13° | Mejor aclarar las cosas... |
Capítulo 13.
~Narrador: Charlie.
No sé porqué ha salido eso de mí boca con tal incomodidad y la gran cantidad de nervios que estoy sintiendo al estar en esta situación, sin embargo es lo mejor. Aclarar los tantos entre los tres... O eso creo.
Observo a ambos buscando una respuesta, ninguno dice nada. Ryan mira hacía mí para luego enfocar su vista en el suelo, en cambio Nick solo tiene su atención enfocada en él.
Pero claramente no de una buena manera.
—¿Qué dicen? —insisto.
Me sorprende ver a Nick sonreír por lo bajo sin despegar su vista de Ryan.
Mí confusión es mucha así que vuelvo a hablar:
—¿Nick?
Me ignora por completo cuando habla hacía él:—Tu juego te está saliendo a la perfección.
Está vez Ryan lo mira confuso.—¿Qué dices? —le contesta de mala gana.
Nick ahora me observa a mí. No puedo descrifrar del todo su mirada, pero desde aquí puedo percibir una tensión que está por quebrarse en cuestión de segundos.
—Ni siquiera sé que hago aquí.
—suelta de manera fría echándome una mirada de arriba a abajo.
Sigo desnudo con solo una toalla cubriéndome. Que idiota soy.
Esto puede malinterpretarse por completo.
—Lamento interrumpir.
—vuelve a decir con la mandíbula tensa por completo, no pasa mucho para que voltee tomando el pomo de la puerta.
Y cuando estoy por acercarme a él evitando que abra, me toma por sorpresa cuando gira quedando de frente a mí. Cómo si se hubiera olvidado de algo. Me pongo nervioso al instante, sin embargo esquiva mí mirada llevando su atención a la persona que está detrás de mí... Ryan.
—Si tanto te preocupas por él espero que seas sincero. Cabron de mierda.
—escupe con frialdad.
Sin entender cuál es su punto busco su mirada.—¿De qué estás hablando?
Y cuando su mirada vuelve hacia mí ahora sí puedo entenderla. Veo enojo, veo frustración, e incluso un destello de tristeza.
—Nick, no sé que estarás pensando pero porqué mejor no te quedas y hablamos, ¿sí? —susurro por lo bajo
—Tenemos una cena.
—Teníamos.—afirma—
Los dejo solos.—responde con frialdad.
Por un demonio. Lo que faltaba.
—Dejalo Charlie.—suspira Ryan detrás de mí de manera cansada mientras intenta tomar mí mano.
Y lo que ocurre a continuación era de esperarse...
—¿¡Y TÚ QUÉ CARAJOS TE METES!?
—Nick me esquiva mientras empuja a Ryan haciendo que el segundo caiga al suelo.
Y antes de que la situación pase a mayores lo tomo del brazo evitando que se tire encima de él.
—¡Nick por favor! —suplico con algo de desesperación.
La desesperación pasa al susto cuando Ryan se levanta rápido del suelo y noto su respiración completamente agitada. Sus manos forman unos puños de inmediato. Oh oh...
—¡Ryan ni se te ocurra!—mi voz se eleva hacia él de manera amenazante.
Y en cuestión de segundos Nick se libera de mí agarre para abrir la puerta y salir furioso de pies a cabeza.
—Me imagino que no irás a seguirlo...—dice Ryan intentando controlar su respiración—¡Ese tipo está loco! No puedes intentar hablar con él en el estado que está.
—Solo... Solo cállate por favor.
—suspiro. E ignorando por completo lo que dice salgo rápido para ir detrás de él.
Lo alcanzo a medio camino antes de que se tomé el ascensor.
—Nick, por favor. Tenemos que hablar.—vuelvo a decir de manera suplicante.
Voltea rápido, sus mejillas están coloradas.—¿Sabes? Después de lo que ocurrió hoy no iba a venir, pero lo pensé mejor y dije que no pretendía darle el gusto a aquel cabron. Así que vine igual, no esperaba para nada también encontrarlo aquí. Así que perdón por haber interrumpido.
Mí ceño se frunce.—¡Es que no ha ocurrido nada! Ryan apenas y acaba de llegar... Además, ¿Qué carajos fue lo que pasó hoy? Realmente me estoy volviendo loco porque no entiendo nada, ¡y ti tú ni él me dicen una mierda!
—¿Por algo será no crees? Debes fijarte bien a quién tienes al lado.
—¿De qué estás hablando? Nick, somos personas adultas. Podemos resolver esto hablando como personas civilizadas, ¿Por qué mejor no vuelves y hablamos mejor los tres? Por favor.
—vuelvo a insistir.
Niega cuando el ascensor ya se abre.
—Mi paciencia llegó hasta aquí, te respeto muchísimo. Pero no a él.
No puedo estar en el mismo sitio donde esté. Las cosas no van a salir bien...—voltea mientras ingresa.
—¿Y solo te irás así? ¿Y qué con nosotros y lo qué teníamos planeado?
Me observa sin decir nada.
—Así nunca vamos a entendernos.
—digo con resignación.
Toca un botón mientras las puertas se van cerrando.—Los dejo solos.
—expresa con alto sarcasmo antes de que se cierren por completo.
Completamente frustrado vuelvo hacía mí casa. Cuando lo hago Ryan está sentado sobre el sofá mientras su pie choca contra el suelo una y otra vez de manera ansiosa y nerviosa. Cierro la puerta detrás de mí.
—¿Estás bien? —pregunta.
—Me visto y estoy contigo.
—afirmo sin responder a su pregunta
—Debemos hablar.
—Sí, es a lo qué vine.
—responde aún nervioso.
Cuando voy a la habitación y me cambio, me decido a ser completamente sincero.
No puedo estirar más está situación, no es justo para él estar esperando algo que claramente no puedo ofrecerle.
Tampoco puedo pretender que las cosas entre Nick y yo se arreglen cuando de alguna manera directa o indirectamente Ryan está en medio de ambos.
Debo cortar por lo sano.
Vuelvo hacía el living.—¿Quieres tomar algo?
Niega.—Estoy bien así.
Suelto un gran suspiro cuando me acerco hasta dónde se encuentra y me siento a su lado. No deja de ser una situación compleja, no me gustaría lastimarlo.
—Creo que ya puedo percibir lo que tienes para decir.—expresa en un tono bajo.
—Ryan...
—Aunque si me dejas ser sincero, no lo entiendo.—su ceño se frunce mientras evita mí mirada.
—¿El qué?
—¿Cómo puedes querer tanto a una persona y seguir apostando a ella después de todo el daño qué te ha provocado? —esta vez si me mira.
—Prefiero no hablar de eso contigo.
—Porque una parte de ti sabe que tengo razón.
—No es eso.—niego rápido— En serio, mí vínculo con Nick puede que sea confuso, algo complicado y...
—resoplo— Pero lo quiero Ryan, y mucho. Y tú lo sabes.—expreso lo último con algo de pena.
Y no puedo evitar sentirme peor cuando noto que muerde un poco sus labios como intentando reprimir algo, sus ojos se cristalizan de inmediato.
—En serio lo siento muchísimo.
—soy completamente sincero acercándome un poco más intentando tomar su mano.
En cambio él la aleja rápido.
—No tienes que sentir nada, el idiota soy yo por esperar algo que siempre supe que no iba a pasar.
Ante eso no sé que decir, pero la culpabilidad me atraviesa por completo sintiéndome una basura.
Él es una buena persona, y aunque no quiera ponerlo en palabras porque me da algo de vergüenza reconocerlo, es claro que de alguna forma fue solo mí pañuelo todo este tiempo. No lo merecía.
—Eres realmente muy especial, bueno y...
Me interrumpe enseguida mientras se levanta.—No por favor, no hagas eso.
No empieces a decir cosas buenas sobre mí solo por lástima.
También me levanto quedando de frente a él.
—Ya está Charlie, en serio está bien.
—No, no está bien. Mira cómo estás...
—y me sorprende que no me haya esquivado cuando me acerco para abrazarlo.
Puedo percibir un pequeño sollozo cuando lo hago. Y pasan pocos segundos cuando está vez si se separa.
—Debería irme. Lamento lo de recién.
—se limpia rápido uno de sus ojos evitando verme.
—No puedes irte así.
—No pasa nada.
Suspiro.—No tiene porque terminar esto así, realmente te tomé muchísimo cariño. Podemos... Podemos ser amigos.—propongo sin pensar.
Esta vez me mira. Sonríe por lo bajo de manera triste.—No sé si pueda ser tu amigo, lo siento.—camina hacía la puerta, lo sigo.— Solo una cosa más...
Lo escucho atento esperando a que continúe.
—Si te lástima o algo, quiero que me lo hagas saber... ¿De acuerdo? No permitiré eso.
No me sale decir nada.
—¿Charlie? —insiste.
—No ocurrirá nada. Pero por favor, piensa en lo que te dije. No me gustaría que el vínculo se termine.
Yo estoy completamente agradecido a ti, y es agradable tenerte cerca. Lo digo en serio.
Y quién se queda en silencio es él.
—¿Al menos puedes pensarlo?
Asiente ligeramente.—Lo pensaré.
—dice abriendo la puerta.
—Y una cosa más...—solo me mira—
¿Qué pasó hoy entre ustedes? Solo quiero saber eso y ya. Nick no me dirá nada.
Suspira en grande.—No tiene sentido eso ya. Adiós Charlie.—y sin más que decir cruza la puerta.
Y sí, fue lo mejor.
La semana pasó, y como pueden predecir no me he cruzado a Nick.
Es que además de las actividades de Alexánder, ahora también está con esto de visitar a algún amigo y pasar la tarde. Cuando tiene tiempo libre
Así que por lo tanto estuve fuera de la mansión bastante tiempo. Y las veces que volvía no lo crucé.
Sumado a eso, el poco tiempo que me quedaba libre mientras esperaba para buscar a Alex prefería tomarlo para sacar a Chloe a qué disfrute del día. Otra razón más para mantenerme fuera de la mansión.
Ahora estoy en la cocina junto a Leía, que corre de un lado a otro terminando de preparar unas recetas.
Mí horario ya finalizó, pero aún sigo aquí con la esperanza de cruzarme a cierto.
—¿Sí o sí tienes que terminar eso ahora? —pregunto ante su desesperación.
—Mmm no, pero prefiero ir probando ahora y adelantar cosas.—suspira cansada—¿Recuerdas el chico que trabajaba en pastelería? Renunció porqué retomará sus estudios, él era excelente. Así que nos quedamos sin un pilar fundamental.
—Que mal, pero estoy seguro que conseguirán a otro muy rápido.
No puedes hacerte cargo de todo amiga.
Ella asiente mientras termina una mezcla.—Liam me dijo lo mismo. Pero hasta que eso pase debo preparar recetas nuevas para llevar, sabes como soy de comprometida.
Me acerco hasta ella.—Lo sé, pero debes relajarte.—observo hacía la puerta.
Carraspea llamando mí atención.
—Otro que también debe relajarse eres tú.
Gruño.—¿Lo has visto? Has estado aquí todo el día.
Niega.—Sí, vino a buscar algunas cosas y se volvió a ir.
—¿Qué cosas?
Chupa uno de sus dedos la mezcla que le quedó.—¿No lo sabías? Parece que se está mudando a su nuevo departamento.
Mis cejas se elevan en sorpresa.—¿Ya?
Asiente.—Quizás también por eso no lo hemos visto.
—¿Y sí lo llamo? ¿O le envío un mensaje?
—Es que no sé que estás esperando.
—abre el horno.
—Ayer hablé con Ruby. Le pregunté por Ryan.—comento.
—¿Y qué te ha dicho?
—Que está bien. Bueno, que ella cree que lo está. No habló mucho con él porque parece estar algo cerrado. Pero que no me preocupe, que hice lo mejor.
Leía me mira atenta.—Otra vez no.
—¿Qué cosa?
—Conozco esa expresión.
Estás sintiéndote culpable otra vez.
—me señala.
—¡Es que no lo puedo evitar!
—Amigo, tú fuiste claro con ese chico desde un comienzo. Él siempre supo que lo de ustedes no iba a llegar lejos, sin embargo aceptó lo poco que le ofrecías. Eso ya fue su responsabilidad, no la tuya.—remarca.
—De todos modos, de alguna forma u otra hice mal en involucrarme. Le creé falsas esperanzas y no lo merecía.
Liam ingresa a la cocina de repente.
—¡Buenas buenas!—entra sonriente dejando un beso en la mejilla a su novia— Linda, ¿Qué haces?
—me mira— Hola Char.
—Hola.—saludo con el ánimo por el subsuelo mientras también pruebo de la mezcla.
—Te he dicho que estoy probando cosas nuevas, prueba esto aver que tal.
—me pega en la mano— Con la mano no.—agarra un cucharón y le pasa un poco a Liam.
Este saborea gustoso.—Está delicioso,
¿Qué le has puesto?
—Eeeh, un poco de todo.—sonríe.
¿Te gusta?
—No tanto como tú.—toma su rostro para besarla.
Volteo los ojos agarrando la mezcla completa mientras le retiro de la mano la cuchara a Liam y comienzo a comer.
—No coman delante de los pobres.
—digo hacía ellos mientras siguen besándose.
Leía se separa mientras sonríe con timidez y sigue en lo suyo.
—Tú estás pobre porque quieres.
—responde Liam de manera irónica quedando a mí lado. Toma otra cuchara y entre los dos comenzamos a comer.
—Chicos, mí mezcla.—dice Leía.
—¿Por qué dices eso? —pregunto hacía Liam mientras me llevo otra cucharada.
—Tú sabes porqué.
—Sí puedes ser más específico...
Y cuando me está por responder alguien ingresa también a la cocina, ese alguien no es más ni menos que Nick.
—Liam, ya estoy par...—se interrumpe así mismo cuando me ve.
Lo observo, pero evita mí mirada llevando su atención a Liam.
—Ya estoy.—avisa—¿Vamos?
Hola Leía.—saluda a mí amiga.
Y por supuesto me ignora por completo. Se ve que aún sigue algo ofendido y creyendo cosas que no son.
De todos modos no puedo evitar seguir mirándolo y buscando su atención. Luce una camiseta blanca de tirantes y unos shorts de entrenar, en su mano lleva una botella de agua.
Se ve muy bien.
—Sí, vamos.—me deja la mezcla a mí dejando otro beso en la mejilla a Leía
—Te veo en la noche linda, y deja eso. Descansa un poco.
Antes de que salgan Nick me echa otra mirada mientras se pierde por el pasillo.
Y no pasa mucho para que Liam vuelva rápido a ingresar. Se acerca hasta mí:—Te voy a pasar por mensaje la dirección de su departamento, fíjate que harás con eso.—susurra y guiña un ojo antes de volver a salir.
Me quedo recalculando ante eso, Leía me observa mientras sonríe con picardía y sus ojos se abren en grande.
—No puedo hacer tal cosa.
—digo nervioso antes de que diga algo.
Chasquea con la lengua.—¿Por qué no? ¡Ve y búscalo! Hablen, o... O hagan algo. No pueden seguir así.
Niego.—¿No has visto cómo me ignoró?
—Solo está confundido y enojado.
Tú también. Los dos son iguales.
—voltea los ojos— Tienen que parar con eso ya. Debes ir...
Prefiero no decir nada y quedarme en silencio analizando tal situación, es una tentadora y buena idea. Pero no deja de ser pésima.
~Narrador: Nick.
Estamos corriendo con Liam alrededor del parque hace media hora. Hoy no haría nada, estoy instalandome en el nuevo departamento y estoy con mí energía puesta ahí. Pero después lo pensé mejor y no quería dejar pasar la oportunidad de seguir ejercitando.
Me hace bien.
Y por sobre todas las cosas me despeja un poco. O al menos intento que lo haga. Que mí cabeza frene un poco ante todo lo que me está ocurriendo hoy por hoy. Es tan difícil a veces.
Sobre todo cuándo él se mete en cada profundidad de mí ser quitándome el sueño por completo. Porque no hay un puto segundo en que no tenga a Charlie en la cabeza.
Esta semana que pasó no lo he visto, y por un lado ha sido mejor. Sigo algo cabreado, frustrado y molesto por toda la situación con aquel cabron.
Confrontar ahora con Charlie quizás no sea lo más conveniente, no quiero que las cosas se coloquen peor de lo que están.
Así que prefiero mantenerme un poco al margen hasta que ambos podamos volver a hablar.
—¿Po... Podemos... Pa... Parar?
—dice Liam a mí lado algo agitado— Ne... Necesito ag... Agua.
Volteando los ojos voy frenando, él hace lo mismo mientras se corre a un costado recargando su espalda en un árbol. Comienza a beber agua de manera desesperada.
—¿Cuándo será el día que no digas esa frase? —me acerco a su lado también tomando de la mía.
Niega.—¿Es qué cómo haces?
¿No te cansas o qué?
Me mojo un poco la cabeza.—No, me hace bien. Necesito sacar toda la tensión que tengo acumulada de alguna forma.
—¿La abstinencia es jodida no?
Asiento levemente.
—Igual, no hablo solo de ese tipo de abstinencia.—carraspea nervioso.
Volteo los ojos sin decir nada mientras vuelvo a tomar agua. Muevo mí cuello de un lado a otro para poder estirarme un poco.
—Ni siquiera has saludado a Charlie en la cocina... ¿Aún sigues con la idea estúpida de qué folló con Ryan antes de que llegarás ese día a su casa?
Mí mandíbula se tensa.—No digas Charlie, Ryan y follar en una misma oración por favor.
Quién voltea los ojos ahora es él.
—Me extraña de ti que pienses algo así.
Suspiro frustrado.—Es que no es eso.
—me acomodo a su lado— Es todo lo que involucra a ese idiota de mierda.
Que cree que tiene alguna especie de contrato o trato especial por estar este tiempo al lado de Charlie, nadie lo ha obligado.—escupo con frialdad recordando su estúpida cara.
—Que sutil.—dice intentando reprimir una risa.
—Lo siento, pero es la verdad.
—vuelvo a tomar de mí agua.
—Es que sí, de todas formas es verdad. Todos sabíamos que ese vínculo no llegaría a nada, él también siempre lo supo. Así que no tiene porqué recriminar nada a Charlie.
—¿Sabes qué es lo peor? Qué él lo quiere.—niego— Y que debe creerlo incapaz de hacer o decir algo fuera de lugar.
Liam suspira.—Eso no lo vas a poder evitar amigo, porque a pesar de todo y por mal que te pese... Debo reconocer que ese tipo sí fue una compañía para Charlie este tiempo.
Tengo que cerrar los ojos un momento para respirar profundo. Comienzo a estirarme para dar por finalizado los ejercicios de hoy.
—¿Ya terminamos? —pregunta alegre a mí lado.
—Para tu buena suerte sí. Necesito ir a ducharme, tengo que terminar de acomodar todavía algunas cosas.
—suspiro—¿Me echas una mano?
—Es que tengo que ir al restaurante.
—se recarga sobre mí para estirarse
—Pero si aún te faltan cosas puedo pasar mañana.
—Está bien.
Algunos minutos después ya estoy en mí nuevo departamento. El olor a nuevo abunda por todos lados. Observo a mí lado cajas esparcidas por alrededor del living, y algunas otras que también fui comprando. Mamá dijo de hacer una cena, pero aún faltan algunos detalles.
Antes de comenzar me doy una ducha rápida intentando relajar un poco.
De nada sirve. Aún me sigo sintiendo algo ofuscado, molesto, nervioso...
No estaba en mis planes cruzar a Charlie hoy. De algún modo movió todo dentro de mí, con una avalancha de emociones encontradas. Él provoca eso. Hacerme sentir mil cosas por segundo.
Tomo una de las cajas del living observando su contenido, son los libros y cuadros que tenía en mí habitación. Aún no sé en dónde colocarlos, puede ser que les busque algún buen lugar por aquí, o en mí nueva habitación... Pero las ideas se me interrumpen de repente cuando suena el timbre.
Algo confuso dejo las cosas a un lado mientras me acerco a la puerta, abro creyendo ver a algún portero o incluso a Liam o Boris. Pero para mí gran sorpresa quién está de pie al otro lado es Charlie.
—Ho... Hola.—saluda nervioso.
—Hola.—respondo algo confuso.
—¿Puedo pasar un momento?
—pregunta titubeante.
Carraspeo algo nervioso mirando el suelo.—Estoy un poco ocupado y...
—Es un minuto Nick.—insiste.
Esta vez lo observo, sus ojos miran directo a los míos y podría derretirme justo aquí. Ahora.—Está bien.—abro la puerta para que ingrese.
Él lo hace pasando por mí lado con la cabeza gacha, su perfume queda prendido a mí. Suspiro mientras cierro la puerta.
—Charlie yo...
—Solo cállate.—no me deja terminar porque me besa.
Me toma tan desprevenido y por sorpresa que tardo un poco en reconocer que es su boca lo que estoy sintiendo. Sus suaves labios empujando los míos haciéndome perder completamente la noción del tiempo lugar y espacio.
Le respondo el beso de inmediato.
Con la alta intensidad que él quiere llevar el ritmo. Es suave y romántico, pero con una gran pizca de deseo incontrolable. Demandante, apasionado.
Charlie toma mí rostro en sus manos mientras se empuja a si mismo hacia arriba, tomo sus piernas rodeandolas en mí cintura sin vacilar. Mis manos lo toman con fuerza mientras mis dedos se clavan en su cintura. Sin querer dejar que se escape.
Nuestros labios se mueven en una sincronía perfecta y su lengua me tienta por completo mientras le doy el acceso que desee para que pueda hacer lo que quiera.
Nuestras respiraciones no tardan en acelerarse, y podría desmayarme aquí mismo con todo lo que me está pasando por el cuerpo.
—¿Cómo debo hacerte entender que eres la única persona que quiero y deseo? —dice entre besos.
Mí mente se nubla, mí cuerpo se debilita por completo. Y solo puedo ser consciente de lo mucho que anhelo, deseo y amo a la persona que tengo entre mis brazos.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo catorce.
Nota de autor/ar: Hola hermosxs! Cómo están? Espero que bien 💗
Ayyyyy estos dos que no pueden estar lejos uno del otro, y eso que recién estamos arrancando eh 🫣
Acomodense, y disfruten. Enojense un poco también si quieren. Jajaja Vale todo. Pero por sobre todo, confíen 😌💗 muchas gracias por todo el apoyo, gracias por leer besosssssssss
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