Capítulo Dos
Al menos había llegado a casa sana y salva.
—Annie. ¿Dónde estabas? Estaba preocupada —mi mamá quien me estaba esperando en la puerta de la casa me abrazó.
—Lo siento mamá —sentí mis ojos llorosos —, estaba tomando un café con Andrea y se me pasó el día. No quería estar todo el tiempo encerrada.
—Mi amor, siento mucho haberte castigado, pero sabes que es necesario...
—Lo sé mami —cuanto hubiera deseado serle fiel a sus castigos.
—Entra a la casa. Vendrá tu tía para la cena de los viernes.
Lo que me faltaba.
—Está bien —respondí. No tardé en ir a mi cuarto.
Papá me miró desde la cocina pero no dijo nada, me limité a subir las escaleras, ya estando en mi cuarto, solté mi mochila.
Y cuando pensé que podía olvidarlo y ser fuerte comencé a llorar.
No me merecía esto, nunca lo he merecido.
Con un enojo frustrante me quité la ropa, jodida vida, me aparté las lágrimas de los ojos, yo era fuerte, podía soportar esto, podía hacerlo. Aunque muy en el fondo quería pedir ayuda.
Opté por meterme a la ducha lo más rápido posible, necesitaba olvidar, así que así lo hice; al terminar, opté por ponerme una camisa larga y unos shorts cortos, pues de igual manera iba a estar en casa el resto del día, así que no me preocupé por vestirme bien.
Sabía lo que venía a continuación, una cena incómoda, con miradas incómodas entre Jake y yo. Pero que más daba, no podía negarme ya era una costumbre hacer esto todos los fines de semana.
Desenredé mi cabello parando de pensar, al terminar me puse mis sandalias, bajé preparada para lo que vendría. La primera que vi fue a Emma sentada en la silla superior cruzada de piernas, con un vestido hermoso de color azul que resaltaba con sus ojos, su cabello castaño caía ligeramente sobre sus hombros dando un porte de superioridad.
Giré mi cabeza observando a mi tía Alanna, estaba hablando algo con su marido Liam en voz baja, carraspee la garganta haciendo mi llegada, todos giraron a ver a mi dirección y yo me sobresalté, no era que no me gustara la atención, sino es que tener tantas miradas encima me ponía nerviosa
—Hola nena —dijo Alanna —¿cómo has estado?.
Me acerqué para sentarme en la silla correspondiente, sabía que mamá y papá estarían en la cocina preparando algo o haciendo cualquier cosa, así que no me preocupé mucho, miré de nuevo a Emma que seguía concentrada en su celular.
—Bien al menos estoy respirando —dije a lo que ella tomó como broma.
Un estruendo me hizo girar la cabeza de un solo golpe, papá había dejado caer la bandeja con los bocadillos principales, mamá se acercó y le metió una palmadita con su mano, a lo que él río intentando salvar alguna de los bocadillos que habían caído.
—A veces me pregunto porque me casé contigo
—¿Qué no es obvio? fue por mi belleza sobrehumana —respondió él.
—Ajá —recitó mi madre.
Todos quedaron callados al escuchar el resonar de la puerta, mamá miró con exactitud mi rostro que estaba nervioso y ansioso porque sabía que era Jake y suponía lo que iba a pasar y la situación incómoda que iba a vivir a continuación.
—Yo abro —dijo Liam
—Te tocó servir para algo grandulón —dijo su hija mayor con desdén, él la fulminó con la mirada.
Al abrir la puerta el tiempo se detuvo, lo miré a los ojos y recordé mil veces el porque estaba enamorada de él, desde el principio hasta el final. me sonrió coquetamente, sabía que lo haría, pues era todo un coqueto, rodé los ojos haciéndome la difícil.
—He llegado familia —dijo con ese tono que a cualquiera podría mojarle las bragas.
—No hacías falta —mentí a lo que su madre me miró con curiosidad.
—No entiendo cuál es el problema con ustedes —empezó mi madre —, yo que tanto los shipeaba y ni se gustan.
Jake me siguió mirando, está vez con más curiosidad que antes, bufé tratando de no protestar.
—¿Vamos a cenar o no? —interrumpió Emma rompiendo la tensión.
—Si. Apropósito Emy —dijo mi mamá sentándose en la mesa, dejando que mi padre trajera el gran festín de comida —, ¿algún pretendiente? —Emma se atragantó con un pedazo de manzana que estaba comiendo.
—No, claro que no —explicó —, en el mundo de la química no caben los amoríos.
—Pero quizás en esa universidad a la que estás llendo encuentres un chico inteligente y sexy que te...
—Ya —habló Liam al ver la incomodidad de Emma —creo que a Em no le gusta hablar de su vida personal. Es mejor que no le preguntemos nada.
Emma suspiró casi aliviada.
Mi madre dirigió la mirada a Olivia que había entrado con su celular en mano.
—Oh, no. A mí ni me pregunten esas cosas —dijo ella antes de que mi madre hablaba —, que para empezar me da asco todo lo que me mire.
—¿Cómo te está llendo en eso de la veterinaria? —preguntó mamá a Alanna que estaba riendo de algo que había dicho su marido.
—Bien —habló distraída, yo agarré una papa francesa del plato, pero con mi suerte se cayó el tenedor al suelo con todo y papa.
Observé a Jake casi reírse mientras se acomodaba en su asiento enfrente de mí.
Maldito idiota.
Me agaché rápidamente cogiendo el tenedor en mis manos, tanto que logré visualizar la mano de Liam subiendo por la pierna de la tía Alanna. Al subir lo hice tan rápido que me golpee contra la mesa.
—¿Qué mierda? Annie... —habló mamá —, ¿que haces?.
—Nada —dije rápido —, no es nada.
Puse el tenedor encima de la mesa y tomé otro del portacubiertos, miré a Alanna...
Claro que sabe que los vi echándose mano en la cena familiar.
En realidad no era la única vez, pero yo solo trataba de ignorar el rostro sonrojado de ella cuando Liam se acercaba a su oído.
Tampoco es que estuvieran tan mayores, ambos apenas tenían sus treinta y tantos.
—Siempre tan torpe —murmuró Jake en un susurro que alcancé a escuchar, levanté la mirada de mi plato sin mover la cabeza y lo encontré mirándome.
—Al menos no soy tan idiota como tú.
—¿Quién dice que no?.
—No me hagas hablar, Jake.
—No se lo que se traigan ustedes dos, pero... —empezó Alanna, pero la interrumpimos.
—¡No me pongas en nada...
—... Con ella! —recitamos al mismo tiempo.
—¿Ven como están de enamorados? —se burló Alanna.
—Claro, enamorados... —luego bajé la cabeza a mi plato de nuevo.
—
Bien. A comer por favor —dijo Liam, yo me sentí aliviada, él siempre sabía sacar a la gente de ratos desagradables.
Y tras de que dijera eso, no se habló de nada interesante. Pero claramente las miraditas de Jake seguían ahí.
Al terminar la cena todos se despidieron, Emma se despidió con un beso en la mejilla aunque no era de mucho contacto físico.
—Nos vemos luego —dijo la castaña de ojos azules —, no hemos hablado mucho hoy pero te prometo que la próxima cena estaré contigo. He estado un poco ocupada leyendo un libro que salió por una aplicación.
—Vale, no pasa nada —respondí, ya conocía a Emma en algunas cosas —, igual también tenía que contarte algunas cosas, así que más te vale no tener tanta tarea esta semana.
—Eso ya lo veremos, aunque sabes que el trabajo se me facilita bastante, no demoro mucho en hacer las tareas de la uni, lo que más demoro es en escribir.
Y luego de eso salió de casa junto al resto de su familia. Jake no se molestó siquiera en decirme adiós.
Pero vamos, no podía irse tan feliz...
—Dile a Sasha que vigile a tu hermano —casi grité en la puerta, Emma me miró extrañada —, que con esos cuernos ya puede ser reno de navidad —dije seguido.
Jake perdió el color de su cara, mientras Alanna lo miró decepcionada, Liam estaba sin expresión alguna.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó mi madre detrás de mí.
—Diciendo la verdad —y tras de eso me encerré en mi cuarto.
...
JAKE
Maldita Annie...
Fui un estúpido al no hacer caso a sus amenazas, ya debería conocer que ella no se va con rodeos.
Desde que estábamos pequeños nunca dudo en hacer lo que quería.
No podía decir que no me gustaba, Annie es como mi hermana, pero cuando me dió ese primer beso hace diez años mientras jugábamos en mi casa, todo cambió.
Intenté alejarme de ella, no quería sentir estando tan pequeño, pero es que es hermosa, joder. Y esa hermosura andante me tiene jodido, y por jodido me refiero a que me mandó a la misma mierda confesando las infidelidades frente a mis padres.
Sasha no se merecía eso, Annie lo sabía, yo lo sabía. Pero no quería quedarme viviendo una aburrida relación, yo no soy así. Yo quiero miles de aventuras.
—No te criamos así Jake —empezó mi madre tras cruzar la puerta de mi casa, si supiera que no es lo único malo que hago.
—No te metas, mamá —hable con suavidad, para que no creyera que estaba faltandole el respeto.
—Solo queremos que entiendas que no puedes tratar así a una mujer —esta vez habló mi padre —, y menos a Sasha, esa chica ha sido buena contigo...
—Como si no supiera que se folla al capitán del equipo de rugby.
—Entonces termínale —sugirió mamá —, no estés en una relación donde solo son juegos sexuales, no vale la pena.
Empecé a subir las escaleras.
—Jake, tu madre te está hablando —dijo papá con un tono menos amigable —, baja ahora mismo.
Paré de subir pero no bajé.
—Miren, sé que se preocupan por mí, pero es mejor que dejen de hacerlo, estoy bien —les dí mi mejor sonrisa —, terminaré con ella lo antes posible, tienen mi palabra.
Y lo haría, no quiero seguir jugando al cuernudo pone cuernos.
—Vale —habló mamá.
—¿Puedo irme a mi habitación? —pregunté a mamá, ella miró a papá.
—Si puedes —dijo él.
Yo también quería estar con alguien que me entendiera solo con mirarme.
¿No se han sentido entre la espada y la pared? Digo, muchas veces quiero explorar, tener miles de aventuras, enamorarme muchas veces. Y otras, quiero estar así, con alguien en especial, con alguien con quien pueda estar toda una vida sin aburrirme.
A veces quiero enamorarme muchas veces pero de la misma persona. A veces quiero mi libertad.
Mis pensamientos son un poco confusos. Annie me odia, Annie nunca estaría con un niño a pesar de ser solo un año mayor, Annie solo me ve como su hermanito.
Al llegar a mi habitación me acosté en mi cama. Estaba tan cansado, observé mi celular.
Los imbéciles
Ty: ¿Alguien sabe donde es la fiesta de esta noche?.
Ney: ¿De las miles en el mundo? Imposible.
Paul: Por eso el grupo se llama asi.
Ty: Una fiesta de alguien que conozcamos.
Paul: Te mando la direcion al interno.
Ney: Dirección es con doble c y lleva tilde en la o.
Paul: No empieces a joder con tu maldita ortografia.
Ney: Ortografía tiene tilde en la i.
Paul a expulsado a Ney
Paul: Así está mejor.
Ty: ¿Sabes donde está Jake? Lo he llamado pero no ha contestado el celular.
Paul: Ha de estar en la cena familiar a la que siempre va.
Ty: Oh, si, cierto. Donde la familia falsa.
Paul: A mi también me hace gracia que él diga que esa vieja con buen culo es su tía.
Ty: No tanto por eso, sino que...
Dejé de leer y apagué el celular antes de llegar al tema de Annie, mis amigos eran unos completos estúpidos.
Me dí una ducha corta para calmarme, me jodía que hablaran mal de ella.
Tenía que aceptar la realidad, Alanna no es mi tía, Annie no es mi prima. Estaba solo...
Y lo que más me enojaba aceptar
Es que no sé cuando sucedió, no sé como, no sé porqué...
Pero yo, estaba completamente enamorado de Annie, de eso no había duda alguna.
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