25. | Te Siento Más Cerca |
•Capítulo 25.
~Narrador: Charlie.
Me despierto estirandome suavemente. No quiero despertar a Nick, que por supuesto duerme plácidamente a mi lado.
Lo observo un momento, es tan lindo.
Anoche después de ese:
" Me vuelves loco " De su parte, me hizo sentir un cosquilleo en el estómago enorme. No dudé demasiado en volver a tirarme encima suyo para besarlo. Besarlo y volver a pasarlo bien con él.
Específicamente tres veces más, o no lo sé, perdí la cuenta.
La cosa es que me siento muy bien. Y no solo por ese lado... Me siento bien al estar aquí. Con él. Que me haya permitido poder estar acá, que se haya desahogado conmigo, que pudo abrirse y contar su historia. Esa herida que tanto le cuesta cerrar.
Me coloco de lado para poder mirarlo mejor. Se ve tan tranquilo, respirando suavemente...
—Deja de mirarme como un psicópata.—suelta de repente sin abrir los ojos.
Me toma tan por sorpresa que me quedo en silencio, nivel tieso.
Sonríe levemente aún sin abrir los ojos.
—Eres un idiota. No estaba mirándote.—miento.
Esta vez abre los ojos y mueve su cabeza para mirarme.—¿Ah no? ¿Y qué veías? —pregunta irónico.
Observo detrás de él.
—El hermoso sol de la mañana.—miro hacia la ventana.
Nick suelta una muy leve risa entre dientes.—Eres pésimo para mentir.
Volteo los ojos.—¿Hace cuanto que estás despierto?
—apoyo mi codo sobre la almohada mientras me sostengo la cabeza.
Se estira en su lugar.—Hace unos minutos, escuché un ruido...—mueve su cuello de un lado a otro, luce relajado.
—¿Qué ruido? —digo rápido y ya asustado.
—No lo sé...—su ceño se frunce— Pero fue un ruido algo fuerte.
—¡Nick no jodas! —me siento sobre la cama cubriendome con las sábanas— Se supone que estamos solos.—miro hacia la puerta y rápidamente vuelvo a mirarlo—¿Qué escuchaste exactamente?
Cierra uno de sus ojos mientras me mira.
—A mi estómago pedir por comida. Muero de hambre.
—¡Assssssh! ¡Eres un idiota!
—agarro un almohadón y se lo tiro encima.
Ríe levemente.—¿Soy yo o te asustas por cualquier cosa?
—esquiva mi almohadón.
—No.—miento volviendo acostarme mientras le doy la espalda.
No pasa mucho para sentir sus manos sobre mi cintura acercandome por completo a su cuerpo. Siento como sus labios se acercan a mi oído.
—¿Bajamos a desayunar?
—pregunta dejando ahora un beso sobre mi cuello.
Por dios.
—¿Harás algo tú? —pregunto cerrando los ojos cuando siento su mano bajar.
Siento como niega mientras muerde el lóbulo de mi oreja.—Sabes que apenas sé prender la cocina.
Me toma por sorpresa cuando su mano acaricia mi miembro.—Que vergüenza.
—digo en ironía mordiendo mis labios.
—Pero si sé hacer otras cosas.
—ahora deja un beso sobre mi hombro mientras me voltea y rápidamente baja hacia abajo.
—Nick...—suelto un gemido en cuanto su boca hace contacto con mi miembro.
Hermosa manera de arrancar la mañana.
~Narrador: Nick.
Estamos en la cocina.
Estoy sentado en una de las banquetas mientras observo a Charlie preparar el desayuno.
Sí, me siento un inútil.
Mil veces intenté aprender a cocinar, pero siempre hubo alguien que lo hacía por mí y no me lo permitía.
Tomo mi teléfono y tengo varios mensajes y llamadas perdidas. La mayoría son de mi mamá, otras de Liam y también de Lauren. Decido no contestar a ninguno y dejar el teléfono a un lado.
Quiero estar acá.
Concentrado aqui.
No sé cómo explicar lo que me está pasando por el cuerpo en este momento.
Por el cuerpo... Por la cabeza... Y por lo que a mí me pasa. Y en todo eso está él.
Jamás me hubiera imaginado poder abrirme con mi historia con alguien.
Es algo tan íntimo para mí, tan cuidado que lo tengo, tan para adentro. Que siempre preferí dejarlo ahí.
Pero con Charlie... No lo sé, me inspira una especie de comodidad, de relajación, de confianza... Siento que él no me juzga, y es raro en parte. Es muy raro. Partiendo por el hecho de como empezó todo entre nosotros.
Y de como sigue aún.
No somos nada, pero a la vez...
¿Por qué siento esto que me hace no querer tenerlo lejos nunca?
Esto de... Querer tenerlo cerca, muy cerca.
Anoche en cuanto me acompañó en todo momento me sentí tan cuidado, tan escuchado, tan acompañado.
Y no recuerdo la última vez que me sentí así de completo.
—¿Me pasas algún plato?
—pregunta de repente sacandome de mi nube de pensamientos.
—¿Qué?
Voltea a verme.—¿Sabes lo que es un plato no? —dice irónico.
Chasqueo la lengua y me levanto yendo hacia el sector de los utensilios. Agarro dos y me acerco hasta él dejandolos a su lado.
Observo lo que prepara frunciendo el ceño.
—¿Qué es?
Enseguida me mira.—Sé que le falta un poquito pero...
¿En serio no sabes que es?
Volteo los ojos.—Estoy preguntando, ¿no?
Ríe levemente negando con la cabeza.—Huevo revuelto. Ya casi está. No hay mucha mercadería aquí, así que encontré huevos y bueno...
—dice moviendo una especie de cucharón de un lado a otro— ¿Te gusta no?
Asiento.—Con el hambre que tengo me da igual.
—Lamento que no sean los grandes desayunos que te hace Lauren...—sonríe mientras sigo viendo como revuelve sin parar.
—¿Y eso para qué es?
—pregunto curioso.
Charlie vuelve a mirarme.
—Para que se termine de cuajar por completo.
Y obviamente terminé de estar cocido.
Asiento levemente.
—¿Quieres hacerlo?
—pregunta de repente señalandome con ese cucharón— Ya casi está.
—No quiero quemarme. Tengo que cuidar de mi piel.
—digo arrugando la nariz.
—Ay Nick, ¿cómo te vas a quemar? Por algo lo estás haciendo con la espátula.
—se corre un poco y me lo pasa, me coloco frente a la cocina, específicamente a la sartén— Vamos.—me anima.
—¿Y qué hago?
Charlie sonríe.—Solo mete la espátula y mueve lo que hay ahí.—señala.
—¿Y sí me quemo?
—Que no vas a quemarte.
—echa a reír— Vamos.
Así ya lo servimos.
Suspiro en grande y con cuidado coloco el cucharón sobre la sartén, comienzo a revolver moviendo y juntando el contenido.
—¿Así está bien? —pregunto sin dejar de revolver.
—Sí, perfecto.
Sonrió levemente moviendo con más fuerza la cuchara.
—¡No, no! —dice rápido— No lo hagas con tanta fuerza.
Así como estabas haciendo recién esta bien.—indica con suavidad.
Asiento y vuelvo a hacer lo que me dice.
—¿Así? —esta vez lo miro.
Vuelve a dedicarme una sonrisa.—Perfecto.
Minutos después estamos desayunando juntos.
Mientras lo hacíamos hablábamos de cualquier cosa al azar. Bueno, más bien era él quien más hablaba.
A mi me gusta desayunar en silencio, generalmente me gusta estar en silencio.
Pero no me molesta escucharlo.
—Qué lástima que no había frutas. Hubiera quedado más delicioso.—dice cuando ya terminamos y se levanta tomando nuestros platos y vasos.
También me levanto.
—Déjalo. Yo lo hago.
—digo sin pensar.
Charlie me mira sorprendido con los platos sobre las manos.
—No me cuesta nada.—dice.
—A mí no me cuesta nada.
—digo acercandome mientras le retiro con cuidado los platos de las manos—
Me hiciste el desayuno, mínimo debo lavar los platos.
Me acerco hasta él fregadero dejando las cosas ahí. No sé que cosa tomar primero, pero enseguida siento la presencia de Charlie detrás de mi.
—Abres el grifo para que el agua corra y termine de quitar los restos que quedaron.—indica con voz suave.
Asiento levemente y lo hago.
Ahora está a mi lado, lo miro un segundo y parece sonreír levemente.
—¿Te estás burlando?
—¡No he hecho nada! —ríe levantando sus manos en señal de inocencia— Ahora cierra el grifo, no hay que desperdiciar agua.
—¿Y entonces cómo lavo esto sin agua? —me quejo.
Vuelve a sonreír.—Tienes que lavar todo primero, y a lo último le echas agua.
De esa forma estás ahorrando y no desperdicias. Me cae mal la gente que lava los platos sin cerrar un segundo el grifo y perdiendo agua en vano.
—¿Y cómo hago eso?
Vuelve a sonreír mientras toma una botella de detergente, agarra la esponja y echa un poco encima. Me la deja en la mano.
—Ahora lava. Mejor dicho, friega.
Con cuidado tomo el primer plato, y comienzo a pasar la esponja encima.—¿Así?
—Así muy bien, tómalo con fuerza. Que no se te caiga.
—vuelve a indicar.
Me entretengo bastante lavando las cosas. Y como que le voy agarrando mano.
Me entusiasmo como un idiota, cuando termino me pongo a enjuagar todo.
Y recuerdo una vez ver a Lauren secar las cosas, así que busco con mi mirada algo para secar.
—Deja, no es necesario.
—dice Charlie de repente. Quien estaba en absoluto silencio mirando lo que hacía.
—¿No hay qué secar?
—Sí.—dice mirándome de arriba a abajo.
—¿Entonces? —pregunto curioso.
Se acerca rápido.
—Son solo pocas cosas, deja que se sequen solas.—agarra los platos y algunos vasos y las ubica a un lado.
—Ni se te ocurra hacer mención de esto a nadie.
—digo secando mis manos.
—¿El qué? —echa a reír.
—Que aprendí a lavar los platos con diecinueve años.
—digo mientras me coloco sobre la mesada.
Charlie hace una mueca quedando de frente a mí.
—Interesante.
—¿El qué?
—Podría extorsionarte otra vez.—dice con ironía acercándose a mi.
—No serías capaz.
—¿Por qué no? —ya está bastante cerca de mi otra vez.
Eso me hace poner nervioso.
—Porque no.—no puedo evitar mirar sus labios.
—¿Sabes una cosa?
—se termina de acercar por completo colocando sus brazos sobre la mesada.
Dejándome en medio.
—¿Qué? —trago saliva con fuerza.
—Te veías muy muy bien lavando los platos.
No puedo evitar sonreír por lo bajo.—¿Ah sí?
Asiente relamiendo sus labios.—Te veías... —vuelve a mirarme de arriba a abajo— Sexi.
—Mírate tú. Con razón tanto silencio de tu parte y...
—sus labios van hacia mi cuello.
—¿Y qué? —dice entre besos chupando con fervor una zona. Quizás dejando una marca.
Es increíble lo que provoca en mi en un puto segundo.
Rápidamente tomo su rostro en mis manos. Charlie sonríe.
—Arrodillate.—pido ya dejándome llevar por lo que estoy sintiendo.
Las manos de Charlie van hacia mis pantalones chándal. Específicamente hacia mí excitación, que ya se nota por de más. Deja una caricia mientras me hace soltar un jadeo por lo bajo.
—Ni siquiera tienes que pedirlo.—dice rápido dejando un suave beso sobre mis labios.
Minutos después me hace ver estrellas mientras me hace un estupendo sexo oral contra la mesada de la cocina. Mis gemidos pueden oírse por toda la casa.
Charlie sabe muy bien lo que hace.
Y nadie lo hace como él.
—Así... sí...—digo llevado por la lujuria tomando su cabello.
Estoy a punto. Charlie lo nota así que comienza a hacer movimientos más rápidos, también a mover su mano.
Carajo... Segundos después exploto. Y lo más delicioso fue que lo hice en su boca.
Charlie sonríe satisfecho mientras se limpia por completo y se levanta.
Se acerca a mí.
—Tú también eres jodidamente delicioso.
Y te odio por eso.—deja otro suave beso en mis labios.
—Tú no me odias.—lo tomo por el cuello aún con la respiración sumamente alborotada para volver a besarlo.
—Sí, lo hago.
—dice entre besos.
Niego mordiendo su labio inferior.—Tú y yo sabemos que no es así.
—¿Y cómo es entonces?
—vuelve a besarme rodeando sus brazos sobre mi cuello.
Lo agarro de la cintura acercandolo por completo a mi.—Así.—lo beso con desesperación.
Y sí, volvimos a subir a la habitación para volver a estar juntos.
Definitivamente así se arranca un buen día.
~Narrador: Charlie.
—¿Y qué es lo que más te gusta hacer? —le pregunto.
Estamos acostados en su cama, desnudos. Y un poco agotados. Mi mano está sobre su espalda, acariciando.
Él está boca abajo con los ojos cerrados.
—Tener sexo.—responde.
—Idiota...—digo sin dejar de acariciarlo.
Noto como sonríe por lo bajo.
—No sé a que te refieres con eso.
Me encojo de hombros.
—Que te gusta hacer, no lo sé, pasatiempos y esas cosas.
Si es que tienes.—hago círculos con mis dedos en su espalda.
Nick abre los ojos.—Dibujar.
Escuchar música, mirar películas, caminar en la playa...—suelta sin titubear.
—¿Y por qué no te veo haciendo ninguna de esas cosas?
—Las hago.—dice rápido, pero noto que miente.
—Yo no veo que las hagas.
Solo te veo siempre enojado, frustrado, odiado con el mundo... E intentando ser famoso.
Nick me mira. Suspira levemente mientras está vez se mueve y se coloca boca arriba, mirando hacia el techo.
—Es lo que tengo que hacer.
—dice.
—¿El qué? —lo miro atento.
—Ser actor.
Mi ceño se frunce.
—¿Por qué?
—Porque es lo que me gusta.
—dice sin más.
Lo miro en silencio un momento. Analizando sus facciones, pero está neutral.
Como no queriendo mostrar algo de más.
—¿Y por qué cuando te pregunté que te gusta hacer mencionaste tantas cosas y en ninguna de ellas dijiste actuar? —pregunto con sutileza.
Esta vez me mira.—Eres rápido.—dice con ironía.
—Un poco.
Él suelta un suspiro de relajación, su mano se extiende hacia mí y con uno de sus dedos acaricia con suavidad mi mejilla.
—No tienes que saber tanto.
¿Qué es lo que aún esconde?
¿Aún hay más de él que saber?
¿Y por qué tengo la necesidad de querer saberlo todo?
Pero no de chismoso ni nada de esas estupideces.
Si no porque... Me importa.
Me importa saber de él, me importa saber que le ocurre, y por sobre todas las cosas...
Quiero ayudarlo.
Un teléfono comienza a sonar de repente, lamentablemente es el mío. Suspirando me muevo y estiro mi brazo sobre la mesa de luz para tomarlo, observo la pantalla y es Sarah.
—Es tu mamá.—mi ceño se frunce.
Nick no dice nada, llevo el teléfono a mi oído y atiendo:
Yo: Hola Sarah.
Sarah: Hola Charlie, ¿cómo estás? Disculpa que te moleste.
Yo: No pasa nada, no es molestia... ¿ocurre algo?
Sarah: Sí es... Es Nick. Estoy preocupada por él, no contesta mis llamadas ni mis mensajes y... —suspira— Estaré fuera de casa algunas horas. Tengo trabajo y...
Y quiero llevarle rosas a mi esposo.
Enseguida miro a Nick.
Él sólo está mirando hacia arriba mientras mueve su cuello de un lado a otro.
Supuestamente yo no sé nada de la historia así que tengo que fingir demencia ante Sarah.
Sarah: Quería saber si puedes venir a casa, ¿a quedarte con Alexander? Él no... no quiere ir. No puedo obligarlo.
Yo: Es... está bien.
Yo enseguida voy. No sé preocupe.
Sarah: ¿No estás ocupado verdad? No quiero molestarte. Es sábado.
Vuelvo a mirar a Nick.
Yo: Está bien, en un rato estoy por ahí.
Sarah: Muchísimas gracias Charlie...—vuelve a suspirar— Necesito pedirte otro favor enorme.
Yo: Dígame.—digo mientras me levanto y comienzo a buscar mi ropa.
Sarah: ¿Chloe podría venir contigo? ¡Si es que quiere obvio! No está obligada... Cuando estuve recién con mi hijo me dijo que le gustaría que ella viniera, se ve que se hicieron amigos.
Sonrió levemente ante eso recordando cuando Leía me dijo que ese pequeño diablillo estaba enseñándole a leer. Me impresiona que Chloe haya accedido.
Yo: Le preguntaré si quiere.
Pero estoy seguro que sí.
—comienzo a vestirme.
Sarah: Muchísimas gracias Charlie. Por supuesto te pagaré el doble.
Observo a Nick, quien ahora se sentó colocando su espalda sobre el respaldo.
Yo: ¿Puedo hacerle una pregunta?
Sarah: Claro, dime.
Yo: ¿Intentará ubicar a Nick para ir al cementerio juntos?
Enseguida él me mira.
Como dije, tengo que ser cuidadoso. No sólo porque Sarah no sabe todo lo que sé, si no también porque no sé cómo reaccionará Nick.
Sarah: Es lo que deseo cariño.
—suelta un gran suspiro—
Es un tema algo delicado...
—suelta con la voz algo afectada.— El año pasado el apareció al otro día de su cumpleaños.—suspira—
Lo esperaré, estoy segura que vendrá. Por eso necesitaba asegurarme que tu vengas aquí.
Yo: No sé preocupe por eso. Nos vemos en un rato.
Adiós Sarah.—cuelgo y termino de vestirme.
Observo a Nick que mira hacia adelante sin decir nada, su mandíbula está algo tensa.
Inhalo profundo y me acerco un poco a la cama.
—¿I... Irás con ella?
Silencio.
—¿O prefieres ir tú solo?
—pregunto con cuidado.
Nuevamente no dice nada.
—Nick sé que esto es muy difícil para ti.
—digo con suavidad—
Pero... seguramente también lo debe ser para tu mamá. También para Alexander.
—me siento en la cama a su lado— Ve con ella, le hará bien a ambos.
Otra vez silencio.
Estiro mi brazo con cuidado y tomo su mano.
—Y vuelve a casa... Necesitas estar con los tuyos. No te quedes aquí solo, por favor.
Traga saliva con fuerza mientras cierra los ojos un momento.
—De... debo irme.—lo miro, esperando alguna respuesta o algo de su parte. Sin embargo no hace nada— Adiós.—digo haciendo una mueca dejando una suave caricia en su mano.
Me levanto de la cama guardando mi teléfono, me acerco hasta la puerta cuando siento su voz:
—Charlie...
Volteo enseguida a verlo.
—¿Sí?
—Gracias.—dice con sinceridad pero sin mirarme.
—No tienes que agradecer nada.—también respondo sincero, luego de eso salgo de la casa.
—Están viendo Disney Channel...
—avisa Lauren ingresando a la cocina— Escuché a Alexander quejándose de que quería ver algo de terror.
Sonrió ante eso mientras le doy un sorbo a mi té, Lauren va hacia la cocina.
Llegamos hace dos horas.
En cuanto volví a casa y le dije a Chloe de venir aquí accedió enseguida. Cuando le devolví el auto a Cody, mi amigo me invadió de preguntas sobre que fue lo que hice. Preferí hacerme el tonto.
—¿Cuando vuelve Leía?
—Ya está en camino cielo.
—responde Lauren.
—Ay que bueno...—vuelvo a tomar de mi té—¿La señora Sarah aún está en la casa?
Lauren suspira.—Sí, espera por Nick. Pero sinceramente no creo que venga.
Yo tampoco. Y me da mucha pena.
Media hora después Leía ya está en la casa. La abracé como si se hubiera ido un mes.
—Estás preciosa mi nena.—le dice Lauren—¿Cómo está tu padre?
—Gracias mamá.—sonríe ella tímida— Y está muy bien, te envía saludos.—deja algunas bolsas sobre la mesada.
—¿Qué es eso?
—pregunto curioso.
—Fui a la feria y compré algunos regalos.—sonríe levemente— Mamá este es para ti.—le pasa una bolsa.
Lauren se limpia las manos con el delantal y se acerca.
—Cariño, no me gusta que gastes en mí.
—Te lo mereces.—vuelve a sonreír.
Lauren toma la bolsa con timidez y saca de ella un lindo abrigo. Enseguida sonríe ampliamente.—Está hermoso mi amor.
—Es tejido como a ti te gusta.
Lauren se acerca y deja un beso al costado de su frente.—Gracias hija.
Sonrió ante eso. Y me llevó una sorpresa cuando Leía deja una bolsa adelante de mi.
—Y este es para ti.
Mi ceño se frunce.—¿Me compraste algo?
—Espero te guste.
Sonriendo ampliamente me levanto y abro la bolsa con cuidado. Retiro de adentro una chaqueta y unos jeans.
Enseguida la miro.
—Esto te habrá salido muy costoso...
Niega rápido.
—No te preocupes.
—Ay Le, muchas gracias.
—sonrió nuevamente acercandome a ella para abrazarla.
—No es nada.—me corresponde el abrazo.
Lo cierto es que generalmente no tengo demasiada ropa de invierno, es bastante costosa. Y este último tiempo con el sueldo de aquí que me ayuda bastante solo lo utilizo para pagar las cuentas y por supuesto en comprarle ropa a Chloe. Sobre todo ahora que hace mucho frío.
—También le traje algo a Chloe.—sonríe cuando me alejo de ella y observo lo que me regaló, está hermoso—
¿en dónde está?
Lauren ya se colocó el abrigo.—Tendrás que dárselo después cariño, Chloe está con Alexander en el cuarto de cine. Están viendo una película.—voltea para cocinar.
Leía me mira y enseguida abre los ojos en grande.
Yo le elevo mis dos cejas en picardía. A todos nos sorprende que se estén llevando bien.
Una hora después Lauren salió de la cocina para hacer otros quehaceres de la casa.
Leía me cuenta que tal la pasó esos días con su papá.
—¿Y hablaste con Liam? Tengo entendido que desde ese día en la discoteca no se ven.—pregunto elevando una de mis cejas.
Leía enseguida se sonroja colocando un mechón de pelo detrás de su oreja.
—Hablamos todos los días por llamada.
Mis ojos se abren en grande.
—¿Qué?
Asiente rápido y se cubre la boca.—Hasta a mi me sorprende.
Echo a reír por eso.
—¡Eso es fantástico! Se ve que lo dejaste loquito.
—Ay Charlie...—se vuelve a poner colorada mientras me mira expectante.
—¿Qué pasa?
—Es un poco personal pero necesito compartirlo con alguien.—dice entusiasta tomando su teléfono del bolsillo, teclea algo y antes de mostrarme dice:—No digas nada eh.
Río.—¿Qué pasó?
—Me envió esto anoche.
—desliza el teléfono por la mesa y mira hacia otro lado nerviosa.
Agarro el teléfono y es una conversación con él. Pero hay un mensaje destacado que es él que quiere que lea: " Me gustaría volver a besarte ya "
Chillo ante eso. Leía sacude las manos para que haga silencio.
—Dame aquí.—pide nerviosa.
Suelto una risita y se lo paso.—Míralo... ¿y tú qué le respondiste?
Vuelve acomodarse el cabello.—Nada.
—Vamos Leía...
Me mira y sonríe con timidez por lo bajo.—Que... yo también.
—Efectivamente nació un ship.—sonrío hacia ella.
Nos quedamos unos momentos más conversando.
Hasta que lo pregunta:
—¿Y qué pasó con Nick?
—susurra por lo bajo.
Por supuesto ella sabe todo lo de mi plan de ir a verlo. En resumen le conté todo, bueno, algunos detalles no era necesario. Pero le conté todo. Y algunas cosas preferí omitir por respeto a Nick.
—Es realmente impresionante que te haya contado su historia, que pasó la noche contigo, que se abrió a ti... ¿eres consciente de eso?
—sonríe sutilmente.
Me quedo en silencio recordando los lindos momentos que pasamos.
—¿Y aún dudas de que él gusta de ti? Es más que obvio.
—Pero no me lo dijo.
—¿Y tú se lo dijiste?
—inquiere.
Buen punto.
—No.—gruño por lo bajo ocultando mi rostro.
—Cuanta terquedad se respira por el aire de parte de ambos.—dice Leía en un cantito irónico acariciando mi cabello.
Suspiro y está vez la miro.
—Hay algo que me preocupa.
—¿Qué cosa?
—Él.
Leía me presta más atención.
—Le, ese chico necesita ayuda. Mucha ayuda. Y lo que él cree que es bueno para él y desahogar su dolor en sexo, fiestas, alcohol y drogas...
Leía abre los ojos en grande.—¿Nick se droga?
Carajo.
—La cosa es que... Necesita ayuda. Todo eso que hace no es una salida para él, debe entenderlo. Necesita hacer un tratamiento, no lo sé, ver un psicólogo o algo. Pero lo necesita.—afirmo.
—Estoy de acuerdo.—dice rápido.
—¿Pero cómo va acceder a eso si no se deja ayudar?
—pregunto preocupado—
Si ni siquiera permite que su madre se acerque...
E increíblemente en ese mismo momento unas voces se escuchan en la sala.
Con Leía nos quedamos en silencio intentando escuchar, hasta que reconozco su voz.
Es Nick.
Rápidamente me levanto y camino fuera de la cocina.
Leía me sigue sin entender.
Quedándonos a un costado y sin ser vistos, Nick ingresa más a la sala diciéndole no sé que cosa a Sarah. Quién ella de repente rompe en llanto.
—Por favor hijo...—le súplica ella.
Y me llevo una gran sorpresa cuando Nick se acerca del todo y se abalanza sobre ella para abrazarla.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 26.
~~~
NOTA DE AUTOR/AR: AAAAAA que subidones de emociones encontradas andan teniendo los caps no? ACÁ HAY DE TODO.
Y confíen en mí cuando les digo que sí, que vieron varias cosas, PERO AÚN TOOOOODO LO QUE FALTA 🙊🧏♀️💗 chan.
Muchas gracias por su apoyo y sus hermosos comentarios, los valoro mucho.
Gracias por leer, besossssssss
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top