Capítulo cinco | 1901
—¿Entonces nunca podré encender la luz?
—Me da vergüenza.
—¿Qué? —no puedo evitar reír—. ¿Vergüenza de qué? —picó la pierna desnuda de la chica para molestarla. Sintió como Claire se movió un poco en su lugar, Wesley entrecerró los ojos queriendo ver la expresión de la rubia que se mantenía a horcajadas sobre él.
Con la condición de mantener las luces apagadas, Claire si apenas había desabrochado su pantalón y sacado su sostén, pero ahora la duda le había llegado cuando trataba sacar su blusa de botones. Logró abrirla un poco pero en menos de un segundo la cerró. Wesley ni siquiera había notado que eso pasó hasta que ella repitió un "no".
—No sé, de repente pasa... Es mi culpa.
—Si...—frunció el ceño—, pero es raro; me dejas tocarte pero no quieres que vea. ¿Hay algo que deba saber?
—¿De cómo estoy acomplejada o que mentí sobre acostarme con Ben?
Wesley sonrió—. ¿Mentiste? ¿Por qué? —se levantó un poco sobre sus codos buscando el rostro de la lluvia en la oscuridad.
—No sé, no sé, no sé—dijo como si en verdad se lamentara—. Creo que quería hacerte enojar en el momento pero después ya no pude arreglarlo... Estoy ansiosa, pero a la vez no quiero, después me regaño y me armo de valor, pero a la hora de la hora hago esto—siguió encogiéndose más sujetando su blusa y se removió un poco sobre él. Wesley respiró hondo y asintió.
—Si, agradecería que te movieras con cuidado—insistió rápidamente—. Claire— le llamó poniendo punto y aparte—, está bien para mí. Cuando quieras está bien—dejó caer su cabeza contra su almohada de nuevo—. Además, cuando estás nerviosa te tensas, y cuando estás tensa esto no sale nada bien... para ninguno de los dos...¿Quieres dormir? —con ambas manos dio leves golpes en los muslos de la rubia, le escuchó reír.
—Lo siento—dijo después.
—Está bien—insistió tallando sus ojos.
—Aún te escuchas mal, deberías ir con un médico—comentó abrochando los botones de su blusa una vez más.
—No gracias.
—¿Te dan miedo?
—Mi mamá es enfermera—le recordó algo obvio—. Tengo todo el terror dentro de mi mente, dentro de mí hay un pequeño Wesley horrorizado por culpa de las visitas al hospital con ella.
—Qué bebé—comenzó a reír.
Wesley puso en alto sus manos y las entrelazó con las de Claire como si jugaran a mantener el equilibrio aunque no había nada que equilibrar. Se quedaron en silencio por varios segundos que parecieron eternos pero nunca había problema con eso.
—Nunca hemos tenido una cita—habló el castaño interrumpiendo el juego que tenían.
—¿Mmh? —Claire apenas si captó lo que dijo—. ¿Cita?
—Si, esas donde salimos solos a un lugar y hablamos para conocernos. Creo que nunca hemos tenido una oficial.
—Oh—la rubia arqueó las cejas pensándolo mejor. Y Wesley tenía razón; no habían tenido una cinta antes ni después de comenzar a estar juntos como pareja, con lo de Fred siendo lo relevante en el departamento y sus vidas sin tiempo se habían olvidado completamente de eso—. ¡Es verdad! —abrió sus ojos a mas no poder por culpa del grito que salió de su boca, esperaba que ninguno de los chicos la haya escuchado pero lo único que se oyó fue el maullido de Ganímedes desde su cama justo al lado de la colección de música de Wes.
—Shh.
—Shhh—le respondió de mala gana.
—¿Vas a salir conmigo? —le interrumpió.
—Depende—dudó—. Tengo que volver temprano a casa—bromeó—, mi novio no puede enterarse.
—Dicen que es guapo.
—Si... Tiene cara de bebé pero aguanta bien los golpes.
—Ja-ja.
—Y tiene un buen sentido del humor—continuó.
—¿Y puedo conocerlo alguna vez?
—No—quitó su sonrisa haciendo un puchero—. Siempre está por ahí peleando con alguien.
—Dile que lo reto a una pelea.
—Uh, eso se pondrá bueno—comenzó a reír.
—Oye, Wesley—golpearon la puerta—. Escuché un ruido per...—Fred abrió después de sus golpes de aviso típicos. Claire abrió sus ojos a más no poder y se quedó inmóvil mientras Wesley cerraba sus ojos esperando algo de parte del rubio—. Oh... esperen, creo que me equivoqué—dio un paso en reversa y cerró la puerta de nuevo.
Fred arrugó su nariz y después golpeó su cara para despertarse por completo. Había escuchado la voz de Claire gritar algo –lo cual era muy raro porque su sueño solía ser pesado- pero cuando fue a su habitación ella no respondió nunca y había una chica con Wesley a media noche. Resopló y tocó la puerta dos veces de nuevo.
—Entra—Wesley se escuchaba un poco harto.
El rubio abrió la puerta lentamente esperando ver algo feo pero lo único que vio fue a Wesley sin camisa sentado sobre la cama tallando su frente mientras que Claire a su lado, completamente vestida pero sin zapatos, se cruzaba de brazos y fingía una sonrisa decente.
—¿Qué demonios? —fue lo único que Fred pudo decir—. ¡¿Qué demonios?! —repitió, pero ésta vez hacia su mejor amigo como si le exigiera una explicación. Wesley frunció el ceño y se encogió de hombros quitándose toda la responsabilidad del mundo.
—Fred...—habló la rubia de mala gana.
—¿Qué estaban haciendo? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no sabía? —les atacó con preguntas—. Espera— cerró sus ojos—, dime que te estás protegiendo—señaló a su mejor amigo, usando el mismo tono que Wesley hacía con él.
El castaño resopló queriendo reír de lo absurdo que sonaba.
—No, no te rías—le advirtió—, hablo en serio, me preocupo por Claire. Sus caderas no son tan grandes como para sacar algo con tu cabezota de ahí—entró a la habitación encendiendo la luz cuando corroboró que ninguno estaba completamente desnudo.
—¡Oye! —Claire fingió ofenderse—. Cálmate papá Fred, guarda tus regaños para alguien más.
—¡¿Por qué yo no sabía nada?!
—¿Qué pasa? —adormilado, Oliver apareció en el corredor tallándose los ojos—. Ay, son ustedes— dejó caer sus brazos y miró al techo harto.
—Oliver, estaban ahí, ¡Juntos! Llego minutos después y quien sabe que habría visto—comenzó a exaltarse.
—Sí, eso lo sé.
—¿Qué? —Fred murmuró viendo al chico sin darle muchos créditos—. Oliver lo sabía, ¿y yo no? —esta vez miró a Wes acusándolo.
—Okay—Wesley se puso de pie dispuesto a parar el problema—. Es hora de dormir, ¿qué tal si lo hablamos mañana?
—¿Qué demonios, Wesley? —le interrumpió—. Si te acuestas con nuestra compañera de piso, yo tengo que ser el primero en saberlo—se señaló poniendo una mano en su pecho—. He estado esperando este momento desde hace meses.
—Auch... Ahora solo soy la compañera de piso.
—¿Van a golpearse? —Oliver levantó su mano para opinar—. Porque tengo sueño pero no me quiero perder eso.
—¡No! Nadie va a golpear a nadie—exclamó Wesley harto de la situación—. Lo que pasa aquí es que Claire y yo estamos juntos, ¿Si? —intentó explicar—. Desde que llegamos de Penticton, ahora, no te habíamos contado porque has estado muy ocupado con lo que pasa con Sue y no había momento. Oliver nos descubrió así que tampoco es como que haya sido una información muy... relevante. Perdón por no habértelo dicho y perdón por la forma en la que te enteraste, realmente no nos hemos dado cuenta del tiempo que ha pasado desde entonces.
Fred frunció los labios y se cruzó de brazos mirándolos a ambos con desprecio. Después sonrió ante el intento de Claire de verse inocente.
—Y tú me decías que no lo amabas—se burló—. Déjenme tomar una fotografía—caminó por la habitación hacia el escritorio de Wes buscando la cámara instantánea que el castaño le había robado desde que llegaron a Vancouver y nunca reclamó.
—¿Qué? —Claire rió nerviosa queriendo ocultarse entré las sábanas—. No lo amo.
—¿No? —Fred arqueó las cejas deteniéndose una vez que tuvo la cámara en sus manos.
—¡¿No?! —Oliver se alarmó
—¿No? —Wesley giró por completo hacia ella al escucharlo.
—¿Si? —enarcó una ceja sin saber qué decir ahora.
—¿Qué? —Fred intentó no reír. Levantó la cámara dispuesto a fotografiar el momento.
—Okay, esto es divertido, me quedo—Oliver se metió por completo a la habitación. Se fijó estar presente en la escena y sonrió a la lente levantando el pulgar.
—Wesley...—comenzó a decir, después notó con pesadez el otro par de ojos que la atacaban esperando a que se equivocara—. ¿Chicos?
Fred tomó la fotografía; Con la rubia en la cama mirando a Wesley un poco apenada mientras él simplemente se mantenía inmóvil y sin expresión alguna que dijera qué estaba pasando, mientras Oliver aparecía en una esquina con su típica sonrisa perversa.
—Chicos...—Claire cerró los ojos al sentir el flash.
Oliver rodó los ojos más no se movió, Fred suspiró y golpeó el pecho del chico invitándole a salir con él mientras agitaba la fotografía que acababa de salir llevándose su cámara con él.
—Espero se arreglen porque de ahora en adelante van a dormir juntos.
—¿A qué te refieres? —Claire le cuestionó evitando por completo la mirada de Wesley que aun esperaba una explicación, vio como el rubio se encogía de hombros e iba a la puerta.
—Tengo que ahorrar dinero, así que ustedes se quedan con una habitación y quedaría la tuya libre—sonrió al tomar la perilla.
—No te quedarás con ella, quédate en el sofá...
—E invitaré a Silver a quedarse aquí. Todo se reduce, menos gasto en cuentas—le interrumpió. Dicho eso se marchó.
Oliver se quedó de pie ahí, esperando una disputa con una enorme sonrisa en sus labios hasta que Wesley apartó sus ojos de Claire y las posó en él.
—¿Podrías dejarnos solos? —preguntó con un tono apenas audible. El chico bajó su sonrisa y bajó todo el volumen de su audífono sin ganas de insistir. Se fue cerrando fuertemente la puerta detrás de él.
—Wes...—Claire gateó sobre la cama para acercarse a él—, no creas que yo no...—se detuvo al ver la sonrisa despreocupada de su novio. El castaño se sentó dejándola con las palabras en la boca y se dejó caer en la cama hacia atrás suspirando con sus ojos en el techo—. ¿Qué pasa?
—Nada.
—Creí que...
—¿Qué estaba triste porque dijiste que no me amabas? —rió—. Está bien, tampoco te amo... no así... no tanto—hizo una mueca—. Aún no llegamos a eso.
—¿Y por qué me asustas así? —le tomó de la barbilla para que le mirara, Wesley sonrió.
—Sabía que si fingía que íbamos a discutir, podríamos pedirles que se vayan y lo harían. A Fred le recuerda a sus padres y Oliver no insiste cuando está solo.
—Wow...
—Los conozco lo suficiente—resopló—. Ahora, ¿Cuándo vas a salir conmigo?
—No sé. Después de mis exámenes. ¿Hecho?
—Mmh, hecho.
********************
—¿Por qué no lo aceptas? ¡Sabes que es verdad!
—Sabes que lo aceptaría si lo fuese.
—Es que tú no puedes verlo, ere más ciego que mi abuelo—refunfuñó.
—¿Tengo que creer que esto es un ataque de celos o algo así? —volteó esbozando una sonrisa; Claire no dejaba de hablar de lo mismo desde que salieron de su trabajo y fueron al departamento a cambiarse. Ella enarcó una ceja retándolo.
—Tienes que creer que, si en verdad estuviese celosa, ella ya no tendría cabello—miró de nuevo por donde caminaban—. Solo acepta que eres una Mary Sue—se encogió de hombros al mismo tiempo en el que balanceaba con más fuerza sus manos entrelazadas.
La parecía graciosa esa acción, más cuando apenas si lo hacían porque eran pocas las veces en las que podían caminar por la acera así. Wesley tosió un poco, víctima de la enfermedad viral que no quería tratarse desde hace casi una semana.
—No puedo creer que me ofendas así— dijo después con algo de dificultad—. ¿No crees que es al revés?
—¿Yo una Mary Sue? —carcajeó—. Le caigo mal a la mayoría de las personas que conozco, incluyendo mi hermana gemela—le recordó—. Y si hablamos de rasgos... No hay nada fuera de lo normal, nada que no puedas encontrar en Vancouver.
—Si, pero...
—Podría hacerte una lista larga de las personas que te aman y eso que te conozco recién desde noviembre del año pasado—se detuvieron frente al bar que estaba a unas calles del departamento, Wes frunció el ceño y negó con la cabeza mientras empujaba la puerta para entrar. Rápidamente se inundaron de pláticas y música de fondo, esperaban la presentación de la banda de Oliver de todos los viernes.
—Igual es absurdo, también le caigo mal a muchas personas como a todos mis profesores y a la mayoría de las personas mayores... Y a Sue, también a su prima—le señaló al recordar a Régine—. Tampoco puedo evitar agradarle a las personas—bromeó un poco aumentando su ego mientras buscaba con la mirada a alguno de los chicos.
—Y todos se enamoran de ti y la favorita se quedó contigo, o sea yo— dio leves saltos de felicidad como si fuese una niña.
—Quizá si somos personajes de un libro—comentó él.
El castaño vio a Suzanne esperar en una mesa grande justo frente al escenario a solas. Claire paró y Wesley con ella en su intento de no soltar su mano.
—¿Y si eso de que alguien de otro universo nos está manipulando? ¿Y si en verdad somos una emulación? —abrió sus ojos sin creerlo completamente. Wesley le miró con seriedad y frunció sus labios.
—¿La teoría de la realidad virtual? — ella asintió—. Okay, eso me abruma bastante.
Ambos se quedaron en silencio por varios segundos.
—¿Vas a aceptar que la chica está enamorada de ti? —preguntó Claire insistiendo con el tema anterior. Wesley gruñó rodando los ojos y siguiendo el camino—. ¿Qué? —rió yendo detrás.
—Solo es cliente frecuente.
—Un cliente que no volverá cuando se entere de que ya no trabajarás ahí en una semana más—se burló—. ¡Sue! ¡Hola! —adelantó a Wesley rápidamente y tomó asiento frente a la chica que se sobresaltó pues estaba entretenida con su teléfono.
—Hola...—dijo aun algo cohibida por la sorpresa, saludó a Wesley con la mano y él se sentó junto a Claire—. Los esperaba más tarde, junto con Fred.
—Nos aburrimos en el departamento porque estamos un poco ansiosos—respondió la rubia rápidamente. Recargó sus brazos en la mesa y sonrió ampliamente—. ¿Crees que Wesley es guapo?
—Oh, no. —susurró éste tocándose el puente de la nariz—. ¡Hey, Oliver! —saludó a su amigo quien estaba probando sonido en el escenario como una medida de huir de la conversación.
—¡Wesley! —contestó éste levantando su mano.
—¿Puedo ahorrarme mi respuesta? —arqueó las cejas dejando su teléfono a un lado y suspiró—. ¿A qué viene eso?
—Hay una chica, como de quince años que va dos veces por semana a la tienda de discos, y siempre quiere hablar con él. No importa si él no está merodeando por los pasillos, espera a que salga para perseguirlo y pedirle un consejo. No me sorprendería que se sepa su horario de trabajo o algo así— resopló—. Y siempre lleva un álbum, cualquiera que Wes le recomiende no importe qué género sea.
—¿Y eso es relevante?
—Cuando una chica con uniforme de secundaria, acosadora y con exceso de pulseras en su muñeca habla así...—se enderezó en su asiento; enredó su dedo índice en su cabello y esbozó una enorme sonrisa mientras abrió sus ojos a más no poder, se balanceó levemente de atrás hacia adelante—: Yo no sé nada de música—fingió una voz más aguda—, ¿podrías ayudarme? —hizo un puchero—. ¡Oh, Wesley, tu cabello debe ser tan suave! — dejó de hacer esos movimientos y enarcó una ceja—. No supe si estaba teniendo un orgasmo o le robó el Addreall del bolsillo—señaló a su novio sin verlo.
Wesley ahogó una risa mientras que Sue intentaba entender aquello.
—Supongo que es el efecto que hace al verlo—bebió de su vaso de limonada mineral—. Desde la aparición de 5 seconds of summer todas están en la onda se ser punk, las adolescente se vuelven locas por cualquier tipo que parezca serlo.
—No soy punk.
—No sé—rodó los ojos—. No te peinas— dio otro sorbo—, pero te ves medio decente.
—Si, gracias.
—Ay—Claire comenzó a reír e intentó peinarle el cabello hacia atrás—. Tú péinate cuando te sientas listo—se burló, y dejó un beso en su mejilla bastante sonoro. Después de eso simplemente lo abrazó y Wesley, fingiendo su molestia, la rodeó con un brazo.
—Wow, me dan nauseas— metió una papa en su boca.
—Si, por favor, en el baño—señaló Wesley detrás de ella. La morena le levantó el dedo medio y él chico rió.
—Ya—Claire se alejó del chico, notó que aun mantenían una guerra de miradas y suspiró—. ¿Ya llegó tu jefa? —preguntó cambiando el tema ganándose la atención de Sue.
—Si, está por allá—señaló con su cabeza a las mesas más lejanas, donde una mujer de alrededor de cuarenta años muy bien conservados estaba. Charlaba con un hombre de cabellos grises pero muy bien vestido—. Llegaron hace casi diez minutos, espero que Oliver lo haga bien.
—Lo hará bien—tranquilizó Claire.
—Amor de ancianos—murmuró Wesley viéndolos—. ¿Por qué le agradas a tu jefa?
—Le guardo secretos. Está loca y él la ama. Lo utiliza como no tienes idea y yo, me aproveché de eso.
—¡Aquí están! — el chico rubio llegó, sujetando los hombros de una chica alta y delgada por detrás como si la obligara a pararse ahí—. Chicos, ella es Silver—dijo sin esperar alguna reacción por parte de ellos.
La chica les miró un poco asustada y optó por hacer movimientos con su mano de saludo. Era muy alta, muy delgada y su rostro parecía como del de una muñeca gracias a ese flequillo recto y su cabello oscuro que caía sin preocupación de verse despeinado.
—Hola—Claire fue la única que reaccionó animadamente—. Siéntate—le invitó—. ¿Tú eres la prima de Fred?
—Eh... No, su papá es mi padrino—corrigió.
—Ah, es cierto—la rubia se regañó a sí mismo.
—Silver, él es Wesley, ya lo conoces—señaló al castaño, Wesley sonrió con tranquilidad y asintió dándole la razón a su mejor amigo—. Ella es Claire, vive conmigo pero también es la novia de Wes— apretó sus labios—. Y Sue—señaló a la morena con un poco de duda—, ella... es una amiga— terminó diciendo siguiendo esa tradición que ella tenía cuando se presentaban.
—Hola—repitió un poco nerviosa, Fred sacó la silla para que ella se sentara y él fue a la más cercana a Sue—. Soy Silver— se presentó ella sola y tomó el asiento.
—Hoy veremos a nuestro amigo tocar con su banda... Habrá un cazatalentos escuchando también pero él no lo sabe—Fred la puso al tanto, Silver asintió con atención y acomodó su pequeño bolso en sus piernas.
—Hace mucho tiempo que no te veía—Wesley habló.
—Creo que han pasado años—rio con algo de nervios.
—Silver quiere saber las condiciones para quedarse con nosotros—habló el rubio casi quitándole las palabras de la boca.
—¿Qué? —Wesley frunció el ceño hacia su mejor amigo.
—Les dije hace unas noches—les recordó sin preocupación.
—Pero... aún no me mudo de mi habitación—Claire intentó decir.
—Si, pero entre más rápido, mejor. Silver vive en un pequeño departamento a cuarenta minutos de aquí y queda muy lejos de la universidad, la contraté en la cafetería y sería bueno que viviera cerca.
—Si, pero—imitó su tono—. Aún no hemos decidido esto por votaciones, Claire y yo llevamos juntos menos tiempo del que Sue ha estado embarazada—dijo un poco aturdido—. No es que no te quiera con nosotros—dijo de inmediato hacia Silver—, es solo que no nos hemos organizado bien.
—Oh, ¿estás embarazada? —sonrió hacia Sue. La morena frunció sus labios y asintió.
—¿Les enseñaste el ultrasonido? —Fred le cuestionó también.
—No...—frunció el ceño recordándose y comenzó a buscar en su bolso.
—¿Ya tienen uno? —Claire casi gritó.
—Sip...—la morena mordió sus labios—. Creo que... si, aquí está—sacó un sobre de ahí y se lo extendió a la rubia quien lo tomó rápidamente para ver. Su rostro se sorprendió al ver la fotografía y Wesley se la arrebató.
—Yo entiendo que no puedan aceptarme—comentó Silver un tanto apenada.
—No te preocupes, donde caben cuatro, caben cinco—Fred se encogió de hombros.
—¿Son cuatro?
—Okay, ¿qué se supone que tengo que ver? —Wesley alejó la fotografía de él mientras cerraba un ojo.
—No te preocupes, yo también lo pierdo—Sue bebió de su limonada.
—¡Buenas noches! —una voz interrumpió el ambiente llamando la atención de todos. Oliver en el micrófono sonrió al sentir las miradas en él—. Mi nombre es Oliver Schlumberger y nosotros—levantó un poco ambas manos en señal de que se refería a los tres chicos que estaban con él ahí arriba—, somos una banda— dijo con algo de gracia—, y no decidimos un nombre aún pero ya trabajaremos en eso—acomodó mejor su guitarra dejando ver la camisa que llevaba puesta y la frase de "I see dumb people" en ella. Despeinó su cabello—: Cantaremos algunos covers y unas canciones de nuestra autoría, como siempre—sonrió—. Dedicaré esta canción a mis amigos que están sentados ahí—señaló a la mesa— y a la chica extraña que está con ellos. En fin, esto es 1901 de Phoenix—se alejó un poco del micrófono para comenzar con los primeros acordes.
Claire volvió a meter la fotografía al sobre y lo entregó a Sue, deslizándolo sobre la mesa pero fue Fred quien finalmente lo tomó pero solo jugó con él pasándolo sobre sus dedos mientras intentaba prestarle atención al show. Vio a Silver quien los veía con entusiasmo tocar, Wesley solo se limitaba a rodear el cuello de Claire con su brazo con toda libertad mientras ella susurraba una que otra cosa en su oído que lo hacía reír. Sabía que, inconscientemente, Sue y él trataban de mantener el menor contacto físico posible estando uno al lado del otro; e igual sabía que aquello nunca dejaría de ser extraño después de acostumbrarse el uno al otro de una manera poco explicable.
Era la primera vez en la que estaban juntos con los chicos, como antes de saber que esperaban a un bebé y no podía dejar de pensar que Sue solo lo hacía porque se los había prometido una vez, por Oliver y no por él.
Era claro que ella pensaba en abandonar todo.
1901 - Birdy (Cover de Phoenix)
(n/a): Hola! ¿Qué tal?
¿Estrellita por Cesley? :)
Oficialmente UNMCP está inscrita a los Wattys :D
Me quedan alrededor de tres semanas de universidad y siento que serán muy pesadas. Espero no desaparecer de aquí jaja
¡Gracias por todo!
-Jude
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