39° | ¿Convivencia? |
•Capítulo 39
~Narrador: Nick
#Horas Antes
—¿Por qué no bajas? —pregunta Liam a mí lado.
Observo hacía la ventana como Charlie ingresa a la casa con rapidez junto a Leía.
El miedo y la preocupación que me transmitió anoche en cuanto me contó lo que lo tiene altamente estresado me estremeció... Le prometí algo y lo voy a cumplir.
—Conduce, ahora te cuento.—respondo.
Noto que me mira algo confuso, sin embargo comienza a conducir saliendo de casa. Cuando tomamos la ruta vuelve a hablar:—¿Adónde te llevo?
Suspiro.—Necesito que me vuelvas a pasar el contacto de ese tipo hacker.
—¿Para qué lo quieres otra vez?
—siento su mirada nuevamente.
—Mirada al frente por favor.—digo con cansancio, en realidad con preocupación. Porque sinceramente no sé bien cómo manejar la situación.
Charlie me pidió que no me entrometa de más, pero a la vez sus ojos me gritaban ayuda. No puedo dejarlo solo. Ni a él ni a su hermana, no es justo.
No es justo que ese desquiciado intente seguir arruinandoles la vida, ¿Por qué? ¿Con qué intenciones lo hace? ¿Qué clase de padre es ese?
Liam detiene el auto un momento mientras lo estaciona al costado de la ruta. Vuelvo a suspirar, ya sé a qué viene esto. Interrogatorio en 3, 2, 1...
—¿Qué está ocurriendo? ¿Y por qué quieres el contacto de ese tipo otra vez?
—se coloca de lado— Además, ¿Tú no lo tenías?
Está vez lo miro.—Lo borré en cuanto conseguí lo que quise. Por algo te lo estoy pidiendo.
Su ceño se frunce.—¿Y ahora en qué te has metido?
Volteo los ojos.—Solo necesito su maldito contacto y que no hagas preguntas, ¿puede ser? —digo con seriedad.
—Es que no se te puede preguntar nada...
—niega con la cabeza tomando su teléfono comenzando a teclear.
—Eres demasiado entrometido.
—comienzo a masajearme la cien.
—Y tú eres demasiado malhumorado.
—me regaña haciéndose el ofendido—
Ahí tienes, te lo envíe.
Volteo los ojos nuevamente mientras tomo mí teléfono, voy al chat entrando a su contacto para directamente llamarlo.
Liam me mira abriendo los ojos en grande sumamente sorprendido.
—¡Cabron! —susurra— ¿Realmente lo estás llamando desde tu teléfono? ¡Puede reconocerte! —dice alarmado.
—Shh...—el pitido suena varias veces, hasta que un contestador responde diciendo que el número es inexistente— ¡Mierda! ¡Me has dado mal el número Liam! —me quejo.
Más confundido que recién vuelve a tomar su teléfono tecleando con rapidez.—¡Este es el número! No me confundí.—se defiende.
—¿Y por qué carajos me marca como inexistente? —vuelvo a llamar llevándome el teléfono al oído.
Liam chasquea uno de sus dedos por al frente de mí rostro.—Reacciona, probablemente lo cambió. Es un maldito hacker, es lo que hacen.
Inhalo profundo mientras guardo mí teléfono con furia y rapidez en mí bolsillo notando que tiene razón. Muevo mí cuello de un lado a otro intentando calmarme.
—¿Dónde puedo buscar a una persona que está en la cárcel? —pregunto resignado.
—¿QUÉ MIERDA?
Volteo los ojos por milésima vez.—Es que en serio a veces eres peor que mí madre.
—¡¿Para qué quieres buscar a un preso?!
Lo miro.—Te dije que no hicieras preguntas, no puedo hablar.
Sus cejas se juntan en confusión.
—En serio, ¿Puedes explicarme mejor para qué pueda entender? ¡Si quieres que te ayude, al menos explica! No seas un cabron.
—¡Es que no puedo Liam! ¡No puedo! No sé trata de mí.—digo exasperante— Es algo que no tengo porqué hablar, es...—busco una palabra adecuada— Muy personal.
Liam me mira intentando descifrarme, evito su mirada mirando hacía el frente.
Ahora el silencio hace acto de presencia, solo se oyen los autos pasando a toda velocidad a nuestro lado y el ruido que se asoma de la ciudad a esta hora de la mañana.
—Charlie.—dice de repente.
Vuelvo a mirarlo.—¿Qué?
—Solo harías esto por él...—sonrie muy levemente, pero nada burlón, si no algo más dulce.
No digo nada. Es algo tan jodidamente duro e íntimo que no puedo hablar de esto, sé que es Liam es de confianza, pero si quiero hacer las cosas bien y ayudar a Charlie no debo involucrar a más gente.
—Ademas, ayer hablé un momento con Leía. La noté preocupada, me dio mil vueltas hasta que me dijo que estaba así por Charlie. Pero que no me diría más nada.—suspira— Debe ser algo muy jodido si esto involucra a un preso.
—Necesitaba ese contacto de ese tipo para buscar una manera de ayudarlo... Ahora no sé que hacer exactamente.
—¿Por qué no te comunicas con tus abogados? Ellos te echarán una mano.
—sugiere.
Niego.—Lo pensé, pero no. Enseguida van a notificar a mí mamá, ella hará preguntas y Charlie no quiere que esto se sepa.
—Pero si él pidió ayuda, es por algo...
No se puede hacer todo de contrabando, si esto involucra a presos y esas cosas hay que hacer las cosas bien.—dice con seriedad.
—Es más complejo de lo que crees.
Nuevamente nos invade otro silencio.
Mis alcances se me están yendo al carajo, quería ayudarlo por mis propios medios pero no me va a quedar de otra que hablarlo con mí madre. Prefiero que se enoje conmigo a que su bienestar y el de su hermana corra peligro.
—¿Sabes qué lo puedes hacer por internet verdad? —dice de repente.
—¿Qué? —lo miro rápido.
Se encoge de hombros.—Lo vi en una película. Solo tienes que googlear en una página de registros o algo así y te sale en qué cárcel está preso.
—Pero para eso necesito su jodido nombre...—sigo por él.
Asiente.—Si, y creo que algún dato más pero ahora no recuerdo.
Exhalo.—Necesito contactar a ese tipo, él podría conseguir esos datos, ¿Podrías ayudarme por favor?
Liam está vez me mira:—Haré lo posible, pero si algo no sale como esperamos ¿lo hablarás con tu mamá?
—Lo haré.
Mí amigo vuelve a encender el auto tomando nuevamente la ruta.
—¿Vas al restaurante?
Niega.—Primero quiero pasar por casa a ducharme.
—¿Puedo ducharme también? Me duele demasiado la cabeza.
—Sí cabron.
Sigue conduciendo unos minutos más, nos quedamos en silencio nuevamente. Hasta que por supuesto tiene que volver a interrumpirlo:
—¿Solo estás así de malhumorado por esto de Charlie o hay algo más?
Mí nariz se arruga.—¿Eh?
—Te conozco Nelson, desde que salimos de la cabaña traes esa cara de culo. ¿Pasó algo que no me enteré?
Hasta que recuerdo el episodio en la cocina.
—Detesto cuando te pones en estupido, eso pasa.
—¿Y ahora qué hice? —pregunta indignado doblando a una esquina, ya estamos llegando a su casa.
—Te pones en idiota.
—En serio no sé de qué carajos estás hablando.—el auto se va estacionando, cuando lo hace bajo con rapidez.
—Sabes de lo que hablo.
Enseguida se ubica a mí lado buscando las llaves de su casa.—¿Estás así porque Leía y yo anoche los escuchamos a ti y a Charlie?
Detengo el paso enseguida mirándolo directamente.—¿Qué?
Se pasa una de sus manos por la nuca.
—Bueno, eh... Escuchar... —suelta una risita nerviosa— Tampoco oímos tanto, solo un poco.
Mí mandíbula se tensa y sigo caminando hasta llegar a la puerta de su casa, lo espero y enseguida llega a mí lado colocando las llaves y abriendo la misma. Ingreso primero que él.
—¿En serio? ¿Estás molesto por eso?
—pregunta cuando me siento en uno de sus sofá mirando mí teléfono. Tengo algunos mensajes de Lily, en la semana tengo que hacer algunas campañas más.
—¿Y a ti qué te parece?
—¡Ay es que en serio no tienes humor eh!
No es para tanto.—se sienta al frente de mí.
—No quiero hablar.—digo molesto.
—Si vamos hablar.
—¡No quiero Liam!
—¿Sabes cuál es tu problema? Es que toqué tu maldita masculinidad frágil.—sonrie con ironía.
Mis cejas se juntan.—¿De qué mierda de masculinidad frágil hablas?
—¡Lo que escuchas! Porque cuando antes te molestaba con alguna tipa con la que te acostabas o algo así, no te importaba. Incluso te reías. Ahora qué hay un chico de por medio parece molestarte.
—Es que en serio eres una máquina de decir estupideces.—guardo mí teléfono para prestarle atención— Si tuviera esa mierda, ¿Estaría con Charlie ahora? ¿Eh?
Una de sus cejas se eleva con picardía.
—Ah, ¿Entonces tú y Charlie están juntos?
—sonrie.
Niego rápido.—No es lo que he dicho.
—Lo acabas de decir.—vuelve a sonreír—
" ¿Estaría con Charlie ahora? " —imita mí voz levantándose para sentarse a mí lado.
—¿Puedes bajar la voz?
—¡No hay nadie! —avisa, para luego hacer una breve pausa:—¿Qué es lo qué exactamente te ocurre?
Suspiro en grande recargando mí espalda con más comodidad en el sofá. Mí cabeza se acomoda también.—No lo sé, ni siquiera yo lo sé. Estoy... Estoy confundido.
—¿Qué te tiene confundido?
—Todo Liam.—digo rápido— No sé que mierda es lo que me pasa. ¡Es todo muy raro y nuevo para mí! Hasta hace unos meses tenía súper en claro que me gustaban las mujeres y solo las mujeres, ahora no puedo despegarme de un tipo.
Y no es cualquier tipo, es él. Es Charlie, quién supuestamente lo odiaba y él me odiaba. Y ahora estamos así... Así sin...
—pienso mejor una respuesta
—No lo sé.—me paso una mano por el rostro con frustración.
No estoy seguro de si realmente me gustan los hombres, quizás solo me gusta Charlie y ya. O quizás no, quizás también me gusten.
Pero no me veo teniendo sexo con otro tipo que no sea él, tampoco me veo contando mis intimidades a otra persona que no sea él. Es todo tan raro.
—Asi sin poder estar separados uno del otro.—termina por mí.
Lo miro sin decir nada.
Liam sonríe por lo bajo.—Entiendo lo que te pasa. Ya te dije que a mí me pasó algo similar, y es normal. Es normal que tengas dudas, que trates de descubrir que te pasa y todo lo demás. Está bien lo que sientes, y conociéndote me imagino que para ti debe ser el doble de complicado por como generalmente sueles manejarte.
—¿A qué te refieres exactamente con eso?
—A que jamás has estado en una relación con nadie, y sin darte cuenta tú y Charlie pasaron más allá de solo verse para follar. De repente ya no lo quieres solo para eso, de repente necesitas de su compañía, necesitas de él, de sus palabras, de... Todo.
—dice con una voz más suave— Y eso de alguna forma u otra parece preocuparte o algo así, porque no te había pasado esto con alguien más.
Un puto nudo molesto se forma en mí garganta.
—Pero tranquilo cabron. No sobrepienses tanto las cosas. Tú vida es tu vida, y solo tú decides como vivirla. Y con quién...
—remarca.
Suspiro.—¿Puedo ir a ducharme?
—Ve, pero seguimos teniendo una conversación pendiente.—deja unas palmadas en mí hombro.
Sin responder me levanto con rapidez y me dirijo al primer baño que encuentro.
Me deshago de mí ropa abriendo la ducha, cuando está en su temperatura justa me coloco debajo de ella intentando que el agua caliente se lleve un poco mis pensamientos, pero es imposible.
La conexión que tengo con Charlie cada vez es más fuerte, no hay manera alguna de que pueda ocultarlo. ¿Me enoja? ¡Claro que me enoja! En realidad no sé si la palabra adecuada sea esa, pero no estaba en mis planes que esto pase. Supongo que para él tampoco.
¿Pero cómo carajos frenar esto si lo único que quiero es estar a su lado?
Llego a casa. Por suerte hoy tengo el día libre. Lo primero que hago al llegar es buscar a Charlie, pero no lo encuentro.
Suspirando me dirijo a la cocina, Lauren está cocinando.
—Hola.—la saludo sentándome en una de las banquetas.
—Hola Nick.—me responde amable—
¿Se te ofrece algo?
—¿Hay café?
—Claro que sí, ya te preparo uno.
Me entra un mensaje, es Liam.
Liam: " Creo que conseguí el nuevo número del hacker. Espérame un momento "
Al fin una buena noticia.
—Aqui está cariño.—Lauren me deja una taza al frente.
—Gracias.—intento sonreír mientras la agarro.
—¿Hoy tienes que salir? —vuelve a cocinar.
—No.—tomo un sorbo— Lily me dijo que hoy no tengo que hacer nada.
—Bueno, estás últimas semanas no has parado ni un segundo. Eso es bueno.
—responde.
—¿Lauren?
—¿Sí?
—¿Cómo te das cuenta cuando alguien te importa demasiado?
La oigo suspirar, deja de hacer lo que está haciendo y se acerca hasta mí. No sé que carajos estoy preguntando. Estoy hecho un estupido.
—Supongo que si te haces esa pregunta es porque ya te importa, y mucho.—sonrie con dulzura.
—¿Y sí solo estoy confundido?
—Creo que eso solo lo sabes tú cariño.
Tú mismo debes averiguarlo.
Se oyen unos pasos desde el pasillo, Charlie ingresa mirándome. No esperaba verme, enseguida me pongo nervioso como un idiota al tenerlo cerca otra vez. Así que tomo mí teléfono con rapidez evitando su mirada. Lauren nos deja solos y de repente el aire se vuelve tenso.
Lo observo servirse agua en silencio. Creo que notó que estoy algo raro, no es por él. O bueno sí. Pero en realidad solo estoy intentando aclarar un poco mí mente, pero se me hace jodidamente difícil al tenerlo cerca.
No lo veo hace un par de horas y ya quiero preguntarle cómo está, si su hermana está bien, si el imbecil de su padre intentó volver a comunicarse con él. Pero no sé cómo hacerlo, tampoco quiero invadirlo.
Pero este tiempo junto a él llegué a conocerlo tanto que hasta incluso al escuchar su voz o interpretar alguno de sus gestos ya puedo descifrar cómo se siente. Así que busco cualquier excusa para hablarle, y digo lo primero que se me viene a la mente:
—Lauren ya sabe de nosotros.
Podría haber dicho algo mejor.
Su sorpresa es mucha cuando voltea a verme a medio tomar.—¿Qué?
—Como escuchas.—en serio soy un idiota cuando estoy con él.
Olvidé responderle a Liam, así que tecleo una respuesta rápida diciéndole que se apresure. Necesito el contacto ese ya.
—¿Tú le has dicho? —se acerca hasta mí y mis nervios aumentan.
Trato de mostrarme indiferente.—¿Cómo voy a ser yo? Se dio cuenta sola.
Y es la realidad. Creo que ninguno de los dos fue lo suficientemente precavido.
—Muchas personas ya lo saben, ¿No crees?
Necesito escuchar que opina con respecto a esto. Si solo soy yo solo el único imbecil al que le preocupa eso, porque si a él no le interesa puedo mandar al carajo todo y arriesgarme más por él.
—¿Y por qué lo dices en ese tono?
—pregunta algo molesto.
¿Y cuál tono usé? Porque sí fue así no me he dado cuenta. Carajo.
—¿Cuál tono?
—Como si te molestara.—dice rápido. Me entra un mensaje de Liam:
Liam: " Si lo consigo, ¿me chupas la polla oíste? No mentira. Que asco. Bueno, pensándolo mejor... "
El estupido de Liam me hace sonreír.
—¿Podrías mirarme por favor? —vuelve a decir Charlie.
Suspiro bloqueando mí teléfono.
Parece molesto, y yo también empiezo a estarlo. No me gusta tener entredichos con él, y siento que está conversación terminará en eso.
—Nunca dije eso.—esta vez lo miro. Sí, está molesto.
—Pero me lo haces notar.
—No entiendo adónde vas.—me levanto para lavar mí taza. Realmente justo ahora no tengo ganas de discutir con él, si no todo todo lo contrario.
—Hoy a la mañana parece que te molestó que los chicos se hayan dado cuenta que pasamos la noche juntos... —no me molestó. Me sentí incómodo. Cómo cualquier persona a la que escucharon tener sexo, es lo normal ¿no?— Te fuiste con Liam sin decirme nada...
Eso es cierto. Ni siquiera lo saludé ni nada.
No estuve bien, sobre todo después de haber pasado una noche tan jodidamente hermosa. Pero solo estaba preocupado por él, pensando la manera adecuada para poder ayudarlo. A veces actuo tan impulsivamente que no me doy cuenta de las cosas.
—Ahora me hablas algo raro y parece molestarte que personas sepan que estamos follando.—termina de decir sorprendiendome por completo.
—¿Solo follamos? —a esto me refiero cuando digo que entre nosotros un día parece estar todo bien y al otro se viene todo al carajo. Por esta mierda es la que estoy tan confundido y no sé qué carajo hacer.
Charlie me confunde demasiado.
—¿No es lo que está claro entre nosotros?
—me mira directo a los ojos y noto desilusión.
Mí mandíbula se tensa. Me quedo en silencio mirándolo también. No puedo creer que después de todo aún siga pensando que solo lo veo para follar y nada más cuando no es así.
Echo a un lado la servilleta con la que me estaba secando las manos.—Parece que para ti sí.—el enojado ahora soy yo.
Paso por su lado para poder irme porque en este momento no quiero verlo.
—¿Adónde vas? Estamos hablando.
—dice atrás de mí.
Sin voltear respondo:—Tengo cosas que hacer.
Lo que restó del día no quise cruzarme a Charlie, así que solo estuve en mí habitación entrenando para poder despejar un poco mí mente y no pensarlo tanto.
Porque sí, porque estoy ofendido y enojado, sin embargo no dejo de pensar en él.
Quiero que Liam ya mismo me pase ese contacto y poder buscar alguna manera de poder asegurar su bienestar.
Exhalo con fuerza dejando mí mancuerna a un lado. Estoy tan sudado que doy asco.
Me acerco hasta mí botella de agua para dar un sorbo, estoy en mí balcón. Cuando de repente mí teléfono suena con una notificación, está sobre mí cama. Rápidamente cruzo para tomarlo.
Número desconocido: " ¡Hola Nick! Tanto tiempo. Me gustaría volver a verte ☺️ cuando puedas escríbeme, por cierto, soy Sam"
Carajo, pensé que era Liam.
Mis cejas se juntan en confusión.
¿Sam? Abro su foto de perfil hasta que la reconozco. Pero decido no contestar. Frustrado dejo mí teléfono a un lado mientras me dirijo a mí baño para poder ducharme.
Minutos después salgo y me visto, con la esperanza de que Liam al fin me haya hablado vuelvo a tomar mí teléfono. Por suerte tengo un mensaje de él:
Liam: " Costó, pero lo conseguí. Háblale ya. Mirá si al tipo se le ocurre volver a cambiar el número. Contacto: JASON "
Liam tiene razón. Tengo que pensar en frío y hacer las cosas bien, no puedo actuar con tal desesperación y llamarlo o enviarle un mensaje directamente desde mí teléfono personal. Así que me dirijo hacía mí escritorio tomando otro de mís teléfonos, lo enciendo y le envio un mensaje diciendo que preciso de su trabajo. No tarda mucho en responder, le digo lo que quiero y me dice que en breve me pasa la información.
Antes de que ya pida dinero, le envío una gran suma para que se entusiasme y me haga el trabajo rápido. DICHO Y HECHO.
En menos de media hora me envía lo que quiero y agradece el dinero. Abro el archivo:
Mis nervios hacen acto de presencia leyendo todo con claridad. La cárcel en dónde está es en la ciudad. Y está cerca...
Es una de las cárceles en dónde los presos suelen hacer lo que quieren. No entiendo cómo carajos fue a parar ahí, debe estar en una con más seguridad. Por eso ese cabron tiene la capacidad de probablemente hacer lo que se le plazca desde atrás de las rejas.
Pero al leer lo último me relajo un poco cuando el tal Jason me asegura que su condena es por muchos años más, que aún sigue preso y que además pidió libertad condicional pero se la negaron.
Básicamente lo que se merece el hijo de puta.
De todos modos no puedo relajarme del todo. Esa cárcel está cerca. Está cerca de Charlie, ¿Qué pasa si ese cretino se escapa o algo así? ¿Si acá afuera tiene a personas trabajando para él? Matones como él tienen contactos por todos lados.
Nuevamente mí impulso habla por mí. Tomo mí teléfono para poder irme, salgo de la habitación con rapidez cuando la voz de mí mamá me detiene en el pasillo:
—Nick...
Volteo a verla.—¿Qué pasa? Estoy apurado.
—¿Adónde vas con tanta prisa?
—se acerca hasta mí con una carpeta en la mano.
—Tengo algo que hacer, ¿Pasa algo?
—pregunto con cansancio.
Suspira sacándose sus lentes de leer:
—Estoy organizando la lista de invitados para mí cumpleaños. Aún no sé si hacerlo aquí en casa o en algún salón...—sonrie levemente.
Había olvidado por completo su cumpleaños.
—Okey.
—Ademas de Liam, ¿Quieres que invite a alguien más? —pregunta en un tono sutil.
—No lo sé mamá, eh... —suspiro— Ahora no puedo, ¿Sí? Tengo que irme, no sé si volveré a cenar.—volteo caminando rápidamente.
Al salir de casa en mí auto, apreto con fuerza el volante dándome cuenta lo mal que le hablo siempre a mamá. Por supuesto no me gusta, pero no puedo evitarlo. No puedo perdonarla... No puedo olvidarme.
Una lágrima se desliza por mí mejilla, pero la limpio con rapidez. Tengo que detener un momento el auto para respirar un poco.
Mis ojos se cierran. Y la cara de decepción de mamá cuando recién me estaba hablando de su cumpleaños y no le hice caso me vuelve a invadir... Trato de dejar eso a un costado. No puedo permitirme estar mal por ella.
Suspirando en grande vuelvo a encender el auto para dirigirme a casa de Charlie, decidido a decirle que se venga a vivir conmigo. No pienso dejarlo solo con ese criminal tan cerca.
#ACTUALIDAD.
Charlie me mira de arriba a abajo sumamente sorprendido por lo que acabo de proponerle.
—¿Qué? —es lo único que suelta.
—Que se vengan a vivir conmigo. Te dije que no iba a dejarte solo...
—vuelvo a repetir dando a entender mis razones.
Suspira mirando un momento hacía abajo mientras asiente. Luego vuelve a mirarme:—¿Qué has hecho? Nick... —se pasa una mano por la nuca con nerviosismo— Te he dicho que no te entrometas de más en todo esto porque no quiero que me veas con lástima o que...
—Charlie por dios.—me acerco un poco— Yo no te veo así.
—¡No quiero ser una puta carga para nadie! Por eso mismo no quise hablar de esto con nadie y...—comienza a decir exasperante.
—¡Es que esto ya no se trata solo de ti!
Ni de tu dignidad ni nada.—digo con seriedad— Está tu hermana de por medio.
Está vez me mira en silencio sin decir nada. Sus ojos se cristalizan.
—He visto en tu mirada el miedo que tenías cuando me abriste la puerta...—susurro porque su hermana está a unos pasos—
Probablemente se te habrán cruzando mil cosas en la cabeza, ¿Te parece vivir así? ¿Con este miedo?
—¿Y por eso tengo que escaparme y dejar mí casa por ese maldito de mierda? —una lágrima se desliza por su mejilla.
—No es escaparte, es ser inteligente.
—digo rápido— ¿Qué pasa si tú padre sale de la cárcel y viene a buscarlos? ¡Está era su casa! ¡Será al primer lugar que venga! Dime, ¿Qué harás? ¿En dónde vas a esconder a Chloe para que no lo vea y él tampoco a ella?
Sé qué estoy yendo al hueso y siendo duro. Pero necesito que entienda las cosas y las vea desde otro punto de vista. Necesito que reaccione.
Más lágrimas se descienden por su mejilla.
Me acerco un poco más y con temor a que me rechace por lo molesto que estuvimos hace unas horas coloco una de mis manos sobre su mejilla. Me alivia cuando recarga un poco su rostro sobre ella.
—¿Por qué haces esto? —pregunta con la voz débil.
—Porque no quiero que te pase nada.
—digo limpiando una de sus lágrimas— Porque... Porque me muero.—suelto sin pensar.
Sus ojos me miran con más atención, sorprendido por lo que acabo de decir. Incluso yo lo estoy.
—Porque no quiero que les pase nada.
—me retracto enseguida— Tu hermana no se merece esto tampoco.
Noto como traga saliva con fuerza y suspira mientras se aleja un poco de mí. Y sí, la volví a cagar.
¿Por qué me cuesta tanto? ¿Por qué me cuesta tanto ser sincero con él?
—Es... Es demasiado Nick. No puedo ir así como así a tu casa, ¿Qué va a decir tu mamá? ¿Qué le digo a Chloe? —susurra lo último.
Niego rápido.—No iremos a la casa de mí mamá. Los llevaré a mí casa, a la de mí padre. Ahí estarán bien.
Me mira aún más sorprendido.—¿En serio?
Asiento.—Ahí estarán seguros.
—¿Y cómo voy a ser con el alquiler? No puedo perder mí casa.—suspira— Pasa.
—me abre la puerta e ingreso.
Cuando la cierra voltea a verme y quedamos algo cerca. Enseguida se aleja sentándose en su sofá.
—De eso me ocupo yo.—le digo.
Me mira desde su lugar, niega rápido.
—No Nick. Ya demasiado lo que quieres hacer, no puedo pretender también que te hagas cargo de eso.
Suspiro.—Solo déjate ayudar.
No dice nada mientras termina de limpiarse las lágrimas. A pasos lentos me acerco y me siento a su lado, ambos mirando hacía el frente.
—¿No crees qué ya hiciste demasiado?
¿Y qué ya es hora de que te dejes ayudar?
—No sé que significa eso.—suelta— Siempre pude solo.
—Pero ahora no estás solo. Hay mucha gente a la que le importas.—esta vez siento su mirada, también lo miro.
—¿A ti te importo?
No me sale decir nada. Soy un maldito cobarde de mierda.
—Por favor respóndeme.—pregunta acercándose más— Nick necesito saber que te pasa para no hacerme mierda.—dice con la voz sumamente vulnerable
Está vez le presto más atención, su mirada me delata tanta preocupación que me hace preocupar a mí en un segundo.—No...
—trago saliva con fuerza— No entiendo adónde quieres ir.—vuelvo a evitar su mirada.
Me sorprende cuando una de sus manos toma mí rostro con delicadeza para que pueda mirarlo a los ojos. Mis pulsaciones se aceleran enseguida cuando su mirada suave se enfoca en la mía. Su tacto sobre mí piel me estremece en un segundo.
Se acerca y me deja un suave beso sobre los labios. Cuando se separa no se aleja, se queda ahí, cerca. Aún con su mano sobre mí mejilla, pero acariciando con sutileza.
—El que necesita saber que pasa soy yo Charlie...—suelto sin pensar— Porque creo que me pasa todo contigo.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 40.
~~~
NOTA DE AUTOR/AR: Perdón la demora!! Hola hermosxs!!! Buenoooo, ¿se viene convivencia o no? Yo creo que sí. O no sé, veremos cómo lo manejan ellos. Lo que si está seguro es que ambos ya no saben cómo ocultar lo que pasa, ¿No? 🥹🥹🥹🥹 Aaaaa es que en serio se vienen COSITAS. Confíen. Muchísimas gracias por el apoyo y tan lindos comentarios 💖💖💖💖 los valoro tanto. Gracias por leer, besossssssss
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top