Extra III: Hallie Carrison Stuart

Dylan.

— Es una niña — dijo la doctora con una sonrisa viendo el ultrasonido —. Aquí está su cabeza, sus pies, sus manos. 

— Es muy pequeña — respondió Juno admirando con lágrimas en sus ojos la imagen de nuestra futura hija —. Estoy segura de que sus manos serán suaves y hermosas, al igual que las de su padre — dijo mientras apretaba mi mano haciéndome sonreír.

— Y tendrá los ojos más brillantes, el cabello más hermoso y rojo, al igual que su madre — la doctora nos miró con una sonrisa aún más grande.

— Ustedes dos si que son una pareja de esposos muy enamorados, son pocas las parejas que encuentro así — Juno y yo nos dedicamos una mirada de orgullo —. La bebé se mira muy bien, todo está bien y dentro de lo normal, no hay nada de que preocuparse. 

— Me alegra saber eso — le dije a la doctora y acaricié el rostro de Juno.

Los meses pasaron, y con ello un poco más de complicaciones (sobretodo para Juno obviamente), pero era una bonita experiencia.

— Mi estómago solamente crece y crece, al igual que el hambre — se quejaba ella mientras se comía un pastel con helado en la sala. 

— Te sigues viendo perfecta — dije masajeando sus hombros y dándole un beso en la cabeza —. ¿Ya estás lista para el baby shower? Es en dos días. 

— Mi madre llega mañana temprano junto a Clara, cómo siempre ellas están más emocionadas que yo — reí.

— Ya te imagino diciéndole a Hallie "en todas las fiestas que me hacían, tu abuela y tu tía se emocionaban más que yo" — una gran carcajada salió de la boca de Juno, no sé si era por el embarazo pero al parecer sus emociones aumentaban, reía y lloraba por todo.

— Estoy totalmente segura que mi madre siempre nos va a convencer de hacerle una gran fiesta a Hallie cada año, es capaz de hacer un desfile por la ciudad.

— Hallie es su primera nieta, mi madre también está igual, de hecho llega hoy en la noche.

— En definitiva Hallie tendrá a unas abuelas muy consentidoras — le dio una última mordida a su pastel y me dio el plato —. ¿Me sirves más por favor?

— Lo acabo de comprar en la mañana y ya te lo acabaste, lo que te acabas de comer es la última rebanada.

— Tendré que hacer mucho ejercicio luego de que nazca Hallie porque mi cuerpo se va a vengar de mí — no pude evitar reír.

En el día de baby shower fueron puras mujeres así que yo llegué hasta el final para ayudar a Juno con los regalos y todo eso. Aproveché el tiempo en que ella estaba en la fiesta para comprar algo. 

— Sirvieron un muy buen desayuno, me comí dos platos, y mucha fruta con un poco de pan. Los juegos que planearon fueron divertidos no voy a negarlo. Hallie se va a encontrar con regalos muy bellos cuando nazca.

— Y también se va a encontrar con una madre muy bella — Juno me miró feliz y enamorada.

Cuando llegamos al departamento y acomodamos los regalos (más bien, cuando YO acomodé los regalos) decidí darle mi regalo a Juno.

— Es algo pequeño, pero muy especial — dije entregándole una pequeña caja. 

— No tenías que hacerlo, ya has hecho suficiente por mí  — Juno abrió la caja, le había comprado un pequeño collar con el dije de una familia de tres, nos representaba a nosotros y a la pequeña Hallie.  

— También compre un dije para Hallie, con su inicial — agregué entregándole otra caja con el dije de Hallie. Juno levantó su mirada, se encontraba llorando (tal y cómo dije, lloraba y reía por todo) 

— Son hermosos, eres el mejor — con cuidado tomé su rostro y la besé profundamente.

— No, tú eres la mejor — dije sobre sus labios y continuamos con nuestro beso.


~~~ 

Juno. 

Era un sábado por la mañana, Dylan seguía dormido y yo me levanté para prepararle un desayuno especial, realmente se lo merecía. Me encontraba de pie tomando las cosas que necesitaba para el desayuno, cuando entonces sentí algo extraño y escuché agua cayéndose.

Mi fuente se había roto, y los dolores ya estaban comenzando. Les juro que jamás había sentido tanto dolor.

— ¡Dylan! — grité mientras me sostenía con la barra de la cocina. 

— ¡¿Qué rayos hacías levantada?! — preguntó Dylan corriendo hacia mí.

— ¡Quería hacerte un desayuno especial! ¡Dylan me duele mucho! — sentía sudor por todo mi cuerpo.

— Okay okay, vamos al hospital, rápido — Dylan sonaba bastante preocupado. Los guardias del edificio me ayudaron junto a Dylan a subir al auto, él trataba de manejar lo más rápido posible. Podía notar sus nervios, su miedo pero a la vez su emoción. A pesar del gran dolor que sentía en ese momento, muy en el fondo estaba emocionada y feliz porque mi pequeña ya iba a nacer.

Finalmente llegamos al hospital, bajamos y los enfermeros rápidamente me colocaron en una silla de ruedas y me llevaron dentro.

— El bebé está por nacer, preparen todo — me colocaron en la camilla, Dylan no se separo de mi lado en ningún momento.  

— Ya está todo listo, ahora sólo debe pujar con todas sus fuerzas — y eso hice, todos me decían que pujara y pujara pero yo solamente podía escuchar la voz de Dylan, apreté su mano muy fuerte mientras soltaba gritos de dolor. 

Escuché un llanto, y fue ahí cuando mi dolor se desvaneció por arte de magia, ahora sentía felicidad, emoción y algo de cansancio por el esfuerzo que hice.

— ¿Es mi bebé? — pregunté cuando me la entregaron ya limpia y cubierta en una cobija. 

— Sí, es su bebé, sana y en muy buen estado — Hallie finalmente se encontraba en mis brazos, Dylan estaba admirando a nuestra pequeña junto a mí.

— Hallie Carrison Stuart, un hermoso nombre para una hermosa niña ¿no lo crees amor? — asentí con la cabeza, lágrimas se encontraban bajando por mis mejillas. La pequeña mano de Hallie tomó mi dedo, y más lágrimas salieron. Dylan con cuidado y ternura acarició su cabeza y deposito un pequeño beso en ella, para luego mirarme y besar mi frente.

Los momentos con Dylan eran totalmente perfectos, y este era mi primer momento perfecto con Hallie y con él. 

Si la perfección no existe ¿entonces qué estoy sintiendo ahora?

Amor, simplemente, amor.


Dylan. 

Dejé que Juno descansara mientras yo llamaba a sus padres y a los míos para darles la noticia, conociéndolos seguramente ya habrán comprado boletos para venir lo más pronto posible. Al entrar a la habitación Juno se encontraba sentada en la cama con Hallie en brazos. Levantó la mirada, y a pesar de lo cansada que se veía, en sus ojos había nada más y nada menos que amor y felicidad.

— No puedo dejar de mirarla — me senté a su lado y coloqué mi brazo alrededor de su cintura.

— Al igual que yo no puedo dejar de mirarte a ti — respondí.

— Te amo Dylan.

— Yo te amo más, Juno — unimos nuestros labios, y cuando volvimos a dirigir nuestra vista a la bebé, una pequeña sonrisa se encontraba en su rostro y no pudimos evitar reír.

— Está feliz.

— ¿Cómo no lo va a estar? — Juno aún sonriendo colocó su cabeza sobre mi hombro, y nos quedamos ahí, en silencio admirando a nuestra hija. 

Todo era perfecto.

Todo, era amor. 


Nota de la autora: Y así acaba el último extra de Todo menos casarse, y con ello claramente ya acaba la historia:(


Capítulo editado

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