Capitulo 5

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

La pregunta es ¿donde conseguiremos un auto para retar a esos arrogantes tipos?—cuestionó Ino, mientras mostraba una hoja con varios números anotados—De alquilarlo, deberemos ser precavidas, dado que podrías estrellarte en él—repuso mirando directamente a Tenten.

—Quizás podamos comprar uno de medio uso, yo tengo algunos ahorros y si juntamos los de las cuatro, tengamos lo suficiente para adquirir lo necesario y hacerlo lucir como uno de carreras—sugirió Sakura.

—¿En serio? ¿Tienes idea lo que cuesta convertir un vehículo normal en uno arreglado para correr?—cuestionó Ino.

Hinata escuchaba la discusión, tratando de pensar en algo que les ayudara a conseguir el dichoso auto. Si bien es cierto que cada una contaba con uno propio, también era cierto que no lograrían convencer a los varones de aceptar una carrera con ellos y por el contrario, estaba segura que se burlarían de ellas apenas los retaran.

—¿Y si compramos uno a muy bajo costo y lo disfrazamos? Quiero decir, que no tenemos que gastar en arreglar el motor, ni el millage, simplemente, podemos hacerlo parecer imponente, tal como los que seguramente se presentan allí, después de todo, el reto consiste en lograr que nos acepten, no en ganar, lo cuál, obviamente no lograremos—las tres amigas la miraron y cada una pensó en lo que dijo la Hyuga.

—De hecho, es una buena idea—repuso Tenten—pero no será necesario comprar uno... el mío es el que mas se asemeja a los autos deportivos y tal como dice Hina, sólo podríamos disfrazarlo—a decir verdad, la castaña tenía razón, ya que si algo le sucedía al coche, el seguro se encargaría de todo—incluso podríamos hacer algo para reunir el dinero necesario y llevar a cabo los arreglos, de ese modo, no tocaríamos nuestros ahorros en algo tan superficial.

—¿Y que propones para reunir una buena suma?—Sakura también coincidió con la idea de la ojiluna y ahora pensaba en obtener ganancias.

—Venta de segunda mano—sugirió Ino.

—Dudó que obtengamos lo suficiente—añadió Sakura.

—Quizás no lo suficiente, pero si a eso le sumamos mas ideas, la suma ira en aumento... por ejemplo, Hina puede vender dangos y platillos a sus vecinos, además, es fácil anunciarlo por las redes sociales y estoy segura que los compañeros del hospital, quedarían fascinados—la ojiperla se sorprendió, pero no se negó, después de todo, era buena idea—Luego esta Ino, quien es la mejor maquillando y peinando, eso sería de mucha ayuda ahora que vienen las fiestas de graduación—decreto Tenten.

—Si y nosotras recaudaremos todos los artículos que ya no nos sirvan para venderlos—Sakura se dirigió a Tenten y esta asintió—Pues entonces ¿que esperamos? Vamos que el tiempo apremia—las cuatro se veían motivadas, necesitaban actuar con rapidez, pero sobre todo, con discreción, ya que nadie podía enterarse del motivo que las movía a realizar esas extrañas actividades. Lo que harían en esa pista de carreras era ilegal y si los Uchiha, o peor aún, Neji Hyuga se enteraba, todo podía venirse abajo y para la ojiperla, también estaba el peso de su relación con el hombre ocupando el puesto mas alto en la policía de Konoha.

...

Durante tres días, las chicas no tuvieron tiempo ni de verse con sus parejas, ya que apenas terminaban sus turnos, continuaban con lo planeado, no obstante, el cuarto día, se reunieron ya con todas las ganancias y por supuesto, llevando también el coche de Tenten.

—¿Es aquí?—cuestionó Sakura y la Yamanaka asintió. Ino contactó a un amigo y esté le recomendó un taller donde podrían realizar las alteraciones del auto. Le aseguró que nadie dudaría que el vehículo no era uno creado para correr.

—¡Hola!—un apuesto rubio de ojos azules las saludo con una gran sonrisa, sobre todo, al escudriñarlas a todas, ya que las chicas le parecieron muy bellas—Mi nombre es Deidara ¿en que puedo ayudarlas señoritas?—su cabello largo y rubio, estaba atado en una coleta alta y se asemejaba al de Ino.

—Soy Ino, y ellas son Sakura, Hinata y Tenten—las tres asintieron en forma de saludo—Estamos aquí para solicitar tus servicios—la Yamanaka le explicó lo que necesitaban y Deidara, quien se mantuvo serio, finalmente sonrió.

—Entonces están en el lugar indicado ¡eh!—Tenten llevó el auto hasta el interior del taller y el rubio lo revisó en su totalidad. Luego de terminar, se concentró en una tableta y al final les mostró el resultado—Y bien ¿que les parece?

—¡Es perfecto!—exclamó Sakura—Estoy segura que todos creerán que es un auto hecho exclusivamente para las carreras.

—De eso no tengas dudas lindura, incluso le agregaré unos efectos especiales, mismos que dejarán convencidos a todos—añadió con suficiencia, sin dejar de sonreírle a la Haruno, quien se sonrojó tras la atención que estaba recibiendo por parte del rubio.

—¿Lo puedes tener listo para mañana mismo?—cuestionó Tenten, sacando al rubio de sus pensamientos.

—No acostumbró hacerlo en tan poco tiempo, pero tratándose del pedido de tan bellas damas, haré una excepción—Hinata e Ino contenían la risa ante el nerviosismo y la incomodidad que se reflejaba en la siempre segura Sakura y Tenten solo pensaba en lo que haría el día siguiente durante dicha reunión clandestina.

—Bien, en ese caso, mañana a esta misma hora, pasaremos a recogerlo—decreto Tenten, luego de entregar el pago correspondiente, el cuál dicho sea de paso, fue muy elevado y no lograron completar con lo ya reunido, por lo que no tuvieron mas remedio que disponer de sus cuentas, desde de todo, el trabajo valdría la pena y tampoco las llevaría a realizar un gasto mucho mayor.

—Finalmente tendremos un descanso—aseguró Ino, quien se había pasado los últimos días recibiendo a las chicas que estaban por graduarse y querían lucir hermosas para las fotografías y las fiestas. Eso le impidió estar cerca de Itachi y aunque hablaban a diario, ella no había dejado de tener esa ansiedad en su pecho.

—Tienes razón, ya no me quedaré hasta la madrugada horneando dangos—aseguró Hinata, quien tuvo múltiples complicaciones para mantener lejos a Hashirama y por fin esa noche saldrían juntos—y no te preocupes Tenten, yo pasaré a recogerte mañana—le dijo mientras la llevaba a su casa. Ino y Sakura también se habían marchado para reunirse con sus parejas, siendo la Hyuga quien se ofreció a llevarla.

—No te preocupes, le comenté a Neji que dejaría mi auto en el taller para que le arreglaran un neumático y me dijo que el me llevaría al hospital, después de todo, tenemos días sin vernos y...—la Hyuga se ruborizó al entender que seguramente ella pasaría la noche con su primo y por ende, sería él, quien la llevaría.

—Está bien, pero si me necesitas, sólo llámame—la joven estuvo de acuerdo y se despidió una vez que arribaron a su hogar.

Hinata se duchó y se mantuvo un largo rato en una videollamada con su familia. Al concluir, se apresuró con su arreglo, ya que Hashi debía estar por llegar y suponiendo lo molesto que se ponía tras sus negativas para verse, no podía hacerlo esperar.

Cuando hubo terminado, se miró en el espejo para comprobar que todo estuviera en orden y tal como lo pensó, el timbre le anuncio que él ya había llegado. Tratando de contener los nervios que aún le causaba ese apuesto hombre, suspiró tomando valor de abrir.

—¡Mi ángel!—no tuvo tiempo de reaccionar, pues Hashirama la aprisionó entre sus fuertes brazos—Ya no sabía que pensar, creí que te habías cansado de mí y no encontrabas la manera de decírmelo—se alejó un poco para verla a los ojos y al hacerlo, ella comprobó que no bromeaba. Aparentemente, él si llegó a pensar que ella ya no quería verlo.

—No suelo ser así y ten por seguro que si un día eso llegase a pasar, tu serás el primero en saberlo, por lo tanto, espero lo mismo para mí... no tolero los engaños—el Senju notó un poco de ansiedad en la última frase que ella le dirigió y no quiso quedarse con la duda, ya que, a pesar de haber hurgado en la vida familiar de la Hyuga, prácticamente no sabía nada sobre su vida amorosa. Madara no dijo absolutamente nada y si quería respuestas, las tendría que obtener por sus propios medios.

—¿Que pasa? Noto inseguridad en tu voz ¿acaso alguien jugó con tus sentimientos?—Hinata se reprendió por hablar sin pensar.

—Yo me refiero a que nosotros ya hablamos de este tema y estuvimos de acuerdo en respetar la relación, pero si uno de los dos quiere terminarla, sólo tendrá que decirlo, después de todo ¿quien quisiera quedarse con alguien que ya no siente nada por su persona?—efectivamente, ellos ya lo habían hablado, pero el instinto del Senju le gritaba que había algo mas tras las dudas de la Hyuga.

—Si, tienes razón—dejando sus dudas para después, volvió a abrazarla, acto seguido, le plantó un apasionado beso que dejó a ambos con las respiraciones irregulares.

—Creó que es mejor marcharnos, alguien de los vecinos podría vernos—la cordura de la joven la obligó a tomar un poco de distancia.

—¿Y que? ¿Acaso no eres mi novia?—cuestionó molesto ante el miedo de la chica—Ah si, lo olvidaba, no quieres que nadie se entere acerca de lo nuestro—aunque trataba de mostrarse normal, ella pudo percibir el sarcasmo y la molestia en su tono de voz.

—Aún si todos lo supieran, tampoco me gustaría que alguien nos viera así... Me refiero a que—la ojiperla se sonrojó y Hashirama al entender lo que quería explicar, sonrió divertido. Aparentemente su linda niña era muy tímida y le daba vergüenza demostrar afectó frente a otras personas.

—Está bien, vamos—sin esperar respuesta, le tomó la mano y ella apenas logró cerrar la puerta para seguirlo—te llevaré a un lugar discreto donde podemos estar tranquilos sin que ninguno de nuestros amigos nos vea—ella se mantuvo en silencio mientras lo veía de reojo conduciendo concentrado en el camino—¿Te gusta lo que miras?—ella se sorprendió y de inmediato se movió nerviosa por ser atrapada en el acto. El Senju llevaba prácticamente todo el trayecto notando como lo veía y no resistió la idea de molestarla.

—¿A donde iremos?—evitó responder y en su lugar, preguntó lo primero que se le ocurrió. No podía decirle que si, si le gustaba mucho lo que veía y las mariposas en su vientre sólo se aceleraban al imaginar que volvería a estar presa de sus cálidos brazos. Desde que lo conoció, algo en ella había cambiado y se sorprendía de sus propios pensamientos, dado que a menudo soñaba despierta pensando como sería entregarse a él. La noche anterior, mientras horneaba los dangos, tenía el televisor encendido y dadas las horas, trasmitieron programación para adultos, ella no prestó interés hasta que al levantar la vista del celular, miró a la pareja de protagonistas haciendo el amor. Se olvidó del celular y se centró por completo en las románticas escenas, las cuales fueron subiendo de tono, hasta convertirse en algo rudo, no obstante, eso no disminuyó su interés y poco a poco se imaginó a ella siendo poseída por Hashi.

—A mi casa—respondió estacionando el auto. Si ella quería que nadie los viera, el mejor lugar era su casa, por lo que desde en la tarde, organizó una cena romántica en el ahora majestuoso jardín trasero. La noche era agradable y la mesa fue arreglada con velas.

—Pero, dijiste que saldríamos—la joven se quedó boquiabierta cuando uno de los empleados los condujo hasta donde estaba la mesa. Eso era mucho mas bella que cualquier restaurante en los que hubiera estado anteriormente, ya que la silenciosa noche, era acompañada por una brillante luna.

—Quería que te sintieras cómoda, pero si no te gusta, podemos ir a otro sitio—aunque no lo demostrara, el castaño se sintió decepcionado ante la idea de descartar la cena que se esmeró en preparar para ella.

—¿Hiciste esto para mí?—Hashirama asintió—Es increíble y por supuesto que no quiero ir a otro lado—aseguró, mirando todo el entorno, mismo que desde la entrada hasta el lugar donde se hallaban, se veía muy diferente a la vez anterior, pues esa noche, ella pudo apreciar una gran variedad de flores, incluyendo girasoles—Todo es bellísimo—la genuina sonrisa del Senju no se hizo esperar y viendo la admiración que ella mostraba por el jardín, se sintió orgulloso de haberlo mandado renovar dos días atrás.

—En ese caso, sentémonos—sin más, abrió la silla para la ojiperla y ella le sonrió agradecida. El castaño hizo una seña a los empleados y estos a su vez, le acercaron dos copas y a una botella de champán—Esta vez no tienes excusas para no acompañarme a beber un poco—ella ni siquiera estuvo cerca de contradecirlo, dado que aún se hallaba fascinada y sobre todo, alagada. Durante su relación con Gaara, él siempre se esforzaba para hacerla sentir especial, eso nunca podría negarlo, no obstante, Hashirama tenía poco de conocerla y ya la había dejado sin palabras, incluso se sentía dentro de un cuento de hadas.

—Salud—chocó la copa con la de Hashi y se sonrojó al ver parte de su fornido pecho. La camisa azul que llevaba puerta, tenía los primeros botones desprendidos, al igual que las mangas arremangadas dejando expuestos los brazos y por ende, ella pudo apreciar la bronceada piel a la luz de las velas.

—¿Ya te dije lo hermosa que estás?—esa actitud tan espontánea y a la vez despreocupada, le sumaban virtudes al sensual y apuesto hombre que había comenzado a admirar. Ante sus ojos, Hinata creía que Hashirama era el hombre perfecto, no había otra forma de definirlo.

—No, pero lo agradezco—las orbes de ambos quedaron conectadas y fue ella quien dejó de verlo. Quería decirle que él se veía mas guapo esa noche, pero no tuvo el valor de hacerlo, aunque su forma de verlo, no dejaba lugar a las dudas.

—Con permiso—una mujer algo entrada en años se acercó y colocó los platillos frente a cada uno, junto a los cubiertos que usarían y en cuanto terminó, preguntó si necesitaban algo más. El Senju negó y ella se retiró.

—Espero que te guste, Kede ha sido cocinera de mi familia desde que puedo recordarlo y cuando se me ocurrió invitarte, no dude en llamarla—ella sonrió y en cuanto probó la comida, le dio la razón.

—¿Ella trabaja en otro sitio?—cuestionó con curiosidad, mientras probaba la exquisita cena.

—Antes vivía aquí, pero desde que entre a formar parte de la policía, raras veces venía a comer, por lo tanto, optamos por que se quedara con Tsunade y sólo viene una o dos veces por semana, tal como lo hace en casa de mi hermano menor—la curiosidad de la Hyuga aumento, ya que sabía muy poco sobre él.

—¿Tienes un hermano menor?—sabia la respuesta, sin embargo, quería que Hashi le hablara sobre su familia.

—Si, su nombre es Tobirama y al igual que Tsunade, mi sobrina, él trabaja en el hospital, quizás ya lo hayas visto—era de suponerse, después de todo, ambos laboraban en el mismo sitio.

—Conozco a la doctora Tsunade, pero no creo haberme encontrado con él—respondió con sinceridad, ya que según sus amigas, el Senju menor era un hombre extremadamente apuesto y sólo con verlo, les daría la razón, ademas, lo miró únicamente en la fotografía que tenía Madara y estaba segura de nunca haber coincidido con él.

—Espero que cuando lo conozcas no te asuste, mi hermano se comporta como un anciano amargado, de esos que no toleran los juegos y los errores—la chica lo miró desconcertada y el varón rompió en agradables carcajadas, las cuales, poco a poco, la contagiaron—Sólo bromeó—le aseguró aún sonriendo—Tobirama si es muy correcto, pero te aseguro que es un buen hombre—ella asintió y pudo apreciar que Hashirama se sentía orgulloso de su hermano—Y que hay de ti ¿tienes mas familia ademas de tu protector primo?—el corazón del Senju latía irregularmente ante la respuesta que iba recibir.

—Si, además de Neji, a quien quiero como a mi hermano mayor, tengo a mis padres y a dos hermanos menores... bueno, una hermana y un hermano—aclaró sonriendo al recordarlos.

—Vaya ¿entonces eres la mayor de tres?—a pesar de ya saberlo, se sintió ansioso y quería que ella le hablara más acerca de ellos.

—Así es—continuó la joven—mi hermana Hanabi es quien me sigue y por último está Hiro, mi hermanito de sólo diez años.

—Tus padres esperaron mucho entre tú y él—añadió con la intención de obtener mas información.

—Lo que sucede es que mi madre murió cuando nació Hanabi y años después, papá volvió a casarse.

—Ya veo, tienes una aterradora madrastra—soltó en broma, o al menos eso creyó la Hyuga.

—Créeme, ella es todo, menos aterradora, de hecho, apenas la conocimos, comenzamos a quererla y cuando se caso con mi padre, la consideramos como a una verdadera madre... ella es lo mejor que nos pudo pasar, incluso puedo asegurar que llegó a nuestras vidas cuando mas la necesitábamos—Hashirama trataba de mantener su semblante amable, pero estaba haciendo un gran esfuerzo—Fue difícil quedar huérfanas a tan temprana edad y aunque mi padre trataba de mantenernos bien, le era muy difícil debido a sus múltiples ocupaciones, lo que trajo una nube de oscuridad y tristeza a nuestras vidas. Hanabi pasó sus primeros años sólo al cuidado de niñeras, por lo que yo me aseguré de darle todo mi tiempo, lo cual no hubiera sido posible sin la ayuda de Neji, no obstante, papá se volvió muy sobre protector con los tres y no nos dejaba hacer lo que los niños de nuestra edad solían hacer, sólo convivíamos con los amigos de aquí y eso no sucedía a menudo—la joven se había puesto melancólica al recordar los años posteriores a la muerte de su madre—Fue entonces que llegó ella y como si se tratara de un reluciente rayo de sol, se llevó toda la oscuridad. A partir de su llegada, todo cambio para bien—el Senju sintió una punzada en su pecho al recordar los años que odió a la familia Hyuga por tener lo que en ese tiempo mas amaba, pero como siempre ocurre, la historia tiene dos lados y ahora veía el otro—Perdóname, creo que me deje llevar por los recuerdos y terminé aburriéndote—la Hyuga prefirió concluir la conversación sobre su familia, ya que la expresión del Senju parecía de aburrimiento.

—Tu conversación nunca podría aburrirme y me siento contento de conocer un poco mas sobre ti—se maldijo mentalmente por no poder ocultar sus reacciones y ahora ella parecía incómoda.

—Claro—fue todo lo que dijo ella y continuó degustando la cena, misma que según el castaño, apenas tocó.

—¿Pasa algo con la cena? No has comido casi nada—temía haberla incomodado, no obstante, Hinata ya se sentía satisfecha, incluso pensó que había comido mas de la cuenta

—No pasa nada, es sólo que ya no creo poder comer mas—respondió mirando que él había terminado prácticamente todo lo que le pusieron en los platos.

—Entonces vamos—se levantó de la silla y caminó hacia ella tendiéndole la mano.

—¿A donde?—cuestionó la chica aceptando la invitación.

—Comienza a hacer un poco de frío y es mejor pasar adentro—los empleados se quedaron a recoger la mesa y el Senju les indicó que cuando terminaran podían marcharse—Aquí estaremos mas cómodos—con delicadeza, condujo a la Hyuga hasta el sofá de tres personas y antes de sentarse junto a ella, le entregó una copa, igual a la que le dio antes de la cena.

—Gracias—a pesar de no querer probar nada mas, ella no tuvo el corazón para rechazarlo. Hashirama se había esforzado mucho por hacerla sentir cómoda y ella quiso hacerlo feliz aceptando cada detalle, incluso las deliciosas fresas cubiertas de chocolate que le acercó al mismo tiempo que se sentó muy cerca.

—¿Están dulces?—le pregunto luego de verla morder una de ellas. A decir verdad, tuvo que distraerse para no descontrolarse mientras la joven lamia el jugó que salió de la fruta.

—Si—respondió extasiada por la combinación de sabores y al percatarse de cómo él la observaba, se sonrojó—compruébalo tú mismo—con torpeza, se limpió las comisuras de sus labios y tomó otra fresa del contenedor para ofrecérsela.

—Mmmm, si son dulces—el sonrojo de la chica aumentó, ya que el Senju ignoró la fresa que ella le ofreció y en su lugar, tomó de su otra mano, la que Hinata había mordido. A pesar de haber estado saliendo con él, la Hyuga no dejaba de sorprenderse cada vez que Hashi hacia algo similar—pero estoy seguro que lo son aún mas en tú boca—dejando todo de lado, la acercó a él y la beso.

Desde su divorcio, ninguna mujer lo había llevado al límite de la resistencia, como lo había hecho ella, sin embargo, su cerebro le decía que no debía apresurarse, mientras que sus otros sentidos, los mas primitivos, le gritaban lo contrario. En los últimos años, se dedicó a saciar sus necesidades con cualquier mujer que estuviera dispuesta a pasar sólo una noche de sexo sin ningún tipo de compromiso, por lo tanto, no necesita citas previas, ni nada relacionado al cortejo. Ese detalle, aunado al de la juventud de la ojiluna, estaba jugando en su contra y no sabía por cuanto tiempo lograría contenerse antes de ir mas lejos.

Hinata se dejó llevar por las ardientes caricias de las experimentadas manos masculinas. Hashirama la besaba de manera demandante y poco después, se vio recostada sobre el sofá, con él sobre ella. Su corazón latía tan fuerte debido a la excitación ante lo que podía seguir. Sabía que debía detenerse, no obstante, su cuerpo se sentía en llamas.

—E-espera Hashi—las manos de Hashirama se habían adentrado hasta tocar sus piernas por debajo del vestido y eso le bastó para recuperar la cordura. Debía detenerse, antes de volver a perderse en el deseo que sentía por ser suya.

—Lo siento mi ángel—el Senju tuvo que obligarse a retroceder, no obstante, toda su anatomía, especialmente su entrepierna, se sintió muy adolorida—parece que a tú lado, pierdo la sensatez... me enloqueces—confesó con sinceridad. La Hyuga lo miró y a pesar de no decirlo abiertamente como lo dijo él, también se sentía enloquecida cuando estaban juntos y no sabía si podría resistirse por mucho tiempo, total, de nada le había servido permanecer casta en su relación anterior. Cada vez que avanzaban más de la cuenta, ella lo detenía y se obligaba a pensar que pronto podrían disfrutarse plenamente, después de todo, no faltaba mucho para el matrimonio ¿y que obtuvo? Igual resultó engañada, ya que mientras ella se negaba hasta después de la boda, él si saciaba sus deseos con otra mujer. No se arrepentía de no haberse entregado a Gaara, pero no pensaba hacer lo mismo con Hashirama—¿Esta todo bien?—le preguntó al verla distraída y algo cabizbaja.

—Si, es sólo que... ya sabes, alguien podría entrar y vernos así—dijo lo primero que se le ocurrió y después se sintió tonta.

—Bueno, ese no es ningún problema, después de todo, no pienso tomarte en un sofá y de haber continuado, lo haríamos sobre mi cama—la joven se sonrojó de sobremanera y el varón volvió a reír ante su timidez.

—¡Hashi!—lo reprendió avergonzada.

—Está bien, no te molestes—sin mas remedio, se recompuso y se sentó debidamente para continuar con la velada—Ahora dime ¿que estuviste haciendo estos días que te impidió estar conmigo?—viendo el nerviosismo que mostraba la chica, el Senju sintió mas curiosidad por saber lo que hacía y mantenía celosamente oculto. Algo le decía que todo tenía que ver con la noche en que la vio bailando en aquel antro.

—Bueno, lo que sucede es...—¿que debía responder? No estaba lista para esa pregunta—estuve con mis amigas ayudando a Tenten con unos trabajos en su apartamento. Ella quería re decorar todo y nosotras nos ofrecimos para ayudarla—el varón arqueó una ceja sin creerle nada, no obstante, fingió que si lo hacía y en su interior, se prometió averiguar que era lo que esas chicas ocultaban.

—Eso significa que tampoco ellas estuvieron con sus parejas ¿verdad?

—Así es—respondió con la verdad y pronto recordó que él debía conocer a esa chica que tenía a Ino muy insegura—Y hablando de otras cosas ¿conoces a una chica de nombre Yugao? Ella es parte del equipo donde se encuentra Itachi.

—Si, ella y Fuka, llegaron en un grupo que venía de otra ciudad ¿porque el repentino interés en ella?—eso si que intrigó al Senju y dejó a la joven incómoda tras escuchar el nombre de la tal Fuka.

—Es solo curiosidad por la aparente cercanía que mantiene con Itachi, eso es todo—el varón entendió de donde venía la curiosidad y no supo que decir, pues a pesar de no haber visto nada fuera de lo común, si escuchó que Yugao pasaba mucho tiempo cerca del chico Uchiha, incluso comían juntos en la oficina de Itachi.

—Ya veo—él no quería decir nada al respecto y optó por cambiar de tema—¿te sirvo otra copa?

—Es algo tardé y lo mejor será marcharme, ambos debemos levantarnos temprano—muy a regañadientes, el Senju estuvo de acuerdo con ella y fue a dejarla a su hogar.

—Que descanses y espero que sueñes conmigo—Hinata también sonrió con las ocurrencias del castaño y se acercó a darle un beso—te veo mañana ¿de acuerdo?—ella recordó la carrera, no podía verlo hasta el Sábado.

—Mañana no puedo—la sonrisa del Senju se esfumó por completo.

—¿Porque no? Estoy empezando a creer que me ocultas algo—se sentía molesto por sus negativas y no lo ocultaba.

—No, no se trata de nada malo, es sólo que prometí reunirme con mis amigas en el apartamento de Tenten... ya sabes, celebraremos que pudimos terminar con la nueva decoración—ella era muy mala mintiendo, no obstante, Hashirama volvió a fingir que si le creía.

—Esta bien, pero después no aceptaré mas negativas, o yo también me uniré a tus reuniones... soy bueno escuchando y puedo aprender a pintar las uñas, tal como lo hacen las chicas en sus reuniones—de nuevo las risas de ambos se mezclaron y después de otro beso, el varón se marchó.

La ojiperla sabía que debía tener cuidado con Hashi, era evidente que sospechaba algo y no podía arriesgarse, por lo tanto, pondría sobre aviso a sus amigas sin exponer su relación.

[...]

El día había transcurrido con rapidez y en cuanto concluyeron sus turnos, las chicas se reunieron en el estacionamiento del hospital.

—Aquí está todo lo que les prometí—Sakura abrió el maletero de su auto y les mostró las máscaras que debían usar esa noche—y después de lo que nos dijiste sobre despistar a cualquiera que sospeche de nosotras, también traje los atuendos que llevaremos, así no tendremos que regresar a casa para cambiarnos y lo haremos de camino a la pista.

—Wow, esta vez te luciste frentona—Ino levantó las diminutas prendas y sonrió complacida—Estoy segura que ninguno de esos imbeciles se resistirán ante Tenten.

—P-pero si es ella quien correrá ¿porque tenemos que lucir esa pequeña ropa?—las tres jovenes rodaron los ojos ante la pregunta de Hinata.

—Porque, independientemente de que sea ella quien conduzca, somos un equipo y una de nosotras la acompañará en el asiento del copiloto—aclaró Ino, evitando sonreír con la reacción que mostraba la ojiperla mientras sostenía las prendas.

—¿Y porque no usar algo mas cubierto? Después de todo, Deidara nos aseguró que el auto convencerá a todos—ella no veía la razón por la cual sus amigas tenían que ir hasta los extremos, ademas, estaba segura que esa ropa no le quedaría holgada.

—Por lo que he escuchado, esos tipos no se dejan impresionar y no podemos bajar la guardia ante las otras contrincantes, así que prepárate Hina, porque serás tú quien me acompañara en la carrera.

—Estoy de acuerdo con acompañarte, pero...—la joven continuó mirando la ropa hasta que Sakura cerró el maletero.

—No hay vuelta atrás Hina, ademas, con las máscaras, nadie sabrá quienes somos, así que no tienes de que apenarte y mejor piensa en ayudarnos con tus atributos—la Hyuga ya no dijo nada, pues aunque lo hiciera, no las lograría convencer y tampoco quería perder ante sus rivales, dado que el precio por la derrota sería muy alto.

—Vamos, necesitamos recoger el auto y de camino a la pista haremos tiempo cenando en algún lugar cercano. Recuerden que nos encontraremos con esas idiotas una hora antes—tal como llegaron esa mañana al hospital, todas partieron en el auto de Sakura. Deidara ya les había enviado un mensaje avisando que el arte, como decidió nombrar el proyecto, estaba listo y debían apresurarse.

...

—Y bien ¿eh? ¿Que les parece?—el rubio se sentía orgulloso del resultado final y lo dejaba muy en claro—Quedó como una obra de arte ¿no es cierto?—los azules ojos del chico se dirigieron a Sakura, quien volvió a ponerse nerviosa.

—A decir verdad, lo prefiero como antes—soltó Tenten, desconcertando al rubio, mismo que dejó de ver a Sakura para verla a ella—pero si, debo reconocer que te quedó perfecto—de nuevo, Deidara volvió a sonreír y se acercó para decirles cómo funcionaba cada alteración.

—Una cosa mas—les llamó antes de que se marcharan—recuerden que solo es para impresionar, por lo tanto, no será capaz de alcanzar velocidades mas altas que las marcadas en el millage ¿queda claro?

—Totalmente y de nuevo, gracias por todo—respondió Ino desde el coche de la Haruno, quien se adentró de nuevo en la carretera que las llevaría cerca de la pista.

...

Mas tardé, las cuatro chicas decidieron comprar algo de comida y se dirigieron a una zona de descanso para los conductores. En el lugar había mesas al aire libre y baños limpios donde podían cambiarse de ropa, de ese modo, nadie las vería antes de tiempo.

Una vez que se acercó la hora pactada con sus rivales, las jóvenes volvieron a repasar el plan y quedando todo aclarado, se pusieron en marcha. A pesar de mostrarse seguras de si mismas, tanto Sakura, como Ino y Tenten, se sentían inseguras. Nunca antes habían estado en ese sitio y sólo se guiaban por lo que se hablaba. Hinata por su parte, no trató de ocultar su nerviosismo, ya que cabía la posibilidad de meterse en serios problemas y a ninguna de ellas le convenía y como si las cosas no pudieran empeorar, esa ropa parecía que se rompería en cualquier momento, sobre todo, en la parte del busto.

Justo antes de llegar, estacionaron para esperar la llegada de las otras y desde ahí, pudieron apreciar la gran cantidad de autos que ya se hallaban mas adelante y también los que iban llegando. Sin duda, esas personas se tomaban muy en serio la velocidad, dado que los vehículos eran impresionantes y el ruido que hacían al pasar, les dejaba claro que no tenían oportunidad alguna de ganar, sin embargo, sólo tenían que convencerlos de aceptar.

—¿Creen que vengan?—cuestionó Hinata al ver que ya habían pasado cinco minutos de las once.

—Si no lo hacen, quedaríamos como las ganadoras—respondió Ino—y eso sería genial—antes de poder continuar hablando, el rugido de un motor las hizo voltear al otro lado de sus coches y se sorprendieron al percatarse de las conductoras.

—Ya estamos aquí—Mei bajó del lado del conductor y Karin desde el otro lado. Luego se estacionó el vehículo que conducía Izumi, quien venía acompañada de Shion. Las cuatro se pararon frente a ellas y fue entonces que la Hyuga aprecio los atuendos que portaban y los cuales eran mucho mas reveladores que los suyos.

—¡Cielos!—se burló Shion—¿En serio piensan obtener resultados con ese auto?—sus amigas sonrieron y comenzaron a mostrar muecas de fingida tristeza.

—No hay manera de lograr una victoria—añadió Mei, mirándolas de arriba abajo con despreció—en cambio nosotras, si contamos con esta gran máquina—Tenten se sintió insegura, era cierto, ese auto frente a ellas era realmente impresionante y con un buen conductor, fácilmente lograría una victoria. Quizás si debieron gastar sus ahorros para obtener algo mas acorde con la situación. Hinata y Sakura notaron su inseguridad y trataron de darle ánimos, aunque también pensaban lo mismo.

—No estamos aquí para obtener una victoria—replicó Ino—el reto consiste en lograr que uno de ellos compita con la retadora, no es necesario ganar—la rubia notó que sus rivales se miraron entre sí y sonrió complacida—No—se mofo fingiendo incredulidad—¿No me digan que ese auto es suyo? Digo, sería una gran estupides gastar tanto... en fin, cada quien despilfarra su sueldo como mejor le parece—finalmente, Tenten logró recuperar el ánimo y se colocó frente a Mei.

—Supongo que seremos tú y yo quienes conduciremos—la pelirroja asintió—bien, entonces te mostraré mi máscara y la de Hinata, ella sera mi copiloto—las máscaras eran de tela y se adaptaban bien al los cascos que portarían.

—Estas son las nuestras y Karin será quien me acompañe—las dos pelirrojas mostraron sus máscaras y también los cascos—Y antes de avanzar, les aclaró que una vez allá, ni se les ocurra acercarse a nosotras, no quiero que los corredores piensen que venimos juntas.

—Tu petición está fuera de lugar, pero cuenta con ello—repuso Tenten.

—Es hora de irnos—informó Hinata al escuchar los micrófonos y todas asintieron—Que tengan buena suerte—les deseo de todo corazón a las oponentes.

—Gracias—Mei, Izumi y Shion, fulminaron con la mirada a Karin por agradecer a la Hyuga, no obstante, Karin las ignoró y se colocó la máscara. Ella tenía cosas más importantes de que preocuparse y esperaba haber sido lo suficientemente discreta para no levantar sospechas.

Ambos autos hicieron acto de presencia y al ser desconocidos, atrajeron las curiosas miradas de quienes ya se hallaban cerca de la pista. El auto de Sakura y el de Izumi, se quedaron en el sitio designado para espectadores y desde ahí, imitaron a las acompañantes de los conductores, quienes dicho sea de paso, también se vestían con prendas muy reveladoras.

Las reglas eran claras... rostros cubiertos y sólo invitados de los corredores, o propietarios de vehículos para exhibición, por lo tanto, ellas informaron a quienes acompañaban y no tuvieron problemas para mezclarse entre el público. El sitio era fascinante, pues no sólo se trataba de carreras clandestinas, sino que también había una gran cantidad de coches, camionetas y hasta motocicletas con exóticos colores y arreglos. Las personas las iban apreciando, mientras compraban comida y bebidas de los puestos ambulantes.

Muchos de los presentes optaron por antifaces y de ese modo, les resultaba mas cómodo beber, no obstante, los conductores, si debían cubrirse lo mas posible.

Por cuestiones obvias, Hinata y Sakura, se vieron obligadas a realizar unos pequeños cambios, Sakura se colocó una peluca en color rubio, mientras que Hinata, mantuvo su cabello bien amarrado y sustituyó el color de sus ojos, por unos color miel.

Tenten se sintió intimidada, ya que los tipos eran muy imponentes y no le quitaron los ojos de encima. Agradeció por la máscara, de lo contrario, su rostro estaría totalmente rojo, tal como debía estar el de Hinata, quien no dejaba de jugar con sus dedos.

Rápidamente, ellas dos pasaron a segundo plano y la atención de los varones se dirigió al auto rojo que conducía Mei.

—Al parecer tendremos una noche interesante—soltó un sujeto que tenía el cabello plateado.

—Mmmm, interesante—añadió su compañero de piel extremadamente clara y cabello oscuro.

—Así es, estamos aquí para retar a un corredor, díganme ¿quien de todos ustedes será el valiente que acepte perder ante nosotras?—a pesar de los nervios, Mei trató de mostrarse muy segura de si misma, de lo contrario, sería rechazada.

—Sin duda tienes una imponente máquina, incluso mejor que muchas aquí reunidas, pero la pregunta es ¿sabrás maniobrarla?—cuestionó otro corredor, que parecía tener el cabello atado en forma de piña.

—Eso sólo lo sabras si estás dispuesto aceptar el reto... ¿o tienes miedo perder?—esta vez fue Karin, quien dejó de lado sus nervios ante todo el escrutinio y se decidió a terminar rápido con ese reto.

—Créanme—Mei contoneo sus caderas, hipnotizando a los varones con su exuberante anatomía—no estaríamos aquí, de no tener la seguridad de ganar—Tenten tuvo que admitir, que la fémina tenía una gran seguridad en si misma.

—Me gusta tu actitud—soltó el tipo de piel muy clara y cabello lacio, acercándose peligrosamente hasta Mei—y es muy raro que alguien me impresione como tú lo acabas de hacer—aún con la máscara, Mei sintió el cálido aliento del varón cerca de su cuello y eso le causó una extraña sensación de temor. El tipo era algo extraño y sus ojos amarillentos parecían querer desnudarla por completo—por lo tanto, aceptó el desafío—Karin sonrió sin saber el estado en el que se hallaba su compañera. Luego chocó las palmas con el tipo de cabello plateado, el mismo que sería el copiloto durante el desafió.

—Esas presumidas ya lo lograron—Tenten se acercó hasta la Hyuga—necesitamos que alguien nos tome en cuenta, de lo contrario, estaremos perdidas.

—¿Y que hacemos?—la morena no sabía como ayudar, pero estaba dispuesta a todo para no quedar fuera de la competencia.

—¿Confías en mi?—la ojiluna asintió sin dudarlo y no se movió cuando la castaña le ajustó la ropa—Con esto será suficiente—declaró mientras hacía lo mismo con sus prendas—Ahora sígueme y has todo lo que yo haga... no sientas nervios, recuerda que no conocen nuestras identidades—sin esperar respuesta, Tenten se acercó hasta el centro, donde se encontraban la mayoría de los corredores.

—Estamos de suerte—aseguró un pelirrojo llamando la atención de los otros varones.

—Hola linduras ¿les gustaría ser mis copilotos?—tal como se lo pidió Tenten, Hinata se movía de manera seductora y ambas estaban alterando el ambiente.

—Es muy amable de su parte, pero nosotras queremos retar a uno de ustedes—aclaró la castaña.

—Y dígannos ¿cual es su auto para que se sientan tan seguras de retarnos? Esto no es un salón de belleza y aquí se juega rudo señoritas—Tenten maldijo mentalmente al tipo de cabello rojo y exóticos ojos, mismo que parecía querer comencé a Hinata.

—Ese de allí—apuntó la Hyuga, tratando de quitarse todas las penetrantes miradas que tenían sobre ellas.

—¿Es una puta broma?—cuestionó un sujeto de cabello platinado y bonitos ojos. Tanto él, como el pelirrojo, se encontraban en el mismo grupo y por lo poco que ellas podían ver, parecían realmente apuestos—Ese mini auto parece un cabron llavero y apuesto a que se vería mejor incendiado, tal como un sacrificio a Ja...—el bocón recibió un codazo de uno de sus compañeros, ya que estaba hablando mas de la cuenta.

—En serio—el pelirrojo se acercó hasta quedar muy cerca de la Hyuga—es mejor que regresen a sus hogares. Es evidente que ustedes no pertenecen a este ambiente—Hinata miró a Tenten, luego enfocó entre el público a Ino y Sakura. Ellas habían ido a cumplir un reto y no estuvieron reuniendo dinero los últimos días en los que apenas durmieron, para que un tipo arrogante les dijera a donde pertenecían. Sin saber de dónde reunió el valor suficiente, encaró al guapo pelirrojo.

—No juzgues un libro sólo por la portada... te podrías llevar una sorpresa—le dijo en el oído, al mismo tiempo que se refregó contra su pecho de forma seductora. El varón se quedó pasmado y la chica aprovechó para darle la cara a todos los grupos—¿Que les pasa a ustedes? ¿Acaso temen perder contra nosotras?—la conmoción no se hizo esperar y la castaña sonrió.

—Mejor olvídalo, parece que vinimos buscando lobos y nos encontramos sólo con gallinas—las chicas que acompañaban a algunos corredores comenzaron a reír, mientras Sakura e Ino, gritaban entusiasmadas. Las dos regresaron al auto sin querer demorar la derrota en sus rostros y ya adentró, recordaron lo dicho por Deidara sobre el efecto especial que dejaría a todos boquiabiertos.

—Hazlo, nadie dirá que nos retiramos sin honor—la animó Hinata y una vez que el auto estuvo encendido, Tenten oprimió el pequeño botón. Lo que sucedió después, ni siquiera ellas pudieron preverlo, pues los mofles traseros lanzaron un imponente sonido, acompañado de grandes llamas. Deidara no había exagerado, el auto parecía un cohete—Cíelos—Hinata se llevó la mano a la altura del corazón y Tenten aún se encontraba con el rostro pálido y las manos aferradas al volante.

—Eso fue increíble, ustedes tienen algo digno de ser presentado —se acercó un chico de cabello negro y piel muy pálida, a juzgar por la expresión de sus ojos, parecía estar sonriendo —y sera un honor para nosotros aceptar el desafío—ambas chicas sonrieron complacidas sin percatarse del momento en que llegó el conductor. Ellas estaban tan felices, que no notaron la mirada desaprobadora que les daba el varón tras el volante y el grupo de amigos que había estado cerca de él. Ignorando todo, incluso la penetrante mirada del apuesto y alto pelirrojo, las dos chicas condujeron hasta quedar unos coches atrás de sus rivales.

...

—¡Maldita sea!—Mei golpeó el volante—Esas estupidas lo consiguieron—ella había estado escuchando desde su lugar y sonrió complacida al saber que no las tomarían en cuenta, pero todo cambio con ese fuego que arrojó el vehículo.

—Y ni siquiera tuvieron que comprar otro vehículo—reprochó Karin, dado que Mei se empeñó en conseguir la mejor máquina, asegurando que luego la pondrían en venta para recuperar el capital invertido, no obstante, sus rivales no tuvieron que hacer mucho y de todos modos fueron aceptadas.

—Este no es el momento Karin—Mei, no sólo estaba molesta por que las otras lograron avanzar, sino por la sensación de sentirse observada por el extraño tipo de ojos amarillentos. Había algo familiar en él, pero por mas que se esforzó en recordar algún detalle que aclarara sus dudas, no lo consiguió. Suspiro con la extraña sensación de haber cometido un gran error y aunque no lo dijera en voz alta, comenzaba a arrepentirse de ese reto

Continuara.

Aquí está otro capítulo y pronto estaré actualizando otra de las historias. Me disculpo por la demora, como también por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encontré y las iré corrigiendo 😊💕

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