Capítulo Trece


ALANNA

La lluvia caía golpeando la ventana de mi habitación, soy tan masoquista, pero he pensado en que si tengo a Liam de mi lado todo será más fácil, no quisiera qué su padre demandará a mi mamá y ella terminará en la cárcel.

-¿En qué tanto piensas?. -Preguntó Luz a mis espaldas, me giré observandola, ella se sentó en el borde de la cama.

-El padre de Liam quiere demandar a Joseph, le robó dinero, y ahora dice que también demandará a mi mamá por ser cómplice. -Suspiré, me senté en la cama también, pasándome las manos por la cara.

-¿Liam está de acuerdo?. -Preguntó tomando mi mano.

-No lo sé, él dice que está hablando con él para convencerlo de no poner ninguna denuncia.

-¿Estuviste con el cuando fuiste, verdad?. -Frunció el ceño.

Dudé un momento en contestar, pero a ella no podía mentirle, no era como mi mamá, ella podía decifrarme fácilmente.

-Nos acostamos. -Solté.

Ella me miró por un momento, luego bajó su mirada al suelo y sonrió tristemente.

-No me gusta ésto Alanna, sabes qué te adoro, pero tú misma lo dijiste, tienes que estar lejos de lo qué te hace daño para poder sanar.

-Ya lo sé abuela, pero solo mirarlo. -Me solté de su agarré haciendo una mímica con mis manos. -Es sexy, su cuerpo es tan uff, su cara, su...

-Ya entendí. -Rodó los ojos divertida. -¿Tendrías de nuevo una relación seria con él, después que te fue infiel?.

La pregunta a la qué tanto temía ella la había formulado, no sé lo que quería en realidad,¿ quería una relación seria?, ¿un pasatiempo?, mi mente era un torbellino de emociones que no podía calmar.

No volvería a tener una relación seria con él, por qué no confío en él, y aún así me haya dicho que no recuerda nada, no soy la típica chica que le dicen eso y se olvida de todo, yo soy la chica insegura que tiene miedo de su pasado y que no supera las cosas rápidamente.

-No. No la tendría. -Afirmé. -Yo adoro a Liam, pero no confío en él.

-Está bien, él chico tiene derecho a ver a sus hijos, siempre te lo he dicho. -Murmuró.

-Tengo miedo. -Confesé.

-¿Miedo de qué?.

-De qué mis hijos me odien si saben que les mentí.

-Emma lo entenderá, y si Jake se enoja se le pasará en un momento.

-¿Crees que debería decirle que venga a conocerlos?.

-Sería lo mejor. -Contestó.

-Está bien, pero primero hablaré con los niños, necesito decirles lo qué sucede con su padre.

-Me parece buena idea. -Aseguró.

Tenía un poco de miedo, pero todos tenían razón, tenía que dejar todo aquello qué me hace daño atrás, Liam se equivocó pero tiene derecho de conocer a nuestros hermosos hijos.

-Gracias abuela, siempre tienes los mejores consejos. -Abrí los brazos y ella me abrazó frotandome la espalda.

-Oh, Querida, no es gratis, recuerda que quiero chantajearte para hacer la fiesta. -Mi sonrisa se desvaneció y me separé de ella para mirarla con los ojos entrecerrados.

-Siempre que haces una fiesta termina la casa patas arriba. -Afirmé cruzandome de brazos.

-Y eso es lo que la hace divertida. -Se levantó de la cama. -Iré a hacer la cena. -Señaló hacia la puerta y yo asentí. Desapareció por aquella.

Había pasado un día entero y no había hablado con Liam, el dice qué lo hago bipolar pero en realidad él es el que me hace bipolar a mí, un día digo que lo odio, al otro quiero hablarle, en fin, ¿quién me entiende?.

Ya ni siquiera yo te entiendo, mujer.

Tu nunca me haz entendido.

Me levanté de la cama caminando hasta mi cajón, donde estaba aquella cadena con mi nombre, la miré unos minutos, no creo que haya una cadena más hermosa que está, es sin igual irreemplazable.

Aparté mi cabello hacia un lado y pasé la cadena por mi cuello, la abroché y me acerqué al espejo. Se veía tan brillante,ni su color, ni su resplandor había cambiado. Desvíe la mirada hacia mí cara, me veía cansada, hace unos años era tan hermosa, ahora también lo era pero, me veía diferente.

Ya no era el rostro tierno de niña, ahora era una mujer, ya no estaba para los juegos de antes.

El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, lo tomé de encima de la cama, sonreí al ver el nombre de Liam y contesté.

-Hola señor Coulds, ¿Que se le ofrece?. -Bromee.

-Una señorita Juliens a domicilio por favor. -Habló con voz cansada pero igual su respuesta hizo que me riera.

Todavía parecía una adolescente cuando hablo con él.

-Lo siento, se agotaron de esas. -Seguí el juego, el rió.

-Entonces no quiero nada. -Susurró fingiendo estar triste.

-Bueno, ¿necesitas algo?.

-Hablar.

-¿Pasó algo?.

-Mi padre solo denunciará a tu padrastro, no sé qué demonios vino a hablar tu mamá con él pero cambió de opinión.

-Ah. -Músite.

-Él caso es que sigue con el cuento de que te demande a ti, ya le dije miles de veces que no lo haré y sigue insistiendo.

-¿No se cansa?.

-Cuando se le mete una idea en la cabeza nadie se la saca, hasta mi mamá habló con él, y mi hermana también se lo rogó.

-Liam.

-¿Hmm?.

-Estoy dispuesta a presentarte los niños, como su papá. -Hable lentamente jugando con mi suéter.

-¿Enserio?. -Su felicidad era tan notoria que me hizo sonreír.

-Ajá.

-Demonios... Gracias Ally, juro que no te arrepentirás.

-Eso espero, sé un padre ejemplar, y si quieres que te amen, traele libros a Emma y juguetes a Jake.

-¿Libros?.

-Nuestra hija es cómo tu hermana.

-¿Así de aburrida?.

-No es aburrida, simplemente no le gustan las personas y prefiere los libros a socializar. -Afirmé.

-Eso me pasa por burlarme tanto de Renata. -Bromeó.

-Bueno, solo tendrías qué esperar a qué yo les diga que su papá está vivo y..

-¿Enserio les dijiste que estaba muerto?, al parecer alguien también se tuvo que engañar de eso para superarme.

-Que arrogante. -Rodé los ojos sonriendo.

-Arrogante y todo pero soy el padre de tus hijos.

-Si, creo que si hubiera tenido la oportunidad de elegirlo no hubieses sido tú.

-Auch. -Dramatizó.

-Iré a ayudarle a Luz en la cocina.

-Bien, también tenía que irme.

-¿Ah si?. -Pregunté levantando una ceja.

-¿Quieres escucharme jadear?. -Susurró.

Por el Dios de las bragas, claro que sí.

-¿Qué?, obvio no.

-Ally...

-¿Hm?.

-¿Te imaginas?.

-¿Qué?.

-Mis manos, acariciando tus pechos, apretando tus muslos y tu cabalgandome la verga.

-Yo no quiero imaginarlo. -Baje mis manos por mi abdomen.

-¿Ah no?.-Habló con la voz ronca.

-Quiero que me lo hagas. -Murmuré sentandome en la cama, moviendo mis panties a un lado.

-Yo estaría más que dispuesto.

-Demuéstralo cuando estés aquí.

-Cuando lo haga te dejaré sin caminar de nuevo, ¿Te crees que no lo noté?.

-Aún no me dejaste en silla de ruedas así qué no cuenta. -Reí, pasé mis manos por mi clítoris sonriendo.

-Tú sabes bien que podría hacerlo. -Susurró.

-Ajá. -Jadee cuando metí uno de mis dedos en mi vagina.

-¿Enserio te estás tocando?. -Un jadeo salió de mi boca, sonreí al imaginar su expresión. -Demonios nena. -Susurró.

-¿Qué?, ¿tienes una erección, Coulds?.

-Si estoy allá para follarte en cinco minutos, será tu culpa. -Paré cuando tocaron la puerta, acomodé mi falda.

-Luego hablamos, ¿si?.

-¿Me provocas y te vas?, eso es muy cruel de tu parte.

-Si,bueno, luego te llamaré.

-Adiós. -Colgué.

Caminé hasta la puerta con el celular en la mano, Jake me observó de arriba a abajo con él ceño fruncido.

-¿Quién es éste?.-Preguntó mostrandome una foto de Liam y yo cuando eramos adolescentes.

-Ah, amor, ese es tu papá.

-Era tan guapo como yo. -Reí y lo cargué entre mis manos.

-Si, lo es. -Murmuré. -¿Cómo estás con Annie aquí en casa?.

-Me encanta que esté aquí, su energía hace que la casa sea más alegre.

-Ya sé que no debería preguntarte ésto pero...¿Te gusta Annie?.

-¿Gustar?.

-Si amor, así como cuando te das besos con esa persona y...

-Que asco. -Hizo una mueca rara qué me hizo reír.

-¿Te da asco Annie?.

-Claro que no mami, ella es tan bonita, y siempre huele bien, su cabello tiene aroma a frutas.

-Oh, si es cierto. -Músite.

-¿Dónde está Emma?.

-Haciendo un expeirimiento. -Rodó los ojos.

-Querrás decir un experimento. -Corregí haciéndole cosquillas con mi boca.

-Eso, ella siempre dice cosas raras y palabras que no entiendo.

-Tú hermana es muy especial, debes estar orgulloso de tener una hermana como ella, así cómo ella se siente orgullosa de ti.

-La otra vez me dijo, "no me roces, ve a lavarte las manos o me llenarás de virus, troglodita", no se qué significa eso pero creo que fue una palabra fea. -Yo reí intensamente.

-No pasa nada amor, tu hermana no es muy cariñosa, ni siquiera conmigo lo es.

-Tal vez, te estaba buscando por qué la abuela dijo qué la cena estaba lista.

-¿Ya hizo la cena?.

-Creo que pidió pizza.

-Ok, vamos abajo.

Me dirigí a las escaleras con él en mis brazos, las bajé encontrándome en la sala a Karol y Connor sentados en el sofá, viendo algo en la televisión, Luke estaba jugando algo en su celular, Annie estaba en el suelo jugando a las muñecas y la abuela estaba en la cocina sentada comiéndose la leche en polvo.

-Luz. -La llamé. -¿Qué te he dicho de comer leche con azúcar?.

-Es rica. -Habló con la boca llena y se encogió de hombros.

-¿La cena?. -Pregunté con él ceño fruncido.

-Pizza. -Murmuró señalando la mesa de la sala y yo asentí bajando a Jake qué se fue a jugar con Annie.

Me dirigí a la mesa llendo por las cajas de pizza y las abrí para empezar a repartir. Me senté en uno de los sofás ya con mi rebanada y empecé a comerla tranquilamente.

-Mañana se acaban tus vacaciones. -Murmura la Abuela sacándome de mi sueño de vivir así toda mi vida.

-Al menos descansé un poco. -Suspiré.

Miré hacía las escaleras al escuchar murmurar una canción, Emma estaba bajando con sus gafas de científica y su traje.

-¿Pizza?. -Preguntó frunciendo el ceño, la observé caminar hacia la nevera y sacar una bandeja con frutas.

-Te ayudo.-Afirmé levantándome del sofá parandome al lado de ella.

-Gracias ma. -Susurró.

Agarré el cuchillo y saqué las frutas de su empaque, las lavé con agua hervida o si no la Señorita no se las comía, y empecé a picarlas en un tazón.

-Toma. -Le ofrecí y ella sonrió llendo a su cuarto de nuevo.

-Nunca me acostúmbrare a esa niña. -Susurró la abuela. -Ni siquiera yo que estoy anciana soy tan seria y poco social.

-Así es ella. -Me encogí de hombros. -Jake, cuando termines subes al cuarto de Emma, hablaré algo con ella y luego contigo. -Avisé.

Subí las escaleras llendo hacia la habitación de ella, toqué dos veces aquella puerta que tenía un letrero "No pasar".

-¿Quién?.

-Tú mamá. -Canturre.

-Entra. -Sostuvo.

Agarré la perilla y la giré, empujé la puerta observando su cuarto, todo era muy organizado, desde que aprendió a caminar siempre había sido así, su porte y elegancia era de otro mundo, ya se había quitado su traje y estaba sentada en la cama con el plato entre sus piernas, comiendo cada trozo con un tenedor, decentemente.

-¿Podemos hablar?. -Ella asintió con la cabeza y cerré la puerta tras de mi para sentarme es su cama.

-La foto es de diciembre de hace seis años. -Explicó.

-Así es.

-Estaba en el cajón de tu habitación, fui a buscar unas pinturas para hacer algo y la encontré, es mi papá y supongo que no está muerto. -Metió otro trozo de fruta a su boca.

-Quiere conocerlos, pero no sé cómo decírselo a Jake.

-Por Dios mamá, sí Jake se enoja le compran un dulce y ya está.

-¿Me ayudarías a decirle?.

-Está bien, aunque dudo que lo entienda.

-Gracias Emy.

-De nada Alanna. -Frunci el ceño, aveces solía llamarme por mi nombre la desgraciada.

-Mami. -La corregí.

-Ok, Mami. -Se burló haciendo una mueca, aquello hizo que me diera gracia.

***

Advertencia ⚠ :
Este libro contiene escenas no aptas para todo público, como lenguaje explícito o escenas +18 , te sugiero que si no te gustan éste tipo de libros, no lo leas.

NO OLVIDES VOTAR SI TE HA GUSTADO, UNA ESTRELLITA ME AYUDA MUCHO.

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