Capítulo 46
Mia.
En general, todo me da exactamente igual, especialmente cuando de fechas y celebraciones se trata, pero hoy era un día especial para mí. Hoy se cumplían 18 años de la llegada al mundo de la persona que iluminó mi vida, que me enseñó a volar, que me liberó. Hoy era el cumpleaños de Aiden.
En este preciso instante nos encontrábamos en la sala de estar esperando a que llegaran los invitados o, mejor dicho, la manada de adolescentes hormonales cuyo único interés es meterse alcohol en el sistema.
Durante el día el cumpleañero recibió todo el afecto, los regalos y la atención de sus seres queridos. Ahora que era de noche, los adultos se habían retirado a sus habitaciones, dejando el lugar a los jóvenes para que hicieran lo que quisieran (ya saben: ¡sexo, alcohol y rock & roll!).
Millie y April habían organizado la fiesta, así que lo más probable era que en cualquier momento la casa se cayera. April incluso había invitado a sus antiguos compañeros de estudio, es decir, universitarios. Sam y Millie estaban molestas por eso (sarcasmo, por si alguien no cayó).
Carter había venido, pero creo que fue más por April que por Aiden, aunque en los últimos meses estaban hablando un poco más. Su amistad no era la misma, pero noté cierta evolución. El rencor no podía ser eterno.
La hermana mayor de Aiden y Carter estaban en el sofá conversando animadamente.
Mhmmm.
Sospechoso…
Había cierta atmósfera. April era extrovertida, alegre y conversadora, así que su comportamiento era el habitual; extraño era el de él. Se veía muy a gusto, muy embelesado y atraído, como una polilla por la luz.
Me pregunto qué hay ahí.
Después de lo que vi en aquel pasillo el día del cumpleaños de Millie pensé que había surgido algo entre Sam y él, pero ahora no estoy tan segura. Además, Sam no me ha comentado absolutamente nada y, aunque me gustaría saber, no quiero ser entrometida.
Por otra parte, Aiden se veía muy alegre y relajado. Lucía igual que siempre.
Cuando le conté todo me sentí aliviada. Si continuaba ocultándoselo, explotaría. Odiaba ver su cara de decepción cuando lo detenía justo antes... Él se mostraba comprensivo, pero sabía que en el fondo le dolía que lo despreciara como hombre y a mí me carcomía no poder complacerlo; pero, por otro lado, me alegra que mi confesión no haya alterado sus sentimientos.
Desde aquella noche continúa siendo el mismo. Me trata igual que siempre, como si nunca hubiera pasado nada y eso era reconfortante. No estaba dispuesta a continuar arrastrando esa ancla.
Después de tantos años, al fin sentía interés por la vida y eso se lo debía a él.
Aiden conversaba con Millie en los sillones y Logan estaba cerca de ellos, pero lucía ajeno al asunto, como si no le importara.
Sam y yo estábamos sentadas en las escaleras y él miraba de vez en cuando en nuestra dirección con su característica sonrisa torcida. No sé si miraba a Sam o a mí, pero no me gustaba nada la forma en la que nos escrutaba, como si nos evaluara o estuviera a la espera de algo.
—Sam —hablé—, ¿puedo hacerte una pregunta?
—Sí, claro —respondió ella.
—¿Qué pasó entre tú y Logan? —pregunté con cautela.
Ella se tensó. Intentó disimular, pero no le salió muy bien.
—¿Logan y yo? —se hizo la desentendida.
Asentí con seguridad, mostrándole que sabía del tema y que no serviría hacerse la tonta.
—Pues… —Parecía nerviosa. Puse mi mano sobre la suya para animarla—. Fuimos novios —dijo finalmente.
—¿Y? —Arqueé una ceja—. Eres más específica que eso. El nombre "Dave" te dice algo —alegué, recordando las secciones de tortura que me hizo pasar teniendo que escucharla hablar de esos temas. Ella sonrió ligeramente.
—Fue mi primer novio y también mi primera vez…
—Déjalo ahí. No quiero detalles con respecto a eso —me apresuré a decir. Ella rio.
—Tranquila, no iba a hablarte de eso. La verdad es que no hay mucho que contar. —Puso su codo en la rodilla y su mano en la cara en una pose pensativa—. Por aquel entonces ya me gustaba Carter y cuando Logan me propuso ser su novia accedí porque él me atraía, pero en el fondo quería que se me pasara el encaprichamiento que tenía con un chico que no me hacía caso. Al final se dio cuenta de que lo utilicé. Él es muy astuto, muy perspicaz, aunque no siempre fue así de maquiavélico y calculador… —Lo miró disimuladamente, como si estuviera recordando.
Sí, me he dado cuenta de esa astucia.
—Tal vez él te quería de verdad, Sam —sugerí en voz baja.
Tal vez Logan fue un buen chico alguna vez en su vida, pero algo lo marcó y lo hizo transformarse en lo que es hoy. Desgraciadamente, muchos son perseguidos por el pasado y por las cicatrices que la vida los obligó a cargar. Yo realmente entendía mucho al respecto.
—No lo hice por maldad, ¿sabes? No quería lastimarlo —reconoció con pesar—, pero él lo malinterpretó todo. Entonces se acostó con Rebecca.
Rebecca…
—Tal vez lo hizo para darme celos o para vengarse, no lo sé —prosiguió—. El punto es que se revolcó con ella y después le dio una patada. Para nadie era un secreto que Rebecca estaba loca por Logan y a él no le importó utilizarla. Ella solía ser una chica tímida y callada, pero, después de eso, la introvertida Becky se volvió lo que vemos hoy.
—Vaya... —fue lo único que logré articular.
Rebecca también ha sufrido…
Esa pose de chica ruda y malhablada es una fachada, una coraza para protegerse del dolor y las decepciones.
—A Rebecca nunca terminé de caerle bien —admitió de pronto—. Quiero decir, no parece odiarme, pero es como si me guardara algún tipo de rencor, ¿sabes? Como si me culpara.
—No creo que te odie. He hablado con ella. Esa es su forma de ser —comenté, encogiéndome de hombros. Rebecca parecía odiar a todo el mundo.
Sam parecía afligida. Sentía empatía por Rebecca. Creo que ellas serían grandes amigas si se dieran la oportunidad de conocerse.
—Espero que tengas razón —murmuró Sam.
Con el tiempo comenzaron a llegar los invitados y en un santiamén ya no se podía caminar sin que te pegaran cosas raras.
Había una inmensa multitud, bebida, música alta, luces coloridas.
Se notaba a mil kilómetros de distancia en manos de quiénes estuvo la organización.
A la mitad de los presentes no los había visto en mi vida. Muchos eran del instituto, pero parecía que para entrar era un requisito traer a otra persona. Todos habían invitado al hijo del primo del vecino del amigo de su hermano.
Estaba bailando con Aiden o, al menos, haciendo el esfuerzo.
Él se había comportado muy bien conmigo. Fue comprensivo, pero sin cambiar el trato, así que quería esforzarme por complacerlo de alguna forma.
Él me demostró la magnitud de sus sentimientos y yo quería que viera la dimensión de los míos.
Y pensar que cuando lo conocí lo odiaba con todas mis fuerzas. Sentía una repulsión infinita y hoy estoy perdidamente enamorada de él.
Entre el movimiento, el manoseo y la música comenzó a besarme.
—Suéltala un rato, ¿no? —escuché una voz femenina y Aiden se detuvo automáticamente.
—¿Qué quieres? —espetó, fingidamente molesto porque habían interrumpido nuestro momento.
—La tienes todo el día para ti. Comparte un poco —bromeó April.
—Ven con nosotras —me invitó Sam, la cual estaba junto a la rubia de ojos verdes.
—Quiero conocer un poco a mi cuñada, pero la tienes amarrada todo el tiempo —reclamó April con las manos en la cintura.
La verdad era que me caía muy bien. Era genuina y simpática. Contagiaba alegría y yo estaba necesitada de esa emoción.
Miré a Aiden, divertida. Él torció los ojos.
—Bien —bufó finalmente.
—¡Yes! —exclamaron ellas.
Cuando estaba a punto de seguirlas sentí un fuerte agarre en mi brazo.
—Ni creas que cuando se acabe la fiesta te me vas a escapar, muñequita —susurró Aiden en mi oído, haciendo que mi piel se erizara y luego me liberó, escurriéndose entre la muchedumbre.
Seguí a las chicas y bailamos, conversamos, nos reímos.
A decir verdad, esta es la mejor fiesta a la que he asistido, aunque no he ido a muchas.
Sorprendentemente me estaba divirtiendo mucho.
Había pasado un largo rato. Ya ellas dos habían bebido tanto que no sabían ni quiénes eran.
De pronto, sentí que mi teléfono vibró.
Cuando miré la pantalla vi que era un mensaje de Aiden.
Necesito verte.
Miré alrededor, pero no había señales de él. Comencé a preguntar a los invitados, pero nadie sabía dónde podía estar el anfitrión de la fiesta.
Me abrí paso con un poco de dificultad para buscar en todo el primer piso.
Ni rastro.
Me dice que quiere verme, pero no dónde está.
Qué crack.
Y luego me vino una idea a la cabeza.
Su habitación.
Probablemente no quiere esperar hasta el final de la fiesta…
Subí rápidamente. Tal vez quería decirme algo importante.
Lo dudo mucho, pero bueno…
Al llegar, me fijé que la puerta estaba entreabierta y dentro se escuchaban voces.
Aiden estaba con alguien.
Y era una chica…
N/A: Jeiiiiii, quiubo, cómo stán!! :D
Qué les pareció el cap?
Sé que estuvo un poco corto, pero bueno. Vienen nuevas situaciones :)))))
No porque estemos en la recta final significa que vamos a decaer. No, no, no, esto es para arriba y hacia delante :D
Por cierto, ya la historia está terminando :'(
Faltan pocos caps para despedirnos de Mia y Aiden :(
Pero los vamos a despedir por todo lo alto ;)
Espero que hayan disfrutado el cap.
Hasta el siguiente!!
Chauuuu!!!
Ig: daia_marlin
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