12° | ¿En medio? |






Capítulo 12.






                  ~Narrador: Nick





Y aquí estoy de pie frente al grandísimo idiota que hizo sacarme de mis casillas en tan solo minutos, y a mí lado él... Charlie. Qué no sé en qué momento llegó, y justo ahora.



¿Pero cómo llegué hasta aquí? Hay una pequeña explicación.





#Horas Antes.




—Bien Nick, supongo que volver a repasar todo de alguna forma u otra es algo estresante, ¿verdad? —mi terapeuta delante de mí se acomoda sus lentes mientras repasa mí historia clínica.

Me asignaron un nuevo terapeuta para poder terminar lo que resta de mí tratamiento aquí. Lo bueno es que el tal Jonathan trabaja codo a codo junto a mí anterior terapeuta. Por ese motivo está bastante al tanto de mí historial. Lo que me relaja un poco el no tener que volver a contar en detalle todo.

Me acomodo mejor sobre el asiento.
—Sí le soy sincero, sí.

Me puedes tutear.—indica de manera amable— ¿Cómo te has estado sintiendo?

Suspiro.—Se podría decir que bien.

—¿Se podría decir?

Relajo un poco más mí espalda sobre el sofá.—Es... es algo complicado.

—¿Quieres contarme mejor?

Vuelvo a suspirar.—No lo sé, es como si de alguna manera mí cabeza quisiera hacerme creer que todo está bien, cuando lo cierto es que... Es que no sé si lo está.

Jonathan asiente mientras anota algunas cosas, me invita a qué siga hablando mientras me presta absoluta atención.

—Me siento como si estuviera en pausa. Y no puedo encontrar el botón de reproducir... Mí vida cambió muchísimo desde aquel día, y realmente estoy haciendo un esfuerzo enorme para dejar ciertas cosas atrás. Pero a veces es complicado, porque por más que intente no pensar y no pensar. No puedo evitar hacerlo.

Vaya, no sabía que estoy guardando tanto para desahogar.

—¿Evitar pensar en qué exactamente?

Trago con fuerza cuando recuerdo todo. Cuando tuve que afrontar una realidad que nunca creí vivir.

—No sé si me sienta listo para hablar de eso.—juego con mis dedos.

Jonathan asiente.—Es comprensible, lo harás cuando realmente sientas que puedas poner en palabras lo que te está atravesando.—se acomoda mejor mientras ahora se retira sus lentes—
Solo voy a decirte que la única manera que tenemos para sanar cicatrices que aún no pueden hacerlo por si solas, es ayudandolas. Empujando a qué sanen, tú eres quién puede sanarse por sí solo. Tú y solo tú Nick.—remarca intentando llevarme seguridad—
No dudes de eso. Porque así como pudiste ver y aceptar que necesitabas ayuda, también pudiste atravesar ese proceso. Y sí, hubo gente a tu lado, familia, profesionales, pero sí tú mismo no ponías un poco de ti hubiera sido un poco difícil.

Un nudo me atraviesa mientras llevo mí vista al suelo.—¿A qué vas con eso?

—Me has dicho hace un momento que te sientes en pausa, lo que me indica que quizás te sientes algo perdido en muchos aspectos. Un indicio de que algo dentro de ti no termina de confiar en tu capacidad, pero quiero recordarte que sí lo eres.—asegura—
Sí eres capaz. Así cómo lo fuiste para sobrellevar una situación tan difícil como la que atravesaste estando en rehabilitación, y seguramente algunas más que les daremos profundidad en las próximas sesiones...

El maldito nudo no quiere esfumarse. Y me molesta, me molesta en parte haberme vuelto tan sensible y que las cosas me afecten el triple. Pero aunque me moleste, no puedo evitar sentirlas. Y aunque quiera dejarlas a un costado este tiempo logré entender que de nada sirve huir de las cosas que queremos sentir. Situación que era recurrente en mí vida.

La sesión con Jonathan duró aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos. Recién estoy entrando en confianza, así que me costó abrirme por completo. De todos modos no me sentí incómodo, veremos qué tal sigue todo.

—Bueno Nick, aún tenemos cinco minutos más... ¿Hay algo más de lo que te gustaría hablar? —pregunta amable.

Y por supuesto que sí.

Suspiro.—Charlie.

—¿Quién es Charlie?

—Creo que eso podemos dejarlo para la próxima sesión.—evito su mirada mientras un cosquilleo me atraviesa al recordar la noche de anoche.

Dormir junto a él después de todo este tiempo ha sido hermoso. Sentir su aroma, sus brazos rodearme mientras buscaba mí contacto estando dormido. Pude sentirlo, desperté cuando lo hizo. No pude evitar sonreír al observarlo.
Y realmente habré quedado un poco psicópata porque me lo quedé viendo dormir a mí lado unos instantes, intentando asimilar que realmente eso estaba ocurriendo.

—La última vez que vi sonreír así a alguien, fue para después decirme que la chica de sus sueños le dijo que si quería ser su novia.—dice de repente Jonatan interrumpiendo mis pensamientos.—Mi mejor amigo.
—aclara.

Esta vez lo observo y vuelvo en sí.
Y no puedo evitar negar nada.
—Es alguien muy especial.

—Lo noto.—sonríe levemente— Y realmente me interesaría saber más.

Suspiró mientras una estúpida sonrisa me invade.—Será la próxima doctor.
—me levanto de mí lugar mientras extiendo mí mano— Creo que necesito bastante una opinión externa. Ha sido un placer.

Jonatan me devuelve el saludo.
—El placer ha sido mío Nick.
Que tengas una buena semana, y por supuesto, aquí estaré ansioso por escuchar esa historia.

Cuando salgo del consultorio me sorprende ver a mamá aún aquí.

—Creí que te habías marchado.
—me acerco hasta ella.

Niega.—Aún tengo una hora hasta volver a la empresa.—se pone de pie—
Además, soy la dueña, puedo llegar a la hora que quiera.

Niego con la cabeza intentando reprimir una sonrisa.

—¿Quieres... ¿Quieres ir a comer algo?
—pregunta un poco nerviosa.

—Estoy un poco hambriento, sí.

Parece sorprenderse.—Perfecto, vamos.

Y la verdad es que me gustó pasar este rato con mamá. Olvidé la última vez que tuvimos un momento como este. Increíblemente intercambiamos algunas risas y conversaciones sin sentido. No tocamos nada que traiga a la mesa una situación incómoda o angustiante.

Y sé, sé perfectamente que quizás no hago bien en evitar hablar de eso.
Pero sinceramente por el momento prefiero dejar las cosas como están, así me siento mejor. O al menos hago el intento.

—¿No te gustaría que te dé un lugar en la empresa? —propone mamá mientras apartamos dinero para la cuenta.

—¿Y qué haré en tu empresa? Por favor, no vuelvas a colocarme para hacer fotos y esas cosas, lo odio.
—tomo de mí agua.

Sonríe.—Sí, ya sé que lo odias. Pero no. No es para que seas modelo, puedes hacer algún otro oficio. Al menos para que puedas pasar el rato, y que tu cabeza no esté sobre pensando tanto.
Hasta que decidas que quieres estudiar o hacer.

Analizo un poco la situación y no suena tan mal.

—¿Lo puedo pensar?

—Claro que sí.

El mozo se acerca mientras le pagamos la cuenta y le dejamos la propina, este agradece amable mientras no deja de observarme con algo de timidez.

—¿El pago está bien? —pregunto.

Asiente rápido.—Si si, es solo que...
carraspea nervioso— ¿Puedo pedirte una foto? —observa a su alrededor nervioso— Mi jefe me matará.
susurra pero logro escucharlo.

Sonrío ante eso mientras me pongo de pie.—Claro que sí. Mamá... ¿Puedes tomarnos la foto?

Ella asiente mientras el mozo retira de su faldón su celular con mucha rapidez, se lo pasa a mamá. Me coloco a su lado para la foto mientras nos toma varias.

Muchísimas gracias Nicholas.
A usted también la admiro mucho señora Nelson...—dice hacía nosotros.

—Solo Nick, y ella solo Sarah.
—aclaro mientras sonrío levemente hacía mamá. Sin embargo ella me dedica una sonrisa con algo de lástima.

Minutos después ya estamos fuera del restaurante, mamá me observa.
Y sé muy bien lo que significa esa mirada, quiere indagar en cierto tema.

—Mamá... Estamos bien así.
—hablo antes de que diga algo.

Ella suspira mientras extiende su brazo hacia mí mejilla en busca de dejar una caricia sobre ella, e increíblemente dejo que lo haga.

—¿Te veo después en casa?

Asiento levemente. Ella me mira dudosa, como debatiendo si debe hacer algo más o no. Pero se decide enseguida cuando se acerca hasta mí y me abraza. Y nuevamente dejo que lo haga.

Cuando vuelvo a la casa me cambio para salir a correr. Hoy en la mañana no pude hacerlo así que no quiero dejar pasar la oportunidad, el ejercicio me está haciendo muy bien. Así que luego de una hora y algunos minutos de más finalizo mientras me siento en una de las bancas a descansar un poco.
Tomo de mí agua cuando mí teléfono recibe algunas notificaciones.

Observó mí bandeja de entrada de mensajes de instagram. Mí ceño se frunce por completo cuando el mensaje reciénte es de Ryan. Y lo termino de corroborar cuando ingreso a su perfil y efectivamente noto que es él.

¿Y este qué?

Ingreso a su mensaje:

Ryan: " Hola Nick, no tengo tu número. Por eso te hablo por aquí. Me gustaría hablar contigo un momento si es posible, ¿Podemos vernos? "

Wtf.

Tecleo una respuesta rápida: " Hablar de qué? "

Su respuesta tampoco tarda en llegar:

Ryan: " Prefiero decirtelo en persona. Mira, en una hora tengo que ir a mí trabajo, en natación. Creo que conoces el lugar. Si quieres te espero aquí... "

No sé que pretende, ni que quiere. Pero sinceramente no tengo ganas de verle la cara. Prefiero evitar cualquier situación con él. Demasiado ya me estoy conteniendo con su persona, y eso que me molesta muchísimo.

Respondo rápido: " No puedo, lo siento. Estoy ocupado "

Sin ver si lo vió o algo, vuelvo a guardar mí teléfono para levantarme y comenzar a caminar hacia mí casa. Pero no llego a dar ni cinco pasos y mí teléfono vuelve a sonar. Mierda, este cabron es un grano en el culo.

Ryan: " Es sobre Charlie. Y es importante... "

Carajo.

Tecleo rápido: " Te veo en una hora "

Pasada una hora ingreso al establecimiento buscando al idiota, y cuando doy con él me acerco rápido. Cuando me ve le dice algo a la persona con la que está hablando y se acerca a mí.

—Hola.—saluda.

—¿Qué sucede con Charlie?

Sonríe algo irónico.—Veo que tus modales siguen intactos.

—Sí, me vale lo que pienses.
¿Qué pasa con Charlie?

Niega con la cabeza.—Mira, seré breve porque como verás estoy en mí trabajo.—resopla— Mira Nick, acabo de escuchar algo que no me dejó muy contento, y claramente eso tiene que ver contigo. Por eso estás aquí.

—Dijiste que serías breve. ¿Puedes ir al grano? —coloco mis manos sobre mí cintura con algo de impaciencia.

—Has pasado la noche con Charlie.
—afirma esperando a que diga algo.

Y sinceramente no sé que decir. Ni que tuviera que darle explicaciones o algo así.

—¿Qué es esto? ¿Adónde quieres ir?

Resopla mientras noto como su mano forma un puño.—Al punto en que lo dejes en paz.

No puedo evitar soltar una risita por lo bajo.—Disculpa, ¿Qué? Creo que no te escuché bien. Hay demasiado griterío de niños aquí.—vuelvo a intentar reprimir una risita.

No puedo creer esto. Este sujeto se supera a si mismo.

Niega con la cabeza mientras su mandíbula se tensa.—Quiero que dejes en paz a Charlie. Tú no tienes idea de lo difícil que ha sido para él todo este tiempo, lo duro que le ha tocado afrontar el hecho de que tú te fuiste dejándolo solo sin ningún tipo de explicación. No tienes idea de lo mal que lo pasó.

Y lo poco que me quedaba de paciencia se está por ir al tacho en este momento.

Me acerco peligrosamente hasta él.
—Tú sí que no tienes ni una puta idea de nada. Así que mejor cierra la boca y que sea la última vez que intentes ordenarme que hacer. Sobre todo si se trata de Charlie.

—Eres un egoísta de mierda.
—suelta filoso— Te vas y vuelves cómo si nada hubiera ocurrido, y yo no voy a permitir eso. No voy a dejar que lo hagas mierda otra vez, porque yo estoy aquí para él. Yo fui quien le sostuvo la mano todo este tiempo y...

No puedo evitar soltar una risita más.

—¿De qué mierda te ríes?

—De ti, ¿de quién más? Me das muchísima lástima en serio, mucha.

Es él quien se acerca ahora aún más a mí.—Quien siente lástima por ti es Charlie, ¿No lo ves?

Mis cejas se juntan en confusión.
—¿Y ahora con qué delirio estás saliendo?

—Me extraña de ti, tan inteligente que dices ser... ¿Cómo es qué no te das cuenta que solo siente lástima y apego por ti? Eso no es amor.—afirma— Siente lástima por un drogadicto en recuperación.

Quién forma un puño con su mano soy yo, y no dudo en levantar el mismo en alto, pero antes de romperle la cara en un puñetazo me detengo enseguida mientras mí respiración empieza a ser algo pesada.

—Solo te faltaba eso, querer golpearme.—niega con la cabeza— Tienes todas eh... ¿Realmente crees que eres bueno para estar al lado de Charlie? Después de todo lo que le ha tocado, ¿no te parece que merece ser feliz?

Mí estómago se comprime. Un sabor amargo me cruza por completo, sin embargo intento con todas mis fuerzas no entrar en su juego y en sus palabras. Intento...

—Realmente eres un patético...
¿Cómo no entiendes qué Charlie no va a quererte de la manera que esperas?
—digo con cansancio mientras me contengo en no hacer nada descabellado.

Sigo la mirada de Ryan que observa a su costado algo nervioso, y me encuentro a Charlie que observa la situación sin entender.


Actualidad.

—¿Qué... ¿Qué pasa?
—pregunta él con nervios intercalando su mirada hacia mí y Ryan. Para luego finalizar su atención en mí.

—No ocurre nada.
—observo de mala manera a Ryan para luego mirar hacia Charlie. Quién con su mirada busca la mía intentando entender algo más.

Prefiero evitar cualquier situación tensa así que solo giro en mí eje mientras camino rápido hacia la salida. Aún con las palabras de aquel imbecil dando vueltas en mí cabeza:

" Solo siente lástima por ti... "

" ¿Realmente crees que eres bueno para estar al lado de Charlie? "

Tengo que mover el cuello de un lado a otro cuando una tensión me invade por completo. El sabor amargo no sale de mí mientras intento no recaer en esas palabras.

—¡Nick! —Charlie alza la voz detrás de mí antes de que pueda llegar a la puerta de salida. Estamos lejos de los demás.

Volteo a verlo.—Tengo que irme.

—¿Qué ocurrió? ¿Y por qué te vas así?
—pregunta insistente y algo preocupado—¿Qué hacías aquí con Ryan?

Evito su mirada un momento porque me mata.—Deberías preguntarle a él.

—Estoy preguntándote a ti Nick.
—insiste dando un paso más cerca.

Suspiro.—Sabes, no... No quiero hacer esto ahora. Lo mejor será irme.
—llevo mí mirada un momento hacia atrás. Ryan está cerca de la piscina con algunos niños mientras echa un vistazo hacia acá— Adiós.—vuelvo a caminar.

Y ni siquiera doy dos pasos que enseguida ya siento su mano sobre la mía mientras me detiene.

—Nick...—volteo a verlo—Lo que le has dicho a Ryan lo escuché, lo escuché perfecto... ¿Por qué? ¿Qué pasó entre ustedes? —y nuevamente su mirada de preocupación.

—Por favor no me veas de esa manera.

Su ceño se frunce.—¿De qué manera?

—Como si todo el tiempo sintieras lástima o preocupación por mí.

—¿Qué? —pregunta sumamente confundido.

Suspiro.—Dejalo así. Y lo siento, pero en serio tengo que irme.—me suelto de su agarre para luego caminar hacia la salida.

Y realmente agradezco que cuando estaba viniendo al encuentro con aquél idiota, una agente de la inmobiliaria me llamó para decirme que podía pasar a ver el departamento que estaba esperando ver. Así que voy hacia ahí en mí auto mientras el enfado, la amargura y el malestar se apodera de mí.

Sé que Ryan actuó desde el lado del despecho y los celos, pero algo de lo que me dijo tampoco sonó tan descabellado. Porque yo estuve ausente seis meses en la vida de Charlie, seis meses en dónde él estuvo a su lado, en dónde lo acompañó.
En donde ocupó ese lugar que yo dejé...

Mis nudillos se vuelven blancos ante la presión que estoy haciendo sobre el volante, respiro pesado cuando pienso en la posibilidad de que quizás yo no sea lo mejor para Charlie... Pero me niego, me niego completamente a qué mí cabeza se crea algo así. Tengo que intentar con todas mis fuerzas que las palabras de ese idiota no hagan eco en mí. No es cierto, no tengo que creerlo, no tengo que tomarlo en serio.

Solo Charlie y yo sabemos por lo que pasamos, y por sobre todas las cosas... Lo que sentimos.

Cuando llego hasta el departamento y la agente inmobiliaria me muestra cada sector, quedo fascinado con el lugar. Así que pido firmar el contrato, incluso dejándole un adelanto para poder ya tener acceso al mismo.
Así que en la próxima semana ya estaré instalandome. Y siento que es un gran paso, que debo hacerlo. Y por algo se empieza...

Debería estar contento por esto, debería sentirme satisfecho. Pero lejos de eso en lo único que puedo pensar es en Charlie en todo mí camino de vuelta a casa. En él y en la cena que supuestamente debemos tener en unas pocas horas.


        

              ~Narrador: Charlie.

Después de dejar a Alexander en la mansión, esperé ver a Nick por aquí para intentar seguir la conversación que nos quedó pendiente. Pero no lo ví.

Chloe ya está súper instalada para quedarse aquí con Lauren y Leía, así que a pesar de que aún no sé si la cena se va a concretar dejo a mí hermana aquí no sin antes decirle que le haga caso a ambas. Así que salgo de la mansión para volver a casa.

Cuando ya estoy aquí voy a darme una ducha sin dejar de darle vueltas al asunto. Ryan tampoco me ha dicho nada, quise también intentar hablar con él y preguntarle que ocurrió pero de alguna forma me evitó por completo diciendo que tenía que trabajar y que después hablaríamos.

Por dios, me estoy desesperando.

El timbre suena, y mí corazón se acelera de inmediato.

Apago la ducha mientras salgo rápido rodeando una toalla en mí cintura, voy hasta la puerta y la abro. Pero es Ryan.

—Hola.—saludo con un poco de desilusión, creí que sería Nick.

—Hola.—parece ponerse nervioso.

Carajo, solo llevo una toalla.

—¿Qué... ¿Qué haces aquí?
—intento cubrirme con la puerta.

—Creo que tenemos que hablar de lo que ocurrió hoy...

—¿Puede ser en otro momento?

Mierda, Nick puede aparecer.

—Seré breve.—asegura.

Suspiro.—De acuerdo, pasa.

Abro un poco más la puerta para que pueda ingresar, él lo hace mientras luego la cierro.

—Si quieres terminar de ducharte no pasa nada, puedo esperar aquí.
—sugiere.

—Prefiero que sí. Dos minutos y ya estoy contigo.—digo rápido mientras me dirijo al baño.

Ingreso rápido a la ducha para terminar de retirar el resto de jabón que me quedó en el cuerpo, y sí, como probablemente lo pueden predecir...
El timbre suena de golpe.

Abro la cortina de la ducha de manera veloz observando hacía la puerta del baño, como si eso de alguna forma evitará algo. Pero es todo lo contrario, sobre todo cuando escucho a Ryan decir: " Yo abro Charlie, no te preocupes... "

Escucho la puerta abrirse y mis nervios se apoderan de mí. Busco a mí alrededor mí ropa para poder cambiarme, y para mí muy mala suerte no la he traído. Está en la habitación.

En serio, ya basta de tener que estar en medio de estás situaciones.

Maldiciendo una y mil veces vuelvo a colocar la toalla alrededor de mí cintura mientras salgo del baño. Los nervios que ya se habían apoderado de mí se incrementan el doble cuando veo a Nick aquí.

Él me observa de pies a cabeza, luego mira a Ryan de mala manera, para finalizar moviendo su cuello de un lado a otro mientras se pasa una mano por detrás de la nuca. Y antes de que la situación se ponga más incómoda de lo que ya es, decido hablar:

—Perfecto, ahora que estamos aquí los tres creo que es un buen momento para poder hablar. Y que no haya ningún malentendido.—propongo mirando hacia ambos.

Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo trece.

Nota de autor/ar: hola hermosxs! 🫶🏻
Cómo les dije en mí instagram, drama is my passion. De todos modos, relax y confíen. Y espero que estén con las palomitas en las manos, o tomando algo fresco para disfrutar del capítulo Y DE LOS QUE SE VIENENNNN 🫣🫣😌😌. Nuevamente gracias por el apoyo a la novela, me hace muy bien y me llena el alma 💘 gracias por leer, besossssssss

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