Margot:

Soy Margot, tengo 16 años, vivo con mi madre Elionor, en una vieja casa apartada de la ciudad en Fort Worth, Texas, mi vida gira en torno a la escuela, amigos, llegar a casa, sacar a Sherff, mi mascota y eso es todo.

Desde que tengo memoria, mi vida fue así siempre....y seguirá siendo, por los siglos de los siglos, él único que podía salvar este día de mierda era Douglas, mi novio, pero hace dos meses que me dijo adiós, "tengo que hacer algo más con mi vida que escuchar los gritos de mis padres", y se fue a Canada como modelo de una marca muy prestigiosa, es increíble como una simple foto bromeando puede abrirte una gran puerta

En fin, no esta tan mal ya que también cuento con la sincera amistad de Jennis, una amiga que conocí en internet hace un poco más de un año, ella vive en el salvaje Broklyn con su padre, me propone que mi madre y su padre anden así seremos hermanas, ¡Uhhh!, pero conociendo a mi madre, una mujer madura que no tiene "tiempo" para el amor y que con un hombre tuvo suficiente para darse cuenta que el amor es un error fatal.

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El viento soplaba fuerte, rodando las hojas secas de las copas de los árboles hacia los pies desnudos de Margot, la cual estaba acurrucada en una hamaca sobre el porche de su casa, mirando la tierra árida y las grietas en ella, en tanto unas pequeñas gotas de lluvia humedecían el suelo, causando que el cuerpo de esta temblara abrazándose a sí misma, caminando descalza hacía la cerca, mirando un autobús blanco con plateado parar justo frente a su puerta, descendiendo del vehículo una mujer alta, de edad madura y cabello castaño con algunas canas, la cual miraba a la joven Margot con una sonrisa imborrable.

—Mamá— La joven tomaba las bolsas de la mano de su madre mirándola a los ojos sin comprender —Te tengo buenas noticias mi cielo— Fue la respuesta de la mayor.

Elionor entraba junto a Margot cerrando la puerta, la joven dejaba las bolsas en la mesa esperando la historia de la felicidad de su madre.

—Es tan extraño verla sonreír — Pensó la joven de cabello castaño mirando a su madre sonreír como loca —Mi amor nuestra vida va a cambiar completamente — Elionor se sentaba frente a la mesa, palmeando el lugar frente a ella, esperando a que Margot tomara asiento para escucharla.

—Y, ¿cual es la alucinante noticia del siglo?— La adolescente miraba a su madre tomar sus manos entre las suyas —¡IREMOS A BROKLYN!—

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Al inicio mi cabeza no asimiló lo que mi madre había dicho, sólo podía pensar en si era realmente una broma cruel de mi madre o sólo estaba enloqueciendo, enloqueciendo, punto final.

—¿IREMOS A BROKLYN?— Mi idea de una pregunta aburrida se convirtió en el desdicho de mis emociones que salieron a tope —SISISI, NOS MUDAREMOS—

Fue ahí donde todo se fue al carajo, ¿mudarnos?, ¿dejar a mis amigos, mi escuela, mi vida, lo único que conozco atrás?, ¿que?, ¿estaba enloqueciendo?.

—Yo no puedo— No tenía tiempo para pensar —¿A que te refieres Margot Robinsson?, al fin tengo un mejor empleo donde podré ganar un buen sueldo para mandarte a esa escuela de paga que tanto amas y.....¿no quieres el cambio?—

Genial, ahora quedé como el estúpido monstruo que arruina todo

—Nonono, mis amigos, mis cosas, mis clases, Douglas va a venir mañana mamá, no puedes hacerme esto—

—Creí que la noticia te iba a agradar....— No me jodas su cara de decepción, es peor que la que puso cuando papá nos abandonó —Estaré en mi habitación, traje huevo y tortillas para cenar—

—¿No vas a cenar?—

—No tengo apetito— Lo único que se escuchó fue la puerta de su habitación cerrarse, buen trabajo Margot.

Esa noche fue difícil dormir un poco, me sentía tan emocionada y a la vez tan confundida, es decir, no tenía casi nada porque quedarme pero estaba asustada, de iniciar de nuevo, de no encajar.

Me sentía aterrorizada....

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El helado viento soplaba sobre los tejados de las casas, en tanto los primeros rayos de luz indicaban un nuevo día en Fort Whort, Margot abría los ojos de par en par estirándose en la cama.

La joven adolescente se ponía de pie alistando su ropa para tomar un merecido baño, en tanto en la habitación de alado Elionor ya estaba lista para bajar a tomar el primer alimento del día.

La mujer tenía los ojos cansados y sus expresiones denotaban una profunda tristeza, tomando asiento en el desayunador, mirando la cafetera llenarse en tanto unos golpes a la puerta la hacían dar un brinco.

Elionor se dirigía a la puerta asi abriéndola, dejando ver a un joven alto de cabello castaño y muy apuesto.

—¿Le puedo ayudar en algo?— Elionor miraba al chico sonreír amplio

—Soy Douglas— Elionor se sorprendía demasiado ante tal aspecto del caballero frente a ella

—Pasa, pasa.....Margot se esta vistiendo pero en seguida baja— La mujer acomodaba su cabello mirando a su hija bajar las escaleras con su uniforme de la escuela, abalanzándose a los brazos del joven castaño —Yo los dejo— Elionor se adentraba a la cocina mientras los jóvenes se miraban a los ojos

—Wow....pero...¿cuando regresaste?— Ambos caminaban fuera de la casa mientras Douglas se mostraba un poco indiferente —Hace dos semanas— Fue su respuesta, tan cortante y fría que hizo que la joven Margot detuviera su paso

—¿Hace dos semanas?— La castaña no creía las palabras de su pareja —...ook.....y....¿como te fue en Canada?— El apático chico pateaba una roca sin mucha importancia

—Margo......— Este la tomaba de los hombros clavando su mirada en la de ella —Soy gay— Tales palabras parecían no causar ningún efecto en la castaña la cual se limitaba a parpadear como si un balde de agua le cayera en la cabeza

—Espera....¿que?— Margot sentía como su corazón se estrellaba con tan presurosos latidos que sentía que en cualquier momento se saldría de su pecho y se iría, como si renunciara al amor

—Y tengo una pareja, el cual amo y respeto— Fueron las últimas palabras del zagal de fina ropa —Podremos seguir siendo amigos, aunque no hablemos siempre y......no mucho tiempo, podrás contarme todo y yo—

—¿Eres idiota?— Margot lo miraba a los ojos tan seria y molesta que parecía el soldado mas renombrado de toda la flotilla —No, no, no hay forma de que después de esto tú y yo tengamos algo, ni amistad ni nada, será mejor que te vayas Douglas— Esta denotaba decisión y una postura recta, a la vez que en su pecho sus brazos cruzados la hacían ver decidida y decepcionada por aquel hombre que la hacía soñar con un mundo juntos

Douglas sin más se retiraba de aquella casa, un tanto vieja y manchada por la humedad de invierno, con las tejas rotas por el asfixiante calor de verano, el hombre al fin se retiraba sin planes de volver a ver a su árido plan de vida.
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Margot:

Mi primer hogar tenía labios rosados que en las mañanas me decían te amo y me deseaban el mejor día, cuando peleábamos era lo suficientemente fuerte como para tolerarme y ser el primero en arreglarlo, era tan elegante que vestía las mejores marcas y tan humilde, que resultaba galante, sin embargo mi primer hogar era débil contra una voz más ronca y un par de bíceps bien trabajados, mi primer hogar no resistió a la tentación.

Así fue que la única esperanza de felicidad y vida a futuro se esfumaban de mis manos, fue ahí donde me di cuenta que ni la casa ni mis amigos me importaban, era él, siempre fue el mi hogar, que aunque no compartíamos mucho, sentía que lo teníamos todo, me decepciona que sólo yo lo haya creído....

Así que querida Jennis, espero que al fin nos podramos conocer en persona y no se, tal vez podamos ir hasta a la misma escuela, aunque tenga que empeñar mi corazón, que al cabo, ya no lo necesitaré.

Att: Margo

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Margot

Douglas

Elionor