Capítulo cuatro | Trouble




—... Y cuando eso sucede...—enarcó una ceja deteniendo su explicación. Wesley mantenía sus ojos cerrados con fuerza, recargado en su silla mientras articulaba palabras apenas audibles—... Ben me llamó esta mañana—terminó diciendo, y en cuanto lo hizo el castaño volvió en sí retándole con la mirada.

—¿Qué? —cuestionó de inmediato y Claire rodó los ojos.

—No me estás escuchando, ¿verdad? —colocó sus brazos sobre su libro, del cual intentaba memorizar palabras desde hace casi dos horas—. Dijiste que me ayudarías a estudiar—le recordó—. No creas que me estoy quejando pero parece que no te importara, si no es así, solo dímelo—se encogió de hombros.

Wesley resopló y cerró su libro.

—No es que no me importe, solo no me importa ahora mismo—bostezó—. Tengo sueño y creo que tengo congestionada la nariz. Además, sabes que las ciencias no es muy lo mío.

—Si... Hablas raro—suspiró—. Lo sé, pero necesito que alguien me escuche cuando repito, si finjo que te estoy enseñando, aprendo más rápido—se puso de pie y extendió su brazo para poder quitar el cabello que escondía la frente de Wes y la tocó con detención—. Parece que tienes un poco de fiebre. ¿No quieres ir a casa? —regresó a su asiento.

—No, creo que estaré bien—bebió de su café e hizo un gesto de disgusto cuando el líquido pasó por su garganta—. Continúa.

—Vamos a casa—insistió.

—Estoy bien—dijo de nuevo, recargó su cabeza contra su libro y respiró hondo—. Tal vez sea bueno morir esta noche.

Claire rió.

—Okay, pero despídete primero—la rubia hojeó su libro buscando otro punto que había marcado en su hora libre del trabajo.

—¿Te has dado cuenta de algo?

—Me doy cuenta de muchas cosas pero no sé de a cuál algo te refieras—murmuró sin verle.

—Me punza la cabeza y no estoy para que te hagas la sabionda— le dijo de mala gana y Claire volvió a reír. La rubia le miró, Wes cerraba sus ojos mientras tallaba su frente con sus dedos como si encontraba calma en su dolor de esa manera.

—Eso lo he aprendido de alguien—dijo después—. Dime, ¿de qué te has dado cuenta?

—Bueno, es curioso como todo cambia con las palabras que usamos para referirnos a cada uno de nosotros—abrió los ojos y frunció el ceño no muy convencido—, ya sabes, eso de los roles que adoptamos de acuerdo donde estemos y con quien estemos. ¿Cómo es posible que una palabra o un nombre genéricos nos diga cómo comportarnos?

—Creo que comprendo, ¿a qué viene eso?

—Estaba pensándolo mientras me hablabas de los nervios cerebrales—frunció los labios—. No me gusta la ciencia porque nunca he sido muy bueno en ella pero cuando me pides que te ayude a estudiar en serio intento entenderla porque algo en mí me dice que tengo que actuar como un novio, adoptar ese rol que llegó desde el momento en el te dirigiste a mi como tu novio, ¿sí? Y ese rol me pide que te ayude si eso está en mis manos; cosa que probablemente no haría si siguiéramos siendo amigos o no te quisiera como lo hago ahora—tomó aire—, y esto está pasando con Fred también, va a tomar su rol de padre y en algún momento dejará de ser el Fred que conocemos cuando el bebé esté junto con él. Es algo que la sociedad nos impone y que espera que hagamos sino muchas cosas se saldrían de control. Separa lo que somos de lo que representamos... ¿Sabes? —arrugó su nariz—, cuando pienso en estas cosas la vida se vuelve un poco triste.

Claire cruzó sus brazos con una sonrisa llena de curiosidad pues Wesley parecía tener una especie de colapso mental. Se recargó en la mesa moviendo un poco las bebidas que tenían sobre ella y siguió espiándole esperando por algo más. Wes dejó caer su cabeza sobre el libro que tenía frente a él; recién había pasado sus exámenes y aun no se recuperaba de su falta de sueño y exceso de café.

—¿Y si ahora digo que eres mi gato?

—Ganímedes se pondría celosa— murmuró en contra del libro, de mala gana pero después comenzó a reír.

—¡Chicos, chicos, chicos! —un atrabancado Oliver llegó corriendo y se sentó al lado de Claire como si huyera del diablo. Respiró hondo queriendo controlar la respiración y sonreía en grande reflejando su maldad en ella—. Amo...—hizo una pausa para respirar—, esto de... ser músico— relamió sus labios y sus mejillas hicieron mucho más pequeños sus ojos gracias a su sonrisa perversa, ya muy típica para todos.

—¿Qué hiciste? —Wes levantó su cabeza recargándose en su barbilla.

—Estábamos ensayando para la presentación de esta noche, una canción nueva, entonces llegó Timothy, ¿sabes quién es?

—No—dijeron al mismo tiempo.

—El chico que me recomendó con su jefe para que me presentara ahí—aclaró rápidamente—. Así que, Timothy llegó con su prima y dos amigas más—enarcó las cejas con superioridad—, diciendo que nos vieron una vez y querían charlar con nosotros, ¡Cómo si en verdad fuéramos super estrellas! —golpeó con las palmas de sus manos la mesa despertando casi por completo a Wes—. Fue genial—se relajó—, nunca me había sentido tan especial... ¡Ah! Y la prima de Timothy y yo terminamos haciendo cosas indecorosas en el baño—tomó la taza de café de Wes para darle un sorbo.

—No necesitaba hacer eso—la rubia comentó.

Oliver rió—: A veces olvido que debo ahorrar mis comentarios frente a Wesley porque siempre estás ahí, ¿Siempre serán como uña y mugre o es pasajero?

—¿Qué? No pasamos taaanto tiempo juntos—el chico intercambió miradas con Claire quien simplemente entrecerró los ojos pensando—, solo da la casualidad de que nuestros horarios coinciden y... ¿Hay algún problema con eso?

—Comienzan a ser aburridos y yo a sentirme solo— tomó un sobre de azúcar de la mesa y lo abrió, puso un poco en el dorso de su mano y la lamió—, antes podría charlar con ustedes a solas pero ahora Fred está ocupado lamiéndole los pies a Sue y tú y Claire se la pasan aburriéndose el uno al otro.

—Ya, gracias— Claire cerró su libro un poco harta.

—Es sin ofender, soy experto en los malos tercios—lamió de nuevo un poco de azúcar.

—Ow—ella acarició su hombro con mucha pena—, algún día encontrarás el amor—apretó su mejilla pero no parecía molestarle—. Dicen que en los asilos siempre hay viudas en busca de un nuevo amor.

—¿No deberías estar estudiando o algo?

—¿No deberías estar defraudando a tus padres?

—Si no se callan en los próximos treinta segundos me va a explotar la cabeza.

—Ella comenzó.

—No es cierto, tu llegaste quejándote de tu vida sentimental pasajera, a mí no me culpes de eso.

—Oye, pasamos meses preocupándonos de la tuya—le señaló—, ahora soporta la mía.

—No llego a imaginarte con una chica en una relación, a menos de que ella esté loca.

—Bueno, he tenido novias antes y si, han estado locas...—miró a Wes—. ¿Recuerdas a la chica con la que salía, la que vomitó en el auto de mi papá?

—¿Juliet? —hizo una mueca.

—¡Juliet! —soltó muy agradecido.

—¿Qué tiene Juliet? —Claire preguntó.

—La prima de Timothy se llama Juliet, sabía que se llamaba como mi ex novia. La llamaré.

—¿A tu ex novia o a la prima de Timothy?

—A la prima de Timothy—comenzó a buscar dentro del bolsillo de su chaqueta.

—Te dio su número pero no su nombre...—Wesley comenzó a decir.

—Bueno, quizá si lo mencionó pero lo olvidé—sonrió al extender una servilleta con un número en él—. Olvidé mi teléfono en casa—dijo después.

—No es nada del otro mundo...—alguien le arrebató la servilleta de sus manos y la metió en una bolsa de plástico.

—¡Oye! —Oliver gritó a Fred quien estaba muy ocupado para prestar atención a lo que hacía pues llamaba por teléfono—. Devuélveme eso—dijo pero el rubio ya había metido más basura que recolectó de la mesa.

—Shh—le dijo apartando su teléfono—. Solo dile que me avise cuando piensa venir y yo le digo si podré, le encontraré algo que hacer—soltó la bolsa plástica en el suelo y se sentó en la silla libre que había ahí—. Si, si—rodó los ojos—. Adiós papá, te llamo luego— dicho eso, colgó—. No deberías estar preparándote en tu trabajo—le dijo a Oliver con algo de duda, no era normal verlo ahí cuando eran casi las siete de la noche.

—Vine a contar una buena nueva pero Claire comenzó a molestarme— terminó de vacíar el sobre de azúcar en su lengua.

—¿Desde cuándo hablas con tu papá? —le cuestionó Wesley todavía sorprendido del hecho de que Fred llamara "Papá" a ese hombre—. Es como... ver que Oliver no se ahogue con algo la primera vez que lo use.

—¿Qué? —Oliver rió—. Eso no es cierto—miró a los rubios buscando aprobación.

—Lo siento, pero si todas tus anécdotas terminan en: "y luego me ahogué con eso" nos hace pensarlo— Claire se encogió de hombros.

—Sí, apoya a tu novio—dijo de mala gana.

—¿Su qué?

—Su...—Oliver dudó, Wesley cerró sus ojos negando con su cabeza, resignándose a escuchar las exageraciones de su mejor amigo mientras que Claire simplemente le dio un puñetazo en la pierna—. Su... novio-lador... ya sabes—rió—. El estereotipo de que todos los hombres somos violadores y Claire vive con tres de ellos, y bueno, ella es una mujer... a la que ninguno de los tres ha besado... ni tocado... porque somos buenos civiles... Me voy— se puso de pie rápidamente fingiendo que veía la hora en su muñeca pero se fue directo en dirección a los baños.

Fred vio como el chico se fue y después intercambió miradas con el par que aún seguía ahí.

—Así que... tu papá— Claire cambió el tema—. ¿Sabe lo de Sue?

—No—dijo obvio—. Me asesinaría, lo sé. He intentado decírselo, quiero pedirle ayuda pero siempre que le llamo está enojado o cansado, y me da miedo. Así que intento ser agradable sin soltarle la bomba hasta verme como un buen hijo que no soy— dobló las mangas de su camisa—. Ahora le hago favores.

—¿Qué clase de favores? —el castaño cuestionó bostezando al mismo tiempo.

—¿Recuerdas a Silver?

—¿Silver? —el chico dudó—. ¿Tú prima?

—No es mi prima, es ahijada de mi papá—aclaró—. En septiembre vendrá a estudiar la universidad, pero quiere un empleo porque se le ha metido en la cabeza el ser una chica independiente así que papá me pidió que la ayudara, posiblemente la contrate aquí—sonrió haciendo un pequeño baile en su asiento—. Tal vez eso le demuestre que soy un adulto responsable.

—¿Silver no tiene como catorce años? —Wesley enarcó una ceja acercando la taza de café que Oliver le robó.

—Tiene dieciséis, pero es una niña genio, fue adelantada en la secundaria un par de años... algo así. Estudiará arquitectura.

—Entonces serás su niñero—Claire aclaró.

—Solo le daré empleo.

—Pero si la ayudas a instalarse en la ciudad será más fácil que tu papá vea cuán maduro eres... Podría vivir con nosotros.

—¿Con nosotros? —Wesley intentó carcajear pero paró en cuanto punzó su cabeza—. ¿Estás loca? Apenas si podemos con nosotros, solo tenemos un solo baño. ¿Por qué siempre quieres que todos vengan a vivir con nosotros?

Claire se encogió de hombros—. Es divertido, me gustan las familias grandes y ustedes son como la mía. Además, me gustaría que una chica viviese con nosotros.

—Creí que odiabas vivir con mujeres— Wes frunció el ceño y su novia rodó los ojos.

—Si, pero si acepta vivir con ustedes probablemente congenie muy bien con ella.

—Okay... Dormirá en el baño, caso cerrado—Fred terminó la charla y se puso de pie—. Hoy salgo temprano, nos veremos mas tarde.

—¿Estabas trabajando? —Wesley se burló.

—¿A dónde vas? Recuerda que hoy tenemos que hacer cuentas del alquiler—susurró eso último.

—Lo sé—dijo obvio —. Por eso salgo temprano... Hoy acompañaré a Sue con el médico, volveremos a tiempo.

—Espera, ¿Qué? —Claire sonrió en grande con ganas de gritar—. ¿Van a ir juntos?

—Si, pero no como una pareja, no te emociones— le aclaró en un intento de que ella abandonara sus esperanzas—. Vamos a olvidarnos un poco de nosotros, lo resolveremos después. Ahora solo pensamos en cómo decirles a nuestras familias.

—¿Darás el ejemplo de la abejita? —llegó Oliver parándose a su lado secando sus manos con la tela de su pantalón.

Fred le miró seriamente mientras que Claire y Wesley intentaban no reír.

—¿Por qué no te ahogaste con el jabón?


******************


—¿Cuál crees que sea su tamaño? —habló interrumpiendo el silencio que se había creado entre ellos desde que llegó por ella a su trabajo. Nunca le gustó como olían esos lugares, ni el color rosado de las paredes ni las imágenes gráficas en ellas.

Había muchas mujeres sentadas esperando a su alrededor, una que otra con un bebé en brazos mientras charlaban de sus problemas y unos cuantos hombres con miradas perdidas mostrando cual aburridos estaban. A su lado, Sue escribía mensajes de texto con rapidez e intentaba peinar su corto cabello como si en realidad importara verse bien ante el médico; aun no atendía lo que él preguntó peor Fred sabía que en algún momento su voz entraría a su cerebro.

—No lo sé—respondió después de unos segundos como Fred se predijo—. Tal vez como un grano de arroz—juntó su índice y pulgar para simular el tamaño.

—Oh—asintió creyéndole. Talló las palmas de sus manos contra su pantalón y comenzó mover su pierna de arriba abajo.

—Detente—le pidió Sue bajando su teléfono. La chica le miró un poco harta—. También estoy nerviosa—le susurró—, pero, ¿podrías fingirlo mejor?

—Creí que habías venido antes.

—No, no me atrevía—bloqueó la pantalla de su teléfono.

—¿Por qué no?

Sue se encogió de hombros.

—Hay algo que crece dentro de mí, tengo suficiente como para sentirme extraña.

—Suzanne Ludwig—llamó la mujer de la recepción con el teléfono en su mano. La morena levantó su mano y ella les ubicó rápidamente, sonrió—. Consultorio dos. Pueden pasar— le informó. En eso, otra mujer de un estado bastante avanzado de embarazo, salió por donde ellos tenían que entrar.

—Vamos— Sue tomó sus cosas y se puso de pie.

—¿Tengo que pasar?

—Si tú quieres—dicho eso, avanzó hasta la puerta que iniciaba el corredor donde habían diferentes consultorios.

Fred frunció sus labios, miró a las decenas de personas esperando a su alrededor y de inmediato se puso de pie siguiendo a la chica.

—La última vez que vine a un lugar de estos, creo que fue cuando salí de Michelle—bromeó detrás de ella, le escuchó reír pero paró al tocar la puerta. Una enfermera sonriente les abrió e invitó a pasar.

—Pueden sentarse— les dijo señalando el par de sillas frente al escritorio—. El doctor Butler salió un momento, ya volverá—les informó, dicho eso, se marchó.

—Ahora recuerdo cuando me mentían diciendo que me llevarían a Zoológico—Fred se encogió un poco en su asiento.

—Para ya— intentó no reír.

—¿Qué crees que sea?

—¿Quién? —Fred arqueó las cejas. Sue se señaló el vientre y el rubio asintió obvio—. No sé, la verdad no me interesa —intentó de nuevo peinar su cabello—. Solo espero que esté bien.

—Si pero, ¿no te da curiosidad?

Sue resopló—: Espero que no sean dos, sino es muy posible que yo muera en el intento—quiso reír.

Fred iba a comentar algo cuando escuchó que alguien abría la puerta, dos personas entraron y el primero parecía ser el médico.

—Lamento la ausencia, ¿Tienen mucho esperando? —preguntó bastante interesado; Sue lo siguió con la mirada hasta que tomó asiento en su silla giratoria pero Fred solo se quedó perplejo por la persona que venía detrás: Vancouver no podía ser tan pequeño.

—Un par de minutos—respondió Sue con una sonrisa pero ésta se borró cuando vio a la persona que se paró al lado del doctor Butler, quien les miró bastante curiosidad pero sin desaparecer cierta sonrisa cínica como si aquello le resultara bastante divertido.

—Bien—el hombre revisó la información que tenía en su mesa—. Él es Charles, es un interno que estará ayudándonos — presentó al chico que para ellos ya no necesitaba.

—Hola, un gusto—pronunció Charles con algo de ironía en su voz.

—Hola—Sue fue la única que se dignó a hablar.

—Bien, Suzanne, ¿sabes cuántas semanas tienes? —preguntó apartando el momento incómodo de ellos, bastante ajeno a eso. Se puso de pie y señaló la camilla que tenía en el lugar invitándole a subirse en ella.

—Alrededor de seis, casi siete, eso creo. La verdad es que solo me he hecho pruebas caseras, demasiadas si le soy sincera—la chica respondió dejando sus cosas ahí y yendo hasta donde él le dijo.

Fred miró a Charles por última vez quien hacía lo mismo con bastante recelo; tal vez molesto o lleno de odio. Fred creyó encogerse ahí y rápidamente se levantó del asiento para acompañar a Sue, quien ya estaba recostada en la camilla sintiendo como sudaba su alma.

—¿Y tú serías el padre? —preguntó el doctor Butler al ver como Fred se posicionaba al lado de la chica algo ansioso. Pero no fue a más pues preparaba el monitor.

—No, ellos son amigos—escuchó a Charles llegar donde ellos dispuesto a hacer anotaciones.

—¿Los conoces? —le cuestionó con gracia por la coincidencia.

—Algo así—dijo sin más.

—Bien, entonces dejaré que lo hagas tú—el hombre se apartó del lugar invitando a Charles que hiciera el chequeo como un favor para su formación. El chico de ojos azules les miró de mala gana pero con una sonrisa ante su jefe aceptó.

— No es que seamos amigos—Fred le aclaró al doctor—. Quizá conocidos—se apresuró a decir una vez que Sue desabrochó sus jeans y levantaba un poco su blusa—. Es una historia algo curiosa.

—No es el momento, Fred— la morena murmuró con seriedad.

—Por mí está bien—Charles dijo al sentarse en el banco mientras se colocaba guantes de látex—. Contar la historia de por qué los conocí ya es algo que causa gracia.

— ¿Gracia? Vamos, quiero reírme—bromeó el hombre de canas mientras revisaba todo lo que Charles hacía. Sonreía más no le quitaba la mirada de encima a las manos del futuro médico.

—Mi mejor amigo le quitó a su novia — Fred dijo como si estuviese orgulloso de eso.

—Si yo fuera tú, no presumiría—bañó el vientre de Sue con gel haciendo que ella gimiera de lo helado que estaba—. Pero está bien, creo que aún no conocen lo suficiente a Claire—comenzó a mover el aparto sobre la piel de la chica mientras intentaba descifrar en la pantalla.

—Esperaba que dijeran que se conocieron en una fiesta o algo parecido— comentó el doctor riendo con algo de pena por insistir en exponer aquello.

—No hay mucha historia, ellos no tienen la culpa, después de todo—siguió buscando una mejor vista—. Son solo los amigos que van a tener un bebé—dijo poniendo punto final deteniendo la imagen al encontrar una buena vista—. Aquí está—les dijo.

Sue intentó descifrar lo que había en la pantalla mientras que Fred seguía no muy convencido. Charles suspiró, tomó el bolígrafo que tenía en el bolsillo de su bata y señaló el monitor.

 —Definitivamente hay un futuro bebé aquí, ésta es su casa—indicó todo lo que era el útero—, y éste es el embrión—señaló una mancha que estaba casi en el centro.

Fred sentía como las rodillas le temblaron ante aquella imagen de la cual apenas si podía distinguir lo que Charles le dijo, porque le parecía imposible que lo que veía pudiese llegar a ser una persona; una persona que estaría en este mundo como una parte de él. Después miró a Sue para averiguar si ella se sentía como él pero, por su expresión, dedujo que ella aun deseaba que se tratase de una mentira. Iba a decir algo, pero cuando su boca estuvo preparada para soltar palabras, sintió la mano de Sue buscando la suya para darle un apretón tembloroso. Ella sonrió.

 —Felicidades—  Charles concluyó ese momento.


Trouble - Cage the Elephant 



(n/a): Holaaaaaa!

Lamento desaparecer, pero estuve tiempo fuera de la ciudad y cuando regresé tuve que ponerme al corriente con la universidad, fue de locos pero... ¡Vi a Ed Sheeran a menos de diez metros de mí! Aun estoy ansiosa, nerviosa y sentimental por eso :( <3 Fue hermoso.

Ahora, quiero informarles que los Wattys han comenzado y estoy pensando en inscribir "Un, no muy claro, porqué" para probar suerte jaja Además de que, ¡LA NOVELA LLEGÓ A LAS 100K LEÍDAS! Me puso muy feliz regresar de mi viaje y ver eso, no tienen idea.

Como saben (y si no lo saben) tengo página en facebook "oh month of may" [muy original] en la cual se supone que subiría cosas pero no sé mucho sobre qué subir (aunque es obvio que son cosas de wattpad). Eeeeentonces, pensé que, como la mayoría de las personas que siguen esa página llegaron a ella tras terminar UNMCP, sería bueno que subiera cosas relacionadas con estas novelas; like información de personajes o cosas adicionales. So, si les interesan pueden seguirme ahí  y comentamos cositas. 

probablemente cree un álbum con biografías de todos jaja créanme que las tengo pues es de las primeras cosas que hago cuando escribo una novela, escribo biografías de personajes para adaptarme a ellos.

Sin más, mil gracias. 

Este libro va a tomar forma poco a poco, es un poco diferente por muchas razones. La principal es que comenzó por el nudo de otra, no tuvo un planteamiento especifico. Sé que trata sobre Fred y Sue pero intento no alejarme de Wesley y Claire, ni de Oliver, pues es algo que me dije al comenzar estas novelas; seguir vidas, como se transforman, cambian y crecen. Ese es uno de mis fines.

¡Gracias por todo!

-Jude

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