Castiel

La miras, y aun bajo la circunstancias no puedes creerlo. Parece uno de esos sueños que sabes que terminaran terrible y quieres despertar antes de que todo se complique. Te gustaría creer que aquello no fuese más que una broma pesada, que aquello acabaría pronto, pero por más que lo quieras, jamás va a pasar.

Y la sigues viendo, deseando que aquel fuese tu día, que tu fueses el que la espera en el altar. Pero no, solo te quedas observando la escena desde tu asiento, mirando como con cada paso que da se acerca más a la persona con quien enlazara su vida para siempre, y al mismo tiempo con cada paso la pierdes para siempre.

Todos lloran o ríen, excepto tú. Tú no sabes que expresión tienes en el rostro, quizás estas intentando sonreír hipócritamente, solo con ciertas curvas en los labios formando una sonrisa torcida y carente de realismo.

-cobarde- piensas mientras la mujer que amas ya está en el altar, tomando las manos de alguien más y piensas en todas las oportunidades que dejaste ir para ser tú el elegido por ella, esas veces que el miedo te impedía decirle cuanto la amabas, esas veces que cuando estabas a punto de conseguir ser tu quien sostenía su mano en ese momento, reconoces como lo arruinaste con malos entendidos que en tu cobardía jamás aclaraste. Sientes como una puñalada en el corazón, porque muy en el fondo deseas locamente que aquella sonrisa que ella le dedica al fuese para ti.

Sientes como aquel momento empieza a durar lo que parecen años, y esperas a que llegue el anhelado "El que no esté de acuerdo, que levante la mano" o como sea que se diga. Solo esperas que lleguen esas palabras para terminar esa tortura finalmente.

Y te odias, porque sabes que al hacerlo seguramente le arrebatarías lo poco de honor y de dignidad que le queda, todo lo que logro esforzándose después de que tú fallaste rotundamente en dar explicaciones o simplemente seguirla. Pero sabes que aun eres muy egoísta como para retirarte sin dar batalla y no quieres que ella se vaya de tu lado.

-Si alguien no está de acuerdo en esta unión, que hable ahora o calle para siempre.-

Llego el momento, piensas para ti mismo. Mueves ligeramente la mano, lo más disimuladamente que puedes, insisto... eres un cobarde egoísta. Y entonces ella voltea, te mira, con sus perfectos ojos, suplicándote. Puedes leer en ellos el desesperado "No lo arruines, no lo hagas, estas fuera de todo ahora".

Bajas la mirada, derrotado. Porque simplemente no puedes, no puedes arrebatarle la oportunidad de ser feliz. Porque por más grande que es tu egoísmo, tu amor es mucho más grande y si su felicidad es lejos de ti; debería valer la pena.

De pronto escuchas las palabras que hacen que dentro de ti sientas como cruje tu corazón para terminar de romperse.

-Y así los declaro marido y mujer, Ya puede besar a la novia.-

Te sientes desfallecer al verlos besarse, te muerdes la lengua dentro de la boca para ahogar tu grito de dolor y levantas la mirada para que tus lágrimas no salgan de tus ojos. Finalmente sonríes, porque sabes que por primera vez has hecho algo que quizá la haga feliz completamente. Sabes que nunca tomaste decisiones correctas con ella. Que fuiste un cobarde por callar tu amor 3 años, esperar a que ella buscara a alguien mas para decidirte a actuar, lograr un mal entendido y finalmente no aclarar las cosas.

Ese sería el último sacrificio por ella, el más largo, después de todo, me canse de decirle miles de veces, que haría todo por ella. "Todo por ti, mi amada Sucrette".

Después de todo, si amas algo debes tener el valor de dejarlo ir. Había escuchado alguna vez por ahí, y sentía que casi podía ser cierto... 

Casi.

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*Corre a esconderse*

Yo advertí que era triste!!! Y ustedes insistieron en llegar hasta aquí.

:) Díganme que les pareció... xD Pero no sean muy crueles.

Gracias por leer. ;)