Capitulo 2
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. Las imágenes no me pertenecen y los créditos van a su creador.
—Esto debe ser un montaje... es imposible que Hashirama Senju se haya dejado seducir por ella—Mei apuntó hacia Hinata y la miró de arriba abajo sin dar crédito a lo que mostraban las imágenes.
—Además ¿como fue capaz de manejar ese tipo de danza?—cuestionó Shion desconcertada por verse igualadas en el primer reto que habían creído ganar sin percances.
—Nada de montajes, Hinata es capaz de seducirlo a él y a cualquier otro hombre se le ponga enfrente—repuso Sakura sin dejar de sonreír ante la incredulidad mostrada por sus rivales—y en cuanto a la danza, te diré que hay muchas cosas que no saben sobre nosotras, así que la próxima vez, les sugiero no subestimarnos, ya que se podrían volver a sorprender—Karin e Izumi cruzaron los brazos en señal de molestia, mientras Shion continuó evaluando los vídeos. Mei por su parte, se dedicó a escudriñar a la ojiluna, a quien nunca antes había tomado en cuenta por creerla insignificante, no obstante, haber logrado atraer la atención del Senju mayor, era algo de lo que muy pocas personas podían presumir.
Hinata se incómodo con la pesada mirada de la pelirroja y prefirió voltear a otro lado del estacionamiento. Las féminas se reunieron en el estacionamiento de un restaurante, donde el grupo de Sakura les entregó las pruebas del exitoso reto. Ahora debían esperar una semana para realizar el siguiente, mismo que aún no habían pensado, dado que no creyeron en la posibilidad de que ellas pasarían el primer reto, por lo tanto, debían planear algo que las hiciera fracasar de una vez.
—Como sea—soltó Karin acomodándose los lentes—las llamaremos en unos días para revelarles cuál es el próximo desafío—las otras tres compañeras asintieron y se disponían a marcharse.
—De ninguna manera—repuso Ino—de aquí no se van, hasta que no nos digan cuál es el siguiente reto... ¿En serio creen que las dejaremos jugar sucio de nueva cuenta?—la rubia intuyó que no tenían nada en mente, por lo tanto, ella se adelantó para tomarlas desprevenidas.
—Pero es muy pronto para eso—repuso Izumi.
—¿Porque lo dicen? ¿Acaso no tienen nada en mente?—Ino la enfrentó sonriendo divertida. Era evidente que no tenían nada en mente.
—No se trata de eso y para demostrarles que se equivocan les daremos el siguiente reto—aseguró Mei—Bueno, se trata de...—sus amigas la miraron con visibles muestras de duda en sus rostros y la pelirroja se sintió presionada, ya no logrando pensar en nada coherente para hacerlas fracasar—se trata de buscar, bueno—Ino la interrumpió.
—En vista de que no saben nada, seremos nosotras quienes lo propondremos... ¿Que tal ir a la arena de kickboxing y retar a una de las luchadoras?—Sakura sonrió discretamente para no exponer la satisfacción que le causó la propuesta de Ino—¿Que pasa? ¿No piensan responder? Ni siquiera necesitamos ganarle a quien desafiémoos, sólo sostener los round's antes de ser noqueadas.
—Basta Ino, es obvio que no pueden contra tu propuesta... con lo escuálidas que se ven, no lograrán ni entrar—determinó Tenten sabiendo que con sus palabras ocasionaría el resultado deseado.
—¡Lo haremos!—aseguro Karin, ya que no pensaba desistir y tampoco estaba dispuesta a perder ante Sakura. Sus compañeras la apoyaron aunque no estaban muy convencidas y tampoco tenían idea de quién de las cuatro podía ser la retadora.
—Hecho... entonces tenemos un trato, dentro de una semanas nos veremos en la arena de las participantes—Hinata se llevó la mano al pecho cuando escuchó a Sakura concluir con todos los detalles. Temía que alguien pudiera salir lastimada dado que las luchadoras eran profesionales, mientras que ellas no podrían igualarlas.
—Karin ¿como demonios se te ocurrió aceptar?—la reprendió Izumi cuando abandonaron el estacionamiento.
—¿Y que querías? ¿Que nos miráramos como perdedoras? Ustedes tampoco pensaron en nada adecuado y es evidente que ellas ya lo sabían—respondió molesta por el reclamo de su amiga—además ya está hecho y lo mejor es pensar en quien de ustedes será la retadora... recuerden que yo ya cumplí con mi deber ayer por la noche, así que le toca a otra—Mei frunció el ceño y no pudo objetar nada, como tampoco lo hicieron Izumi y Shion.
—Y NO SE LES OCURRA HACER TRAMPA, PORQUE LAS ESTAREMOS VIGILANDO—les gritó Tenten desde la distancia.
—¡Eres lo máximo Tenten!—aludió Sakura sin dejar de reírse al ver como el ambiente entre las cuatro brujas se volvía tensó por la aceptación de Karin.
—Esta discusión con esas arpias ya me dio hambre ¿que tal si entramos a comer?—sin esperar respuesta, Ino arrastró a sus amigas hasta el restaurante.
—¿Que te pasa Hina? Pareces asustada—cuestionó Tenten. Hinata no podía dejar de lado los riesgos que vendrían con retar a una de las contrincantes.
—No creó que sea buena idea retar a una chica profesional en la arena... yo practique artes marciales con Neji y con...—pensaba decir Gaara, dado que mucho de lo aprendido fue gracias a él—y con eso no será suficiente, ustedes saben que esos movimientos no se aceptan en el kickboxing—las tres la miraron sonriendo.
—Tranquila, aquí la frentona ganó el torneo de kickboxing en el segundo año de universidad. Como ya sabes, ella es muy... bueno ya sabes—la Haruno fulmino a sus amigas con la mirada y ellas la ignoraron—Cuando se propuso un torneo para recaudar fondos, las tres nos inscribimos, puesto que con lo obtenido ayudaríamos a dar regalos a los niños con familias de bajos recursos—confesó Ino.
—Lamentablemente Ino y yo, recibimos una golpiza, pero Sakura logró vencer a todas las participantes y hasta se ganó una medalla—en ese momento, la Hyuga recordó aquella conversación, pero eso había pasado tres años atrás y quizás ahora Sakura saldría dañada.
—Se lo que estás pensando, pero no te preocupes, me he mantenido en forma todo esté tiempo, incluso práctico con Sasuke una vez por semana—aclaró Sakura—Ya relájate Hina, no tienes de que preocuparte—la chica se sintió segura, pues aunque no lograra ganar, estaba segura de poder aguantar el tiempo requerido sin recibir daños en su rostro.
Alrededor de una hora, las cuatro salieron del restaurante para ir por sus autos. Avanzaron al estacionamiento y se estaban despidiendo, no obstante, la ojiperla veía en todas las direcciones sintiéndose ahogada—No encuentro mi auto—la intención de marcharse de las otras tres desapareció y de inmediato se acercaron a ella—¿Ustedes recuerdan donde lo estacione?—les preguntó a punto de llorar.
—Lo dejaste justó aquí, seguido del mío—aseguró Tenten. Las cuatro comenzaron a realizar preguntas a las personas que se hallaban cerca, como también a los propietarios del restaurante, mismos que sugirieron ir a las autoridades mientras ellos descargaban el contenido de las cámaras de seguridad cercanas a los coches.
—No te preocupes Hina, estoy segura que cuando Itachi lo sepa, hará hasta lo imposible por encontrar a los responsables y les dará su merecido—aseguró Ino con orgullo.
—Así es y no sólo Itachi, sino también Sasuke—de haber estado de humor, la ojiperla hubiese reído por la competencia de sus amigas en cuanto a quien de los hermanos era el mejor.
—Pero ellos pertenecen al departamento de homicidios, no de crímenes menores—replicó Tenten pues esas dos no hacían mas que hablar de lo geniales que eran los hermanos Uchiha.
—¿Y eso que importa? Estoy segura que ellos ayudarán sin pensarlo—aseguró Sakura.
—Mejor llamaré a Neji para informarle—Tenten sacó el celular pero antes de realizar la llamada, la Hyuga la detuvo.
—Espera, quizás mi auto aparezca hoy mismo y no tengo que molestar a mi primo. Es Sábado y él debe estar trabajando—la castaña lo pensó y finalmente estuvo de acuerdo.
—Entonces vamos de una vez—subieron en sus autos y la ojiperla se fue con Sakura, quien al igual que Ino, conocía a la perfección el trayecto a la estación de policía. Seguramente los preciosos hermanos Uchiha estaban laborando y con un poco de suerte, serían ellos quienes las ayudarían con sus colegas para que las atendieran.
...
Unos minutos después, llegaron y se encontraron con mucho movimiento entre los oficiales y demás agentes. Varios de ellos llevaban tipos esposados y otros luchaban para contenerlos.
Las jóvenes voltearon al escuchar las sirenas y lograron identificar a Itachi, quien comandaba al grupo donde también se hallaba Konan, pero lo que dejó a Ino, un tanto inquieta, fue la fémina a quien nunca antes había visto y la cual caminaba pegada al azabache, mientras ambos sonreían pareciendo ser muy cercanos. Él no logró verlas y la rubia sintió un incomodo pálpito en el pecho. Se frustró sabiendo que no lo vería como era su plan inicial y tampoco tendría información sobre la inquietante cercanía que tenía con esa mujer de cabello oscuro.
—¡Ayúdame preciosa!—Ino se mantuvo tan distraída pensando en lo que divisó y casi sufre un ataque cuando un tipo la tomó del brazo mientras pasaban junto a donde lo tenían retenido.
—Suélteme—la chica se asustó y forcejeó intentando ser liberada. Sus tres amigas no sabían que hacer, puesto que las tomó por sorpresa.
—Suelta a la señorita—un apuesto y corpulento castaño, liberó a la Yamanaka del fuerte agarré y esposó al tipo de ambas manos—Lo siento mucho, es que estamos saturados—entregó el delincuente a un oficial que pasaba cerca y se dedicó a mirar a las cuatro hermosas chicas—Soy el detective Ashura Otsutsuki ¿que las trae hasta aquí?—el castaño ya había visto a dos de ellas desde lejos, no obstante, tenía que admitir lo impresionado que lo dejó esa rubia de ojos azules.
—G-gracias por su ayuda—Ino se golpeó mentalmente por quedarse perpleja ante la encantadora sonrisa del deslumbrante castaño—y estamos aquí para levantar una denuncia sobre el robo de un auto—Ashura suspiró, pues aunque ellos no se dedicaban a eso, ya sabían lo mucho que eso estaba sucediendo en la cuidad.
—Desde el Jueves por la noche, han robado una gran cantidad de autos deportivos. Creemos que se trata de una red de delincuentes que se dedica a enviarlos al extranjero—la ojiperla miró hacia abajo, puesto que su auto era un modelo deportivo, mismo que su hermanito Hiro le sugirió comprar para que cuando la visitara, ella lo llevara a pasear por toda la cuidad—Pero no se preocupen, los encargados están trabajando en el caso y pronto lograremos atraparlos... síganme, las llevaré a la oficina del encargado de la investigación para levantar la denuncia—sin apartar los ojos de la rubia, el agente abrió la puerta de una oficina y la encontró vacía.
—Lo siento Ashura, el capitán Yamato salió con Kakashi, para encargarse del robo en el banco—anunció una deslumbrante pelirroja desde la recepción.
—Gracias Fuka—la fémina escudriñó a las cuatro amigas y como era de esperarse, dos de ellas no se quedaron atrás y respondieron el escrutinio—Entonces iré con Madara—anuncio el Otsutsuki rompiendo el duelo de miradas entre las féminas.
—De hecho, el jefe Uchiha tampoco se encuentra, lo miré salir con Sasuke—la mirada de Sakura se volvió mortal ¿quien se creía esa tipa para nombrar a su novio con tanta confianza?—el único que está disponible es el jefe Hashi—Ashura negó con la cabeza al escucharla. Desde que Fuka llegó en el mismo grupo donde también venía Yugao, la pelirroja se empeñó en obtener la atención de Hashirama y en cierta forma, la obtuvo, aunque no como ella quería, dado que el Senju, sólo se desahogó sexualmente con ella en dos ocasiones y la exuberante mujer, quería algo mas serio.
—Bien, entonces iremos con él—el castaño miró que no había nadie disponible y no sabía cuánto tiempo se demorarían en regresar, así que optó por ir con Hashirama. Tocó la puerta y esperó por unos segundos, hasta que escuchó la voz masculina.
—Pasen—Ashura se apresuró a explicar el motivo de estar frente a él.
—Estás señoritas están aquí para levantar una denuncia sobre otro robo a un auto—les indicó que entrarán y ellas obedecieron encontrándose con un varón tras el escritorio. Su rostro no era visible ya que la pantalla de la computadora lo cubría parcialmente—ni Yamato, ni Madara se encuentran aquí y estando tan concurrida la recepción, preferí no dejarlas solas.
—Está bien, yo me encargo de todo—el castaño se despidió mientras las chicas se veían entre sí—Discúlpenme sólo un minuto—el varón oprimió algunas teclas y en cuanto terminó, cerró por completo la computadora—Soy Hashirama Senju para servirles—el Senju bajó sus lentes de lectura y encaró a las jóvenes. De inmediato reconoció a la ojiluna, no obstante, fingió no estar perturbado.
—Encantadas de conocerlo—declaró Sakura hablando por todas—y esperamos que pueda ayudarnos con lo sucedido al coche de Hina—las orbes perladas chocaron entre sí, con las orbes masculinas y fue Hinata quien muy sonrojada miró hacia abajo. Hashirama ya no tenía dudas, la hermosa joven del bar, la sexy bailarina que lo besó y con la cual pasó la noche en sus sueños, ahora se hallaba frente a él.
—¿Quien de las cuatro es la dueña del coche robado?—preguntó con seriedad y ellas codearon ligeramente a la Hyuga para que abriera la voz.
—S-soy yo, señor Senju—él la miró fijamente durante un par de segundos y después realizó una llamada mientras encaró a las otras tres.
—¿Se puede?—Ashura abrió la puerta luego de ser llamado por Hashirama.
—Lleva contigo a las tres señoritas y tómales la declaración mientras yo levanto el acta con los datos de la afectada del hurto—el Otsutsuki les indico a las féminas a donde debían ir, dejando en estado de pánico a la Hyuga—Bien señorita, dígame su nombre completo.
—Hinata Hyuga—otra confirmación para el Senju. Frente a él, se hallaba la hija del hombre que se quedó con Mito, ya no tenía ninguna duda al respecto y esa confirmación lo dejó algo confundido, dado que ella le pareció encantadora he irresistible.
—¿Cual es el color, modelo y año de su coche?—la ojiperla respondió todas las preguntas que él le iba haciendo. Hinata no sabía si agradecer el hecho de no mencionar lo sucedido la noche anterior, o por el contrario, sentirse dolida por no haber significado nada para él—Casi terminamos, sólo necesitó sus datos personales para contactarla en caso de recuperar su auto—la joven le dio su número de celular como también la dirección de su apartamento.
—¿Usted cree que lo puedan encontrar hoy mismo?—ella no quería tener que decirle a Neji, hasta que todo estuviera solucionado, pero si no lo encontraban, no tendría mas remedio que llamarlo.
—Por el poco tiempo que ha transcurrido desde el incidente, las probabilidades de localizarlo son mayores y ahora que ya puse la alerta a todos los patrulleros, se agilizará el proceso—no dejaba de verla mientras hablaba y se contenía para no aprisionarla entre sus brazos, como no logró hacerlo la noche anterior.
—Se lo agradezco mucho señor Senju—la Hyuga se sintió mejor cuando lo escuchó, mientras que el castaño frunció el ceño con desaprobación.
—Así que ahora ya no soy guapo y en su lugar me llamas señor—soltó al no poder resistir que lo hubiera llamado señor en dos ocasiones.
—¡Ahhh! Yo, bueno—la ojiluna se sonrojó hasta el cuello debido a la vergüenza—
—¿Acostumbras burlarte de todos lo hombres que se te acercan atraídos por tu seductor baile?—le pregunto con seriedad.
—Discúlpenme por favor, yo no quería faltarle al respeto, lo de anoche tiene una explicación razonable y...—la fuerte carcajada del Senju resonó hasta afuera de la oficina y después de quedar sorprendida, la chica se dedicó a admirarlo mientras él se reía sin saber exactamente de que.
—¿Estás bien Hashirama?—la morena y el mencionado voltearon a encarar al hombre que cuestionó—¿Te metiste algo?—Hinata reconoció a uno de los Uchiha y de inmediato miró a otro lado.
—¿Que modales son esos Madara? ¿No ves que estoy ocupando?—el azabache miró a la persona que estaba en la silla frente al escritorio de su amigo y lentamente se fue acercando.
—Cierra el pico Hashirama—el mencionado apretó los puños con disgusto, mientras el azabache se colocaba a la altura de la chica—¡Hinata! ¿En verdad eres tú?—la Hyuga ya sabía con exactitud de quien se trataba, puesto que el Senju lo acababa de llamar Madara. Tenía años sin verlo y aunque siempre le pareció atractivo, ahora se veía mucho mas apuesto—Mira cuanto has crecido, luces preciosa—el Uchiha ignoró a su amigo y sin inmutarse, abrazó a la joven, quien volvió a ponerse roja cuando se sintió levantada por el corpulento varón.
—Gracias—la joven respondió al saludo con timidez.
—No sabía que ya estabas en Konoha, mis sobrinos no me comentaron nada y lo último que supe de ti, fue que abandonaste Suna luego de...—notando la mirada de la joven, prefirió omitir el tema. Ni él, ni Izuna estuvieron presentes cuando se iba llevar a cabo la boda, sin embargo, el resto de la familia si asistieron y pronto se enteró de lo sucedido. Mirándola tan encantadora, no lograba explicarse como ese imbecil pudo dejarla ir.
—Así es, estuve en Ame y cuando terminé la universidad, recibí la aceptación para unirme al hospital Senju—el castaño frunció el ceño—No tengo mucho de haberme mudado aquí y quizás a eso se deba que usted no hubiese escuchado a Itachi y a Sasuke mencionar el tema—el azabache estuvo de acuerdo con la explicación, ya que debido a las múltiples ocupaciones, no tenía mucho tiempo para hablar con ellos.
—Estoy seguro que tu posesivo padre, no te hubiera dejado mudarte de no ser porque Neji también vive aquí ¿verdad?—Hinata asintió—Y cuéntame ¿te gusta vivir en Konoha?—ambos charlaban olvidándose del lugar en donde se hallaban.
—En realidad si, aunque en ocasiones me siento muy sola, extraño mucho a mi familia—la Hyuga se puso melancólica al recordar a sus padres y a sus hermanos menores.
—Bueno, ahora que nos encontramos, estoy a tu disposición para cualquier cosa que puedas necesitar y estoy seguro que cuando Izuna se entere, opinará lo mismo—Mikoto, Fugaku, Obito y Shisui, se hallaban temporalmente en la sucursal que la familia Uchiha tenía en Tokio. Seguramente su hermana no sabía nada sobre la llegada de Hinata, de lo contrario, estuviera mas impaciente por regresar de lo que ya estaba.
—Lamentó la interrupción en su conmovedor encuentro pero aún no hemos terminado señorita—el Senju se estaba poniendo de mal humor al ver a Madara tan cariñoso y sobre todo, al escuchar la mención del matrimonio Hyuga.
—¿Eh?—Madara se alejó un poco y miró a la joven ignorando de nuevo a su amigo—Tienes razón ¿porque estás aquí pequeña? ¿Te sucedió algo?
—Me robaron mi auto y Sakura, Tenten e Ino, me trajeron aquí... pensamos que Itachi o Sasuke, podrían ayudarnos antes de llamar a Neji.
—En ese caso, yo mismo me ocuparé—deliberadamente estaba por llevársela hasta su oficina, después de todo, su amigo no se encargaba de ese tipo de delitos y seguramente, no disfrutaría atender a la hijastra de Mito.
—¡Suficiente Madara!—lo reprendió Hasirama—La señorita Hyuga está siendo atendida por mí y de no ser por tu intromisión, ya hubiéramos terminado con el proceso—en ese momento, el Uchiha se percató de algo y alternando sus orbes entre la ojiperla y su amigo, reaccionó sorprendido.
—Espera... ¿que hacías bailando en ese bar?—la chica miró hacia abajo y tembló pensando en la reacción de su padre.
—Yo, yo le explicaba al señor Senju que eso no es lo que parece, todo tiene una explicación que por ahora no puedo revelar... por favor no le diga nada a mis padres y mucho menos a Neji, le juro que no volverá a suceder, yo no estoy en malos pasos, es sólo que no tuve otra opción, tiene que creerme—Madara no la estaba reprendiendo, pero encontró muy adorable su comportamiento asustado, tal como lo recordaba de años atrás.
—Por la manera de huir cuando las compañeras llamaron, estoy seguro que se trataba de un despreciable juego de niñas mimadas para engatusar hombres y burlarse de ellos como su nuevo entretenimiento—la deducción de Hashirama fue lanzada con dureza y despreció. No había sido su intención hablarle así, pero ante la mención de sus padres, y el deslumbramiento de su amigo al estarla viendo, se llenó de ira.
—Gracias por su valioso tiempo y de nuevo le pido disculpas por mi comportamiento—evitaba que el nudo en la garganta le impidiera hablar—yo no creo poder brindar mas información sobre el robo, así que me retiro—con una temblorosa reverencia, la joven salió a toda prisa sin prestar atención a los llamados de Madara. No recordaba haber sido reprendida tan rudamente, ni siquiera por su progenitor.
—Me sorprendes Hashirama, tú que siempre alardeas de la justicia ciega y sin diferencias—soltó Madara encarando al castaño.
—Se mas claro—exigió el Senju.
—Entiendo que sientas despreció hacia ella por ser la hija de Hiashi Hyuga, pero no tenías porque hablarle así... Te recuerdo que no es la primera Hyuga a quien tratas con despreció sin saber nada sobre su vida. Con esto demuestras que tu "ética profesional" no es tan trasparenté como siempre lo presumes y todo porque no toleras que sea precisamente ella, quien anoche te dejó duro—el castaño golpeó el escritorio al estilo Tsunade y Madara salió sin prestarle atención. En realidad, el Uchiha no era un santo y casi nunca se preocupaba por la suerte de otras personas que no fueran parte de su familia, sin embargo, conoció a esa chiquilla desde que jugaba con sus sobrinos y su gentil comportamiento terminó por derretirlo, ademas, ella no la había pasado bien, luego de quedar humillada frente al altar y lo que fue mas desconcertante, fue lo atractiva que le pareció ahora que ya era mayor de edad.
—¿Que rayos me pasa con ella?—se preguntó Hashirama a sí mismo, sabiendo que era la segunda vez en menos de veinticuatro horas, que actuaba sin pensarlo y las dos veces fue por ella, por la hija de ese hombre.
Madara tenía razón, se estaba comportando de modo incorrecto. Se apresuró a concluir la denuncia para que lograran dar con el paradero del auto y así demostrar que su amigo se equivocaba.
En menos de dos minutos, terminó con lo establecido y se sintió un poco mejor, no obstante, ese sentimiento no duró mucho, dado que la mirada asustada de esa chica no lo abandonaba. Sin querer hacerlo, levantó las copias de los documentos y se quedó absorto en la fotografía de la licencia de conducir.
A pesar de no estar maquillada como estuvo durante el baile, ella se veía adorable cuando la sonrojó deliberadamente, recordándole el beso que le dio y fue en ese instante, que Hashirama hizo lo que nunca antes había querido hacer.
Sintiendo los latidos de su corazón estallando contra su pecho, buscó el nombre de la persona que se negó a volver a escribir durante todos esos años y pronto apareció la imagen de la pelirroja, no obstante, su verdadera intención no era sólo averiguar información sobre ella, dado que lo escuchado entre Madara y esa chica, despertó su curiosidad.
Sin mucho esfuerzo y buscando como lo harían las personas comunes en busca de indagar en las vidas de otros, pronto aparecieron imágenes de las redes sociales de un miembro perteneciente a la familia Hyuga... Hanabi Hyuga, quien tenía múltiples fotografías familiares y entre ellas, había una que llamó su atención. Mito abrazaba cariñosamente a Hinata, al mismo tiempo que le daba un beso en la mejilla. Ya tentado, no logró detenerse y continuó hurgando en la vida de esa familia. Parecía que la resistencia anterior sobre mantenerse ignorante a ellos, se había liberado drásticamente y ahora quería saber absolutamente todo.
Su exesposa estaba muy apegada a las dos hermanas, incluso a Neji. De un perfil paso a otro de amigos en común, incluyendo a los Uchiha y algo le fue quedando claro. Mito se mostraba mas apegada a Hinata, quien a su vez, parecía corresponder a ese sentimiento. Se detuvo por un largo rato mirando a la joven junto a su padre y al Hyuga menor, el hijo de Mito. Los dos hombres de diferentes edades, se hallaban a cada lado de la chica, mientras ella sostenía un pastel. Mas al fondo, se podía ver al resto de la familia y amigos, incluso los sobrinos de Madara se encontraban en lo que aparentemente, se trataba de una graduación, posiblemente la de Hinata.
Dejando las redes sociales de lado, dio paso a lo que sólo las personas con autoridad como la suya podían investigar. Ingresando el nombre de la joven, apareció toda su información mas personal, desde su edad, lugar de nacimiento, estudios, domicilios, carrera académica y hasta las personas relacionadas con ella. Como ya lo intuía, no tenía récord criminal, al contrario, la ojiluna ni siquiera tenía multas de tránsito—Enfermera ¿eh?—murmuro mirándola en la foto de perfil. Entonces lo dicho a Madara era cierto, ella laboraba en el hospital Senju. Comenzó a investigar quienes eran los nombres relacionados con la Hyuga y antes de ingresar a todos, alguien tocó la puerta.
—Pasen—se apresuró a borrar el historial y en seguida cerró la computadora.
—¿Pasó algo con la señorita que atendiste?—cuestionó Ashura—Ella salió y parecía asustada, pero cuando sus amigas le preguntaron el motivo, sólo dijo que debía irse—Hashirama suspiró.
—Esa chiquilla es la misma que bailó anoche en el bar—el Otsutsuki se sorprendió y se quedó pensativo. Esa fue la razón por la que le pareció haberla visto con anterioridad—y no sólo eso, ella también es la hijastra mayor de Mito—de nuevo el Senju se sinceró con Ashura y él se dedicó a escucharlo sin interrumpir.
—Pero que pequeño es el mundo, incluso trabaja en el hospital Senju—repuso el Otsutsuki.
—Desde anoche no he podido pensar en nada que no sea ella y aunque tenía sospechas acerca de su identidad, cuando me dijo su nombre logré confirmar lo que me temía. Es irónico ¿no crees? Aún sabiendo quien era, mi cerebro sólo pensaba en acercarme más de lo que me acerque después de su baile.
—¿Entonces por eso salió tan asustada?—aunque no quería hacer conjeturas erróneas, no evitó pensar en que su amigo se había querido propasar con ella y la asustó.
—No, claro que no—aclaró de inmediato.
—¿Entonces?
—Me molesté cuando Madara entró y la reconoció—le contó la platica que escuchó entre ambos—me molesté tanto, que terminé desquitándome con ella y la acusé de ser mimada entre otras cosas, sin tener ningún derecho a hacerlo—se llevó los dedos al puente de la nariz—y encima, Madara se molestó conmigo acusándome de no ser ético por mezclar asuntos personales, con los laborales.
—Bien, en ese caso, lo mejor será que sea yo, o cualquier otro, quienes nos encarguémoos de la denuncia. Es lo mas sensato y así no tendrás que volver a pasar por algo parecido—ofreció Ashura, lo que era la mejor opción ya que el Senju apenas había decidido salir del enclaustramiento en el que se mantuvo por tanto tiempo y teniendo a esa joven tan cerca, podía volver a retroceder.
—¡No!—el Otsutsuki arqueo una ceja ante la cortante negativa del castaño frente a él—Digo, no creó que sea buena idea y le daría la razón a Madara sobre mi poca ética profesional—la respuesta podía sonar convincente, sin embargo, ninguno de los dos lo creía, especialmente, el mismo Hashirama.
—¿Estás seguro que podrás manejarlo debidamente? Quiero decir, nadie podría culparte de querer permanecer lejos de esas personas, independientemente de que la chica no tenga la culpa de nada—esa última aclaración, fue como recibir un golpe en el rostro del Senju. Ella no era responsable de lo que él sintió, sin embargo, no podía dejar de lado las fotografías donde aparecía Mito mirándola con amor maternal ¿que diría su exesposa si se enteraba que su preciada princesa, cómo la nombraba en las fotografías, lo había besado? De pronto, los latidos de su corazón se aceleraron ante la perspectiva.
—Estoy completamente seguro—repuso sonriendo.
—En ese caso, no me queda más que apoyarte, pero si necesitas mi ayuda para hablar con ella sobre lo referente a la investigación, no dudes en llamarme—Ashura no pensó en nada malo, puesto que Hashirama era un hombre intachable, incapaz de comportarse de manera mezquina, como solía hacerlo Madara. La noche anterior se veía muy interesado en la joven, pero no era nada que no pudiera controlar ahora que sabía de quienes era hija.
[...]
—Hina ¿que sucedió?—Tenten la obligó a mirarla y no pensaba desistir hasta que les contara lo que pasó cuando se quedó a solas con el jefe de la policía.
—Él me reconoció—las tres pusieron los ojos en blanco, sabiendo que era obvio, ya que incluso se besaron—y no sólo él.
—¿Que quieres decir?—cuestionó Sakura.
—Madara entró cuando hablábamos y también él me preguntó el motivo de estar en ese sitio ¿se imaginan si se lo dice a mis padres?—las reacciones de las chicas variaban mientras trataban de encontrar una solución.
—Hablaremos con Sasuke y con Itachi, incluso con el mismo Madara de ser necesario... si es necesario les explicaremos nuestros motivos para estar allí, pero no dejaremos que se lo cuente ni a Hiashi, ni a Mito—aseguró Ino.
—Que buena idea, le pediré a Sasuke que esta semana nos lleve a casa de su tío, te garantizo que Madara no dirá nada—Sakura sonrió, pensando que ya habían obtenido la solución.
—¿Lo vez Hina? Tus padres no lo sabrán—ella asintió sin mucho entusiasmo a lo dicho por Tenten.
—¿Que pasa? ¿No estás contenta?—Ino intuía que no sólo se trataba del asunto relacionado con Madara.
—El señor Senju me reprendió con mucha dureza, incluso me acusó de ser una niña mimada que se dedica a seducir hombres por diversión.
—¿Él se atrevió a decirte eso?—Sakura ya había empuñado las manos mostrando molestia.
—Yo... no se que paso, al principio parecía que él estaba divertido, pero cuando entró Madara, su comportamiento cambió radicalmente y...—ella aún no asimilaba esa mirada oscura que al hablarle, mostró un escalofriante brillo dorado.
—¡Maldito amargado!—exclamó Ino.
—Supongo que ya no hay forma de ocultar el robo a tu primo ¿verdad?—la ojiperla asintió resignada, a la pregunta de Tenten, pues era algo inevitable.
—Conociendo a Neji, estoy segura que pondrá el grito en el cielo cuando sepa que te robaron—Ino y Sakura sonrieron al escuchar a Tenten intentando calmar al Hyuga por el teléfono. Las risas hicieron que el ambiente fuera mas liviano y antes de que abandonaran el departamento de policía, Sasuke llegó corriendo.
—Por favor no le digan nada sobre lo de anoche, ademas de Madara, nadie de ellos lo sabe—les rogó la ojiperla a sus amigos para que sólo ellas escucharan. Ambas féminas estuvieron de acuerdo, después de todo, lo menos que deseaban era que los hermanos Uchiha supieran algo de lo sucedido. Quizás era mejor hablar con Madara sin que ellos se enterarán.
—Mis compañeros me dijeron que estaban aquí ¿que pasó?—el azabache miró a Sakura, luego a Tenten un poco alejada hablando por teléfono y por último se enfocó en las dos restantes.
—Le robaron el auto a Hinata y vinimos a poner la denuncia—aclaró Sakura acercándose a su novio.
—¿Y ya las atendieron?—cuestiono el varón intuyendo la respuesta.
—Si ya lo hicieron, pero ahora Tenten se enfrenta a la furia del protector Neji—Sakura sonrió, al imaginarlo montando un escándalo por la falta cometida en contra de su prima.
—Bien, en ese caso, no tienes de que preocuparte Hinata—el azabache se dirigió hacia la morena—pero si te sugiero que te pongas en contacto con el seguro de tu coche, esto en caso de que no logremos dar con el tuyo con brevedad y también porque no sabemos en qué condiciones lo dejarán esos amantes de lo ajeno—ella asintió.
—¿Donde está Itachi?—preguntó Ino, dado que no lograba alejar la imagen de esa tipa tan cercana a su novio—Creí que lo encontraría por aquí.
—Él salió con un grupo para ocuparse de un operativo—respondió sin querer enfrentarse a la analítica mirada de la rubia. Con el traslado de nuevos oficiales al departamento, había llegado una hermosa chica de nombre Yugao y fue puesta bajo el mando de su hermano, logrando un constante acercamiento entre ellos, incluso comían juntos en la oficina de Itachi y cuando Sasuke lo cuestionó, el hermano mayor se limitó a decir que sólo trataban temas laborales. La verdad era, que él ya no sabía si creerle o no, ya que de estarse interesado en alguien más que Ino, la amistad que habían mantenido desde años, se iba ver fracturada.
—Ya veo—murmuro Ino... Para ella, era imposible no sentir inseguridad, pues conocía a Itachi desde niña y durante su adolescencia, lo miró con muchas chicas, mientras ella todavía era una menor. Él era tan guapo, que siempre atraía la atención de las féminas y cuando finalmente la notó como mujer, ella se resistió, sin embargo, el azabache se empeñó en conseguirla, dejando de lado a la odiosa de Izumi, motivo por el cual, solía cuestionarse ¿si dejó tan fácilmente a quien era su novia por estar con ella? ¿Como podía evitar pensar, que no le haría lo mismo cuando le interesara otra mujer? Trató de alejar esos pensamientos de su cabeza, ya que Itachi no le había dado motivos para desconfiar de él y por lo tanto, seguiría creyendo en su amor.
[...]
Los días habían pasado y Neji se encargó de los arreglos para que su prima tuviera un auto mientras se solucionaba lo referente al suyo. Obviamente, las protestas de su primo se sumaron a las miles de maldiciones lanzadas por Hanabi, Hiro y por sus padres, quienes incluso querían viajar para encargarse personalmente del asunto. La morena literalmente les rogó que no lo hicieran y con ayuda de Neji, lograron convencerlos de permanecer en Suna, después de todo, los Uchihas se encargaban del caso y Hinata no había sufrido ningún daño físico, por otro lado, el auto era reemplazable.
A pesar de solucionar el conflicto con su familia, la tranquilidad estaba lejos de la ojiperla, ya que en unos días, Sakura se enfrentaría a una hábil contrincante y aunque ella no estaba nerviosa, la Hyuga si lo estaba y como si las cosas no pudieran ponerse mas tensas, Sasuke y Sakura, le informaron que Madara las invitó a todas a cenar en su mansión por el motivo de celebrar el cumpleaños de Izuna.
Aparentemente, se trataba de una pequeña reunión y por más que trató de negarse, nadie pudo persuadir a sus amigas, quienes le dijeron que esa era la oportunidad perfecta para hablar con el azabache sobre lo sucedido en el bar.
Neji estacionó frente a la mansión del Uchiha. Hinata llegó con él y con Tenten. Los tres avanzaron apreciando el entorno, especialmente la ojiperla, quien nunca había estado allí. El lugar, iba de acuerdo con la personalidad de su dueño... imponente, majestuosa y sin olvidar la belleza que los rodeaba.
Entraron y se quedaron en el recibidor mientras llegaban Ino, Itachi, Sasuke y Sakura, ya que les prohibieron entrar sin ellos, pues los acusarían de ser impuntuales. Una de las empleadas les ofreció algo de beber, pero ellos se negaron y mientras llegaban sus amigos, Hinata avanzó por un pasillo en busca del baño, sin embargo, no lo encontró y cuando regresaba, se encontró con una gran fotografía colgando en la pared.
Se acercó sin dejar de ver a cada uno de quienes aparecían ahí y se enfocó directamente en el único a quien no conocía. En breve, volvió a enfocarse en los otros tres. Trago saliva al ver el torso expuesto de Madara, luego se quedó absorta en el deslumbrante hombre sosteniendo el micrófono—¡Cielos!—exclamó y sin pensarlo, sacó su celular para capturar la impresionante imagen.
—¿Donde estás Hina?—la ojiperla guardó el celular avergonzada, como si hubiese hecho algo malo y se dirigió hasta donde escuchó la voz de Ino. Llegó con ellas saludándoles mientras contenía su acelerado corazón, tras haber apreciado la imagen del apuesto castaño a quien besó.
Pasaron a la sala donde rápidamente miraron a quienes ya estaban presentes. Para la Hyuga, pronto quedó claro que esa no era una simple reunión, dado que había muchas personas. Madara los miró y sonriendo se acercó a ellos.
—Bienvenidos, me alegro que lograran convencerla—les dijo refiriéndose a la ojiperla, quien era la única sin pareja entre sus amigas.
—Créame, no fue fácil—soltó Sakura sonriendo y enfocando a la misma pelirroja que miraron cuando ocurrió el robo del auto. Ino también enfocó que junto a ella, se hallaba la chica de cabello oscuro, misma que su novio aseguraba sólo ser una compañera de trabajo y nada mas.
—Gracias por la invitación—Hinata sintió que todos los veían y cuando se atrevió a enfrentarlos, se encontró con la demandante mirada de Hashirama.
Continuara.
Lamento mucho la demora, como también las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo. Las siguientes actualizaciones, serán La esposa del héroe y Acorralada😊💕
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