5° | ¿La Conversación? |





Capítulo 5.




                ~Narrador: Charlie.



En cuanto salí de la mansión no dejé de pensar en lo que había ocurrido.
Le di vueltas al asunto una y mil veces. Necesitaba desahogarme con alguien, así que llamé a Leía de si nos podíamos ver un momento. Accedió enseguida diciendo que vendría a mí departamento.

—¿Y solo te has ido?
—pregunta cuando ya terminé de contarle todo.

—Es lo que me salió en el momento.
—resoplo frustrado— Todo es demasiado, no sé ni siquiera que decir o hacer.

—Sí, por una parte es sumamente entendible.—asiente mientras termina su taza de té y la deja a un lado.

—¿Y la otra parte?

Suspira y solo me mira. No dice nada. Pero puedo percibir enseguida que tiene mucho por decir.

—Vamos Le, sé sincera.—la incentivo.

Se acomoda mejor sobre el sofá para verme con más atención.—Es que creo que debes escucharlo, bueno, no lo creo. Estoy segura que debes escucharlo. Me parece que ambos se deben una gran conversación.

—Es que yo eso lo sé, lo reconozco.
Así como yo tengo muchas cosas que decirle probablemente él también las tenga. Y no somos unos niños para huir corriendo...—le doy un sorbo a mí café.

—¿Entonces qué te lo impide?

Tengo que hacer una breve pausa antes de contestar...Nick me afecta demasiado.—Él.

Leía solo me mira atenta esperando a que continúe.

—No puedo escucharlo aún, es como si tuviera miedo a lo que sea que tengamos que enfrentar... A cualquier cosa que tenga que decirme, a todo lo que yo tengo por decirle.—me muerdo las uñas—
Creo que tenemos tanto por decir que puede salir todo de manera muy... Escandalosa. Por dar un ejemplo.

Mí amiga asiente.—Es lógico que tengas miedo o te ponga nervioso la situación, pero evitarla supongo que será para peor.

Vuelvo a suspirar mientras me recuesto sobre el sofá dejando mí cabeza sobre sus piernas.—Ademas, me resulta todo tan confuso todavía. Aún estoy asimilando que ya esté aquí devuelta. Hace unos días mí vida tenía un rumbo, Y con su regreso es como si se moviera todo de su lugar.

Leía me acaricia el cabello.—Viéndolo de ese lado es completamente entendible el que estés así.

—Te juro que estoy haciendo lo mejor que puedo, creo que otro en mí lugar lo hubiera mandado a la mierda.

—Eso es claramente muy cierto...

—Pero...—interrumpo sabiendo que viene uno. La miro directo al rostro.

—Pero sigo pensando que deben hablar. O si no quieres que él hable, al menos habla tú. Exprésate ¿sí? Tienes que sacar todo lo que tienes ahí dentro.
—señala mí pecho— Todo lo que te vienes guardando todos estos meses.

Me quedo en silencio.

—Y si no estás listo aún para escuchar lo que tenga para decirte, él debe respetarte. Y al menos escucharte. Cuando te sientas listo lo escucharás tú a él. Pero no dejes pasar tanto. Porque en algún momento debes escucharlo.
—finaliza.

Y con esas palabras rodeando en mí cabeza lo que restó del día, me decidí.
Entendí que dilatar todo esto solo ocasionará más dolor, incertidumbre y angustia en mí. Y si algo entendí en este tiempo de terapia es que debo cuidar de mis emociones... Debo comenzar a ponerme un poco en primer lugar ante que a los demás. Situación que es recurrente en mí vida, prácticamente toda mí vida...

Así que después de cenar junto con mí hermana, aprovecho que ya se fue acostar para lavar los platos. Enjuago estos con tanta distracción ya que mí vista solo estaba enfocada en mí teléfono que solo estaba a unos pasos de mí. Así que en un impulso dejé lo que estaba haciendo para tomarlo y enviarle un mensaje:

Charlie:

" Hola Nick. Estaba pensando y creo que nos debemos una conversación. Es lo justo, tanto como para mí y para ti. Pero no ahora, aún no puedo. Espero puedas comprender. Buenas noches. "

Apreto enviar y me arrepiento al instante. Que idiota soy. Se supone que quiero acabar con todo esto ya y hablar de una vez por todas pero le termino diciendo que aún no estoy listo... Pero es lo que me sucede. Es lo que siento. Y es tan confuso todo.

Su respuesta llega al instante poniéndome nervioso:

Nick:

" Hola Charlie. De acuerdo, será cuando tú lo decidas. Lo entiendo, realmente lo entiendo, está situación tampoco es fácil para mí. Tú también ten unas buenas noches... "

¿Para él no es fácil? ¿Y qué queda para mí?

Y con otro impulso abrumador empiezo a teclear una respuesta a una conversación que se supone ya di por finalizada:

Charlie:

" Sí, lidiar con el hecho de que de la noche a la mañana vuelves como si nada de la misma manera en la que te has marchado... Imagínate. Bueno, ahora sí, buenas noches... "

Carajo. Esto no llevará a una buena conversación.

Me arrepiento enseguida, si, es algo que claramente quiero decirle. Pero no así, no de este modo. Definitivamente no. Así que me dirijo al chat nuevamente para eliminar el mensaje, pero es inútil, ya lo vió.

Nick:


   Escribiendo....

Dios.

Dejo el teléfono sobre la mesada, su chat sigue marcando como escribiendo.
¿qué tanto es lo que escribe? Ya pasaron segundos y lo sigue haciendo. Me paso una mano por la nuca algo nervioso sin despegar la vista de la pantalla.

Y la notificación de mensaje nuevo aparece. Enseguida lo abro:

Nick:

" Qué descanses Charlie... " 


Ah, genial.






Al otro día llegué a la mansión en busca de Alexander sumamente cabreado. Sí, aún más cabreado que antes con quién es su hermano mayor...

¿Qué le pasa eh? ¿Cómo pudo cortar la conversación así como así? Se supone que tiene tanto para decir pero es capaz de huir de esa manera.

Tuve muchas ganas de responder algo más, pero me retracte y preferí dejar la situación ahí. Así que solo me fui a dormir, pero con una ola de enfado mojandome por completo.

Gracias al universo no me lo crucé cuando con Alex salimos hacia el auto para ir al instituto. Y lo agradezco.

—Alex... El teléfono.—digo hacía él observando que no deja de teclear— Sabes que no puedes traerlo.

—Lo sé, lo sé.—responde sin mirarme y sumamente concentrado— Estoy terminando de arreglar algo y te lo doy así te lo llevas.

—¿En qué estás?

Termina de teclear y me lo pasa. Suspira.—Listo, guárdalo, ya está.

Una de mis cejas se eleva.—¿Qué ocurre?

—Solo estoy terminando de arreglar la fiesta de piscina que habrá en casa este fin de semana. Mamá anoche me dio permiso. Será con algunos amigos del instituto.—avisa.

—Oh, que bien.

—Estás invitado, y por supuesto Chloe.

Mí ceño se frunce.—Dijiste que estarán chicos del instituto, ¿que haré yo ahí entre medio de tantas criaturas?

—Pues, Nick también estará.
—dice de manera tranquila.

¿Por qué tuvo que nombrarlo?

—Y bueno, Liam creo que también. Le dije a Nick que le avise. Mamá dijo que tienen que haber adultos responsables.
—se encoge de hombros.

Suspiro. Y de solo imaginarme la situación la idea ya me pone nervioso. Si antes quería evitar a Nick porque todavía no me sentía listo para confrontarlo, ahora lo estoy el doble.

Pero probablemente Chloe querrá asistir. Y no me quedará de otra que estar al pendiente de ella. Sé que Kevin estará ahí, pero de todos modos será la primera vez que ella asista a un evento así.

Alex se inclina hacía adelante sobre el asiento.—Miguel, probablemente has oído. Así que dile a tu hija que puede venir, está invitada.—le habla al chófer de manera amable.

Observo a Miguel por el retrovisor que sonríe.—Muchisimas gracias Alexander. Se lo comentaré.

Vuelvo a suspirar.—Ey...—hablo hacía Alex—¿Sí sabes que probablemente será la primera fiesta a la que Chloe asista verdad?

Asiente.—No te preocupes, voy a cuidarla. También esto es nuevo para mí, pero ya es hora ¿no?

Volteo los ojos.—Ay no, ya estás entrando en la edad.

Después de dejar a Alex volví a la mansión. Le pregunto a Kevin por Chloe y me dice que está en el jardín junto a Lauren. Así que solo me dirijo hacía la cocina en busca de algo para tomar, pero unos pasos antes de llegar escucho una voz que sale de adentro. Una voz que reconozco enseguida que es la de Nick...

Así que me quedo a un costado para intentar escuchar. Pues, lo chismoso no se me quita.

—Sí... ¿En algunas semanas recién?...
—habla con alguien.

Me acerco un poco más para espiar. Está hablando por teléfono mientras parece prepararse un té.

—Claro... Es justamente el departamento que más me gustó y creí que podría verlo esta semana...

¿Ver un departamento?

—Si... Está realmente muy bonito... Está bien... Te lo agradezco... Genial, estamos en contacto. Hasta luego.—finaliza la llamada para seguir con lo que estaba haciendo.

¿Por qué está viendo departamentos?

Dios Charlie, no seas estupido.
La pregunta se responde sola.

La confusión es mí rostro es interrumpida por una de susto cuando mí teléfono empieza a sonar con fuerza en mí bolsillo.

MIERDA.

Nick voltea a ver, pero soy más rápido y camino a pasos acelerados saliendo del pasillo. Ingreso al primer baño que encuentro observando la pantalla. Es una llamada entrante de Ryan.

Charlie: Ey, hola.—hablo un poco agitado.

Ryan: Hola, ¿cómo estás?

Charlie: Muy bien, ¿y tú?

Ryan: Bien, estoy yendo a la UNI.

Charlie: Que bien.

Ryan: Sé que estás en tu trabajo, así que seré rápido. Llamaba para preguntarte si tienes algo que hacer esta noche...

Charlie: Mm no, es lunes. Lo único que podría hacer es dormir... ¿Por qué?

Ryan: Quería invitarte a cenar y que conversemos un poco.—se aclara la garganta— No hemos hablado casi nada de lo que ocurrió la otra noche.

Charlie: —suspiro— Sinceramente prefiero no hablar de eso.

Ryan: Perfecto, no hablemos de eso. Pero al menos acepta mí invitación.

Charlie: ¿Y con quién voy a dejar a Chloe?

Ryan: Puedes traerla.

Charlie: Chloe se va a la cama temprano.

Ryan: Entonces conozco a alguien que dice ser mí hermana, y que parece que a la tuya le cae muy bien...—propone.

Y la verdad es que no tardo mucho en aceptar.





Cuando cae la noche ya estoy en casa de Ryan. Él cocina mientras yo solo observo, y me siento un inservible. Así que por milésima vez en la noche le pregunto:

—¿Seguro que no quieres ayuda?
—juego con una manzana a su lado.

Niega mientras corta algunas verduras.
—¿Qué clase de anfitrión sería si coloco a mí invitado a cocinar?

—Claro, que servicial.—bromeo dejando la manzana a un lado. Me sirvo un poco de agua que hay en una jarra a mí costado— Hablando de anfitrión, ¿y tus padres?

—Tenían una cena de cumpleaños.
—responde y me observa—¿Me convidas un poco?

—Claro.—me acerco pasándole el vaso. Lo acepta tomando un poco mientras su ceño se frunce observándome—¿Qué pasa?

Termina de beber.—Tienes algo ahí...

Me toco la cara con confusión.
—¿Es salsa?

Se acerca y me deja un beso en la mejilla.—Listo.

Me toma por sorpresa así que solo lo miro. Y me toma aún más por sorpresa que ante mí no reacción se acerque y me deje un beso en los labios. Cómo de alguna manera intentando que reaccione.

Pero ante mí silencio habla:—Lo siento.
—dice volviendo la atención a lo que estaba haciendo.

Y ahora el que se lleva una sorpresa es él cuando me coloco frente suyo y coloco una de mis manos en su mejilla acercándolo a mí para besarlo. Pero no es un beso tranquilo, si no más bien uno más intenso y algo ¿fuerte y rápido?
Con mis labios sobre los suyos busco llevar el beso a un ritmo más elevado. Aún sigue sorprendido, sin embargo no vacila en aceptar lo que estoy proponiendo.

Y con un impulso que me nace llevo su cuerpo contra la mesada detrás de él sin dejar de besarlo. Bajo los besos a su cuello... Ryan jadea colocando sus manos sobre mí cintura.

Vuelvo a subir mis labios a los suyos, me alejo un leve segundo para verlo a los ojos y... Nick está aquí. Su cara me aparece por completo.

Sus ojos observándome con ese deseo y amor que me hacen flaquear por completo, su mirada tan penetrante cada que me tiene en sus brazos para besarme y tocarme... Sus grandes manos sosteniendome como si fuera una maldita porcelana a punto de romperse.

Carajo Nick.

Cuando vuelvo a la realidad y observo a Ryan mirarme confuso es acá en dónde me detengo.

Y mierda otra vez.

—¿Qué ocurre? —pregunta intentando volver a besarme.

—Lo... lo siento. Creo que me precipite demasiado.—me aclaro la garganta alejándome con cuidado.

Ryan me escanea un leve momento cuando doy un paso hacía atrás y me siento en una de las banquetas. Observo como se acomoda su camiseta y sin decir nada vuelve a lo que estaba haciendo.

—En serio lo siento por el exabrupto.
—vuelvo a decir cómo un estupido.

—No pasa nada Charlie.
—contesta de manera agria.

Exhalo en grande cuando me paso mí dedo pulgar por mis labios limpiando un poco. Y cayendo en cuenta que intente hacer lo que intente hacer, es matemáticamente imposible quitarme a ese ser de cada célula de mí cuerpo.

Ser = Nick.

Así de cabreado, enfadado, dolido que esté con él... Es imposible.

—Creo que sí voy a necesitar ayuda.
—dice Ryan de repente.

Solo me acerco mientras comienzo a ayudarlo.

Cenamos juntos y estuvo delicioso lo que preparó. Durante la cena hablamos de cosas al azar, y agradecí al universo que no se haya tocado ningún tema incómodo. Pasamos un buen rato a pesar de todo. Pero en cuanto Ryan me dejó en casa al cruzar la puerta me tiré de lleno en el sofá tomando uno de los cojines y ahogando un gran grito sobre el mismo.

—Yo también hago eso a veces, me ayuda para descargar tensiones.
—escucho la voz de Ruby a mí lado.

Me descubro el rostro y solo la observo ya con su pijama rosa de unicornios puesto.

—De todos modos, ¿qué haces aquí?
¿No deberías estar teniendo sexo y haciendo muchas chanchadas? —sus cejas se elevan en picardía.

—¡Ruby! La niña está a unos pasos...
—la regaño en un susurro.

—¡La niña se durmió hace como una hora!—avisa susurrando de la misma manera.

—¿Y entonces por qué susurras?
—pregunto cuando hace a un lado mis piernas para sentarse a mí lado.

—Pues, porque tú lo estás haciendo.
—toma su gran cabellera para hacerse una coleta.

Solo la miro frunciendo el ceño, ella hace exactamente lo mismo. Y en segundos echamos a reír a la vez. Somos dos idiotas.

Suspira mientras me atrae hacía ella y me deja un beso al costado de la frente.
—Que lindo tener un amigo así de loquillo como yo.—dice con voz de bebé.

—Habla por ti.—pellizco su cintura.

Ríe mientras se acomoda mejor.—Hablando en serio, ¿qué haces aquí? Creí que te quedarías con Ry en casa.
—sus cejas se elevan rápidamente otra vez.

Tomo el cojín dejándolo encima de mí.
.—Amiga, tu hermano y yo no tenemos sexo.

Sus ojos se abren grandes en una clara sorpresa.—¿De verdad?

Asiento levemente.—Perdón por la sinceridad. Creí que ya lo sabías.

—Pues no, esas cosas Ryan no me cuenta. Aunque...—se aclara la garganta
—¿Puedo saber el por qué?

La observo.—No sé si sea lo mejor hablar de esto justo contigo amiga.

—Char, Ryan es mí hermano. Pero tú también eres mí amigo. Y estoy aquí para ti...—de repente la conversación parece ponerse seria— No voy a juzgarte. Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea.

Lo cierto es que en este tiempo preferí evitar hablar con Ruby del tipo de relación que llevo con Ryan.
Porque a pesar de todo ella no deja de ser su hermana, y lo que menos quiero es ponerla en una situación incómoda.

—Amiga, tu hermano es una excelente persona...—comienzo a decir.

—Lo sé.—Ruby asiente.

—Yyy, y es muy lindo y muy amable y...

—Y no puedes dejar de pensar un segundo en Nick.—termina por mí con una suave sonrisa.

Hago una mueca mientras me quedo en silencio. Ruby se acerca un poco más a mí mientras toma una de mis manos, la entrelaza con la suya.

—No te sientas culpable. Uno no elige de quién enamorarse, probablemente quizás así todo sea más fácil ¿no? Pero evidentemente así es el amor.

Exhalo con fuerza.—Es tan difícil.

—Lo sé. Y lo comprendo. Y puedo percibir que probablemente tu cabeza es un caos en este momento, pero tranquilo ¿sí? Si te sirve de algo, tienes mí apoyo para todo. Y sí, por supuesto que no quiero ver mal a Ryan... Pero tampoco quiero verte mal a ti.—acaricia mí mano con suavidad.

Sonrío con algo de tristeza mientras recargo mí cabeza en su hombro.
—En serio no sabes cuánto me alivia escuchar esto.

Ruby recarga su cabeza en la mía.

—Puedes hablar conmigo de lo que sea. En serio Char.

Sonrío dejando un rápido beso en su hombro. Nos quedamos así un momento, simplemente permitiéndome sentir el afecto de mis amigos.
Y agradezco tanto que Ruby haya aparecido en mí vida, así como Leía.

Mí nariz de repente se frunce cuando siento un olor desagradable.—¿Y eso?

—Lo siento, me cagué.
Comí muchos snacks.—dice con tranquilidad.

Echo a reír y ella se une también mientras se cubre el rostro en vergüenza y con el cojín en la mano empiezo a moverlo de un lado a otro.

—Por dios amiga, estás podrida.

Ruby se levanta mientras sigue riendo y toma un desodorante de ambiente mientras empieza a tirar alrededor.




Al otro día.


                    ~Narrador: Nick~


Me levanté en la mañana y salí a correr junto con Liam. A quién tuve que insistirle bastante porque según él hace bastante dejó de hacer ejercicio y le estaba costando retomar.

—Apenas y llevamos quince minutos.
—digo hacía él sin dejar de trotar.

Respira agitado a mí lado.—No... En... En serio... Ne... Necesito un momento.
—pide intentando tomar mí hombro.

—Por dios.—freno de golpe.

Liam suspira en grande mientras también frena y lleva sus manos sobre sus rodillas.—No puedo estar tan fuera de forma.

Estiro mis brazos de un lado a otro.—Es peor si estás en esa posición. Incorpórate y respira bien. Inhala y exhala despacio.—niego con la cabeza mientras abro la botella de agua mojandome un poco la cabeza.

Liam hace lo que le digo, me observa.
—Te quejas de mí y mírate tú. Pareces un puerco sudando así.

—Hace calor, soy de carne y hueso.
—le tiro agua en el rostro haciéndolo enojar. Suelto una risita.

—Cabron, solo a ti se te ocurre salir a correr con este calor.—enojado intenta secarse el rostro.

—Es el horario ideal para salir a correr, después el sol es sumamente sofocante y es peligroso.—me deshago de mí camiseta quedando en cuero. Se la tiro en el rostro— Para que te seques.
—le guiño un ojo.

Hace un gesto de asco absoluto.—Esto está más mojado que yo. Puerco asqueroso de mierda.—me la devuelve haciéndome reír una vez más.

—Bien, ya descansaste. Vamos a seguir.
—me coloco la camiseta sobre el hombro.

—¿Qué? ¿Ya? —pregunta indignado—
¡Ni siquiera ha pasado un minuto!

—Nos enfriamos. Y hace mal, no podemos parar así de golpe...
Aver, agachate un momento.—le digo acercándome.

Una de sus cejas se eleva en picardía.

—Ya quisieras.—lo empujo levemente. Echa a reír y se agacha un poco mientras le tiro agua sobre la nuca y la cabeza.

—Algun día te voy a besar.

Echo a reír.—Sal de acá.

—Besaste a cada ingrata y no me vas a besar a mí que te conozco de punta a punta. Cabronazo.—lleva su brazo alrededor de mí cuello revolviendo mí cabello.

—Apestas, aléjate.—echo a reír— Y vamos, a seguir.—le dejo una nalgada mientras comienzo a trotar nuevamente.

—Ay, que buen incentivo.
—dice detrás de mí mientras comienza a seguirme.

Solo niego con la cabeza. Corremos algunos minutos más por alrededor del parque, hasta que decido contarle lo que estoy planeando hacer.

—Creo que voy a mudarme solo.
—le digo sin dejar de correr.

—¿Qué? —se detiene enseguida.

—No dejes de correr Liam.—elevo mí voz.

Al instante me vuelve alcanzar.
—¿Cuándo?

—Pues, aún no lo sé con exactitud pero será pronto.

—¿Y por qué?

Lo observo.—Sabes porqué.

—Mmm no. Por eso te pregunto.

—Primero porque creo que estoy listo para dar ese paso. Por como está mí vida ahora y demás... Y segundo por...
—me aclaro la garganta— Por Charlie.

—¿Y qué tiene que ver él?

—Tiene mucho que ver Liam. Por ahora yo tendré que estar bastante en la mansión, y no quiero hacerlo sentir incómodo. Mí mamá me dijo que él sigue trabajando y...—suspiro— Si quiero hacer las cosas bien debo hacerlas con acciones. Y no solo de la boca para afuera.

Liam vuelve a frenar de golpe.
Volteo los ojos y de a poco voy frenando. Lo observo.—Te he dicho que no puedes frenar así...—me mira algo atónito—¿Qué pasa?

Se acerca a pasos lentos.—No me deja de sorprender lo mucho que has cambiado. En serio.

Vuelvo a suspirar mientras abro mí botella de agua y doy un gran sorbo.

—Lo que si no me sorprende para nada es lo dispuesto que estás a recuperar a Charlie... Y me agrada, me agrada que no vaciles ni un segundo en intentarlo.

—¿Crees que estoy haciendo lo correcto? —pregunto algo nervioso quitándome el sudor.

—¿A qué te refieres?

—A que fui yo quien le ha dicho que se olvidé de mí y siga con su vida, y ahora vuelvo como si nada a intentar recuperarlo y quizás él ya pretende seguir con el otro y...—empiezo a explicar con nerviosismo.

—Ey para. Para la moto ahí.—me toma por los hombros— Primero, deja de castigarte tanto con eso que has dicho. Ya pasó, déjalo en el pasado. Segundo, quieres a ese chico como él también a ti, ya te dije que será difícil. Pero no imposible.—habla con seguridad— Y tercero...—afirma su agarre en mis hombros— Has sacado más músculos eh.

—Dios santo.—retiro sus manos mientras vuelvo a empezar a correr.

—¿Todavía seguimos corriendo?
—dice detrás de mí.

—¡Aún nos queda un tramo más!
—elevo mí voz observando hacía la calle a mí lado. Y a un auto que va a la par de mí mientras un tipo desde adentro me toma fotos.

Que pesadilla.

—Olvidalo, nos vamos a casa.—digo volteando a ver a Liam.

—¡Sí! —festeja como un niño.

Al llegar a la mansión subo rápidamente las escaleras porque sé que probablemente Charlie esté por aquí. Me dirijo rápidamente a mí habitación para ir a ducharme, pero antes tomo mí teléfono yendo a mí instagram. Y efectivamente me encuentro con las fotos que me tomaron recién mientras corría.

Entro al artículo y el titular es: " ¿La nueva vida del hijo rehabilitado de Sarah Nelson? "

Prefiero no leer más nada. Pero un mensaje me entra enseguida, es Alex.

Alex:

" Ven al cuarto de cine rápido, debo decirte algo con respecto a lo de la fiesta del sábado. Apurateeeeee, que tengo que ir al instituto "

Salgo de mí habitación y camino hacia el pasillo que da hacía el cuarto de cine. Al llegar abro la puerta e ingreso, pero no veo a nadie. Algo confuso tomo mí teléfono marcando el número de Alex.
No contesta.

Pero al instante la puerta se abre así que volteo a ver para ver a Charlie ingresar. Su sorpresa es mucha cuando me ve.

—Oh, eh...—traga saliva con fuerza mirándome de arriba a abajo. Olvidé que aún sigo en cuero, sudado, y probablemente echo un desastre.

Me quedo en silencio como un patético.
Solo lo observo. Nuestra última interacción fue ese mensaje de buenas noches, en realidad, quería decirle muchas cosas más. Pero creí que no era el momento. Y no quería entrar en un conflicto con él o hacerlo sentir mal.
Todo lo que necesitamos hablar tiene que ser en persona, y poder entendernos con claridad.

—Alex me ha mandado un mensaje que lo espere aquí y...—dice volviendo a echarme una mirada una vez más.

Se retracta enseguida llevando su vista al suelo mientras da algunos pasos más y está vez comienza a teclear en su teléfono.

—Me dijo que es urgente...—suspira—
¿En dónde está?

Si serás Alexander. Si serás...

Niego con la cabeza.—A mí me ha dicho lo mismo.

Charlie levanta su cabeza para esta vez mirarme. Y enseguida parece comprender también.

Y no quedan más dudas cuando la puerta del cuarto se cierra de golpe sumado al ruido de la seguridad.
En un claro signo de que claramente nos han dejado encerrados.






Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 6.




NOTA DE AUTOR: Hola hermosxssss! Acá el capítulo! Perdón la demora 🙏 como les dije por ig, ya tengo escrito muchos capítulos de esta temporada y por supuesto están en borradores. Tuve un problema con la edición de este y tuve que corregir muchas cosas. ¡Pero acá está! Bueno, nada, las cositas que se vienen SON MUCHAS.
🤭🤔🫣 Gracias por el apoyo y seguir bancando la novela! Saben cuánto valoro eso! Significa mucho para mí 💖💖💖 Gracias por leer besosssssss





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top