Capítulo 10
Si por mi hubiese sido, el resto del trayecto podría haber sido un acto mudo, pero la irritante voz de aquél joven me hizo prestarle atención por el retrovisor y no a su burda escena de posesión que consistía en obvias caricias a su novia.
—Es usted muy viejo, debe ser un gran abuelo para sus nietos, todos soñamos con un familiar que sea una mina de oro.
—Y usted muy sutil, puedo decir que en efecto soy bastante más mayor, pero ni soy abuelo, ni la mina de ningún parásito chupa sangre, como usted... ¿A qué se dedica?— mi última frase alargada claramente le molestaba a lo que sonreí.
—Mi novia y yo aún somos estudiantes, si quiero ser algo en la vida debo estudiar.
—Pero ahí radica tu error muchacho, esperas que concluyendo tu carrera te lleguen las cosas del cielo, pero no es así ¿Qué pasa con la experiencia? ¿Con el carácter? No siempre fui importante ni empresario, y tampoco espere a terminar mis estudios como usted dice, en Marruecos las cosas son distintas.
—Algo escuché, les gusta la bigamia ¿No? , Supongo que se casan varias veces para generar una jugada dote y así invertir, aquí es diferente viejo.
Sin duda sus palabras dejaban en claro cuando ignorante se podía ser ¿Donde aprendió eso? Claro, seguramente de esas novelas que creen hacer alción a la cultura, no negaría que contenían cierta información, pero carecían de otra.
—Solo le diré esto, esta equivocado, me casé una sola vez en la vida, mi esposa fue mi compañera, amante y amiga en mi proceso de crecimiento profesional, no con su "dote" pero si con su compañía, una mujer como ella no se encuentra todos los días, fue una pena perderle hace ya tantos años, pero usted que puede saber de eso si prácticamente se coge a otra mientras llama con su novia oficial por teléfono.
El muchachillo ese ha mirado a Agatha molesto, pero mira que se puede ser sínico, por fin hemos llegado a la casa de ella y estacione frente a la puerta sin apagar el motor.
—Pueden bajar ya.
—Solo te diré algo anciano, no te metas en nuestra vida o te puede pesar, ya te follaste a mi chava, le diste la experiencia que necesitaba, ahora vuelve a tu mundo de velos y gente ricachona, vamos muñeca.
Di un ultimo vistazo a la chica que sin duda estaba más que incómoda, su mirada se encontró con la mía momentáneamente antes de ser llevada casi a rastras por ese imbécil, debía apresurar un poco las cosas y casarla con Zein; en cuanto salieron arranque de nuevo notando por los espejos que parecían discutir.
—¿¡Que fue eso!? Eres un loco, ese "anciano" como lo llamas, esta por ser mi jefe, necesito el dinero y lo sabes.
—No puedes negar que es un viejo raboverde, solo había que ver como te miraba ¿No lo notaste? Ardía con solo ver que acarician tu muslo.
—Tienes un grave problema, no confiaste en mí, no lo haces ahora.
—Claro, la culpa es mía según tú, mi novia fue a no se donde para regresar y gritarme a la cara que se había cogido a un vejete.
—Eres un ...
Mis palabras fueron interrumpidas abruptamente por el chillido escandalizado de mi madre, al girarme a ella se cubría la boca con ambas manos, Eric parecía complacido con aquello
—Mamá, no es lo que tu piensas— me acerque hasta que un golpe me aturdió deteniendo mis pasos.
—Entonces ese señor esta aquí por eso ¿Como pudiste? No solo engañaste a tu novio que es un buen chico, también te comportas como una cualquiera, pero ese marroquí me va a escuchar
—No puedo creer que no me des la oportunidad para explicarme— me he vuelto a mi novio furiosa, su rostro divertido por lo ocurrido era una mierda que no podía ocultar— ¡Terminamos! Ahora si puedes ir y revolcarte con la misma Piruja que escuche ese día —No deje que ninguno de los dos dijera nada, mis ojos se llenaron de lagrimas, en cuanto me encerré en mi habitación me tiré a la cama abrazando la almohada, o al menos así fue hasta escuchar un mensaje de Whatsapp entrando.
Mohammed 10:30 Pm
Lamento la ridícula pelea de meadas, tienes un novio peculiar, mañana llámame y te diré cuando inicias a trabajar.
Agatha 10:31pm
¿Y si marco ahora?
Estaba por eliminar el mensaje pero instantáneamente se han marcado las dos palomitas azules, más tarde me he sentado de golpe cuando mi teléfono comenzó a sonar, dudé bastante, lo suficiente para que la llamada se cortase, pero nuevamente vibro en mi mano, en esta ocasión presione el símbolo de responder; antes de poder decir algo fue él quien lo hizo.
—¿Que ocurrió? Fue mi culpa ¿Cierto? ¿Estas bien? ¡Agatha!
Sabía que si respondía ahora me quebraría, no tanto por romper con Eric, si no más bien por las palabras de mi madre, tomé aire suficiente, esperando fuera suficiente.
SantVict
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top