Capítulo 19
Estoy peor que una niña pequeña a la que le han regalado una paleta, estoy en frente de mi última clase de biología antes de la entrega de títulos que será mañana, pero ni me interesa, estoy tocándome el dije con la letra "A", era hermoso, y sobre todo era algo que sutil. Pero a un me quedaba un mosquito en el oído, ¿Por qué Mohammed fue tan amable? ¿Sería parte de la religión también?
Observé de reojo a Angélica que se sentaba junto conmigo, este día ha venido por demás maquillada y pronunciando más sus prominente pecho. Mi amiga es todo un espectáculo para los hombres, y vamos... yo también quisiera tener esas curvas de carretera en subida.
Terminada la última clase y como siempre, hemos ido al baño antes de irnos, aquí le sostuve la puerta como todas las demás veces, y cuando salió se ha puesto a retocarse el labial mientras yo la esperaba como un papelero.
—Me alegra tanto que mañana al fin pasemos al mundo adulto, de colegialas a poderosas mujeres. ¿No te anima? Bueno... quizá no te anime por lo de tu matrimonio. Pienso que deberías darte la oportunidad de estudiar en la universidad. Si te lo permiten por supuesto. —Comentó.
¿Qué fue eso?, ¿Era Angélica?
—Iré a la universidad y podré estudiar de igual forma, Mohammed no es un tipo tan cuadrado cómo crees.
—Claro. —Se volteó a verme y guardo el labial— Eric invitó a Fernanda a la entrega de títulos, ¿la recuerdas?, la ex novia.
—Por mí puede llevar a una miss universo, y en verdad no me interesa nada.
— ¡Oye pero que monada! —Dijo acercándose a tomar mi collar— ¿Por qué la "A"?, me da la ligera impresión de que te ve algo mensa amiga, quizá fue para que así puedan tener indicios de tu nombre cada vez que se te va la voz.
—Angélica... Bien podría ser tuya. Tenemos la misma "A" en nuestros nombres.
—Cierto, de hecho, creo que le pediré una a tu pareja. Es muy bueno, ¿te contó? —Pasó a mi lado y esta vez se revolvió el cabello mientras caminaba a la salida— me ha regalado un hermoso collar de la vitrina que él mismo ha elegido.
Aquello fue como un golpe de boxeador al hígado. ¿Qué dijo? ¿¡Qué se lo dio!?
—Bueno, pero tampoco es para tanto, a mí también me ha dado un collar y ni le ha dolido, es simplemente... un tipo que tiene para dar si quiere.
—Argumenté con toda la paciencia que tenía.
—Vaya que buen tipo, amiga, que si no te lo quedas tú me lo quedaba yo.
He prefabricado una sonrisa y finalmente me he subido a mi bicicleta que había traído justo hoy que no quise que me alcanzase Mohammed por las calles estrechas. ¡Soy libre de andar en lo que yo quiera!
— ¿Agatha? —Oí la voz del guaperas de David tras de mí, iba con su uniforme de aspirante.
— ¡David! —Me he bajado a saludarle y segundos después vi como Angélica se lo masticaba con la mirada.
— Esta es mi amiga, mi mejor amiga y casi hermana. Angélica.
—Es todo un placer, ¿ya te ibas?, oye pero es que ando en ronda y la verdad que me aburro mucho. ¿Puedo acompañarlas? ¿Dónde van?
—Agatha va a la joyería de su prometido, y yo a casa. Amiga te veo después.
Angélica me beso la mejilla a mí y a David de quien ni se ha despedido y salió como un rayo. Por poco no entendía pero le reste importancia. David me acompañó a la joyería caminando mientras llevaba la bicicleta aun lado, y llegando entró a cuchichear, era muy cotilla.
—Es una tienda bastante amplia, ¿No hay anillos para compromiso? —Preguntó mirando una vitrina interna, giratoria. Hermosa. Pero vamos, aquí estaba la mirada de Zein sobre mí y sobre David que no dejaba de llamarme "Peque" cada vez que quería ver algo. De seguro le iría con el chisme a Mohammed.
—David, ¿quieres casarte?, porque si es eso yo puedo recomendarte este par... —Dije pasando a su lado y enseñándole unas argollas de oro blanco, pulcras y bastante brillantes.
—No, no quiero casarme, es solo que hay una persona que me trae loco desde hace muy poco y quiero darle algo que yo también pueda tener, sólo le llamo compromiso para sentirle más... ¿Cómo decirlo?, dentro de mi terreno...
—Ah... —Observé entonces como Zein tecleaba con rapidez en su teléfono. Ya estaba armando lio— Bueno, entonces podría ser una cadena que ambos lleven... hay una variedad increíble.
— ¿Y cómo cuál te gustaría a ti?
Esa pregunta hizo sonreír a Zein y finalmente me incliné y le di unas con el dije de infinito. La charla se extendió un poco más, entre sus ojos, los míos y los de Zein expectantes. David se marchó a seguir con su ronda y obviando a mi futuro hijastro entré en la bodega a buscar algunas cosas para reposición.
Agatha Kellerman 17:08 pm
Ya quiero que sea mañana para enseñarte algo que me he comprado. ¡Te encantará!
Me había comprado algo muy, mucho muy especial, mañana quería llevar a Mohammed a mi habitación, mis padres no estarían. Pero oh vamos, no quiero comérmelo a besos. ¡Qué mentirosa eres Kellerman! Claro que sí me lo quiero comer y con Kétchup también.
Cuando ya era de noche y estaba al fin en casa me he probado mi vestido para la entrega de títulos, era algo más o menos simple por delante, liso... ¡Pero por detrás no había espalda! ¡Punto para la sexy Agatha!
Y bueno... por supuesto mi anillo. Y nada más, no quería llevar mi collar porque a fin de cuentas tenía diamantitos, y entre el anillo y el collar... el anillo tenía la promesa de no volver a quitármelo.
Llegó el día. Hoy es mi entrega de título, salí de casa con mi vestido blanco y mis discretos tacones para encontrarme con este temperamental marroquí que me encanta. Pero... pero... ¿Qué es esto? Justo cuando iba a darle un besotazo, veo a Angélica junto con Zein dentro del Audi también. ¿Pero qué mierda pasaba aquí?
— ¡Anda que belleza! —Gritó Angélica.Miré a mi prometido y él pareció entenderlo, pero para soplar mi disgusto comentó:
—Angélica ha invitado a Zein, y nada... El deportivo de Zein está en el taller, y los he traído.
—Sí, lo veo. —Torcí la sonrisa algo malita con la patada que me acababa de dar en los huevos que no tengo y me subí.
—Amiga, déjame decírtelo, parece que se te han quedado las joyas. —Dijo angélica, a lo que Mohammed torció el gesto algo molesto.
—No las olvidé, solo no quise parecer un árbol de navidad.
—Vale, te jorobé.
—Agatha es muy dejadita de las cosas bellas de la vida, no debería ser una sorpresa para nosotros. —Comentó Zein en broma. Claro, el cobarde sabía que si lo decía así nadie le diría nada.
Intenté calmar mi respiración, entonces he puesto algo de música para mí en mis auriculares, trataba de no ser tan niña, pero vamos... que sí lo soy aun.
Al llegar, Mohammed ha dejado que se bajen y minutos después aparcó a una calle. —Sé que te molestó lo de esa niña, pero Agatha, estoy contigo no con ella. —Dijo mientras tomaba mi mano.
—Sí, pero es que a un no me trago lo del collar. Se lo diste.
—Bueno, es que es tu amiga. ¿Querías que le cobrara lo que en realidad valía? —Retiró entonces su mano y negó— No podía ser tan descortés.
—Bueno esa era la ocasión de serlo, no soporto esas atenciones con nadie que no sea yo. —No seas celosa, si encima de todo me he arrastrado yo hacia ti. —Comentó con sorna haciéndome reír. Tenía toda la razón.Hemos pasado por el escenario uno a uno, he sonreído recibiendo mi título, me he tomado fotos con mis compañeros, y he pasado de mi sonrisa a la felicidad eterna cuando Mohammed se acercó con esa barbita de 2 días, definida y con esos ojazos profundos a tomar mi mano y darme el jodido baile que pedía, un baile lento, pero dios... me estaba deshaciendo en sus brazos.
—Felicitaciones por tu graduación pequeña. —Dijo antes de tomarse la libertad de rodearme y mostrarme sobre mis ojos un par de aretes en una cajita hermosa. ¡Pero que gustos! El oro tradicional me encanta.
Me los he puesto enseguida y tan rápido como lo hice me levanté el cabello en una coleta más ordenada de lo habitual.
— ¡Son hermosos!
—Lo son. —El teléfono de Mohammed ha sonado y ha tenido que salir a atender. En cuanto ha salido me acerqué a Angélica, con quien a un no me daba el abrazo, pero me la encontré hablando de su collar a mis compañeros. Sí que era una joya especial...
—Felicitaciones Angélica, me alegro mucho de que hayas pasado el último curso. Ella me observó por un momento y sonrió cuando se percató de mis aretes nuevos.
—Qué lindo par amiga. ¿Puedo verlos? —Dijo acercando su mano a ellos para tocarlos.—Claro...
—Son tan lindos, tiene muy buenos gustos, este me ha regalado ¿No es lindo?, encima de todo cuando lo escogió se ha dado el lujo de probármelo para ver cómo se me veía.
— ¿Te ha probado el collar? ¿Qué no podías sola? —Pregunté esta vez sin tanto decoro, me estaba entrando la cólera.
—Es que tenía las manos ocupadas sosteniendo otros collares que antes ya me había probado. Me ha dado un recorrido por la tienda desde la cintura, pero Ay... Agatha, espero no te moleste que haya sido un hombre conmigo. Es normal que se comporten tan amables.
—Sí... —Estaba cantando alguna cosa en mi cabeza hasta que la oí decir lo de hombre— ¿Puedo verlo? —Pregunté tomando el collar y tirándoselo a vista y paciencia de nuestros compañeros que nos veían sin poder creerlo.
— ¿¡Pero qué hiciste idiota!? —Nada, solo quería verlo y se me ha pasado la mano. —Dije entre dientes.
— ¡Estás enferma! ¡Solo fue una atención de él para mí!
—Agatha.
Mohammed ha llegado, y por supuesto ya lo ha visto todo. Encolerizada me he ido al Audi, parecía que todo el mundo me observaba asi que decidí encerrarme allí. Mohammed llegó y se ha subido dando un ligero portazo.
—Yo quiero entender que pasó. ¿Por qué le tienes tanto odio ahora?
— ¿Con que te gusta andar probándole collares a las clientas? ¿Te gusta darle paseos por la cintura?
—Ah... ¿Me vendrás con eso? Pero Agatha, no le he probado nada.
—Pero no dices que no le tomaste la cintura.
—En efecto, pero tampoco es que... ¡Oh bueno! ¿Por qué te empeñas en pelear?
He suspirado y finalmente me he girado en el asiento para verlo.
—Irremediablemente me gustas demasiado, por primera vez siento que puedo reunir las estrellas y repartirlas por el cielo, y ¿sabes?, no me quiero perder ni una.
Él se ha quedado estático, por un segundo pensé que la había cagado, pero cuando he visto cómo sus labios estaban sobre los míos me he quedado seca. Mi corazón agitado y mis manos de plastilina se han puesto sobre su cuello. ¡Soy muy torpe!
Pensé entonces que debía de hacerlo, y vamos lo hice. Me he pasado sobre el freno de manos, y me he montado sobre él. El maldito contacto entre su dura reacción y mi entrepierna me tenía algo más que mojada. ¡Vaya que tenía que admitirlo! Entonces cuando pensé que aquello se quedaría así, entre miradas, se ha lanzado a mi cuello a besarme, él sonido era delicioso, sus caricias bajas y todo lo que hacía me tenían como masa de pan.
Suspiré dejando escapar mi maldito placer tan evidente a su oído y finalmente me he desecho sobre él. ¿Qué fue eso?, sentí como me recorrió un escalofrío desde el vientre bajo hasta los pies. Mohammed ha sonreído todo cabrón y me ha dado un último beso en la boca.
—Mira que si no llegabas tú al clímax con ropa, me hubiese sentido muy miserable.
Avergonzada por lo que había pasado me puse el cinturón de seguridad e inflé mis mejillas. Llegando a casa me ha bajado y sin soltar mi mano me la he besado.
—Espero que descanses pequeña, mañana quiero verte temprano en la joyería.
Le he guiñado para no parecer tan tonta por lo anterior y me he entrado como quién lo lleva el diablo. ¡Joder! ¡Maldito sea mi instinto bajo! En mi alcoba me quité el vestido y mirando el conjunto que me había comprado para esta noche maldije. ¡No se lo mostré y ya se fue!¡Bienvenidos al siglo nuevo mis amores! ¡Bienvenidas Video Llamadas!Entonces, para remediar mi orgasmo precoz le he hecho una video llamada.
— ¿Quieres ver algo interesante?
—Claro, pero si no me sorprende nada más de regalos para ti.
—Te quedarás más duro que el pegamento que dejé tirado en la bodega
— ¿¡Dejaste pegamento tirado en la bodega!?
— ¡Ah ya cállate y ve esto! Me levanté de mi posición que me mantenía oculta y le dejé ver mi hermoso conjunto rojo de encaje, me he dado unas vueltecillas y me he paseado las manos por donde presuponía le ardería el alma. ¡Que sí lo logré!
JavieraJames2604
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