Más preguntas que respuestas

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

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Nota: se utilizarán los * para referirse a los chicos de la otra dimensión. Tanto al terminar sus diálogos, como cuando mencionan sus nombres. Todo con el fin de evitar confusiones.
Ahora sin más, ¡A leer!.

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Había estado fuera hace ya algún tiempo, cerca de medio mes para ser exactos. El Hokage había convocado a su equipo para resolver algunos asuntos pendientes en Kumo, cerca de la zona donde se había llevado a cabo la gran guerra. 

En lo que a él respectaba, volver a ese lugar era una pesadilla. Desagrado recorría su cuerpo cada vez que recordaba que estuvo a punto de dejar la tierra de los vivos, con un único pensamiento en mente. Hinata, ella, la responsable de su vida, la que al final le había salvado. Fue debido a su rápida acción, y gracias al trabajo del equipo médico, que pudo sobrevivir. 

"Hinata-sama" estaba impaciente por llegar a casa y verla, se habían vuelto mucho más cercanos luego de todo lo sucedido, eran casi inseparables.

¿Estás bien? — la castaña se acercó luego de cruzar las grandes puertas de la aldea — Si quieres adelántate, Lee y yo daremos el reporte al Hokage 

¿Seguros? — los miró a ambos, y cuando el pelinegro alzó su pulgar de forma efusiva terminó por convencerse — Bien — asintió agradecido y tomó camino a casa.

No tardó mucho en estar frente a la mansión principal, su hogar desde que había sido reconocido y hecho las paces con su tío. Extrañado de que nadie atendiera la puerta después de tocar, entró sin esperar más.

"¿Dónde están todos?" se preguntó al no ver a nadie al pasar, en especial a Hinata, quien solía esperarlo cuando salía de misión. Pero su confusión fue interrumpida por ruidos provenientes del patio y flujos de chakra que venían del mismo lugar.

¡Hakkeshō: Kaiten! — al escucharlo abrió los ojos espantado, tiró sus cosas y corrió hasta el lugar, pudo identificar la voz agitada de su protegida y jadeos de horror mezclados con las súplicas de Hanabi. 

Ugh —* la peliazul hizo un gesto de dolor al recibir el segundo impacto que la mandaría hacia atrás hasta golpear la pared. Llevaban un buen tiempo ya, discutiendo y lanzando ataques que sólo el mayor era capaz de acertar.

Por su parte, Hiashi, a quien se le veía sudoroso, no cabía en su asombro. Hinata* había utilizado el Kaiten frente a sus ojos, una técnica que no le había ensañado y que hasta donde sabía, no podía dominar.

¡Hinata-sama!* — el grito preocupado del castaño llamó la atención de todos, quienes lo vieron correr hasta ponerse a la altura de la peliazul y tratar de ayudarla. Tan concentrado estaba en su tarea, que no había notado las extrañas vestimentas que ésta cargaba.

Quítate de mi camino —* se soltó de forma brusca de su agarre, sorprendiendolo  — Tú... desgraciado —*

El ambiente era tenso y la joven temblaba sin cesar. Molesta, furiosa, iracunda, así era su estado actual, pero más que nada se sentía impotente, no ser capaz de conectar un golpe con aquel farsante la estaba haciendo perder los estribos.

Neji estaba muy confundido, ¿qué le pasó a su prima para terminar en ese estado?. Se fijó en su vestimenta y se sorprendió aún más, miles de preguntas se formaron en su cabeza, para las cuáles no tenía ninguna respuesta.

¡! — la ojiperla lo tomó de las solapas de su ropa de misión, y acercó peligrosamente su rostro al de ella — ¿Hinata-sama*?

Esto es tu culpa, ¿qué demonios fue lo que hiciste, imbécil? —*

"¿Imbécil?" repitió descolocado, ¿qué forma de hablar era esa?.

Ya basta, Hinata* — rugió el líder, harto de aquella situación.

¡Hiashi-sama! —* un grito se escuchó, seguido de eso todos vieron pasmados como un segundo Neji aparecía en el lugar y se tiraba estrepitosamente a los brazos del gran líder.

Las exclamaciones de todos no se hicieron esperar, ¿qué era lo que estaba pasando?

●●●●

Estuvimos esperando, Hokage-sama — dijo la castaña entrando a la oficina, encontrándose con los miembros del equipo 7.

¡Naruto-kun! ¡Sakura-san! — saludó efusivamente el pelinegro, acercándose a ambos amigos.

Etto... si gusta, podemos volver más tarde Hokage-sama — sintiendo que habían interrumpido algo importante, la castaña intentó retractarse.

¿Por qué volveríamos más tarde?... ¡Ugh! — calló abruptamente, Tenten había pisado su pie con fuerza, para mantenerlo callado.

Ahh... no te preocupes, puedo recibir el reporte ahora — le indicó que se acercara, así que le entregó el pergamino — ¿Todo en orden? 

Hai 

Mientras el Rokudaime se concentraba en leer, la oji ámbar decidió acercarse a los demás quienes hablaban de forma amena.

¿Hinata-san? — escuchó a Lee decir.

Hai, 'ttebayo — el rubio se acercó para susurrarle — Sakura-chan cree que es una Hinata falsa 

¿Falsa? — fue su turno de agregar.

Hoy ha estado actuando extraño — se separó del Uchiha, que se limitaba a mirar por la ventana sin decir nada — Sospechamos que... 

¡Hokage-sama! — Tokuma entró al lugar sin siquiera pedir permiso, había sido enviado por un preocupado Kō a por el Hokage, necesitaban de su intervención — D-Debe acompañarme, Hiashi-sama y Hinata-sama... 

Cálmate un poco — siempre relajado, el peliplata subió una de sus manos indicando al Hyūga callar, ya se imaginaba para qué había venido — Parece que debemos ir — le habló a sus antiguos estudiantes.

¿Podemos acompañarle? — el equipo Guy se apresuró a agregar.

Mmm... ¿por qué no? 

●●●● 

¿Qué significa esto? — aún con el extraño abrazado a su cuerpo, Hiashi inquirió, ya cansado de las sorpresas de ese día.

Anda, tío Hiashi —* el castaño frotó su mejilla contra el pecho del mayor, como solía hacer cuando se metía en problemas — Creo que cometí un pequeño error con Hinata-sama* —*

Había intentado seguir a su prima a donde sea que fuera el lugar que la había enviado, pero había fallado. Al final, luego de repetir el jutsu una y otra vez, terminó en la misma habitación, y sin más opciones para dar con la peliazul, había decidido enfrentar a su tío.

Aguarda —* la peliazul, quien aún sostenía a Neji, se separó de él para encarar al recién llegado — ¿Qué es todo esto? —* ¿estaba loca, o había dos Nejis frente a ella? 

¡Hinata-sama!* —* aún sin soltar al mayor profirió alegremente — Gracias al cielo... ¿qué le pasó? —* se congeló al verse a sí mismo junto a ella.

Aléjese de Hiashi-sama — fue una advertencia suave, pero llena de propiedad.

El castaño volteó a ver a su tío, con cara de pocos amigos, tan aterradora que lo hizo retroceder inmediatamente, chocando de bruces con su prima, quien no dudó en golpear su cabeza con las pocas fuerzas que aún tenía.

¿Qué fue lo que hiciste, Neji-nii*? —*

B-Bueno... —*

Yo puedo ayudarte con eso — comentó Kakashi entrando al lugar, siendo escoltado por Tokuma — Este no es precisamente el mundo que conocen 

Debido a la tensión y la anterior pelea, el cuerpo de Hiashi no soportó más y cedió, siendo ayudado por dos Hyūgas, quienes lo sostenían de ambos brazos.

Estoy viejo para esto — murmuró cansado, indicando con la cabeza que todos volvieran a sus quehaceres mientras se movía hacia su oficina.

Los únicos presentes le siguieron, quedando dentro de la habitación ambos impostores, Neji, el Hokage y dos miembros del equipo 7, mientras los demás esperaban afuera por más noticias.

¿Quiero respuestas, Kakashi-san? —

Bien... ¿por dónde debería empezar? —

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Nos leemos (✿◠‿◠)

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