Agua está bien. Muchas gracias-

Me dirigí al baño y luego a la cocina

Debrah

Cuando el desapareció de mi vista no pude borrar esa sonrisa de mi rostro, era como un sueño... Llevaba años buscándolo y para mi suerte... lo encontré y estaba en su apartamento. Era mucho mas apuesto de lo que lo recordaba. Y mucho mas alto.

Escuche que su teléfono comenzaba a vibrar y observe la pantalla... Decía Sucrette <3 y en un susurro dije -Oh no, no lo dejare irse esta vez, realmente necesito un bajista- Mire la cantidad de llamadas perdidas y los mensajes de voz.-¿Está seguro de borrar todos los mensajes?- Eso era mas que obvio! Si.

Castiel

Cuando volví a la sala, encontré a Debrah muy tranquila y con una sonrisa muy coqueta.

-Aquí tienes tu agua-

-Muchas gracias, sabes... Lamento lo que paso en el instituto... Ya sabes... Cosas de niños. Veo que has cambiado mucho- Pude notar como miraba mis labios y me aterraba lo que podía pasar, desvié la mirada y tome mi celular. Mire que no tenia mensajes, ni llamadas. Marque a Sucrette pero estaba apagado.

-Por favor, siéntate. De verdad es importante esto que te quiero decir - Dijo ella buscando mi mirada.

Accedí, pues no quería ser tan grosero. -¿Y qué es eso que quieres decirme? No te preocupes si fue por el incidente del instituto. Esta bien... Fue hace mas de 5...-

Ella no me dejo terminar, cuando menos me di cuenta ella tenia sus labios contra los míos y sus manos rodeaban mi cuello.

Sucrette

Cuando por fin llegue, me baje del taxi y pude mirar que aún estaba su auto ahí. Se miraba un poco de luz que salía entre las cortinas de su ventana. Camine y estaba decidida a escuchar y no pelear.

Pero cuando abrí la puerta... La escena que me encontré me rompió el corazón...

-Sucrette... No es lo que piensas-

-¿Y qué debería pensar Castiel?- Dije mientras mi mirada de humedecía -No tenías porque mentirme... Yo sé que siempre hice las cosas mal, pero esto... Me parece una exageración.-

-Sucrette, ella... y yo... No es lo que piensas... yo..-

Deje de escucharlo, me di la vuelta y antes de cerrarla solo dije...

-Esta bien Castiel... Perdóname. Fui una tonta. Ya no me busques nunca más-

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