Prologo
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo sólo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Para Hashirama Senju, el amor había pasado a ser sólo un desahogo de una sola noche con mujeres a quienes no volvería a ver en su vida. El castaño no siempre fue así y de hecho llegó a enamorarse perdidamente de la mujer que se convirtió en su esposa, no obstante, tras permanecer tres años casados, algo comenzó a cambiar en ella. Mito no quería tener hijos, esa fue la primera de las disputas que enfrentó la pareja y como una bola de nieve que baja una montaña, los problemas entre ambos se fueron haciendo cada vez mas grandes. A pesar de todo, Hashirama se seguía esforzando por mantener el matrimonio a flote y no fue hasta que su hermano menor le sugirió que Mito se había enamorado de alguien más, debido a su comportamiento, que el castaño decidió actuar, sin embargo, no lo hizo de manera correcta y terminó golpeando a Tobirama por levantar calumnias en contra de la mujer que amaba.
Creyendo que con Tobirama lejos de ellos, las cosas mejorarían, Hashirama le prohibió a su hermano volver a acercarse a ellos, no obstante, la relación entre la pareja iba en picada y fue su mejor amigo, Madara Uchiha quien terminó por abrirle los ojos.
Madara era socio y amigo del prominente empresario Hiashi Hyuga, un apuesto y joven viudo que residía en Suna desde la muerte de su esposa. Por una mera casualidad, el Uchiha coincidió con Hiashi en un viaje de negocios y para su sorpresa, la esposa de su mejor amigo estaba del brazo del castaño. Madara se ocultó para no ser visto y cuando el Hyuga dejó a Mito en su propia habitación del hotel donde se hospedaban, el azabache decidió abordarla en busca de una explicación.
Hiashi y Hashirama no tenían tratos y no se conocían personalmente. Mito era una reconocida cirujana y a pesar de haberse casado muy enamorada, pronto terminó perdiendo la alegría que dicha unión le había causado. No negaba que Hashirama era un buen hombre, sin embargo, para él, el hospital Senju, su puesto en el departamento de narcoticos, los trabajadores, las necesidades de sus amigos, vecinos y hasta los delincuentes a quienes debía capturar, siempre estuvieron por encima de ella. Por lo tanto, cuando le pidió que tuvieran un hijo, ella se negó, ya que no quería que alguien más tuviera que pasar por lo mismo.
En uno de los viajes de la pelirroja al hospital de Suna, conoció a Hiashi y no pudo evitar quedarse prendada de él. El Hyuga era un hombre muy reservado y no fue hasta su tercer encuentro, que logró tener una conversación con él. Durante su estancia en la calurosa cuidad, coincidieron en los mismos sitios, haciendo que la química entre ambos creciera cada vez más. Ella pudo identificar que Hiashi era muy sobre protector con las personas a quien quería, especialmente sus dos pequeñas hijas y su sobrino, a quien también consideraba su propio hijo, incluso se asemejaba al carácter de Hashirama, pero con la gran diferencia de que Hiashi si se enfocaba en las prioridades. Literalmente, Hiashi Hyuga deslumbró por completo a Mito y con el transcurso del tiempo, el deslumbramiento se convirtió en amor. El único problema, era Hashirama, su esposo legal y con quien apenas tocaba el tema del divorcio, la mandaba a callar, por lo tanto, Mito se arriesgó a continuar con la convivencia al lado del Hyuga.
Con el tiempo, conoció a los niños y a partir de ese momento, ella lo supo, no podría volver a apartarse de ellos. Meses después de comenzar a salir con el Hyuga, él la invitó a acompañarlo a uno de sus viajes de negocios y ella aceptó. Ellos no mantenían relaciones sexuales, ya que Hiashi tenía la intención de formalizar con ella, así que cada uno tenía su propia habitación en el hotel. Sintiéndose feliz, escuchó que sonaban la puerta y su corazón sintió que iba a estallar. La persona que la buscaba, no era Hiashi olvidando algo, sino el mejor amigo de su todavía esposo.
Alrededor de tres horas mas tarde, Madara se despidió de Mito con sentimientos encontrados y sintiéndose mal por la vida que había llevado su también amiga al lado de Hashirama, le prometió hablar con él y hacerlo entrar en razón, aunque de antemano sabía que no iba ser fácil.
Tal como lo supuso, no fue fácil y durante meses, Mito lidio para obtener el divorcio.
Tiempo después, Hashirama se enteró del lugar en que vivía su exesposa y fue a verla, queriendo gritarle a ella y a su ahora marido lo mucho que lo dañaron, no obstante, lo que aprecio lo dejo consternado y mucho mas dolido. En ese momento entendió que quizás se había equivocado, ya que Mito nunca sonrió de la manera que lo estaba haciendo, mientras su esposo y tres niños comían dangos. Mito sostenía en brazos a una niña de algunos dos años, mientras los otros dos corrían y a pesar de no ser su madre, eso era lo que reflejaba
Sus ojos se humedecieron y la idea de hablar con ellos ya no le resultaba tan tentadora cómo antes de verlos. Lanzó un suspiro y sin ser visto se marchó con la esperanza de nunca más volver a verlos.
...
Quince años después, sus compañeros lo convencieron de ir a un antro donde había bailarinas exóticas y fue ahí, en una de las muchas noches que asistió, donde su cordura comenzó a flaquear.
Sus orbes no pudieron apartarse de la seductora diosa que se movía al compás de la música. A pesar de portar un velo semitransparente de acuerdo al vestuario, se podía apreciar el contorno de su perfecto rostro. La chica danzaba como una odalisca y con los sensuales movimientos de sus caderas, mantuvo la atención de la mayoría de los hombres sobre ella. De pronto, sus orbes se encontraron y ella le sonrió al mismo tiempo que lo llamaba con el dedo índice. Los vitoreos de sus amigos no se hicieron esperar y entre todos lo acercaron a la tarima donde bailaba la joven. Ella extendió los brazos en busca de ser recibida y por supuesto, Hashirama no se negó a sostenerla.
—¿Me ayudas a bajar guapo?—como si estuviera hipnotizado tras escuchar el pedido y recibir un fugaz beso en los labios, el Senju obedeció y fue en el momento en que la colocó sobre el piso que lo sorprendió un par de flashes.
—Las tenemos Hina... vámonos ya—sin saber que había pasado, la joven se deslizó de su agarre como si fuera una sardina y salió corriendo siguiendo a tres jóvenes.
—¿La dejarás ir?—cuestionó Tobirama regresándolo a la realidad y cuando reaccionó, se apresuró a ir tras ella, pero lamentablemente no encontró ninguna señal se su paradero.
—Así que Hina ¿eh?—de pie en el estacionamiento cerró los ojos percibiendo el relajante aroma que se quedó sobre su camisa—¿Porque tienes el mismo color de ojos que él?—cuestionó tensando la mandíbula.
[...]
Durante su corta vida, Hinata siempre creyó que en las bodas cuando el sacerdote preguntaba si había un impedimento, hablar ahora o callar para siempre, era solo un conjunto de palabras para añadir a la ceremonia religiosa y cuando le tocó estar con su futuro esposo frente al altar a escasos segundos de ser declarados marido y mujer, el sacerdote lanzó la pregunta mientras ellos no dejaban de verse el uno al otro. Lamentablemente el balbuceo de un bebé, aunado a los murmullos de los invitados y finalmente las tres palabras que terminaron con toda su sueño de vivir legalmente al lado del amor de su vida, retumbaron en su cerebro.
—Yo me opongo—Hinata volteó al igual que el novio—no puedes casarte sin saber que eres padre—los murmullos de los invitados, la molestia de sus padres, al igual que la de su primo y Hanabi, no hicieron que Hinata dudara de su prometido. No fue hasta el momento en que esa chica castaña levantó al bebé de dos meses que sus ojos vieron lo que se negaba a ver. Cabello rojizo y ojos jade, no había necesidad de pruebas de paternidad.
—Gaara ¿que significa esto?—cuestionó Hiashi. El pelirrojo miró a Hinata y no supo que decir, dejando claro que la mujer no mentía.
Hinata miró a sus amigas, a su familia, al bebé y como si la humillación hubiera sido poca, terminó por desmayarse.
...
La ojiluna estuvo meses fuera de Suna obteniendo su licencia en enfermería en una de las universidades médicas mas grandes del país y cuando finalmente obtuvo lo que deseaba, avisó a su familia que no regresaría a Suna donde todos recordaban a la patética novia abandonada.
Se mudó a Konoha, donde Sakura logró conseguir un puesto para ella. Su familia no estaba de acuerdo, pero ella no retrocedió y como no la dejarían sola, también ellos se tuvieron que mudar.
La vida parecía sonreírle, se sentía cómoda formando parte del equipo médico y convivía con sus amigas, sin embargo un día que salía de su turno, se encontró a sus amigas discutiendo con cuatro compañeras del mismo hospital.
—Como ya lo dije... este lugar no es lo suficientemente grande para compartirlo con ustedes—afirmó una médica pelirroja de nombre Karin.
—¿Y que propones? Porque nosotras pensamos lo mismo—preguntó de manera retórica Ino.
—¿Que tal un desafío? Las que ganen se quedan y las que pierdan tendrán que renunciar—propuso una enfermera de nombre Izumi.
—¿Renunciar? No, las perdedoras deberán laborar en el sanatorio mental del médico Orochimaru—desafío Sakura.
—¿Estas loca? Ese hombre es un demente, ademas quienes entran a trabajar con él, terminan siendo juzgados como corruptos—declaró Mei, otra de las médicas.
—Vaya, parece que tienen miedo... la próxima vez, piensen bien antes de molestarnos, porque como pueden ver, con nosotras, es todo, o nada—añadió Tenten, lista para irse.
—Esta bien, pero como ustedes marcaron lo que pasará con la perdedoras, nosotras seremos quienes escogeremos la lista de los desafíos—Tenten y Sakura miraron a Shion con despreció y asintieron estando de acuerdo.
...
—Pero Sakura, yo nunca he hecho algo así, me da mucha vergüenza, ademas se suponía que yo debía encargarme de algo mas—Hinata veía sonrojada la ropa y la espada con la que debía realizar la danza frente a todos esos hombres.
—Hina, te juro que si no lo haces te patearé el trasero—amenazó Sakura.
—Y nosotras le ayudaremos—la ojiperla miró a Ino y a Tenten.
—Esas brujas lo hicieron a propósito y no podemos dejar que esto nos detenga, ademas, tú lucirás mejor que nosotras ese atuendo... ten confianza—Sakura le dio la confianza que necesitaba en ese momento y sin querer pensarlo por mas tiempo, se vistió para salir a lograr ese reto.
Continuara.
Esta es la nueva historia Hashihina que también ya tenía mucho tiempo guardada en mis borradores, ojalá les guste. Me disculpo por los errores de ortografía que seguramente se me quedaron sin verlos, apenas los encuentre y los iré corrigiendo.😊💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top