Capítulo 4: Pequeñas vacaciones

Dylan. 

Juno había decidido que pasaríamos nuestras pequeñas vacaciones en Los Ángeles, para ir a Disneyland. Durante el vuelo Juno terminó su artículo y ambos estábamos libres de obligaciones. Llegamos el viernes en la tarde y rentamos directamente un auto para ir a un hotel que habíamos reservado en Disney. El hotel estaba repleto de magia al igual que las películas, y Juno parecía una niña pequeña, sonriente y emocionada.  

— No me imagino lo feliz que serían nuestros hijos si algún día viniéramos aquí, y claro si algún día los tenemos — dijo ella tirándose en la cama a mi lado, ahí estaban de nuevo las indirectas. Decidí mejor no responder, pero Juno siguió —. ¿Has pensando en eso? ¿En tener hijos? ¿O eres de aquellas personas que prefieren casarse primero?

— No lo he pensando muy bien, pero si me lo imaginó en algún futuro. Cuando te veo a los ojos, puedo ver mi futuro — dije acariciando su rostro. 

— ¿Entonces qué estamos esperando? Podemos iniciar nuestro futuro juntos, es cuestión de que ambos queramos, de que uno diga la pregunta y el otro diga la respuesta correcta.

— Hemos iniciado nuestro futuro desde el momento que nos conocimos.

— Sabes que no me refiero a eso — suspiré, ahora estaba siendo directa. 

— No quiero hablar de eso ahora ¿sí? Simplemente quiero disfrutar este fin de semana a tu lado, sin estrés por el trabajo, quiero sentir la magia de Disney a tu lado.

— ¿Y cuándo podremos hablarlo? ¿Cuánto más tengo que esperar? — Juno parecía que iba a comenzar a llorar, así que la abracé.

— Pronto, pero no quiero que dudes sobre mi amor por ti, porque mi amor por ti es lo más real que tengo. 

— Siento lo mismo — respondió mirándome a los ojos para unir sus labios con los míos. 

Nos levantamos temprano a la mañana siguiente para arreglarnos y desayunar, y minutos antes de que abrieran el parque tomamos el autobús que nos llevaría hasta la entrada. Iniciamos nuestro día lleno de energía y amor, disfrutando todo desde el primer minuto. 

Juno. 

Nuestro plan fue primero subirnos a las montañas que solían tener más fila y luego a todo lo demás, tomándonos también el tiempo para las fotos con Minnie, Mickey Mouse y todos los personajes que se encontraban alrededor del parque.

— Esto está delicioso — dijo Dylan antes de darle una mordida a su hamburguesa en forma de Mickey. 

— La próxima vez que te parece si vamos al otro parque, California Adventure. 

— Estaba pensando que fuéramos a Universal Studios.

— Podemos ir a ambos, contigo iría a dónde sea — Dylan sonrió y tomó mi mano suavemente. 

Terminamos de comer y seguimos disfrutando del parque, riendo y comprando todo lo que tuviera forma de Mickey, o que al menos tuviera orejitas. Pasamos frente al castillo para tomarnos una foto, pero entonces vimos a una pareja, el chico se encontraba pidiéndole matrimonio a su novia. Me imaginé lo que deberían sentir, emoción y amor. La chica le dijo que si y todos aplaudimos, yo no podía dejar de mirarlos con una sonrisa, tratando de aguantar las lágrimas.

— ¿Lista para la foto? — dijo Dylan, lo miré y simplemente asentí. Nos tomamos la foto y fuimos directamente a apartar lugar para el show y para ver los fuegos artificiales, estaba apunto de anochecer y las personas ya se estaban acomodando.  

Sé perfectamente que Dylan había notado que tenía algo luego de ver a la pareja que se habían comprometido justo aquí, en uno de los lugares más felices del mundo, pero él no comentó nada al respecto.

— El show ya va a comenzar — dijo colocando su brazo alrededor de mí. 

— No puedo esperar — dije tratando de que se hiciera notar mi emoción.

— Ver esa pareja te hizo sentir un poco mal ¿cierto?

— Me sentí muy feliz por ellos, pero me hubiera gustado que fuéramos nosotros.

— Pronto lo seremos, e incluso será de una mejor manera — Dylan se inclinó y besó mi mejilla, haciéndome sonreír.

Disney nunca nos ha decepcionado, desde sus películas hasta sus productos, y el show de fuegos artificiales no fue la excepción. Fue totalmente mágico, y pareció que todo lo malo había desaparecido, todos se encontraban felices y admiraban con mucha emoción los fuegos de mil colores y la música que lo hacía aún más emocionante. Dylan y yo compartimos miradas y unimos nuestros labios, compartiendo nuestra felicidad, en definitiva este si era uno de los lugares más felices del mundo. 


~~~ 

Despertamos al día siguiente cansados pero felices, muy felices. Arreglamos nuestras maletas, fuimos a desayunar y nos dirigimos al aeropuerto, en todo el camino no dejamos de hablar respecto a lo que habíamos vivido a Disney, incluso cuando llegamos a casa casi al anochecer. 

— Creo que le llamaré a mi jefe y le diré que me contagié de algo en Disney — fingí toser haciendo a Dylan reír.

— Creo que yo también — dijo él fingiendo que vomitaba —. La comida me cayó mal.

— Conozco a alguien que te hará sentir mejor — corrí hacia sus brazos tirándonos a ambos a la cama mientras reíamos. 

— Siento que todavía tengo la magia de Disney.

— Es que nosotros somos la magia, amor — Dylan rodó colocándose encima de mí haciendo que una carcajada saliera de mi boca. 

— Me gusta estar arriba, te puedo admirar más — sonreí y con mis brazos alrededor de su cuello lo atraje hacia mis labios, y en el momento en que los besos se hacían más profundos el teléfono sonó —. ¿Es enserio? ¿Justo ahora? — se quejó Dylan y no pude evitar reír. Me levanté y tomé el teléfono, era mi madre.

— Hola mamá, regresamos hace unas horas ¿todo bien? —  Dylan continuaba besando mi cuello, haciéndome querer colgar el teléfono y besarlo profundamente. 

— Christian y yo nos hemos divorciado — dijo directamente, sorprendiéndome. Dylan en ese momento se detuvo. 

 — Oh, eso no me lo esperaba. Yo.... cómo lo siento, sinceramente no sé que decir.

— Llevábamos bastante tiempo mal, yo ya no me sentía feliz.

— ¿Y cómo te sientes?

— Debo admitir que me siento mejor, ahora me siento más feliz, al principio si me afectó pero ya no, claro que lo sigo viendo por Clara pero nada más por eso, han pasado meses y estoy mejor.

— ¿Cómo que meses?

— El divorcio fue hace meses.

— ¿Y por qué nunca me lo dijiste? — pregunté indignada y todavía sorprendida. 

— Porque no me sentía bien diciéndotelo por teléfono, y hace meses que no venías.

— Ahora me siento mal conmigo misma. Mamá debiste decírmelo, debí estar ahí para apoyarte.

— Hay algo más, cariño. 

— ¿Qué cosa? No me digas que estás esperando otro bebé — mamá rió. 

— Nada de eso.

— ¿Entonces qué es?

— Tu padre y yo nos volveremos a casar.

Y en ese momento; por la sorpresa, el teléfono se cayó de mi mano. 


N/A: Hola! Solamente quiero pedirles disculpas porque ayer no hubo capítulo. Llegué tarde a mi casa debido a que mi familia se juntó por el día de reyes, la rosca y así, y ya no me dio tiempo para escribir. En fin, los amo mucho y muchas gracias por leer, son los mejores<3


Capítulo editado

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