Capítulo 16

---

016

• El amor lleva puesto unas medias verdes •

---

Bien, una vez más, heme aquí. Frente a este puerta que da paso al departamento donde tengo tantas memorias. Este es el momento, y siento que me podría desmayar en cualquier segundo. 

¿Aún puedo regresarme? 

Antes de entrar en mayor pánico, Gold abrió la puerta. 

Y fueron unos instantes eternos, donde tuve que intentar recomponerme y pude hacer contacto visual con esos ojos dorados, expectantes y tan llenos de vida. Esa mirada que tanto adoro.

No, Ruby, aunque dos gramos menos de homosexualidad, si es que quieres sobrevivir. 

— Sabía que estabas ahí— Lo escuché hablar, me dedicó una sonrisa ladeada y me dió el paso.

— Hey...— Saludé, intentando ser lo más natural posible, y fallando terriblemente.— ¿Qué tal tu día? 

— No estuvo mal; el gato ya salió de la bolsa, o bueno, del cuarto. Así que, Oak lo descubrió e hizo el día pasar más rápido al dar un speech de como 1 hora a los niños sobre la importancia de la sinceridad o algo así— Contó, mientras ambos tomamos asiento, él en su sofá individual de siempre y yo en su sillón grande. 

— Siempre sabe que decir el viejo...— Me encontré a mi mismo susurrando. 

— ¿Dijiste algo? 

Ah, no, nada.

Hubo un silencio momentáneo que llenó toda la estancia, sentía que los nervios eran tantos que no podía pensar en ningún tema casual de conversación. Era como si la más mínima palabra me fuera a ocasionar una incontinencia verbal imparable.

Gold tampoco contribuía demasiado, si bien no me sentía capaz de mirarlo, sí que podía sentir su mirada clavada en mí. Casi como intentando ver a través de mí o leer mi mente, y la verdad es que podría creer que es capaz de lograrlo. 

Vamos, mejor terminar con esto lo antes posible. Una palabra a la vez.

— Gold/ Ruby— Hicimos una pausa al escuchar como nos nombramos mutuamente. Y tal vez fueron los nervios, o la casualidad, o solo porque queríamos, pero ambos empezamos a reír ante lo ocurrido. 

Podía sentir mis huesos más relajados, y finalmente fuí capaz de mantener la mirada. 

— ¿Qué querías decir?— Le pregunté, mi tono ya mucho más calmado. 

— Nada, solo preguntarte qué querías contarme tú. Tengo curiosidad desde ayer— Dijo Gold.

— Supongo que... Ayer todo fue bien con tu cita— Respondí, intentando desviar el tema por unos momentos más. 

— Dime tú, ¿qué te pareció ver?— Me tensé al sentirme descubierto, Gold solo me dedicó una sonrisa cómplice. 'Te atrapé, y ahora no te dejaré huir.' 

— Perdón, ayer... No era mi intención si los incomodé.

— No pasa nada, igual ya no estamos saliendo— Me dijo Gold encogiéndose de hombros, y no se cuál habrá sido mi rostro de sopresa, pero al parecer fue lo suficientemente gracioso como para lograr que Gold se ría de mi reacción.— Ayer le dije que no podía estar con ella... No estoy enamorado de ella, así que no era justo tampoco. 

— Oh.

No pude decir nada más, procesando la nueva información. Sentía mi corazón latir emocionado, aún si sé que no debería ilusionarme en vano. 

— Yo... Bueno, hay algo que quería decirte— Dije, Gold pareció querer responder sarcásticamente, pero al chocar miradas pareció retractarse; por el contrario, se volteó y se posicionó para darme toda la atención posible, expectante de mis palabras.— Si ayer me dió por espiarte fue porque... Estaba celoso. 

Cuando la primera gran revelación salió de mis labios, pude sentir como una gran presión también se iba. Ahora que ya lo había dicho, no había marcha atrás, y si bien había un calor en mis mejillas incontrolable, también se sentía muy bien. 

Gold me miró sorprendido, sus ojos grandes y sus labios ligeramente separados, un sonrojo también asomándose en su rostro. Tal vez nunca se habría imaginado que podría decirle algo así. Y si eso es bueno o malo, aún no lo sé.

— Este último tiempo, desde la gala, sé que nuestras vidas han cambiado bastante y han sido un poco caóticas, pero también he sido muy feliz gracias a tí— Dije con un tono cauteloso, temiendo que el hablar muy fuerte pudiera romper el hechizo y despertarme para encontrar su fuerte rechazo.— Y me costó mucho tiempo darme cuenta... Darme cuenta que estoy enamorado de tí. 

Al decir esas últimas palabras cerré mis ojos, temeroso de afrontar la reacción de Gold. Sin embargo, me ví obligado a hacerlo cuando sentí sus manos tomar las mías. 

Ahí estaba, parado frente a mí, el hombre que tanto me gusta mirándome sonrojado, con una sonrisa contenida y temor en sus ojos. Yo me paré casi inmediatamente, quedando así ambos frente a frente. 

— ¿Estás seguro?— No necesitó explayarse más, en ese momento supe a qué se refería. Como si pudiera leer su mente, ver sus recuerdos y entenderlo sin necesidad de que me diga nada más, solo con su mirada.

Esos ojos dubitativos, queriendo evitar sentirse emocionado en vano, casi como pidiendo permiso para demostrar lo que sienten. 

— Eres lo mejor que me ha pasado, Gold. Y no quiero huir de esto que siento, es abrumador e incierto; sin embargo, por tí vale la pena— Dije, seguro de mi decisión y mis sentimientos.— Me ha costado verlo, pero ya no quiero ponerme una venda en los ojos, estoy loco por tí. 

Me permití unos segundos para guardar este momento en mi memoria para siempre. Ví a Gold acercarse a mí -lo suficiente como para sentir su respiración-, romper el juego de miradas un momento para observar mis labios y devolver su atención a mis ojos.

— ¿Puedo?— Preguntó con ese tono bajo y cautivador. 

— Por favor. 

Y así, una vez más, heme aquí. Probando sus labios en un contacto embriagante, siento sus brazos posarse en mi cintura y yo pasé mis dedos suavemente entre su cabello, profundizando el beso. Deseando poder experimentar esta misma emoción electrizante por el resto de mi vida. 

El tiempo se vuelve rápido e infinito, me siento perdido en la dulzura del momento, lleno de felicidad y plenitud. Sentimientos que disminuyen cuando Gold posa una de sus manos en mi mejilla y rompé el contacto. 

— Yo también estoy enamorado de tí, no quería dejar de decirlo— Hubo una pequeña pausa en sus palabras.— Esa noche que estuvimos juntos, lo cambió todo, me hizo darme cuenta que había empezado a quererte irremediablemente. Y en serio quiero estar contigo, y ser alguien confiable para tí, así como tú me motivas a ser mejor siempre. Si tú me dejas, pondré todo mi esfuerzo y entrega para hacer nuestra relación algo que valga la pena. 

— Y pensé que yo era el chico cursi...— Bromée, Gold rodó los ojos pero no pudo evitar mostrar una sonrisa nerviosa.— No me dejes ir nunca, por lo que más quieras. Porque si es junto a tí, no importa el problema, yo sé que habrá una solución. 

Me dedica una sonrisa llena de felicidad, y mi corazón se contagia de esa emoción. Así, con el aire lleno de amor desbordante, disminuyo nuestra distancia al entrelazar mis brazos alrededor de su cuello. 

— Ahora sí, ¿podría mi novio por favor volver a besarme?









Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top