Capítulo 36

Tenía todo un cóctel de sentimientos, había perdido un hijo, pero ahora la vida me regresaba la oportunidad de ser padre, no me sentía feliz del todo, perder a mi esposa por ganar un niño !No!

—Olvida esa locura, debes empezar tu tratamiento ¡Ya! los fármacos no garantizan nada

—¿Me estas pidiendo que mate a mi bebé?— La miré fijamente, sus preciosos ojos marrón estaban llenos de tristeza.

—Pequeña— me acerqué acunando su rostro y ponerme a su altura apoyando nuestras frentes —te estoy pidiendo que vivas, quiero tenerte a mi lado, eres una loca que pone mi vida patas arriba, pero te quiero, y si debo perder algo te aseguro que ese "algo" no serás tú.

—Mohammed ¿Es por que nunca quisiste tener hijos?

—¿Que?— me separé abruptamente ¿Como podía pensar eso?— Por alá Agatha ¿Es que no lo entiendes? ¡Te amo! Y si te pierdo lo perdería todo

—Eres un maldito ogro insensible, ni por que es tu hijo te compadeces de él— Claramente estaba en sus trece, y no prestaba atención a mis palabras.

Estaba preocupado por ella, estaba incluso más que eso, asustado se acerca a más a como me sentía, nos hemos enfrascado en una discusión sobre el destino de ese bebé, yo quiero a mi esposa, pero Agatha al bebé, su temperamento y el mio eran tan iguales que chocaban demasiado hasta que Abraham se interpuso

—Amigos, se que esto no es fácil, pero pensemos con la cabeza fría, lo mejor será buscar una segunda opinión

Nada, nadie dijo nada, Abraham tenía razón, debía buscar al mejor médico especialista para tratarla, antes de poder hablar, la empleada a entrado con el teléfono inalámbrico en mano, al tomarlo lo llevé a mi oreja escuchando a una joven mujer del otro lado de la bocina que buscaba a mi mujer.

—Habla con su esposo, Mohammed Alauî

«Señor Alauî, habla con Vanja Hallewey la directora del hospital donde acudió su esposa, me apena decir esto, pero me gustaría hablar con ustedes en persona»

—¿Ocurre algo malo?— Que la dirección llamará me inquietaba

«Oh no, todo lo contrario, pero esto es algo que deberías tratar directamente »

—Esta bien, salimos directamente para allá

Colgué suspirando por frustración, les he dado saber a esos dos que debíamos ir al hospital, nuestro amigo se ofrececio a llevarnos, lo agradecía ya que justo ahora estaba nervioso para conducir, los tres hemos subido al auto en total silencio, al llegar nos apresuramos a ir directamente donde esa mujer Vanja

—Mohammed estoy asustada ¿Sera que me queda menos tiempo del esperado?— Oír eso me partía el alma, rogaba a los cielos no fuera así, toqué la puerta hasta escuchar un ¡Adelante!

—Supongo deben ser los señores Alauî, por favor tomen asiento, enseguida llamaré al médico que asistió a su esposa.

Asentí guiando a Agatha hasta la silla, su cuerpo temblaba o probablemente era el mio, no lo se, pasaron escasos 5 minutos y la pelirroja mujer entro con un hombre de bata blanca con cara de circunstancias y una enfermera

—Friechman, es tan amable explicar por que los señores están aquí

Ni mi mujer ni yo hemos abierto la boca, fuimos espectadores en esta ocasión, algo ocurría pero lo mejor era escuchar antes de actuar, así pues con temblorosa voz el hombre hablo.

—Me apena mucho decir esto, pero cometimos un error muy grave, cuando tomé las muestras, mi asistente las ha mezclado con otras su tenía listas para laboratorio— Levante la ceja al escuchar eso

—¿Que quiere decir eso?— Agatha pregunto con sus ojos acuosos, a lo que la directora respondió

—Quiere decir que esta usted estupendamente bien, con un bebé creciendo fuerte y sano, sus datos personales se mezclaron con los resultados de las pruebas, no padece ningún tipo de cáncer señora Alauî

Me paré de golpe dando un fuerte manotazo a la mesa, estaba furioso

—Por su maldita ineptitud y negligencia mi esposa ha vivido un infierno, esto no se quedará así, voy a demandar a este hospital

—Por favor, cálmese, no es necesario llegar a esto, tomaré cartas en el asunto se lo aseguro

La señorita Hallewey despachó a su personal, hablamos del asunto y otras cosas incluido algunos movimientos que estaba teniendo el hospital, como siempre el corazón de pollo de Agatha quiere ayudar, especialmente al sector de pediatría, al final también invertiría en este lugar, accedí e indique a la directora que sería benefactor del lugar, pero a cambio quería toda la atención en mi esposa durante el periodo prenatal.

Saliendo volvimos con Abraham que ha quedado boquiabierto con lo que se le contó, pero él al igual que nosotros agradecíamos su fuera un Puto susto, llegando a casa él se despidió dejándonos solos, necesitábamos descasar; En nuestra recámara acostados frote su imperceptible vientre

—Lamento si mis palabras esta tarde te lastimaron

—Lo hicieron, pero también dijiste que me amas

—Debiste escuchar mal, dije que quería una manzana— ella soltó una carcajada que me llenó el alma

—Cambiando de tema, debo ayudar a un amigo, esta en problemas, la mujer que ama de va a casar, y quiere entrar en su despedida

—¿Como piensa hacer eso? Esos eventos son solo de mujeres, a menos que sea una, no veo el modo de que ...—Pero mis palabras se interrumpieron, Agatha se puso de pie sobre la cama dando un grito

—Que buena idea cariño— Entorne los ojos sin entender a lo que ella prosiguió — Samir necesita dejar de ser él y ser Samira— Pobre imbécil, ya lo compadecía.

Pasaron un par de días y ese amigo suyo apareció en nuestra casa, no negaré que me era divertido ver su cara de suplicio mientras le hacían la cera, pero el cabrón me tenía sosteniendo del brazos, que fuerza tiene el tipo este, una vez terminado él procedimiento solté una sonora y ronca carcajada por el resultado.

—Agatha, creo que tomaré a Samira como segunda esposa.

—Vete a la mierda

—Pues la prefiero mil veces a hacer lo que tú —No me caía mal el sujeto, pero tampoco bien.

—Basta los dos, debemos darnos prisa si queremos llegar a tiempo.

Me despedí de ambos observando como se marchaban, justo en ese momento entró Abraham y ha silbado a Samir mientras le miraba el trasero.

—Que sepas que no es tu tipo a menos que te guste que te la metan.

Con diversión le conté un poco quien era ese hombre y lo que su amiga le había hecho, sin duda Agatha trajo a mi vida cosas nuevas.

SantVict

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