Capítulo Diecisiete
Abrí mis ojos lentamente, estaba desnuda y con mi cabello vuelto mierda, busqué en la cama a Liam pero no lo encontré.
Me incorporé en la cama, un pequeño dolor en mi vagina me hizo poner una mueca. Maldita sea, Liam me había follado tantas veces esta madrugada y ya quería más.
Con él me vuelvo una jodida ninfomana.
Busqué mi ropa en algún lugar de la habitación y me la puse, bajé alegremente las escaleras.
—¡Buenos días!. —Grité.
—Oh, Hola. —Levanté una ceja,¿Ese es mi Liam?.
—Huy, novio infiel recién perdonado. —Me senté en la mesa.
—En un momento bajan los niños para ir al instituto. —Anunció, observo cómo voltea una tortilla en el sartén.
Le miró el culo mientras se mueve de aquí a allá, Dios que bien que lo trajiste al mundo.
—¡Buenos días mami!. —Jake pasó por mi lado pegandome en la pierna. —Papá me llevará al colegio. —Sonrió sentándose en la mesa.
—Buenos días. —Emma bostezó sentándose en la mesa también.
—¿Dormiste bien?. —Le pregunté dirigiéndome al baño que quedaba cerca de la cocina.
—Si, solo que me desperté un en la madrugada para terminar de leer el libro que tenía pendiente. —Murmuró con una sonrisa victoriosa.
Espero que no haya escuchado cosas extrañas.
—Está bien. —Hablé poniendo crema dental en mi cepillo.
Me paré en el marco de la puerta cepillandome mientras observaba a Annie bajar lista para el instituto, estaba frotandose los ojos. Terminé de cepillarme y me lavé la cara, recogí mi cabello en un moño desordenado.
—¿Mi mami y mi Papi?. —Preguntó ella.
—¿No están en su habitación?. —Formulé con el ceño fruncido, Annie negó con la cabeza.
—Jake...—Susurró Annie jugando con sus dedos en su camisa, Jake ni siquiera la miró.
—Están peleados. —Murmuró Emma metiendo un pedazo de comida en su boca.
—¡Holaaaa, llegó la fiesta de ésta casa!. —Gritó la señora Luz sentándose en la mesa también
—¡Hola abuela!. —Dijimos Emma, Jake y yo al unísono.
—Así que el señor Liam está haciendo el desayuno. —Él la miró con una sonrisa nerviosa.
—Bueno, tengo que aprovechar las clases de cocina que tomé. —Se encogió de hombros tendiendole un plato con tortitas.
—Si serás así cada día, bienvenido seas. —Recibió el plato pasando la lengua por sus labios. —¿Dónde está la miel?, llenaré ésto de dulce. —Murmuró.
Jake le tendió la miel y ella la presionó, sin mentir lleno el plato de eso.
Me acerqué a Liam lentamente y lo abracé por detrás, llevaba un delantal super sexy, o al menos así lo veía yo. Mordí un poco la piel de su espalda, el se giro mirando hacia abajo, se acercó a mi oído.
—¿Que pasa enana?, te follé cinco veces, creo que no tengo más para dar. —Susurró.
—Yo creo que si. —Le di un pequeño beso en los labios.
—¡AHH!. —Miré hacia atrás confundida, Jake y Annie se habían levantado de la mesa gritando. —¡SON NOVIOS, SON NOVIOS!.
—¿Qué?. —Pregunté, la abuela se encogió de hombros y Emma rodó los ojos divertida.
—¡SE BESAN SUS BOCAS!. —Cantaron al unísono.
—¿De qué están..
—¡SE PASAN EL CHICLE!. —Siguieron brincando al rededor de la mesa.
—¿El chicle?. —Preguntó Liam divertido.
—¡SE TOCAN SUS COSAS!.
—¿C-Cuáles cosas?. —Bajé la mirada avergonzada, Emma y Luz empezaron a carcajearse.
—No lo sé, solo sabemos la canción. —Dijo Annie sentándose de nuevo.
—Fiu. —Suspiré.
—No te pongas nerviosa. —Susurró Liam a mi lado.
—Cállate. —Le susurré de vuelta pegándole en el brazo.
—Ya terminé. —Murmuró Emma levantándose de la mesa. —Iré por las mochilas para qué papá nos lleve al instituto.
—Esta bien. —Dije.
Sentía qué podía respirar, tal vez no era tan malo después de todo.
Jake y Annie hablaban de algo animadamente, sip, no duraban ni cinco segundos peleados. Liam dejó todo limpio en la cocina y se dirigió a la habitación a cambiarse , yo lo seguí por que me gusta molestar.
Me paré en la puerta mirándolo divertida mientras se quitaba el buso para ponerse una camisa.
—Creo que la ropa de Connor me queda mejor a mi. —Bromeó uniendo los primeros botones.
—Egocéntrico.
—Llevaré a los niños al instituto y tú y yo... —Se acercó a mi y pasó las manos por mi cintura. —Follaremos, demasiado. —Habló pausadamente.
—Tengo que trabajar en la tarde. —Susurré.
—No vas. —Sugirió.
—Tengo qué ir. —Expliqué pasando mis manos por su cuello.
—Qué odiosa. —Ironizó rodando los ojos y yo sonreí.
—Pero.. Tengo unas cuantas horas para hacer esas cosas. —Pase mi dedo pulgar por su labio inferior y el no dudo en agarrarlo con sus dientes.
—No me provoques. —Susurró, me dio un tierno beso.
Se alejó de mi bajando rápidamente las escaleras, yo le seguí el paso. Ya abajo los niños estaban preparados para salir de la casa, me paré frente a ellos para darles la despedida.
—Bueno mis bebés, qué tengan un buen día. —Hablé dejando un beso en la frente de cada uno. —Hagan caso, Jake y Annie en especial, y tú Emma. —Ella levantó una ceja hacia mí. —No seas tan sarcástica, los profesores creen que te burlas de ellos.
—Ok mamá. —Masculló saliendo de la casa.
Abrí la puerta para dejarlos salir, miré de arriba a abajo a las tres personas que se encontraban en la puerta.
—Hola mamá oso. —Karol rio y sonrío mostrando sus dientes blancos.
—Huelen... Horrible. —Dije sinceramente, el olor a sexo y trago era muy reconocible para mi.
—¡Ya lo sabemos!. —Murmuró Luke en el medio.
—Luke se emborrachó. —Masculló Connor para luego empezar a reírse como nutria retrasada.
—¡Mami!. —Salió Annie a abrazarla.
—No nena, chu chu. —Le hizo un ademán para que se retirara. —Tu mamá. —Le habló lentamente. —Huele a mier...
—¡Si Karol, ve a ducharte!. —Ordené entrandolos.
—Vamos niños. —Liam tomó la mano de Jake y de Emma para empezar a caminar al auto.
—¡Hasta luego!. —Sacudí mi mano despidiendolos.
Entré en la casa, Karol, Connor y Luke estaban sentados en él sofá, Luz los estaba grabando haciéndoles preguntas.
—¿Qué es lo más vergonzoso que hiciste?. —Preguntó a Connor y el dudo un poco antes de responder.
—Me bajé los pantalones en medio de una carretera, estábamos de excursión y no tenía dónde cagar, así qué hice a lo tarzán, lo feo aquí es que un hombre venía manejando una mula y me vio el culo. —Luz no paraba de reír.
—¿Luego que pasó?.
—Me iba a pegar con un palo por que pensó que era un indigente y me tocó tirarle mierda en la cara para qué no me alcanzará.
—Que asco. —Susurró sin dejar de reír.
—¿Puedes dejar a los borrachos en paz?. —Pregunté divertida y ella negó con la cabeza sonriendo.
—Luke, ¿Por qué te gustan los chicos?.
—Por qué se siente rico que te den por el cu...
—Suficiente. —Le quité el celular a la abuela.
—Hey. —Se quejó.
—¿Qué?. —Pregunté a la defensiva.
—Nada mamá oso gruñona.
—A bañarse. —Le hablé a los tres y se pararon rápido.
—Gracias. —No se cómo subieron las escaleras pero lo hicieron.
—Ellos dormirán toda la tarde, y yo me voy de compras, no quiero escuchar sonidos raros. —Su opinión me hizo ruborizar un poco. —Yo estaba dormida pero no sorda.
—Lo siento. —Bajé la cabeza apenada.
—¡Más, quiero más!. —Imitó una voz chillona, cosa que casi me hace reír, le tiré uno de los cojines del sofá, ella no paraba de reírse.
—¡Ya!. —Grité divertida.
—¿Lo hace rico, Alanna?. —Preguntó con una sonrisa.
—¡Abuela!. —Reproché pero eso solo hizo que riera más.
—Se puso rojita, se puso rojita. —Canturreo.
—Déjame. —Gire la cara apenada.
—Me voy, dile a Liam que despacio, recuerda que más tarde tienes que ir al consultorio y no quiero que faltes por que no puedes caminar.
—Ok abuela. —Me senté en el sofá, espere a que ella se parará y se fuera.
Agarré la revista que estaba en el suelo y seguí leyendo el artículo. Espere un rato para luego ver a Luz bajar las escaleras.
Iba vestida con un vestido de flores, que le quedaba lindo con sus ojos grises y su cabello claro.
—Que te diviertas. —Me levanté para darle un beso en la mejilla.
—Tu también. —Me levantó ambas cejas divertida.
Agarró su bolso de la mesa y se encaminó hacia la puerta, antes de salir me miró.
—Me alegra verte tan feliz. —Le sonreí en modo de respuesta.
A mí también.
Espere a que Liam llegara, cuando tocaron el timbre me levanté alegremente a abrir aquella puerta.
—¡Ya voy!. —Grité abriendo aquella.
Quedé intacta al verlo mirándome con una sonrisa siniestra...
Dylan yacía parado en el marco de la puerta mirandome fijamente, mi mundo casi se cayó, mis pies temblaban y no me salían palabras ni acciones, estaba en shock, toda la historia la reviví en mi mente.
El romance, las promesas, la primera vez, el video, mi padre muerto.
—¿Que pasa Alanna, te emociona verme?. —Preguntó con una sonrisa abriendo la puerta.
—¿Q-Qué haces aquí?. —Tartamudee muerta de miedo.
Estaba paralizada, nada de ésto lo había planeado.
—Saca a mi padre de la cárcel. —Me exijio.
—¿Lo encerraron al fin?. —Pregunté, mi celular vibraba pero no le daba importancia.
—Alanna, no estoy de juegos, necesito que retiren la maldita denuncia.
—Es algo de hace años. —Susurré.
—¡ME VALE UNA MIERDA!. —Grito tan fuerte que me hizo retroceder.
Me temía a él, a mi pasado, al daño que me hizo.
—Se lo merece. —Levanté la cabeza con superioridad , intentando no romperme.
—¿Sí?. —Preguntó metiendo una mano en su bolsillo.
—Si. —Afirmé.
Todo fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de correr o moverme, su cuchillo estaba presionado en mi garganta, dándole paso a cortarla cuando quisiera.
—Ahora si pequeña Alanna, dime, ¿Se lo merece?. —Preguntó.
—Si. —Susurré.
—Con qué te las das de valiente.
—No me las doy, lo soy. —Respondí.
—Haber si luego de ésto lo serás. —Me tomó se la barbilla, lo miré furiosa.
Sentí un brusco empujón qué me hizo caer al sofá. Él se quitó la correa de su pantalón.
—¿Te gustan los latigazos?. —No me dio tiempo de responder por que ya me había pegado uno.
—Me encantan. —Murmuré aguantando el maldito dolor que tenía en la pierna.
—Qué bien. —Susurró metiéndome otro.
—Hijo de perra. —Me intenté levantar pero fue más rápido que yo para agarrarme del cuello.
—Deja de dártelas de valiente puta.
—¡PUTA TU MADRE!, A cierto no tienes. —Grité intentando zafarme de su agarré.
—Tampoco tienes padre. —Murmuró soltandome.
—Pero tengo a mi madre, la tuya está muerta y tu padre en la cárcel. —Lo molesté.
Qué llegué Liam rápido.
—Arriba están todos mis amigos. —Murmuré.
—Espero y no vengan a defenderte por que los cortaré en pedacitos. —Pasó su cuchillo por mi pierna.
—Tampoco le tengo miedo a esa porquería. —Mascullé.
—¿Y así?. —Sentí la sangre resbalarse por mi pierna.
Me había hecho un pequeño corte en la maldita pierna.
—¿Estás loco?. —Hablé buscando algo para limpiarme.
—Si. —Susurró.
—Dylan, vete. —Ordené presionando el trapo en mi pierna.
—No.
—Lo lamentarás en unos minutos.
—Haber y ¿por qué lo la...
La puerta abriendo lo alertó y se apresuró a abalanzarse.
—¡Liam, cuidado!. —Grité.
No se que maroma fue la que hizo Liam pero el maldito de Dylan quedó mirandome, Liam tenía el cuchillo en su garganta.
—Demonios enana, estás sangrando. —Susurró presionando el cuchillo.
—E-Espera viejo. —Tartamudeo Dylan cosa que me hizo reír.
—Mira hijo de puta. —Empezó Liam. —Te lo voy a decir solo una vez, Ally no está sola.
—Te lo dije Dylan. —Canturree en forma de burla.
—¡Ah!, ¿Con qué con esas tenemos?, él ex cobarde.
—Fingió estar sorprendido. —Ally llama a la policía.
Me apresuré a agarrar el celular, marqué el número de emergencia y les di la dirección.
—Pero antes de entregarte. —Susurró Liam cerca de su cara. —Voy a hacerte pagar... Por todo lo que le haz hecho a mi mujer.
Quitó el cuchillo de su garganta y con la agarradera le pegó en la nariz, haciéndolo sangrar inmediatamente.
Lo tumbó al suelo, su mano se impacto contra su mejilla, una y otra y otra vez, la cara de Dylan se llenó de sangre.
—No lo dejes inconsciente. —Dije, Liam asintió levantándose del suelo.
***
Advertencia ⚠ :
Este libro contiene escenas no aptas para todo público, como lenguaje explícito o escenas +18 , te sugiero que si no te gustan éste tipo de libros, no lo leas.
NO OLVIDES VOTAR SI TE HA GUSTADO, UNA ESTRELLITA ME AYUDA MUCHO.
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