9° | Ambos queremos esto... |
Capítulo 9.
~Narrador: Charlie.
No pude dormir en toda la noche, ni siquiera tuve fuerzas para poder contarle a Ruby lo que había ocurrido.
Se ofreció a quedarse a dormir en casa para que pueda desahogarme un poco, pero la realidad es que lo único que quería era estar solo.
Así que solo cenamos en silencio con Chloe y después nos fuimos a dormir. Bueno, dormir... La batalla de pensamientos que tuvo mí cabeza me dejó completamente con insomnio, así que cuando desperté está mañana me costó mucho salir de la cama. Pero lo hice, con los ánimos por el suelo, pero lo hice.
Me resulta frustrante la situación, me genera mucha impotencia el hecho de que hayamos llegado a este punto.
La noche en velo me ayudó a reflexionar bastante en cierto punto, y pensar en todas las posibilidades habidas y por haber.
¿Qué si quiero a Nick? Eso no está en duda, ¿Qué si él me quiere? Supongo que tampoco lo está. Ahora, ¿con eso basta? Por supuesto que no. Hay todo un contraste aparte, y la duda es... ¿Vamos a poder con eso? ¿Es lo más conveniente mantenernos cerca cuando en realidad lo único que estamos haciendo es hacernos daño?
—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti... Feliz cumpleaños querido Charlie, feliz cumpleaños a ti...
—Chloe se acerca a la cocina con un pequeño bocado dulce sobre un plato, hay una pequeña vela por encima.
Volteo a verla ya que estoy preparando un poco de café, sonrío con ternura mientras ya está al frente de mí.
—Tienes que pedir tres deseos.
—avisa mientras extiende más el plato hacía mí.
Vuelvo a sonreír con algo de tristeza mientras me agacho a su altura.
—Mi mayor deseo es tenerte aquí conmigo, con eso me basta y sobra.
—soplo la vela y esta se apaga, me acerco a ella dejando un beso sobre su cabello— Gracias mí amor, te quiero muchísimo.
Chloe sonríe en respuesta dejando un beso sobre mí mejilla.—Y yo a ti.—se aclara la garganta—¿No quieres qué vuelva a encender la vela para que puedas terminar tus otros deseos?
Y sé perfectamente hacía dónde quiere ir.
Suspiro mientras me incorporo.
—Justamente de eso quería hablarte.
—tomo su mano llevándola hacia el sofá.
Chloe se sienta a mí lado.—¿Por qué mejor no lo comes? —señala de manera nerviosa y rápida el bocadillo— Sé lo pedí a Lauren para ti, lo preparó con muchos ingredientes y...
—Cariño ayer no te he dicho nada porque pues... Estaba muy cansado y solo quería dormir.—miento— Pero sabes perfectamente que lo que han hecho con Alexander ayer no estuvo bien, ¿lo sabes verdad?
Se cruza de brazos evitando mí mirada mientras sus pies que caen colgados sobre el final del asiento se mueven rápido de manera nerviosa.
—No quiero que se vuelva a repetir, ¿de acuerdo? —ordeno.
Se descruza de brazos de manera rápida.—¿Por qué no? Alex y yo lo único que queremos es que se acerquen y vuelvan a estar como antes, ¿por qué es tan difícil?
—Porque no todo es tan fácil como ustedes quizás lo ven.—afirmo de manera autoritaria— Y lo tienen que entender Chloe. Mil veces hablamos que en las cosas de grandes...
—No tengo que meterme.—termina por mí.
—¿Y si lo sabes por qué sigues haciendo estás cosas?
Suspira.—Porque te veo triste desde que Nick se fue, y ahora qué volvió ustedes ya pueden estar juntos como antes. Sí él te quiere, y tú lo quieres, ¿por qué hay que dar tantas vueltas?
Quién suspira ahora soy yo mientras me recargo mejor en el sofá.—Si mí amor. Nick y yo nos queremos mucho, pero de ahí a que las cosas puedan ser distintas hay un largo trecho. Hay muchas cosas que también importan.
—¿Cómo cuáles? —insiste.
Acaricio su cabello.—Lo entenderás cuando seas más grande. Lo único que ahora quiero que entiendas es que estás cosas que hacen con Alex no están bien, para ustedes puede ser una travesura o algo gracioso, pero te aseguro que no lo es.
Hace una especie de puchero.—Solo queremos ayudar.
—Lo sé cariño, lo sé. Sé que no tienen malas intenciones, pero en estás situaciones es mejor que ustedes se mantengan al margen. ¿Puede ser?
Suspira mientras asiente levemente con la cabeza.
—¿Ahora puedes darme un abrazo? Creo que lo necesito.—pincho su mejilla con uno de mis dedos.
Sonríe ligeramente tirándose hacía mí abrazandome.—¿Qué haremos hoy por tu cumpleaños?
Resoplo.—Sinceramente no tengo muchas ganas de festejar, solo quiero quedarme aquí en casa viendo películas contigo.
—Pero, ¿y si vienen Le y Ruby?
—Las voy a echar a ambas.—bromeo.
Y dicho y hecho. En la tarde Leía y Ruby se aparecieron por casa con bolsas de regalos que me generó muchísima pena aceptar. De todas maneras me importaba más que ellas estén aquí pasando el rato conmigo que cualquier otra cosa material.
Recibí varios mensajes en el día, Lauren, Sarah, Liam, Ryan... Ninguno de él. Y de todos modos, ¿por qué lo espero? Probablemente ni siquiera sabe que hoy estoy de cumpleaños, y de saberlo tampoco me tendría que importar. Las cosas entre nosotros no están nada bien.
Y ese es otro de los motivos por el cuál no puedo evitar que la situación me afecte. Digamos que no es muy agradable pasar tu cumpleaños alejado de las personas que más quieres.
Lo cierto es que al ser domingo y que mañana es muy día laboral, no voy hacer nada. Ni salir a festejar ni mucho menos, motivos no hay. Así que con solo estar aquí en casa con Chloe y ahora con las chicas ya me alcanza.
Las chicas trajeron algunas cosas para comer y tomar, estamos en el living mientras Leía le hace unas trencitas en el cabello a Ruby. Chloe está a un costado prendida a sus dibujos mientras escucha música por mí teléfono. Ya que Leía nos está contando de sus problemas amorosos con Liam y hay ciertas cosas que la niña no tiene que escuchar.
—¿Pero no has hablado con tu padre de esto? —inquiere Ruby llevándose papitas a la boca.
—Sí, y le he dicho que no me gusta como se maneja con Liam. Pero me ha evitado por completo, sigue pensando que no es bueno para mí. En ese sentido es alguien bastante cerrado.—responde algo frustrada.
—Ahora lo que no entiendo es porque Liam y tú discutieron por esto.
¿Qué fue exactamente lo que pasó?
—quien pregunta soy yo, mientras estoy acostado sobre el sofá.
—Porque me pidió permiso si podía hablar con mí papá e ir de frente con él, decirle que no le gusta la manera en que lo trata. Pero le pedí que por favor no lo haga, que quería evitar problemas con él.—suspira mientras finaliza la trenza de Ruby.
La colorada y yo intercambiamos una mirada.
—¿Qué pasa? ¿por qué se miran así? Acaso, ¿estuve mal? —pregunta preocupada.
—¿Soy sincera o no soy sincera?
—pregunta Ruby.
—Sinceridad, porque estoy seguro que piensas igual que yo.—hablo.
—Creo que no has estado del todo bien.
—la colorada hace una mueca— Me refiero a que, conocemos a Liam, bueno, ustedes lo conocen más que yo. Sobre todo tú...—observa a Leía— Es un buen tipo, lo que sea que quiere decirle a tu padre lo hará del lado del respeto. Y supongo que esto debe ser frustrante para él, y está en su derecho de querer ser frontal con la situación y hablar con tu padre.—se encoge de hombros.
Leía hace una especie de puchero mientras se sienta a mí lado.—Sí, puede ser. No estuve bien, pero solo quise evitar un mal mayor. No lo sé, no quiero que las cosas terminen peor entre ellos.
—Pues, no lo sabrás hasta que las cosas se aclaren.—finaliza Ruby hacía Leía, no sin antes echarme una mirada rápida a mí.
Entendí la referencia.
—Char...—Chloe se levanta de dónde está y se acerca hasta mí.
—¿Sí cariño?
Hace una mueca mientras observa al suelo.—¿Podemos... ¿podemos ir al cementerio a dejarle unas flores a mamá? Siempre lo hacemos por nuestros cumpleaños.
Sí, es una manera de sentirla cerca en estas fechas en las que ella siempre a pesar de todo trataba de que nuestros cumpleaños no dejen de serlo. Mamá siempre buscaba el momento para alejarnos de la realidad en la que vivíamos y hacernos pasar un lindo rato.
Asiento levemente hacía ella.—Claro que sí.—observo a mis amigas— No es quizás el mejor plan de cumpleaños pero si quieren nos pueden acompañar, hoy es domingo y cierra antes. Tenemos que salir ya.
Ambas lucen sorprendidas ante eso.
De alguna forma saben que el tema de mí historia y demás es algo que tengo guardado bajo muchas llaves, y que no lo comparto con casi nadie. Pero a esta altura ya las siento a las dos tan cercanas a mí que compartir este momento con ellas me hace sentir seguro y mejor.
—Claro que sí queremos ir.
—Leía se acerca rodeando su brazo con el mío, a su vez Ruby al otro lado dejando un beso sobre mí mejilla.
—¿Qué flores le gustaban a tu mami?
—pregunta Ruby.
—Pues, las rosas le agradaban bastante. No solía recibirlas muy seguido, pero les gustaba mucho.—respondo.
Y al cabo de unos veinte minutos los cuatro llegamos al cementerio, no sin antes parar para comprar algunas rosas.
Al ingresar tomo de la mano a Chloe mientras nos dirigimos hacía su tumba, el silencio es muchísimo.
La tranquilidad el doble. Hace mucho que no venía, y cada que vengo lo que siento es lo mismo... La necesidad que tengo de tener a mamá conmigo.
Una vez frente tomo con fuerza la mano de mí hermana. Ella me observa dedicándome una suave sonrisa, para luego hablar:—Hola mamá, hoy es el cumpleaños veintiuno de Char, ¿está muy grande verdad?
El pecho se me comprime mientras intento con todas mis fuerzas no largarme a llorar. Es difícil recordar a mamá de buena manera cuando tuvo un final que no se merecía, de todas maneras me esfuerzo todos los días para poder recordar los buenos momentos que pudimos tener. Me aferro a ellos con una fuerza increíble, fuerza que me da mí hermana.
—Te hemos traído algunas rosas.
—sigue diciendo mí hermana mientras se suelta de mí agarre y se acerca depositando las mismas, me observa invitandome a qué haga lo mismo.
Y sin poder evitar la lágrima que salió disparada, le devuelvo la sonrisa mientras me agacho y dejo la rosa en el mismo sitio que mí hermana.
—Hola mamá.—hablo con un nudo en la garganta.
Me incorporo mientras Chloe me abraza por la cintura. La envuelvo en mis brazos mientras la tristeza me cruza por completo, pero a su vez de alguna forma la emoción. Sé que mamá está aquí, sé que nos cuida, sé que a pesar de haberse ido ella no deja de estar presente.
—Dejeme decirle señora que tiene unos hijos maravillos.—Ruby pasa por nuestro lado con cuidado depositando también una rosa.
—Y que no están solos, porque mucha gente los quiere.—finaliza Leía también repitiendo la misma acción.
La tristeza se va por un momento cuando mis amigas se acercan a nosotros para abrazarnos, y lo que siento ahora es una emoción absoluta. Porque a pesar de todo la vida de a poco me fue devolviendo muchas cosas, y entre ellas la verdadera amistad. Personas increíbles, aquellas que te sostienen cuando quizás no todo va bien, que te prestan su hombro, que te sacan una sonrisa cuando lo único que quieres hacer es llorar... Esas personas que están... Y siento que mamá me las envió.
Nos quedamos ahí algunos momentos más, cuando salimos del lugar Ruby dijo de pasar por la tienda para comprar algunas cosas para la cena, pues aún no planean irse y la verdad es que lo agradezco. Me están haciendo olvidar un poco de todo.
Bueno, casi todo.
Tardamos en la tienda alrededor de una media hora más, había mucha gente.
Se les ocurrió meterse justo en el peor...
Así que cuando salimos fuimos directo hacia mí departamento, no veía la hora de llegar porque me estoy orinando de una gran manera.
—¡Feliz cumpleaños! —Liam me grita en la cara cuando es él quien abre la puerta de mí casa antes de que yo pueda hacerlo.
Mí ceño se frunce por completo sin entender muy bien, sobre todo cuando abre aún más la puerta tomando mí mano para que ingrese. Y me sorprende enormemente ver aquí también a Lauren, Sarah, Catherine, Alex y Ryan.
Hay algunos globos esparcidos por el lugar, un cartel de feliz cumpleaños, y una decoración muy bonita por alrededor. Observo en la mesa principal muchos bocadillos, y es la primera vez que tengo un cumpleaños después de tanto tiempo.
—¿Veintiuno ya? Buenísimo, ya puedes salir del país.
—Liam bromea mientras me abraza.
Sonrío ante eso.—Y me llevarás tú.
—Adonde quieras.—me guiña un ojo de manera sonriente, pero está se esfuma rápido cuando ve detrás de mí a Leía de manera algo nerviosa.
Algo incómodo por eso me corro hacía un costado mientras empiezo a saludar a las demás personas. Me tomo el trabajo de agradecer a cada uno por tomarse el tiempo de venir hasta aquí. Yo no sabía absolutamente nada, y entiendo enseguida de quién fue la idea de hacer esto cuando observo a Ruby y Leía que se hacen las desentendidas comiendo algunos bocados.
—Mañana tienes UNI súper temprano, deberías estar ya yendo a la cama.
—regaño de manera irónica a Ryan mientras me acerco a él.
—Ahora es más importante tu cumpleaños que la universidad.
—sonríe hacía mí mientras se acerca para darme un beso en los labios, pero me retracto rápido corriendo un poco el rostro dejando que me bese en la mejilla.
—En serio gracias.—me pongo nervioso enseguida cambiando de tema— Con el mensaje de hoy en la tarde ya bastaba.
Niega sonriendo por lo bajo.
—Claramente no, tenía ganas de verte en tu día.
La noche comenzó a transcurrir rodeado de las personas más cercanas a mí. Me siento complacido y algo alegre, como digo, olvidé la última vez que pasé mí cumpleaños rodeado de tantas personas. Y mucho menos que prepararan algo sorpresa para mí, que se hayan tomado la molestia y el tiempo haciendo este gesto es algo que me emociona muchísimo.
Observo a mí costado como Lauren y Sarah comparten risas entre ellas, a Alex que le muestra algunos videos a mí hermana desde su teléfono y ambos sueltan varias risitas, a Ryan hablando cómodamente con Catherine mientras Ruby está sentada encima de las piernas de ella y los tres ríen por algo que Cat cuenta, y me sorprende ver a un costado a Liam y Leía mientras hablan entre ellos para luego darse un abrazo.
Todo parece ir bien, todo está en lo que parece su lugar, pero... No está él.
Y mí felicidad no puede ser completa de esa manera.
Porque hay una pieza que falta.
Hay una pieza sumamente importante que necesito que se complete aunque mí cabeza diga que no, aunque mis pensamientos un poco intrusivos digan que no es la mejor idea tener a Nick cerca... Mí corazón quiere todo lo contrario.
Trato de sonreír cuando en un momento de la noche Leía acerca un pastel y comienzan todos a cantarme el feliz cumpleaños. Vuelvo a soplar la vela con mí último deseo de que todo de alguna manera vuelva a ser como antes.
Todos ya se marcharon hace un rato, pero antes de que lo hagan volví a tomarme un minuto para agradecer a cada uno por estar. Los últimos que quedan son Liam, Ruby y Leía. Y Ryan que espera por su hermana abajo en el auto.
—Espero hayas pasado un lindo día.
—Liam vuelve abrazarme antes de cruzar la puerta.
—En serio gracias por todo.
—Ya basta de agradecer, me darás jaqueca.—me remueve el cabello mientras sale— Le, te espero abajo.
—dice hacía Leía mientras sale.
Con Ruby observamos a Leía como invitando a que nos cuente que ocurrió.
Sonríe por lo bajo.—Está todo bien, solo era cuestión de que nos entendamos. Mañana les cuento mejor.
—Bueno, me alegra saber que por lo menos hay gente que se entiende.
—humor a base de mis desgracias.
Ruby y Leía me miran con pena.
—Es un chiste.—les llevo tranquilidad— Vayan a casa que es tarde, y otra vez grac...
—Gracias por todo.—finalizan las dos a la par haciéndome reír.
Me acerco hacía las dos mientras las abrazo.
—Bueno, vamos. Hay que salir ya.
—escucho como Ruby le deja una nalgada a Leía.
Ambas salen y antes de que pueda cerrar la puerta Leía se aparece rápido y se acerca hasta mí para decir:
—No debería estar diciendo esto pero ha sido Nick el de la idea de tu cumpleaños sorpresa, él se encargó de avisar a todos. Organizó todo esto porque quería que en tu día lo pases rodeado de todas las personas que quieres. Aunque él no esté presente.
—me besa en la mejilla y sale disparada.
Y la información me deja recalculando por completo y en un estado algo atónito. Ni siquiera tengo tiempo a asimilar nada, cierro la puerta y me sorprende ver qué Chloe estaba aquí terminando de comer un plato de papas fritas.
—Ve... Ve a la cama cariño, ya es tarde.
—digo sin siquiera poder pensar, estoy realmente aturdido.
Mí hermana deja el plato a un lado mientras se acerca hasta mí:—Ve con él Char, ve con él ahora.—dice mientras sostiene mí mano con fuerza.
El pecho se me comprime con tanta fuerza, y es como si de repente quisiera a largarme a llorar como una criatura. Estoy desvariando por completo con todo esto, con todo lo que Nick provoca en mí, con todo lo que es capaz de hacer aún así no estemos bien. En como no deja de tener estos detalles para conmigo, y en como nunca deja de preocuparse por mí.
—Vamos Char, ¡ve! ¡Busca a Leía antes de que se vaya para que se quede aquí conmigo si es eso lo que te preocupa!
¡Pero ve a buscar a Nick! —insiste mí hermana mientras mueve mi mano como para que reaccione.
Y lo estoy haciendo, estoy haciendo lo que verdaderamente siento y no lo que mí cabeza quiere que crea. Así que rápidamente me suelto de mí hermana y abro la puerta.
—No te muevas de aquí por favor.
—mí hermana aplaude con rapidez de forma entusiasta cuando me observa salir por la puerta.
Corro rápido hacia las escaleras porque tomar el ascensor es una pérdida de tiempo, al llegar hasta la planta baja veo a Leía y Liam recién salir. Me acerco rápido hasta ellos.
—¿Te quedas con Chloe un momento?
—digo hacía mí amiga de manera agitada, ella me observa sorprendida y cuando parece entender sonríe en respuesta.
—Claro que sí.—dice rápido y sin decir más camina hacía el ascensor.
Observo a Liam que me mira incrédulo.
—¿Me llevas hasta su casa?
—digo apenas intentando recuperar el aire.
Sonríe ampliamente.—Ni siquiera tienes que pedirlo rulitos.
Unos pocos minutos después Liam se estaciona frente a la mansión, como la gente de seguridad ya nos conoce nos dejaron pasar sin problema. Pero cuando ya tengo visión de la puerta de entrada de su casa es cuando caigo en cuenta de lo que estoy a punto de hacer, que ni siquiera sé bien qué es y porque estoy acá. Pero Liam me observa dedicándome una mirada con una clara invitación de que baje del auto y encare la situación.
—Tú sabes porqué estás aquí. Vamos.
—me alienta con una sonrisa suave.
Suspiro con fuerza mientras bajo del auto y camino a pasos lentos y nerviosos hasta la puerta, no sé quién me abrirá, es tarde, pero tampoco tanto como para que todos ya estén dormidos. Y me lo termina de confirmar Lauren cuando la abre y me ve, luce algo sorprendida también. Pero enseguida sonríe con dulzura.
—¿Está Nick? —pregunto con el corazón en la boca. Los nervios son demasiados.
—Sí, está en el jardin.—avisa.
No sé que más decir o hacer, me quedo como un idiota mirando hacia el suelo.
Pero enseguida noto como Lauren abre la puerta más en grande permitiéndome el paso.
—Pasa cariño.—me invita.
Y tragando saliva con mucha fuerza ingreso. La observo y antes de que me acobarde por completo con lo que estoy haciendo camino hacia el pasillo que conduce hacía el jardín. Pocas veces me sentí así de nervioso como lo estoy ahora, es como si la boca se me secara, las manos prácticamente no las siento y tengo que sacudirlas para que despierten. Algo dentro de mí golpea con fuerza ante la avalancha de emociones que mí cuerpo está experimentando.
Y cuando estoy ya con un pie sobre el jardín mí corazón golpea con tanta fuerza que no me sorprendería que se escape, ya que mí campo de visión es invadido por Nick mientras está sentado a un costado. Sostiene su carpeta de dibujos mientras dibuja algo. Camino a pasos lentos hasta dónde se encuentra, ya que está más en el interior del gran jardín de la mansión.
Y parece escuchar mis pasos, porque enseguida voltea un poco algo confuso para observar detrás de él, y cuando me ve luce altamente sorprendido. Pero no tarda en dejar sus cosas de lado mientras se pone de pie. En ningún momento me deja de observar.
—No... —trago grueso mientras el nudo en mí garganta se presenta de forma rápida—No entiendo bien aún que hago aquí yo...
Y todo se va al carajo cuando acelera los pocos pasos que aún nos separan, me toma del rostro, y me besa.
Y nuevamente nuestros labios vuelven amoldarse al del otro sin ningún tipo de problema. Otra vez lo estoy besando, otra vez me está besando después de todo este jodido tiempo de mierda. Y no puedo sentirme más pleno en este momento.
Sus manos se aferran sobre mí rostro mientras su boca se adueña por completo de la mía. Mientras sus suaves labios besan los míos con tal desesperación, con tanta urgencia, con tanto anhelo, con tanto amor.
Mis brazos rodean su cuello para tener aún más de él. Queriendo que este momento no acabe nunca, que todo se detenga justo aquí, aquí y ahora. Nick y yo juntos, besándonos. En sus brazos, en él, todo con el...
Porque no tengo ni la más pálida idea de cómo surgirá todo de aquí en más después de esto, lo que si estoy seguro es que este momento no quiero que termine nunca, jamás.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 10.
NOTA DE AUTOR/AR: Hola hermosxssss!! Bueno, capítulo algo movilizante no? Y por variossss motivos 🥺🫣💘 AAAAAAA, es que cuando yo les digo que confíen en mí es porque en serio se los digo. Y sobre todo cuando digo que ESTO RECIÉN EMPIEZA.
Agarren sus palomitas 😉😉😉
Quiero leer sus teorías de que creen que pasará ahora, ¿Charlie sale corriendo? ¿Nick se detiene? ¿Van y se matan en el cuarto? CHAN. Pueden ser las tres, o puede ser ninguna. Confíen jajsjs Nuevamente gracias por el apoyo 💘 en serio me hace muy bien saber que siguen apoyando la novela. Gracias por leer, besosssssss
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top