45° | ¿Tuyo? Sí, Mío |
•Capítulo 45
ADVERTENCIA: CONTENIDO +18
~Narrador: Charlie.
Después de decirle a Nick que sí iría con él a esa fiesta y de dejarle un beso que me hubiera gustado que dure más, salí de la habitación en busca de Alexander.
Cuando ya estaba listo me sorprendió que Chloe nos quiso acompañar al instituto. Antes de que él ingrese pude ver qué mí pequeña hermana le pasó una nota que Alex la recibió algo tímido, luego de eso solo ingresó.
¿Qué andan secreteando estos dos?
Minutos después volvimos a la casa de los Nelson.—¿Cariño?
—¿Sí? —dice mientras se deshace de su abrigo.
—¿Puedo hacerte una pregun...
No me deja terminar porque sale corriendo al jardín. Niego con la cabeza.
En ese mismo instante Nick baja por las escaleras, se acerca hasta mí y su delicioso perfume me invade por completo.—¿Qué fue eso que pasó corriendo?
Suelto una risita.—Mi hermana huyendo de la verdad.
—¿La verdad? —su ceño se frunce.
—Parece que nuestros hermanos ocultan algo, ¿Crees qué deberíamos averiguarlo?
—¿No es bastante obvio ya? —da un paso más cerca.
—Supongo que sí.
—Parece que no somos los únicos que no se saben ocultar.—sonrie de lado observándome con esa mirada tan jodidamente intensa que tiene sobre mí.
Me hace sonrojar en un segundo, me aclaro la garganta con algo de nervios.—¿Sales?
También sonríe notando mí reacción.—Si, tengo una reunión. No sé muy bien de qué, solo Lily me llamó y dijo que vaya a la agencia.
—¿Crees qué sea algo bueno o malo?
—acomodo el dobladillo del cuello de su camisa.
—Por su tono de voz, no creo que sea malo.
Sonrío ante eso.—Bueno, mucha suerte.
Toma mí barbilla sorprendiendome.—La suerte es para los mediocres, se dice éxitos.
—observa mis labios.
Volteo los ojos.—Exitos entonces.
Nick sonríe sin decir nada, está muy cerca.
—¿Qué pasa? —susurro.
—Pasa que quiero besarte.—tambien susurra.
—Bueno, pero aquí no podemos.
Hace una mueca con los labios.—Besarte y...
—suspira observándome de pies a cabeza— Y algunas cosas más.
Mis mejillas se calientan.—Nick...
Echa a reír ante mí reacción, una tos algo irónica suena a nuestro lado. Nos alejamos enseguida observando que es Lauren.
Ay.
—Charlie, la señora Sarah me manda a llamarte. Te espera en su despacho.—avisa con una sonrisa mirándonos a ambos, luego solo voltea y se va.
—¿Crees que haya visto algo?
—susurra Nick.
—¿Y tú qué crees? —paso por su lado avergonzado, cuando lo hago le dejo una nalgada— Todo por ser tan hormonal.
—¿Hablas de ti o de mí? —susurra volteando a verme mientras subo las escaleras.
—Vete ya.—le sonrío.
Me dedica un guiño antes de caminar con rapidez y salir de la casa.
Estoy sentado frente al escritorio de Sarah hace literalmente dos minutos. Con un silencio abrumador inundando el lugar.
Mí pie toca el suelo una y otra vez.
Ella teclea en su notebook algunas cosas.
Suspira y se retira los lentes.—Perdon la demora Charlie, tenía que resolver esto.
—No, no sé preocupe.—digo nervioso.
—Bien, te llamé porque necesito hablar contigo de lo que ocurrió ayer entre mis hijos.
Carajo.
—Charlie, tú sabes que tu trabajo aquí es solamente cuidar de Alexander. Sin embargo rápidamente ganaste mí absoluta confianza y cariño, incluso tu hermosa hermana.—dice con una sonrisa amable.
Solo asiento escuchándola.
—Por ese mismo motivo me siento algo mal por el hecho de que me hayas ocultado lo que sucedió entre Alexander y Nick. Me has mentido... Y yo creo que más de una vez te pedí que por favor cualquier cosa que pasara con ellos debía saberlo.—todo lo dice en un tono sumamente calmado.
Y sí, está en lo cierto. Tiene todo el derecho a sentirse así, sobre todo porque es mí jefa.
Solo que aún no sabe el pequeño detalle de que me involucré hasta el culo con su hijo mayor, que lo quiero, y que ya no estoy actuando de manera acorde cuando se trata de él.
Asiento entendiendo.—Lo siento muchísimo Sarah, tienes toda la razón. Sinceramente fue una situación que se me fue de las manos, quiero mucho a Alexander y...
Me retracto enseguida.
—Y me sorprendió muchísimo lo que ocurrió entre él y Nicholas que sinceramente no supe cómo actuar. Y entiendo que lo primero que debía hacer era contárselo, pero actúe como pude, en verdad lo lamento.—y esto es verdad.
Sarah suspira y sonríe levemente.—Esta bien cariño, lo entiendo. Ya no te disculpes, solo quería decírtelo y que para una próxima vez, y que ojalá no haya otra, por favor cualquier cosa mínima me lo cuentes, ¿Sí?
Asiento rápido.—Claro.
Vuelve a sonreír ligeramente.—Esta bien, eso es todo. Puedes volver a lo que estabas haciendo.
Por dios, creí que sería más grave. Sarah es más comprensible de lo que parece. Sonrío con timidez mientras me levanto del lugar, comienzo a caminar hacia la puerta pero su voz me detiene:
—Charlie, una cosa más...
Volteo a verla.—¿Sí?
—Con tanta cosa, recién estoy cayendo en cuenta que ayer llegaste junto con Nick...
Dime por favor que se está comportando bien contigo. No olvido lo mal que se comportó al comienzo de que tú llegaste.
Eeeeeeeh...
Me aclaro la garganta.—Eh sí, o sea, no... No hablamos tanto. Pero no tengo ningún problema con él.
Ella solo asiente.
—Nick es... Es buen chico.—digo sin pensar.
Ella me presta atención. Mierda...
—Me refiero a que... —trago saliva con fuerza— Lo... Lo parece. Cómo esas personas que se muestran de una manera ante el mundo pero en realidad son buenas.
Sarah asiente sonriendo con algo de tristeza.—Sé que mí hijo es bueno...
—suspira— Conozco su corazón, ojalá él pudiera conocer más a fondo el mío.
No sé que decir ante eso así que solo la observo, y me causa algo de pena...
—Solo... Solo era eso.—dice volviendo a tomar su notebook.
—Con permiso Sarah.—salgo de su despacho con un sabor amargo.
A mí teoría no la echo para atrás. Sigo sosteniendo que hay muchas cosas que Nick no sabe de Sarah. Y que debería hablar con ella.
SABADO.
Estamos en casa de Ruby terminando de arreglarnos para la fiesta de cumpleaños de Catherine. Estamos ella, Leía y yo.
Por supuesto Leía invitada por Liam, le pedí a mí amiga si podía decirle a Liam si podemos llevar a alguien más. Le contestó enseguida que llevemos a quien queramos. Así que convencí a Ruby de ir, necesita despejarse. Me sorprendió cuando aceptó enseguida.
—La pelirroja usando rojo, wow.
—digo halagando lo hermosa que se ve.
Ella sonríe volviendo a dar una vuelta en su eje.—¿Te gusta guapo?
—Me encantas. Si no fuera extremadamente gay te besaría.—me coloco perfume observándome hacía su gran espejo.
—¡Oye! ¡Que me pongo celosa! —dice Leía desde el baño de la habitación.
—¡Tú mejor deja de dar vueltas y sal ya! ¡Queremos verte! —le responde Ruby acercándose a mí lado mientras se acomoda el cabello.
—¡En serio Ruby, siento que es demasiado...!
—vuelve a elevar la voz mí amiga desde el baño con algo de timidez.
—¡Te verás preciosa! —le vuelve a responder, me observa por el espejo—
Se lo voy a regalar... —me susurra— Lo usé solo una vez, es de París.—sonrie ampliamente.
—¿París? —digo asombrado.
Asiente.—Es una ciudad preciosa.
—Lo es, lo veo por internet.—digo con ironía.
Ruby ríe.—Te llevaré conmigo algún día para que conozcas, te encantará. A ti y a Leía.
La observo atónito.—No serías capaz.
—Si que sí guapo, así que cuando menos te lo esperes.—guiña un ojo— Ten tu pasaporte al día.
Niego con la cabeza observándola. Se sigue mirando al espejo mientras acomoda las ondas de su cabello. No solo es preciosa por fuera, si no también por dentro... Y sé que aunque quiera ocultarlo aún se siente algo afectada por lo de Cody.
—¿Cómo estás? —no puedo evitar preguntar.
Suspira.—Estoy bien.—intenta sonreír.
—Ruby...
Está vez me observa de frente.—En serio estoy bien... Mejor que nunca.—termina por decir echándose el cabello hacia atrás.
Niego con la cabeza cuando escuchamos unos tacones a nuestro lado, observamos para ver a Leía salir del baño con un vestido negro precioso ajustado al cuerpo, con una tela extremadamente cara y fina.
Y fina por de más... Puedo verle hasta el apellido.
—Wow.—es lo único que me sale decir.
—No, es demasiado.—dice vergonzosa intentando dar vuelta con sus tacones para volver al baño.
—¡Ah, no no no! —Ruby se acerca con rapidez hasta ella tomando su mano, la atrae hasta el espejo para que se mire— Por dios, solo mírate. ¡Eres una diosa!
—Siento que todo el mundo me verá las bragas.—dice apenada mientras intenta bajarse el vestido.
—Con que te las vea una sola persona ya basta.—la pelirroja le guiña un ojo.
—¡Ruby! —se queja Leía tímida mientras se acerca hasta mí y me abraza por la cintura
—¿Me veo ridícula verdad?
—Te ves asombrosa amiga... En serio.
Un bocinazo se oye desde afuera.
—Es el chófer...—avisa Ruby— Le dije que si a las ocho no estábamos listos que toqué bocina, ya debemos salir.—toma su bolso de mano y un abrigo con rapidez.
—¿Qué? ¿Ya nos vamos? ¿En serio iré así?
—pregunta exaltada Leía— Pensé que solo me lo estaba probando.
—Pues no, nos vamossss.—dice en un cantito Ruby saliendo del cuarto mientras arrastra a Leía con ella.
Niego con la cabeza siguiendolas, bajamos las escaleras con quejas de Leía cuando me reviso los bolsillos y noto que no guardé mí teléfono.
—Vayan yendo, olvidé mí teléfono.—digo rápido volviendo a subir las escaleras.
Camino con rapidez hasta la habitación, volteo los ojos cuando lo veo tirado en la cama. Lo tomo con rapidez viendo que tengo un mensaje de Nick, sonriendo ampliamente lo abro:
Nick: " El cabron de Liam invitó a más gente de lo normal, Cat quiere matarlo. Lleguen rápido, tienes que ver esto "
Tecleo una respuesta enseguida: " Yendo 🤣 "
Salgo de la habitación guardando mí teléfono, cuando camino noto una puerta media entre abierta, no puedo evitar observar hacia adentro. Ryan está sobre una cama mientras lee un libro y anota algunas cosas, lleva unos auriculares puestos. Con cuidado me acerco, golpeo la puerta dos veces para llamar su atención. Qué idiota soy, no puede oírme.
Me adentro un poco más con algo de timidez, y ahí si nota mí presencia. Enseguida se retira los auriculares.
—Ey.—saluda.
—Hola... Lo siento, no quise molestarte.
—No, no pasa nada. Tranquilo, solo estaba anotando unos apuntes para la universidad.—cierra su libro para prestarme atención.
—¿Sábado a la noche estudiando? Vaya.
Se encoge de hombros.—A veces hay que sacrificar cosas para tener buenos resultados.
Sonrío ante eso.—Coincido, pero estoy totalmente en desacuerdo que en una noche tan linda cómo la de ahora te quedes encerrado en tu cuarto.
—¿Y eso a qué viene?
—¿Por qué no vienes con nosotros a la fiesta?
Okey, ¿por qué dije eso?
Ryan niega con algo de timidez.—Aprecio la invitación, en serio. Pero creo que así estoy bien. Espero que ustedes lo pasen lindo
—Bueno, pues si cambias de opinión...
—vuelvo a tomar mí teléfono, ingreso a su chat y le envío la ubicación— Ahí será la fiesta.
Arruga su nariz.—Creo que no cambiaré de opinión, me quedaré entre libros y...
—levanta en el aire una bolsa de snacks— Doritos.—sonrie.
Niego con la cabeza.—Eres un nerd.
—digo en ironía cuando mí teléfono empieza a sonar, es Ruby— Debo irme... Ya sabes, si cambias de opinión ahí estaremos.
—le digo con rapidez sin esperar respuesta y saliendo a las corridas.
Algunos minutos después llegamos. Incluso hay gente por afuera, Liam lo ha hecho de nuevo.
—Más personas que verán mis bragas.
—dice Leía con timidez mientras engancha su brazo al mío y al de Ruby.
—Nadie que tú no quieras verá tus bragas, y si así lo es me dices que le meto un madrazo, ¿De acuerdo? —dice Ruby.
Vamos hasta la entrada principal, ingresamos y aún hay más gente. Atraigo a las chicas hacía el sector de la sala, busco con mí mirada a Nick y por supuesto lo veo sentado en la misma ventana del otro día. Liam está a su lado, ambos se ríen por algo que Liam le cuenta.
Nos acercamos hasta ellos, y si los ojos de Liam podrían salirse hacía afuera como aquella escena de la película " La máscara " cuando Jim Carrey ve a Cameron Diaz bailando, sinceramente no me sorprendería... No disimula nada. Incluso podría hasta babear que tampoco me sorprendería.
—¡Hola chicos! —saluda Ruby sonriente.
—Hola.—Nick es el único que le responde porque Liam sigue atónito.
—Hola Liam...—chasqueo mis dedos al frente de su rostro a propósito.
—Ho... Hola chicos.—traga saliva con fuerza acercándose a Leía— Hola...
—le sonríe dulcemente— Es... Estás preciosa.
—Gracias.—le responde mí amiga con timidez.
—¿Quieres tomar algo? Hay limonada y cosas sin alcohol que compré para ti.
—le dice.
—Claro, pero no quiero dejar solo a los chicos y...—Leia nos observa.
Liam nos abre los ojos en grandes sin que ella lo note en modo de advertencia.
—Vayan tranquilos...—dice Ruby— Nosotros los esperamos por aquí.
—Genial, buenísimo.—Liam toma de la mano a Leía y se van juntos hacia la cocina.
Niego con la cabeza observando a Nick.
—¿Y en dónde está Catherine? Para saludarla.
—Justo por allá...—señala hacía un costado.
Catherine le retira enojada un adorno a un tipo que parece usarlo de juguete— Ahora la llamo.—se mueve de al lado de nosotros.
Observo a Ruby que mira su teléfono, su expresión luce seria.—¿Ocurre algo?
No dice nada.
—¿Qué pasa?
Suspira.—Cody me acaba de enviar un mensaje.
Volteo los ojos.—¿Qué quiere?
—Lo mismo que me estuvo diciendo todos estos dias. Perdón perdón y perdon. Y que quiere verme.—guarda su teléfono.
—Amiga, yo sé que lo quieres. Y que en lo más profundo de tu corazón deseas volver a verlo, escucharlo... Siento que crees que merece una segunda oportunidad, pero créeme que no. Cody se ha equivocado muchísimo, lo tiene que entender.
—suelto con firmeza— Te quiero ver bien, por favor.
Ruby está por contestar pero la voz de Nick nos interrumpe:—Aqui está la cumpleañera.
Volteo a verla.—Ey hola, feliz cumpleaños.
Me sonríe levemente.—Gracias...—intenta recordar mí nombre.
—Charlie.—termino por ella.
—Charlie, por supuesto. Muchas gracias.
—sonrie.
—Oh, ella es mí amiga Ruby.
Catherine la observa.—Hola, un gusto.
—se presenta cordial.
Ruby traga saliva con fuerza.—Ho... Hola.
—Perdon pero debo seguir verificando que no me rompan la casa, enseguida estoy con ustedes, pueden servirse lo que quieran.
—vuelve a decir con cordialidad girando en su eje mientras se pierde en la gente.
—¿Quieren tomar algo? Les traigo.
—se ofrece Nick.
—Claro, gracias.—le respondo.
Él me guiña un ojo mientras se va, volteo a ver a Ruby que está con las mejillas coloradas y pensando a lo lejos.
—¿Estás bien?
—¿Quién es esa chica?
—pregunta asombrada.
Mí ceño se frunce.—Pues, la dueña de casa, la chica del cumpleaños y la hermana de Liam.
Sus cejas se elevan.—Wow.
Echo a reír levemente.—¿Qué ocurre?
—Ahora vuelvo Char, espérame.
—dice dejando una palmada en mí hombro mientras se aleja.
La observo perdiéndose entre la gente, hasta que caigo en cuenta. A los pocos segundos Nick vuelve con tres bebidas.
—Ten...
—Gracias.—sonrio hacía él.
—¿Y Ruby? —mira a su alrededor.
Elevo una de mis cejas.—Buscando a la dueña de casa creo.
Nick me mira confuso. Le hago una mirada obvia. Parece entender. Sus cejas se elevan en sorpresa.
—¿Ruby es bisexual?
Mis hombros se elevan.—No lo sé, quizás.
—tomo de mí bebida.
Nick se coloca a mí lado algo pensativo.
—¿Qué pasa?
—No, nada.—responde rápido.
—Vamos, te conozco.—lo codeo.
Sonríe por lo bajo dándole un sorbo a su cerveza.—No lo sé, con todo esto que me pasa contigo me gustaría ser un poco así.
—¿Así cómo? —tenemos que elevar un poco la voz por la música alta.
Suspira.—Un poco más arriesgado, que no me importe tanto el resto y demás cosas.
—esta vez me mira— Por ejemplo en este momento me gustaría tomarte del rostro y besarte, adelante de todas estas personas...
—¿Y qué es lo qué te detiene?
Vuelve a suspirar.—No lo sé.
Solo lo observo de lado sin decir nada.
—Pero no quiero que pienses que lo que siento por ti no es real...—aclara— Porque si lo es.—me mira directo a los ojos.
Mí pecho se comprime por lo que acaba de decir.
—No dudes de eso.—vuelve a decir— Solo necesito un poco de tiempo para aclarar mí cabeza y...
—Ey...—lo interrumpo— Tranquilo, lo entiendo en serio.
Me sonríe levemente en respuesta.—Hay algo que quiero contarte.
—¿Qué es?
—Pero aquí no. Ven, sígueme.
—comienza a caminar, enseguida voy tras él.
Caminamos entre medio de toda la gente.
Hasta dar una puerta que conduce al patio trasero, ambos salimos y cuando cerramos la misma ya la música se oye de fondo.
—Allí no sé puede hablar...—se coloca de frente a mí algo nervioso.
—¿Qué pasó? —pregunto intrigado.
Exhala nervioso.—¿Recuerdas la reunión que tuve el otro día junto a Lily?
—Sí...
—Pues se trataba de algo muy importante para mí, y recién hoy a la mañana recibí la confirmación. He estado estos días sumamente ansioso por eso...
—Dime ya que es.
Nick sonríe levemente.—Me llamaron directamente a mí para hacer el casting de una próxima película, ¿Entiendes lo que es eso? —sonrie con los ojos brillosos— No tengo que pasar por todas las etapas de casting, directamente se comunicaron con Lily ¡Porque me quieren probar a mí para este personaje! Así que si el casting les gusta y lo aprueban, ya quedó seleccionado como el protagonista.
Sonrío ampliamente.—¡Nick por dios! ¡Esa es una noticia excelente!
—Te juro que no puedo creerlo...—tambien sonríe.
—Pues creelo, ¡Porque está pasando!
—sonrio y me tiró a sus brazos para abrazarlo, me acepta enseguida.
—Eres la primer persona que lo sabe...
—susurra envolviendome en sus brazos—
Quería compartirlo contigo.
Me alejo un segundo para mirarlo directo a los ojos.—Gracias, eso... Eso es muy lindo.
Suspira acariciando mis costados.
—De todas maneras aún pueden decirme que no, estoy nervioso, espero hacerlo bien y...
—Ey, no. Nada de negatividad. Lo harás excelente, estoy seguro. Mente positiva, tú sabes lo que haces.—sonrio— Además, si consigues el papel puede que te dé un regalo...
—¿Exactamente qué tipo de regalo?
—Ah, lo sabrás después.
—¿Acaso esto es un incentivo?
—sonrie.
—Puede que sí.
Me observa un momento en silencio.
—¿Qué? —rio nervioso.
Suspira frustrado.—En serio necesito besarte.
Sonrío ante eso.—Pues eso será en algún momento que podamos huir y escondernos en algún lugar.
—Bueno, vamos ahora.—da un paso tomando mí mano.
—¡Por dios Nick! —echo a reir— Es el cumpleaños de tu amiga.—camino nuevamente hacía la casa.
—Te odio.—dice atrás de mí.
—Claramente eso no es así.—abro un poco la puerta cuando siento que me deja una nalgada, volteo a mirarlo rápido— ¡Nick!
Solo echa a reír haciéndome reír a mí también.
La fiesta transcurre, hay un ambiente cálido y lindo. Las cosas que me sorprendieron de lo que va de la noche es que Liam sacó a bailar a Leía e increíblemente ella aceptó. Bailando los dos riéndose a carcajadas entre ellos mientras pasan un buen rato... También me sorprendió, bueno esto no me sorprendió en realidad, es ver a Ruby echándole el ojo a Catherine en más de una oportunidad...
¿Y Nick? Sí, tampoco deja de mirarme.
Y ni siquiera lo disimula, cada que lo sorprendo mirándome simplemente me sonríe. Meses atrás veía esto completamente imposible.
—Cuando Liam dijo " Haremos una reunión por tu cumpleaños " Claramente me imaginé que serían más personas, pero no pensé que tantas.—dice Catherine acercándose a nosotros.
Ruby enseguida se acomoda su cabello algo nerviosa.—¿Cuántos años cumples?
—parece retractarse enseguida por preguntar.
Sin embargo Catherine le responde con amabilidad.—Veintitres.
Ruby asiente.—Es una edad muy linda.
Catherine frunce el ceño.—Si, eso creo.
—termina sonriendo.
Le echo una mirada a Nick, él me devuelve la mirada elevando una de sus cejas por esta interacción.
—¡ATENCIÓN POR FAVOR! —se escucha una voz hablar en alto mientras la música se detiene.
Todos observamos al centro de la sala, es Liam parado arriba de una mesa.
—¿Y este qué? —dice Catherine haciéndonos reír.
—¡Perdon que los moleste! Sé que están pasándolo muy bien, pero solo será un minuto. Tengo algo para decir...
—busca con su mirada a alguien, hasta que la ubica, señala a su hermana— Cat, hermana de mí corazón. Espero y lo estés pasando muy lindo en tu cumpleaños.
Te quiero muchísimo, aunque no te lo diga muy seguido porque eres una gruñona y todo lo demás, eres una hermana asombrosa.
—¿Está borracho? —nos susurra por lo bajo.
—Te aseguro que no.—le responde Nick.
—¡POR FAVOR TODOS VAMOS A DARLE UN GRAN APLAUSO A CAT QUÉ ESTÁ CUMPLIENDO AÑOS! —empieza aplaudir y todos lo siguen.
Cat sonríe con timidez agradeciendo con la cabeza en modo de saludo.—Voy a matarlo.
—susurra para nosotros— ¡TAMBIÉN TE QUIERO HERMANITO!—eleva la voz hacía él.
Liam sonríe.—¡Y una cosa más y ya seguimos con la fiesta! —dice con rapidez—
Amigo, ¿me haces el favor?
Frunciendo el ceño noto que observa a Nick, este camina algo nervioso hasta un mueble que hay en la sala. Desde atrás retira un gran pero gran ramo de rosas gigantes. Nick se acerca hasta Liam y le pasa el ramo de rosas, vuelve hasta a mí lado.
—¿Leía? —habla Liam, automáticamente observo a Ruby y ella abre en grande los ojos también mirándome— ¿Leía estás por ahí?
Mí amiga sumamente tímida camina por entre medio de la gente hasta que Liam la visualiza, cuando la ve sonríe dulcemente hacía ella.
—Eres la persona más maravillosa que conocí en este tiempo... —empieza a decir—
Y realmente me importa un carajo todo, solo me importa estar contigo y nada más.
Y que sigamos compartiendo todos estos momentos hermosos... Eres asombrosa Leía, y por esos motivos y más es que...—se baja de encima de la mesa en un salto y se acerca hasta ella con algo de nervios, una vez que está en frente lo suelta:—¿Quieres ser mí novia?
Un gran: " Awwwwww " se escucha por toda la sala. Ruby engancha su brazo en el mío mientras recarga su cabeza en mí hombro mirando la escena, mis ojos probablemente brillan. Todos miramos expectantes.
Leía sumamente segura responde:—Claro que quiero ser tu novia.
Todos gritan al unísono, Liam le extiende el ramo de flores con una gran sonrisa. Mí amiga lo acepta mientras se limpia una lágrima. Liam la atrae hacía él para abrazarla, le deja un beso sobre el cabello y luego la besa.
No puedo estar más feliz por ellos dos.
Una hora después estamos todos festejando no solo el cumpleaños de Catherine, si no también ahora el nuevo noviazgo.
—¿Yo con novio? ¿Encima Liam? —sonrie ampliamente Leía hacía mí y Ruby— ¡Ya quiero contárselo a mamá!
—¡Ay amiga me pone tan contento por ti!
—la abrazo con fuerza.
—Gracias Char, aún estoy...—sacude sus manos con nervios— Asimilando todo.
—Te mereces esto y más.—habla Ruby— Liam parece un buen tipo, pero si te llega a lastimar se las verá conmigo ¿de acuerdo?
Leía echa a reír. Al instante se acerca Catherine a nosotros.—Te acabo de conocer, y ahora ya eres mí cuñada.
—sonrie hacía ella.
Mi amiga se sonroja enseguida.—Es un gusto conocerte.
—El gusto es mío. Y seguro ya vamos a tener más tiempo para conocernos, pareces muy buena chica.—sonrie amable— Así que si mí hermano te lástima solo dímelo y le corto las pelotas.
Ruby la mira fascinada ante eso.
Minutos después estamos sentados en un sector de la sala, bebiendo y comiendo algo. Básicamente pasando el rato.
—¿Qué hace Ry acá? —dice Ruby de repente.
Enseguida observo hacía dónde mira notando que efectivamente es Ryan, al final vino... Uy.
Ruby se levanta enseguida con el ceño fruncido yendo hacia él, volteo a ver a Nick que ya lo mira tensando un poco la mandíbula.
—¿Tú lo has invitado? —le recrimina Nick a Liam.
—Ni siquiera me habló con él.—se defiende.
—No te hablas con el 50% de la gente que está aquí Liam...—niega con la cabeza enojado.
—¡Qué no he sido yo cabron! —Liam se vuelve a defender.
De todos modos ya está enculado.
—Fui yo.—hablo.
Nick me mira enseguida con algo de sorpresa, le dedico una sonrisa de labios cerrados algo inocente. A los segundos Ruby y Ryan se acercan, él se presenta con Catherine y se sienta junto a nosotros. Específicamente en frente de mí.
—Me ha dicho que tú lo invitaste...
—Ruby me susurra a mí lado.
—Pues, sí...
—¿Y por qué has hecho eso?
—Es que no lo sé, lo vi solo y aburrido y me dio un poco de pena y... —me retracto enseguida— De todos modos, ¿Por qué te enoja?
Voltea los ojos.—Por ti y Nick bobi.
La miro sin entender.
—Por dios Char, ya sé lo de ustedes.
—susurra— Son demasiado evidentes, como también me imagino que Nick no se traga demasiado a mí hermano porque a él le gustas. Lo noté aquel día en la discoteca.
Suspiro en grande y me quedo en silencio.
—Si señorito, hay muchas cosas que quiero saber... Y detalles.—sus dos cejas se elevan.
—Pues, yo también hay muchas cosas que quiero saber.—ladeo un poco mí cabeza hacia Catherine.
Ruby queda tiesa en en segundo. Me hace sonreír.
Ryan se integró rápido al grupo, es alguien muy amable y dulce. Es imposible que te caiga mal... Bueno, salvo a Nick.
Reímos y contamos anécdotas, seguimos bebiendo algo. Liam sumó El Uno para jugar, y él/la que pierde tiene un reto.
También se sumaron algunos amigos de Catherine, en esta ronda perdió Ryan.
Una de las amigas de Catherine habla:
—Te reto a darle un beso al nombre que salga.—le dice en un tono pícaro mirándolo de pies a cabeza, hay un vaso en dónde escribimos nuestros nombres en pequeños papeles. Ella comienza a moverlo de un lado a otro. Retira un nombre— ¿Charlie?
—dice desilusionada.
Ja, que cliché. Definitivamente la buena suerte me persigue.
Ryan parece ponerse nervioso cuando observa a Nick.—¿No puedes sacar otro nombre?
La chica asiente rapido.—Claro, sí.
La otra amiga de Catherine se mete.—¡No! Eso es trampa, ninguno de nosotros cambió el nombre cuando nos tocó. Tienes que hacerlo.—mira a Ryan.
Observo a Nick que solo fuma, él no está jugando. Solo está con cara de culo sentado a unos costados de mí. Ryan suspira y se levanta, mis nervios incrementan cuando lo veo acercarse hasta mí. Se agacha a mí altura.
—Si no quieres hacerlo lo entiendo.
—susurra.
Las personas que se niegan a hacer el reto deben beber una bebida con cosas asquerosas. Cuando Liam bebió tuvo que correr a vomitar.
Mierda.
—Es... Está bien.—digo sumamente nervioso.
—En serio Charlie, no tienes que hacerlo si no quieres. Solo es un estúpido juego.
—vuelve a decir Ryan.
—Si, pero no beberé esa cosa. Además, vamos, es solo un pico.—soy yo quien se acerca y estampo mis labios con los de él, me alejo a los segundos— Listo.—sonrio nervioso.
Ryan solo hace una mueca y se levanta volviendo a su lugar. Trago saliva con fuerza observando a Nick que me mira absolutamente cabreado.
El juego continúa, y una nueva ronda inicia. Sinceramente lo estamos pasando muy bien. Hasta ahora...
Nick se levanta de repente acercándose hasta mí, me toma de la mano y me hace levantar del sofá.
—¿Qué haces? —susurro alarmado.
—Callate y sígueme.—me sigue tomando de la mano mientras nos movemos del sofá y de la sala.
No sé que carajos pretende hacer, ¿cómo tuvo esa reacción delante de nuestros amigos? Por dios, muchos vieron como me tomó de la mano y me sacó de allí.
Comenzamos a subir las escaleras, camina con rapidez sin soltarme la mano en ningún momento.—Nick...
—En serio estoy muy cabreado en este momento, así que no hables por favor.
—dice mientras sigue caminando y su mano se entrelaza con la mía.
Llegamos hasta el final de un pasillo, ingresamos a un cuarto y cierra la puerta con seguro. Me voltea a ver mientras me toma por el rostro con alta velocidad.
Me besa mordiendo mí labio inferior.
—¿Por qué has hecho eso? —sigue besándome apasionadamente.
—Nick, solo ha sido un estúpido juego...
—intento hablar entre medio de sus deliciosos besos.
Niega.—Para mí no lo es.—su mano rodea mí cuello— Detesto que ese imbecil te mire, te toque, y encima te bese...—suelta una risita irónica— Él único que puede hacer todo eso soy yo Charlie.
Perdón, pero me encanta verlo así.
Me muerdo los labios y lo atraigo más hacía mí rodeando mis brazos en su cuello.
—¿Estás celoso?
—Muy.—vuelve a besarme.
—¿Y qué harás al respecto? —sus besos bajan a mí cuello, mientras sus manos aprietan mí trasero.
—Lo sabrás en este preciso instante.
—me empuja hacía la cama.
Instantes después de caricias, besos con mordidas, manos de más. Estamos completamente desnudos. Nick me besa el trasero, mientras lo muerde y lo aprieta como si fuera suyo. Y lo es.
—Ponte de rodillas.—ordena con la voz sumamente agitada.
Muerdo mis labios por el placer mientras hago caso a lo que me dice.—¿Así?
—Asi, buen chico.—me deja una nalgada— Pero te has portado muy mal Charlie.
Sonrío.—¿Me vas a castigar?
—Si, mucho.—me vuelve a dejar otra gran nalgada, suelto un gemido.
Segundos después siento como su boca se posiciona en mí zona mientras comienza a estimular. Mis gemidos no tardan en salir.
—Eres tan delicioso.—dice mientras una de sus manos sostiene mí trasero.
Poco después lo siento acomodarse detrás de mí mientras se coloca el condón, me sostiene por las caderas y sin previo aviso me penetra de una estocada haciéndome soltar un gran gemido.
—Mierda Nick...—comienzo a jadear.
Su respiración es altamente agitada, no sé reprime.—Necesito escuchar que eres mío.
—no deja de empujar dentro de mí.
—Sabes que lo soy.—sonrio cuando toma un puñado de mí cabello tirando de él hacia atrás.
—Carajo, dilo Charlie...—gime dejándome otra nalgada, empuja con más fuerza.
El placer que me está haciendo sentir me hace perder completamente los estribos.
Sentirlo tan jodidamente celoso, vulnerable y caliente detrás de mí me hace sentir tan bien. Me encanta, me encanta cada puta faceta de él. Todo de él me vuelve absolutamente loco.
—¿Eres mío?—se sigue moviendo. Sus empujones cada vez son más fuertes.
—Soy tuyo.—digo en gemidos que pueden oírse por toda la habitación.
Me empuja por la espalda para que me tiré de lleno en la cama, no sale de mí, se acerca hasta mí oído sin dejar de moverse.—Buen chico.—besa mí mejilla.
Me hace sonreír. Toma mí barbilla y me besa en los labios de manera fogosa y pasional mientras me sigue penetrando duro. Tanto como a él y a mí nos gusta. Cómo digo, ME TIENE LOCO.
Instantes después acabábamos, en un gran suspiro nos quedamos boca arriba observando hacía el techo intentado controlar nuestras respiraciones agitadas. Segundos después nos miramos a la vez y no podemos evitar soltar una risa a la par.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 46.
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NOTA DE AUTOR/AR: perdón la hora!! Aaaaaaajdjdkddkdk, pasaron cositas no?
Y las que van a pasar todavía 🫣😎😌
En serio, estén muuuy atentxs si pasaron cosas 😍🔥🫣 no saben todavía todo lo que se viene. Muchísimas gracias por el apoyo, por sus lindos comentarios que tanto me incentivan. Lo valoro mucho.
Gracias por leer, besosssssssss
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