Prólogo

Siempre imaginé que tener una cita es una de las mejores experiencias que puedes tener como adolescente, la idea de vestirte bien para salir con ese chico o chica ideal parece una buena sensación, claro, te pones nervioso, pero a medida en que van conociéndose, los nervios desaparecen y olvidas todos esos pensamientos negativos sobre qué tan mal puede ir la cita.

Supongo que estaba teniendo altas expectativas en mi primera cita porque la que se suponía que sería la mejor cita de mi vida con el chico más lindo del instituto, se convirtió en la peor cita de mi vida.

Noah Daniels no era un chico agradable, al principio lo encontraba encantador, aquella cara bonita que tiene te hace pensar que es un chico bastante tierno, pero la verdad es que las apariencias engañan, es grosero y rudo, en nuestra primera cita, salimos a cenar sushi, no era mi comida favorita, pero a él parecía encantarle, pase la mayor parte de mis horas escuchándolo hablar sobre qué tan bueno era en el hockey y béisbol, no soy fanática de los deportes, pero tengo un hermano mayor al que le encanta el béisbol y ver un par de partidos con él me sirvió para tener una plática decente con Noah sobre el béisbol, fuera de eso, no tuvimos química ni ningún otro tema del cual hablar.

Después de la cena, asistimos a una fiesta en casa de uno de sus amigos, no fue tan malo, pero me dejó cuando se encontró con su ex y decidió ir a hablarle, estoy segura de que sus intenciones eran volver con ella.

Bien, mi primera cita fue mala, Noah Daniels era todo menos caballeroso, solo le importaba él mismo, incluso se olvidó de mi nombre un par de veces y me llamó por otros, fue grosero la mayor parte del tiempo en el que no hablamos sobre un tema que fuera de su agrado, también estoy segura de que me encontró aburrida durante toda la cita.

Después de Noah, mi segunda cita fue con Michael Potter, era un chico inteligente, mucho mejor que Noah, más tenía un ligero problema de sudor, quizás se debía a que estaba nervioso la mayor parte del tiempo, pero no fue nada atractivo verlo sudar durante toda la cita, lo siento, pero fue desagradable.

Creí que la tercera cita sería la correcta, sin embargo, estaba equivocada. Parker James fue el peor de todos, maleducado, problemático, sin modales y solo pensaba en una cosa: sexo. Ni siquiera sé por qué salí en una cita con él.

Desafortunadamente, nunca aprendí de mis malas experiencias porque tuve una cuarta y quinta cita, estas últimas no fueron tan malas, pero tampoco buenas. Sentí que las citas no son cosa mía o quizás era malísima para escoger chicos y por esa misma razón decidí crear una lista con todo lo que no quiero en un chico.

Quizás con eso, pueda encontrar al chico ideal.

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