56° | Solo A Tu Lado... Nada Más|






Capítulo 58.





                         ~Narrador: Nick.





Entro en un estado tal de angustia y dolor que me permito después de tantos años quedarme en los brazos de mí mamá mientras ella no deja de consolarme.

No entiendo exactamente que ocurrió con Charlie. Quizás está tratando de digerir todo... Y me doy cuenta de lo imbecil que soy que ni siquiera para expresar todo lo que me pasa con él soy bueno...

Estuve todo este tiempo tratando de ponerle nombre a todo lo que él significa para mí, y una vez que logro hacerlo se lo suelto como si nada...
Es lógica su reacción. Aunque de todos modos no deja de preocuparme y preguntarme porqué siempre la termino cagando.

—Ve con él.—mamá susurra interrumpiendo todos mis pensamientos.

Me alejo brevemente de ella cayendo en cuenta de lo que está ocurriendo. Cayendo en cuenta que problamente ella escuchó y vio todo lo que acaba de pasar, o incluso quizás ya lo sabía.

Pero por sobre todas las cosas dándome cuenta que como cuando era un niño que lloraba porque se cayó correteando por el jardín y buscaba el consuelo de su mamá, ahora también lo estoy haciendo...

—Nick... Ve con él.—repite con firmeza mientras acaricia mí mejilla limpiando mis lágrimas.

Me alejo de ella levemente observándola aún algo atónito por todo lo que acaba de pasar en menos de cinco minutos.
Camino hacía la puerta del salón para volver a ingresar, pero no puedo evitar voltear para verla. Ella me mira y solo me dedica una sonrisa leve de labios cerrados, el pecho se me comprime así que camino rápido hacia adentro.

Con una desesperación que no puedo evitar esconder lo busco con mí mirada por todo mí alrededor. Solo me topo con personas bailando entre sí, algunas de ellas me observan algo confusas notando mí claro mal estado. Sinceramente es lo que menos me importa en este momento, solo quiero verlo a él.

—¿Qué pasó? —Liam aparece de golpe al frente de mí, luce algo agitado.

—Charlie, ¿lo has visto? —pregunto teniendo que alzar la voz por la alta música.

Suspira intentando recomponer su compostura.—Lo vi entrar llorando, así que tuve que salir corriendo tras él. Se acaba de ir, quise detenerlo pero no pude, ¿qué fue lo que pasó? —pregunta preocupado.

—Carajo, ¿y has dejado que se vaya en ese estado?

—¡Tranquilo! ¡Le dije a uno de los choferes que lo lleve! No me ha dicho dónde, pero supongo que a tu casa.—dice con rapidez.

Me paso una mano por la nuca completamente frustrado.—¿En dónde está Chloe?

—No te preocupes, le dije a Charlie que Leía y yo nos quedamos con ella. ¿Por qué mejor no vas con él?

—Es lo que haré.—paso por su lado dejando una palmada en su hombro.

Al salir voy directo hacia mí auto, cuando me subo conduzco con rapidez hacía mí casa. No veo con claridad, solo tengo su cara en mí campo de visión. Su expresión al  escucharme, sus ojos tan hermosos completamente llenos de miedo.
Necesito saber que es lo que está pasando por su cabeza en este momento porque me aterra.

Cuando llego me estaciono con rapidez, y enseguida lo veo. Está sentado afuera, en las escaleras de la entrada principal.
Se cubre el rostro con las manos mientras parece llorar, así que con una absoluta rapidez me bajo del auto y camino hacia él.

—Charlie...—me agacho con cuidado a su altura.

Levanta el rostro totalmente sorprendido al oír mí voz.—¿Qué... ¿Qué haces aquí?
—pregunta algo agitado, y noto enseguida que está hiperventilado.

—¿Estás bien? —tomo con cuidado una de sus manos. Esta no deja de temblar.

—No... No sé que me pasa. No...—empieza a llorar—No... No puedo mantenerme en pie, ni...—le cuesta hablar— Ni siquiera pude abrir la puerta yo...

—Tranquilo, estás demasiado sobrepasado, necesitas tranquilizarte.
—acaricio su mano con suavidad.

—Por favor no... No me dejes solo.
—su agarre se afirma mientras me mira directo a los ojos.

—No lo haré.—me coloco a su lado.
Enseguida recarga su cabeza sobre mí hombro. No quiero invadirlo de más así que simplemente solo sostengo su mano.

—Nick yo...—intenta hablar pero lo sigo notando angustiado.

—Shh...—dejo un suave beso sobre su cabello— No es momento de hablar, lo único que quiero ahora es que estés bien.
El resto puede esperar.

Se acomoda mejor.
Y me sorprende cuando entrelaza su mano con la mía con mucha firmeza.
Con mí pulgar acaricio su mano trazando pequeños círculos. La noche nos abraza por completo, e incluso el silencio es acogedor.
Solo pueden oírse nuestras respiraciones.
Y la de Charlie... Que minutos después ya es más relajada.

—¿Estás mejor? —mi mano no suelta la suya.

Asiente levemente.

—Deberías entrar a casa, está muy fresco y puede hacerte mal.—me levanto con cuidado. Estiro mí brazo para que tome mí mano, cuando lo hace quedamos tan cerca que un cosquilleo me invade el cuerpo de pies a cabeza.

—¿Te... Te quedas conmigo?
—pregunta con algo de nerviosismo sin despegar su vista de la mía.

—¿Es lo qué quieres? —susurro.

—Es lo que quiero desde que te conocí.
—responde ahora con más seguridad.

Sus palabras me sorprenden. Y a la vez me provocan unas ganas inmensas de echar todo al carajo. De besarlo, hacerle el amor hasta que no podamos más y permitirnos sentir todo lo que sentimos.

Pero debemos ser prudentes con todo. Sobre todo yo. Si realmente queremos llevar esto más lejos, quiero que sea por derecha. Quiero que las cosas estén claras, y que tratemos de sanar.

Charlie voltea y coloca las llaves en la cerradura, abre la puerta y me observa un momento para verificar si ingresaré o no.
Y claro que lo haré, por qué lo que más quiero en este momento es tener su compañía.

Al ingresar, la casa está completamente a oscuras. El silencio inunda por completo. Charlie enciende algunas luces del living mientras suspira con fuerza echándose al sofá.

—¿Por qué no vas a darte una ducha? Te hará bien.—digo hacía él sentándome al frente suyo.

Me observa, y puedo notar sus ojos suplicar. Lo entiendo enseguida así que continúo:

—No me iré a ningún lado.
El único lugar en dónde quiero estar ahora es aquí.—afirmo.

Inhala profundo mientras se levanta de su lugar, se acerca hasta mí sentándose a mí lado. Su cercanía no deja de ponerme nervioso, tal como la primera vez.

—Todo lo que dijiste en la fiesta...
—se aclara la garganta— Yo...

Tomo su mano con cuidado, la atraigo hacía mí dejando un suave beso por encima de ella.

—Hablamos después.—lo miro a los ojos. Ahora puedo ver esos ojos azules con más claridad. Y podría derretirme ahora mismo que no me sorprendería.

Charlie asiente levemente, se levanta del sofá mientras pasa por mí lado. Escucho sus pasos atrás de mí mientras sube por las escaleras. Suelto un gran suspiro que no sabía que lo estaba reteniendo tanto.
Porque sé que en cuanto salga de ese baño tendremos está conversación que hace mucho debíamos tenerla.








                     ~Narrador: Charlie



Efectivamente la ducha me relajó un poco. Al salir voy hacia la habitación y me coloco ropa cómoda, me siento un momento sobre la cama tratando de razonar un instante en todo lo que acaba de pasar.

Me sentí algo abrumado cuando Nick me dijo todo lo que siente por mí. No me lo esperaba para nada, me tomó tan por sorpresa que la única reacción que pude tener fue salir corriendo como un cobarde.

Es que... Hasta incluso a mí me cuesta poner en palabras lo que me sucede. Porque deseé tanto que esto pasara, que ahora que está pasando me asusta...
Pero no me asusta de una mala manera, me asusta porque es tanto y tan fuerte lo que siento por él, que ahora que me terminó de confirmar que también siente lo mismo me provoca mil cosas a la vez que no sé cómo mierda reaccionar.

Es que ni siquiera con Simón me había ocurrido algo así tan... Tan intenso.
Quizás puede que sea por el hecho de cómo surgieron las cosas entre él y yo, que todo fue tan inesperado para ambos. Ninguno de los dos esperaba esto, y supongo que eso es lo que lo hace único y especial.

Agarro una toalla mientras la llevo a mí cabello terminando de secarlo, salgo de la habitación y voy abajo para ir con él.
Pero me llevo una sorpresa cuando no lo veo.

Observo a mí alrededor cuando escucho ruidos en la cocina, volteo yendo hacia ahí. Y me sorprende aún más verlo preparar una taza de café. Me apoyo sobre el costado de la puerta observándolo, sonrío levemente y tengo que aclarar mí garganta para que note mí presencia.

Voltea enseguida a verme.—Ey...

—Creí que te habías ido...—me acerco hasta él.

Niega mientras sigue batiendo.
—Te dije que no lo haría.—me recorre con la mirada de arriba a abajo poniéndome los pelos de punta.

—¿Has hecho café y la cocina no se ha prendido fuego? Wow.—bromeo evitando su mirada tan intensa.

—Tú y tu sarcasmo.—me extiende la taza— Espero te guste.

La acepto.—Gracias.—soplo un poco mientras le doy un sorbo, está muy bien— ¿Has hecho uno para ti?

Asiente agarrando su taza.—Aqui está, ¿lo tomamos aquí?

Niego.—Vamos al living, estaremos más cómodos.

Él solo me observa, un contacto visual de unos pocos segundos que me hace tragar saliva con fuerza. Paso por su lado y siento sus pasos seguirme, cuando estamos en el living nos sentamos uno al lado del otro.
Tomamos de nuestro café, y creo que ninguno de los dos sabe por dónde arrancar. Aunque ese creo que debería ser yo. Él ya ha dicho mucho...

—Lo siento por haber pensado mal cuando fui al departamento de tu amigo...
—tomo otro sorbo. Lo miro directo a los ojos porque quiero llevar está conversación a algo serio. Sin evitar nada.

Asiente levemente.—Está bien, no pasa nada.

—Liam me ha contado un poco.—me acomodo mejor— Me dijo que...
—me cuesta hablar sobre esto— Que no has consumido nada.

Niega.—No lo hice.—él también me observa en todo momento— Pero no puedo mentirte de que si deseaba hacerlo.

Suspiro.—¿No crees que necesitas ayuda con eso?

Nick evita mí mirada un momento mientras deja la taza a un lado, se coloca mejor recargando su espalda con más comodidad sobre el respaldo.—Nunca lo había pensado, no creo ser un completo adicto. Pero si no quiero llegar a eso debería buscarla, ¿no crees? —pregunta con un tinte de miedo en su voz.

Sonrío levemente colocando mí mano sobre su hombro de manera reconfortante.
—Yo creo que sí, y es bueno que puedas reconocerlo. Eso es un buen comienzo.

Resopla.—Incluso con el alcohol, soy consciente de que a veces me sobrepasó con ese tema.

—¿A veces?

Me observa.—Muchas veces.

Vuelvo a suspirar dejando también mí taza a un lado, me acomodo mejor para poder verlo con más atención.—Tienes mí apoyo para lo que quieras hacer. No voy a dejarte solo.

Me dedica una leve sonrisa de labios cerrados.—Gracias. En serio gracias.

Recargo mí cabeza sobre el respaldo, él solo me observa. Vuelve a escanearme de arriba abajo, lo miro confuso cuando se levanta tomando una manta que hay en otro sofá. Vuelve acercarse y coloca la misma encima de mí mientras me cubre, luego vuelve acomodarse como recién.

—Estas muy desabrigado, puedes enfermarte.—dice de manera sutil.

Sonrío ligeramente.—Gracias.—
Suelta un gran suspiro mientras me observa, y parece querer decir algo.
—¿Qué ocurre?

—Cuando... Cuando te fuiste de la fiesta...
—hace una leve mueca— Pasó algo con mamá.—exhala cruzándose de brazos sin dejar de observarme— Ya sabe de nosotros.

Asiento levemente y no me sorprende para nada.

—¿No dirás nada? —extiende su brazo acomodando mejor la manta sobre mí.

—Me la crucé apenas volví al salón, me vio llorando. Probablemente habrá visto y escuchado todo... Lo siento.—digo con sinceridad.

—¿Por qué te disculpas? —su ceño se frunce.

—Porque salí corriendo como un cobarde de mierda, porque te hice venir hasta aquí cuando deberías estar con tu mamá. Has dado un gran paso y por mí culpa estoy arruinando un acercamiento entre tú y ella.—expreso sintiéndome altamente culpable.

Nick niega.—No es tu culpa, no digas eso.
Además, ha sido ella la que me empujó a qué viniera contigo.—lo último lo suelta con algo de desconcierto.

—¿Crees que se enteró recién ahora o ya lo sabía? —extiendo la manta colocándola por encima de sus piernas para también cubrirlo.

—Sinceramente no lo sé.

—¿Hablarás con ella? —insisto.

No responde nada mientras mueve su cuello de un lado a otro, está tenso.

—Puede que sí.—suspira— Pero después. Porque sinceramente lo único que me importa en este momento eres tú.

Y otra vez esa mirada... Esa mirada tan cálida y a la vez tan fuerte que tiene sobre mí. Siempre suele estar tan a la defensiva, tan encerrado en su propio mundo, a veces tan odiado con todo... Pero cuando está conmigo lo siento tan distinto, tan genuino, tan él. Y eso es algo que me hace flaquear por completo, ya que siento lo mismo o incluso más.

—En verdad gracias por estar aquí.
—inconscientemente extiendo mí brazo buscando su mano, cuando la tomo dejo una sutil caricia por encima de ella.

Es como que de alguna forma u otra necesito de su contacto todo el tiempo.

—Deja de agradecer, me darás jaqueca.
—bromea sonriendo suavemente mientras su mirada se suaviza al también acomodar su cabeza sobre el respaldo y tener más visión de mí.

También sonrío.—Tengo todas eh. Fobia al vómito, parece que ataques de pánico, soy inseguro, cabezota, testarudo, orgulloso...

—¿Intentás haces que me gustes menos?
—pregunta irónico— Porque te informo que no te estaría funcionando, al contrario. Me gustas mucho más.—entrelaza su mano con la mía.

—¿Así de defectuoso? —sonrio— ¿Estás seguro de lo qué dices?

Mueve un poco su cuerpo para acercarse más a mí.—Nunca estuve tan seguro de algo como lo estoy ahora.

También me acomodo un poco más cerca de él. Nuestros hombros se rozan, su perfume que ya lo tengo impregnado me invade por completo. Y lo único que siento en este momento es una tranquilidad absoluta.

—¿Puedo besarte? —susurra.

—No entiendo porque todavía no lo haces.
—respondo de la misma manera.

Nick corta la poca distancia que aún nos separa y me besa. Es dulce, delicado, e incluso cariñoso. Una de sus manos se coloca en mí nuca acercándome más a él, queriendo tener aún más de mí. Y no me puedo entrar más amor del que ya siento por este hombre.

—Todo lo que has dicho...—digo separándome un momento observándolo a los ojos— Me pasa lo mismo Nick.

—¿Puedo saberlo concretamente?
—pide con algo de vulnerabilidad apoyando su frente en la mía.

Sonrío llevando mí mano hacía su cabello, dejo una sutil caricia.—Eres inteligente, ¿no has notado lo perdidamente enamorado que estoy de ti?

Noto como también sonríe.—Oirlo lo hace mejor.—se acerca dejando un delicado y tierno beso sobre mis labios.—Ven aquí.

Se recuesta sobre el sofá, y me acomoda a su lado mientras nos cubre con la manta.
Me envuelve en sus grandes brazos mientras recargo mí cabeza en su pecho.
Puedo sentir los latidos de su corazón y lo fuerte que esté golpea... Mí brazo pasa por alrededor de su cintura mientras también lo abrazo.

—Sonará un poco cursi, pero te juro que el único lugar que quiero estar es aquí.
Aquí contigo.—deja un beso sobre mí cabello.

Sonrío ante eso aferrándome con más fuerza sobre él. Levanto mí mirada un momento para poder observarlo, él también me mira.—¿Puedo preguntar algo?

—Lo que quieras.—su mano me acaricia.

—¿Por qué te ha costado tanto decir lo que sientes?

Nick suspira mientras su mirada va hacía al techo, parece pensar a lo lejos.—Creo que por miedo...

—¿A qué exactamente? —vuelvo a recargar mí cabeza sobre su pecho.

—A todo. Jamás había sentido esto por nadie, de verdad. Es todo tan pero tan nuevo para mí que no sabía cómo reaccionar, que decir, que hacer...
—resopla— En verdad lo siento Charlie.

—¿Por qué te disculpas?

—Por haberte hecho sentir mal, por provocarte dudas, inseguridades... Jamás fue mí intención y...—empieza a hablar con rapidez.

—Ey, Ey...—me levanto un poco para poder mirarlo de frente— Tranquilo. Lo entiendo, en serio lo entiendo. Me pongo en tu lugar y me imagino que habrá sido difícil, no solo por descubrir algo nuevo que estabas sintiendo. Si no también porque esto te está pasando con un chico, por dónde lo veas es sumamente entendible. Solo era cuestión de que nos podamos entender.

—Jamás me importó eso, nunca tuve prejuicios. Aunque sé que lamentablemente aún en el exterior existe un porcentaje que sí. Sobre todo por el estilo de vida que llevo. Y eso también es algo que me preocupa demasiado...

—¿El qué?

—No quiero exponerte a nada que no quieras. No soportaría que la gente hable de nosotros, que hagan comentarios, que algo te lastime... Te juro que no me lo perdonaría.—noto completa sinceridad e incluso preocupación.

Y la verdad es que nunca me había puesto a pensar en eso...

Recargo mí mandíbula en su pecho y lo miro.—¿Qué haremos ahora?





Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 57.



                                 ~~~



ÚLTIMOS CAPÍTULOS.



RETO: Si el capítulo pasa los 400 comentarios mañana subo el siguiente.


NOTA DE AUTOR/AR: Hola hermosxss!!! Mil disculpas por la demora, en mí cuenta de instagram expliqué el porqué.
(fresitaahre) Y les agradezco a las personitas que se tomaron un tiempo en enviarme lindos mensajitos💖 AHORAAAAA, ¿Qué pasa si les digo que en el siguiente capítulo se prenden algunas cosas? Repito, INSTANCIAS FINALES. Muchísimas gracias por su apoyo y tan lindos comentarios 🫶💘 gracias por leer, besosssssssss

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top