2. | Nuevamente, Él. |
●Capítulo 2.
•Narrador: Nick
Me despierto con bastante dolor de cabeza. Inhalo profundo mientras me siento en mi cama y agarro mi cabeza con las dos manos. Necesito un analgésico.
—¿Te sientes bien? —pregunta alguien al frente de mí.
Levanto mi mirada para ver a la chica que se acostó conmigo anoche, sale ya vestida de mi baño mientras se acomoda el cabello.
—Sí, solo me duele un poco la cabeza.—retiro las mantas de encima de mí y me levanto buscando mi ropa interior.
Observo como se acerca a su bolso de mano y agarra algo.—Ten.—estira su brazo para darme un analgésico— Te hará bien.
Lo agarro con desconfianza.
—Gracias... —mis labios hacen una mueca.
—Sam.—termina por mi sonriendo levemente mientras me recuerda su nombre.
No digo nada, solo hago un leve asentimiento con la cabeza.
—Bien, debo irme.—se coloca su bolso—¿Por dónde debo salir?
—Te acompaño.—digo con pereza.
Abro la puerta de mi habitación, salimos y tengo la mala suerte de encontrarme JUSTO AHORA a mi mamá.
Suspiro.—Lauren... —llamo a la mucama que está unos pasos más adelante limpiando unos cuadros, ella se acerca rápidamente— ¿Podrías acompañar a...
—Sam.—vuelve a decir.
—A Sam hasta la puerta.
—termino de decir observando a mi mamá, quien ahora me mira con los brazos cruzados.
—Claro.—contesta Lauren.
Sam solo me mira y sonríe, pasa por al lado de mi mamá:
—Un gusto conocerla señora Nelson.—dice nerviosa y rápidamente camina junto a Lauren yéndose con ella.
—Volveré a dormir un poco más, me explota la cabeza.—digo y volteo para dirigirme nuevamente a mí habitación.
—¿Adónde creés que vas? —suelta atrás de mí.
Volteando los ojos giro para verla.—¿Qué pasa?
Se acerca más.—¿Cómo "¿Qué pasa? ¡Nicholas! ¿Qué te he dicho sobre estas cosas? —me regaña.
—¿Tener sexo?
—Por dios.—se cubre el rostro un momento— ¡Te he dicho un millón de veces que no puedes traer chicas aquí! ¡Respeta un poco esta casa!
—Todo lo que hice lo hice de las puertas de mi habitación para adentro, ¿qué tiene de malo?
Niega de manera muy seria.
—Tu hermano está por aquí, realmente te la pasas continuamente faltando el respeto a todo el mundo.
—¿Algo más?
Suspira y solo se queda en silencio mirándome de mala manera.
—Sabes que no puedes traer a quién se te dé la gana aquí, es peligroso. La gente habla y habla.
No nos conviene.
—Sí, lo tengo clarísimo. —escupo con frialdad.
Mamá frunce el ceño mirándome algo ofendida y seria.
—Me explota la cabeza en serio, ¿tienes algo más para decir?
Se cruza de brazos.—Me imagino, ¿anoche volviste a beber no? ¡Nicholas debes parar un poco por favor! —eleva un poco su voz.
Solo me quedo en silencio adoptando una actitud desinteresada.
Mamá se masajea la cien y me mira.—Vístete, hay que ir a hacer las fotos promocionales para el casting.
Mi ceño se frunce.—¿Qué?
Ríe con tristeza.—¿Lo olvidaste verdad?
Mierda. La sesión de fotos es hoy.
—Tienes dieciocho años, si tan adulto te crees para hacer ciertas cosas, también debes serlo para hacerte cargo de tus responsabilidades.—dice seria— Tienes media hora.—dictamina y voltea yéndose.
Vuelvo a mi habitación, tomo el analgésico que me dejó esa chica. Me doy una ducha rápida y me cambio.
Me echo perfume mirándome al espejo, cuando noto las agujetas de mis zapatos mal atadas.
Me agacho para poder amarrarlas cuando mi vista se enfoca en el pie de mi silla gamer, había un documento.
Frunciendo el ceño lo agarro, me levanto para observar mejor.
" Spring Charles Francis "
¿Qué hace esto aquí?
—No hacía falta que vengas, puedo solo.—digo hacia mi mamá.
Estoy en el camarín mientras las personas van y vienen buscando la vestimenta ideal para mí.
—¿Realmente puedes solo?
Volteo los ojos mientras la chica de vestuario me deja una camisa más, otra chica de maquillaje se acerca y me empieza a colocar algo sobre la cara que no tengo idea que es.
Suspiro.—No me interesa todo esto, ¿podemos pasar a la parte de hacer el casting y ya?
La chica de maquillaje se pone incómoda y se aleja.
Mamá resopla.—Necesitas tener un buen perfil, esto es parte de todo Nick.
No digo nada, me coloco la camisa que me dejaron. Me miro al espejo.
—¿Esa te gusta? —pregunta mi mamá detrás de mí.
—Sí esta está bien. Terminemos con esto ya.
Mamá mira a su asistente, Lily.
—Ve a decirles que ya está listo.
Lily asiente mientras sale del camarín. Me siento a esperar mientras saco una caja de cigarros del bolsillo de mi chaqueta.
—¿¡QUÉ HACES!?
—¿Fumar? —digo buscando el encendedor.
—Ni se te ocurra Nicholas, aquí no se puede fumar. Y te dije un millón de veces que dejes de hacer eso... Por dios.
Suspiro en grande volviendo a guardar la caja de cigarros.
Al cabo de unos minutos más ya estábamos haciendo la sesión de fotos.
—Sí, eso es, muy bien Nicholas. Mira un poco hacia abajo ahora, pero colócate de lado.—indica el fotógrafo.
Hago lo que me pide.
—¡ESO ES! Perfecto, perfecto.
—sigue tomando fotos mientras me halaga de forma entusiasta.
La sesión duró un tiempo más. Cuando finaliza suspiro en grande mientras me corro a un costado para beber un poco de agua.
—Estuviste excelente Nicholas, la cámara te ama.—dice el fotógrafo de repente atrás de mí.
Volteo a verlo e intento hacer una leve sonrisa de labios cerrados.
—¿Seguro que te quieres dedicar a la actuación? Pues con el modelaje te iría excelente.
—sugiere.
—Este no es mi mundo.
El fotógrafo sólo asiente.—Bien, estarán listas enseguida. Se las mandaré a tu madre.
—¿Por qué no me las envías a mí? Se supone que soy yo quién debe subirlas para publicidad en Instagram.
—¿No es tu madre la que se encarga de eso? —pregunta confundido.
—Nicholas.—Lily se acerca— Te harán una nota para un canal de TV, ven.
—¿Ahora?
—Sí. Ellos estuvieron cubriendo toda la sesión, y ahora quieren hacerte algunas preguntas.
—¿Preguntas de qué? —pregunto de mala manera.
—Solo algunas preguntas nada más. Tranquilo.
Mamá se acerca algo apresurada.
—Nick te harán una nota.—avisa entusiasta— Trata de...
—Sí, ya sé lo que tengo que hacer.—esquivo a ambas y camino hacia la gente de prensa.
Saludo a cada uno de manera cordial, el camarógrafo coloca la cámara. Me pautan algunas cosas y el reportero acerca su micrófono hacia mi.
—Estamos aquí junto a... —me mira— ¿La próxima promesa actoral? —sonríe ampliamente—
Nicholas, es un gusto estar contigo. ¿Estás entusiasmado con todo esto?
Me acerca el micrófono.
—¿Qué tal? ¿Cómo están?
—sonrío— Bien muy bien, muy contento con todo lo que se viene.
—Te vimos en la sesión de fotos, estuviste muy bien. ¿Te sentiste cómodo?
—Claro sí, es divertido.
—¿Y qué esperas para ti próximamente?
—Poder conseguir el papel claro está.—vuelvo a sonreír.
—Por supuesto.—mira a la cámara— La adaptación de este libro es algo que desde que se anunció hizo mucho revuelo. Sobre todo cuando se publicó el casting abierto. Creo que será una película muy esperada.—vuelve a mirarme— ¿Eso te trae nervioso?
—Un poco, pero trato de tomarlo todo con tranquilidad.
—Y entre nosotros Nicholas... Eres el hijo de la gran Sarah Nelson,
¿aún tienes dudas de que conseguirás ese papel? —bromea sonriendo ampliamente.
Miro hacia atrás de la cámara, mamá está ahí mientras me sonríe cálidamente. Niego con la cabeza y trato de fingir una sonrisa.
—Puede pasar cualquier cosa.
—digo sin más.
Me hacen algunas preguntas estupidas más y la nota finaliza.
Me piden algunas selfies y de todas formas trato de parecer amable.
—Estuviste muy bien.—dice mamá mientras se acerca.
—Ya me tengo que ir.—digo tomando mi abrigo.
—¿Ya?
Volteo a verla.—¿Qué pasa ahora?
—Solo... quería que tuviéramos una cena. Tu hermano, tú y yo.
Esto es un gran comienzo para ti y no lo sé quería...
Interrumpo:—Tengo cosas que hacer.—camino hacia la salida.
—Nick... —la escucho llamar a mis espaldas pero me retiro rápidamente del lugar.
•Narrador: Charlie.
Llegué a casa rendido. Hoy el restaurante estuvo algo movido, por lo tanto más cosas para lavar.
—¡Chloe ya estoy aquí! —elevo la voz, voy hacia la nevera sacando algo para tomar.
—Mira esto.—habla mi hermanita menor detrás de mí— Lo hice hoy.
Volteo a verla y me agacho a su altura.—Aver... —tomo su dibujo en mis manos— Que bonito está, ¿estos somos nosotros?
Asiente con timidez.
—Está hermoso cariño.—le dejo un beso en la mejilla, ¿me lo puedo quedar o lo quieres tener tú?
—Lo hice para ti.
Sonrío.—Gracias.—la abrazo—
¿Qué quieres comer hoy?
—Lo que sea está bien.—dice mientras voltea para irse al sofá, toma el control remoto y se pone a mirar la TV.
—Okey, voy a ducharme y prepararé algo.
—¿Puedo ayudarte?
—¿Me ayudaras a cocinar?
—elevo la voz hacia ella mientras entro a nuestra habitación.
—¡Sí!
Suelto una risita.—¡Claro que puedes ayudarme!
Algunos minutos después ya estoy bajo la ducha. Deseando que el agua caliente se lleve todo mi estrés y cansancio. De repente escucho algunos toques en la puerta principal.
Abro la cortina de la ducha.—¡CHLOE NO ATIENDAS! Ahí voy yo.—elevo la voz tomando mi toalla.
—Okey.—responde.
Me acomodo la toalla en la cintura y salgo del baño, suspirando en frustración me acerco hasta la puerta y abro.
Ah. El idiota.
—Tú.—digo sin más—¿Qué haces aquí?
—Tampoco es de mi agrado estar en este lugar.—arruga la nariz observando su alrededor.
—Sí, cuidado. No vaya a ser que se te meta mugre en el culo.
Niega con la cabeza mientras me mira.—Te traje lo que te corresponde.—levanta el alto un sobre— ¿Olvidaste el trato que teníamos?
CARAJO, cierto. ¿Cómo se me pasó en el día este gran detalle? Habíamos quedado que para hoy.
Abro mis ojos en grandes.
—No hagas eso ahí.—tomo su brazo y lo hago entrar a mi departamento.
—¿Qué haces? —pregunta de mala manera mientras me observa.
Cierro la puerta rápido y volteo a verlo.—Solo cállate.—observo a Chloe que ve la situación algo confundida mientras sigue dibujando— Cariño, ¿puedes ir un momento a la habitación? Tengo que hablar unas cosas con... con mi amigo.
Chloe agarra sus cosas y se baja del sofá, pasa caminando por entre medio de nosotros. Nick la ve y frunce el ceño, luego ella entra a la habitación cerrando la puerta.
—¿Qué pasa?
—Creo que he visto a esa niña en algún lugar.—dice de manera desinteresada volviendo a agarrar el sobre.
—Imposible. Mi hermana casi no sale de aquí.
—Sí, okey. No me importa, ten.
—me pasa el sobre de manera brusca.
Niego con la cabeza y lo abro encontrándome una gran suma de dinero.
—¿Solo esto? —pregunto elevando una de mis cejas.
—" ¿Solo esto? " —repite— ¿Es en serio?
—Habíamos quedado que sería más.—dejo el sobre a un lado y me cruzo de brazos.
Me escanea de arriba a abajo mientras sonríe irónicamente.
—Si digo algo podría ser cancelado totalmente en Twitter.
—Ya sé lo que debes estar pensando, ¿cómo un muerto de hambre como yo se puede quejar ante una gran suma de dinero no?
No dice nada.
—Eres bastante predecible.
—niego con la cabeza— Vete.
Suspira profundo.—Te traeré el resto los próximos días.—dice caminando hacia la puerta.
—No quiero nada, ya está.—volteo a verlo.
—Un trato es un trato y yo cumplo lo que digo.—me observa— En estos días te traigo lo que falta.
—Entonces, esta vez trata de que sea una buena suma. Supongo que no querrás que las cosas que haces se sepan.
Si vamos a hacer las cosas, vamos a hacerlas bien, ¿no?
Nick eleva una de sus cejas.
Vuelve a sonreír muy levemente mientras una de sus manos va al interior de su bolsillo, de este saca algo.
—¿Qué hacías en mi habitación?
—levanta en alto mi identificación.
MIERDA.
—¿Charles?
¿En qué momento se me había caído?
#Flashback
—Dinero, vamos.—Alexander extiende su mano.
Volteando los ojos tomo mi billetera y le entrego algunos billetes.
#
Alexander, maldito pequeño.
—¿Robaste? —indaga Nick una vez más.
No bueno, lo que me faltaba.
—Definitivamente eres demasiado imbecil.
—No me insultes, te estoy haciendo una pregunta.
¿qué diablos hacías en mi habitación cuando se suponía debías estar cuidando del mocoso de mi hermano?
Tampoco voy a mandar al frente al otro diablillo, parece que este imbecil ni siquiera a su hermano quiere. No quiero traerle un problema al mocoso.
—Solo... solo.—titubeo nervioso— Estaba buscando el baño, nada más.
—¿Y encontraste el retrete en mi cama o qué?
—Lo siento, ¿si? Lamento haber invadido tu espacio personal.—digo irónico— Fue un error y ya.
Nick niega con la cabeza y vuelve a guardarse el documento en su bolsillo.
—¿Qué haces? —pregunto alterado.
—No me gustan las mentiras, tampoco los chismosos. Y mucho menos que entren a mi habitación sin mi permiso. Así que esto se quedará conmigo.—toma el pomo de la puerta mientras la abre.
Me acerco rápidamente y cierro la puerta, me coloco frente a él.
—¿ESTÁS LOCO VERDAD? DAME MI DOCUMENTO AHORA.
Niega.—No.
—Es mi puto documento, no puedo andar por la calle sin él,
¿qué diablos te pasa?
—Necesito tener una certeza de que no vas a hablar.
—¡TE HE DICHO QUE NO DIRÉ NADA! En más ni siquiera quiero más tu puto dinero. Hablo en serio.
Niega sonriendo con ironía.
—¿Y piensas qué tengo que creerte así como así? En estos días tendrás lo otro que te corresponde, y quizás te devuelva esto.
—Estoy hablando en serio, ¡dame mi documento ahora!
Intento tomar su chaqueta y meter mis manos en sus bolsillos, automáticamente toma mi muñeca y me aleja.
—No vuelvas a tocarme.—dice entre dientes mirándome directo a los ojos.
—Como si quisiera tocarte cabron.
Quiero lo que me corresponde.
Sonríe nuevamente mientras se acerca un poco a mí.
—Las cosas ahora se hacen como yo digo.—me escanea otra vez— Ve a terminar de ducharte, hasta aquí siento mal olor.
—¡Eres un idiota! —me deshago de su agarre corriendome para atrás.
Nick no dice más nada y sale rápidamente por la puerta.
Jodido imbecil de mierda que es.
La semana transcurrió
" Tranquila " No hice más que ir y venir del trabajo, hoy es viernes y generalmente suele haber bastante movimiento en el restaurante. Probablemente hoy saldré un poco más tarde.
Cody entra suspirando mientras se recarga en la mesada, él es el mesero.
—¿Ya no puedes más? —pregunto lavando unas cucharas.
—Hoy los clientes están insoportables.
—niega con la cabeza.
Suelto una risita.—A veces creo que prefiero estar aquí solo lavando cosas que trabajar en atención al cliente.
—Créeme, prefiero mil veces estar aquí lavando contigo.
—Tranquilo, tu turno ya termina.
—Sí, no veo la hora de salir de aquí.
—¡CODY, MESA OCHO AHORA!
Grita la encargada. Lo miro y trato de reprimir una risita.
—¿Por qué no nací millonario?
—se queja mientras se va.
Mi teléfono comienza a sonar con una llamada entrante, me limpio las manos rápidamente y lo agarro. Observo para ver que es el teléfono de casa, MIERDA.
Atiendo con rapidez.
—¿CHLOE ESTÁS BIEN?
Ella: Sí, estoy bien Char quería avisarte que te llegó un paquete.
Suspiro con tranquilidad.
—¿Un paquete? ¿Alguien fue a casa?
Ella: Sí.
Yo: ¡Por Dios Chloe! ¿Qué hemos hablado mil veces?
Ella: Sí ya sé, que no debo abrir la puerta. Y mucho menos a extraños.
Yo: ¿Y por qué lo hiciste?
—pregunto alterado.
Ella: Es que no dejaban de golpear y golpear, hasta que la persona se cansó.
Yo: ¿Quién era?
Ella: Cuando miré por la cerradura vi que era una mujer, traía como un delantal.
Yo: ¿Un delantal?
Ella: Así es, yo espere a que se fuera para poder abrir.
Vuelvo a suspirar:—Hiciste bien cariño.
Ella: De todas maneras abrí la puerta y encontré un paquete para ti, no creo que sea para mí.
Ya sé que puede ser.
Yo: ¿No te toques nada sí? Cuando llego a casa me fijo que es.
Ella: De acuerdo.
Yo: Creo que llegaré un poco tarde. Ve comiendo las galletas que te dejé, cuando llegue te preparo la cena.
Ella: Con las galletas estoy bien, adiós Char.
Sonrío.—Adiós hermosa.
Suspiro en grande y niego con la cabeza. Nicholas, cabronazo de mierda.
¿En serio mandó a su mucama para dejarme el dinero? No lo hizo en toda la semana y lo viene hacer ahora cuando no estoy en casa.
Pasada una hora mi turno al fin finaliza, salgo despidiéndo a algunos compañeros.
Apenas pongo un pie en la calle el frío viento de la ciudad choca contra mi rostro. Me abrazo a mi mismo y saco un cigarro para poder fumar.
—Entre que no duermes nada y te la pasas fumando...—una voz habla a mis espaldas, volteo para ver a Cody— No es una buena combinación.
—¿Qué haces aquí?
—Te estaba esperando, ¿qué más?
—Tu turno acabó hace como una media hora.
—Sí, ya lo sé. Pero se nos hizo bastante tarde a todos y no es bueno que vayas solo para casa. Es peligroso.
—No es necesario.
—De igual forma tengo que ir en esa dirección.
—Perderás tiempo si me acompañas hasta mi casa.
—comienzo a caminar a su lado mientras expulso el humo de mi cigarro.
—Ey, solo te acompañaré hasta la puerta de tu edificio. Tampoco tanto.
—Tonto.—niego con la cabeza.
Seguimos caminando hablando de cualquier cosa al azar. Por suerte al llegar a la parada del bus este vino enseguida. Algunos minutos después llegamos hasta mi edificio.
—¿Quieres quedarte a comer?
—le pregunto a Cody buscando las llaves.
—No, tranquilo. Debes estar cansado, además tengo bastante sueño.
—¿Te irás a la cama sin comer?
—niego subiendo los escalones.
Ríe.—Habló el que más hábitos malos tiene.—suelta una risita.
Volteo a verlo sacando la lengua.
—Adiós Char, que descanses.—me desarma el cabello en forma de saludo.
—Odio cuando haces eso.—le digo cuando empieza a caminar.
Entro a mi edificio, subo hasta mi piso y entro.
—Chloe estoy aquí.—aviso cerrando con llaves.
Volteo y la veo recostada en el sofá plenamente dormida.
A sus pies hay un sobre.
Me acerco y la cargo para llevarla a la cama, la acuesto y me aseguro de que esté bien tapada. Dejo un beso en su frente.
Al volver al comedor/living voy directo a tomar el sobre, lo abro encontrándome con otra suma de dinero. Con todo esto ya puedo pagar lo demás del alquiler, pero en algún momento se acabará. Que estrés.
Mi teléfono suena asustandome por completo, lo tomo y veo que es Ally.
Yo: Hola amiga.
Ally: ¿Ya estás en casa no? —se escucha una puerta cerrarse.
Yo: Sí, acabo de llegar hace un rato, ¿por?
Ally: Estoy yendo. En unos minutos estoy ahí.—dice entusiasta.
Yo: ¿Qué? Ally por dios, es tarde.
Chloe ya está dormida.
Ally: Solo es pasada la medianoche, además es sumamente importante esto. Necesito verte Char, en serio.
—chilla con entusiasmo.
Y así fue, algunos quince minutos después Ally estaba en casa luciendo ropa muy linda y cara.
—Wow.—es lo único que puedo decir cuando cruza mi puerta.
—¿Te gusta? —sonríe ampliamente girando en su eje.
—Estás hermosa amiga.—voy a la cocina y sirvo dos vasos de jugo—
¿Adónde vas?
Ally se sienta en el sofá.—Mejor dicho de donde vengo.—sonríe elevando una de sus cejas.
Mi ceño se frunce y me siento a su lado, le paso un vaso.—¿Qué ocurrió?
—Adivina con quien estuve recién.—pide entusiasmada.
—No tengo idea.—tomo de mi jugo.
—¡Vamos Char!
—Amiga te amo, pero te juro que tengo tanto sueño que lo único que puedo pensar ahora es en mi cama.—recuesto mi cabeza en el respaldo del sofá.
—Me acosté con Liam.
Automáticamente me siento mejor y la miro altamente sorprendido.—¡¿QUÉ!?
—Como escuchas.—se crubre la boca reteniendo un chillido— Vengo de su casa.
—¿Estuviste en su casa? —abro la boca en sorpresa.
—¿Lo puedes creer? —sonríe ampliamente.
Liam era un tipo que se hizo medio famoso por estar en un reality, al salir ganó popularidad por su carismática personalidad y por estar bueno, básicamente.
¿Cómo Ally llegó hasta él?
Ally es una persona que va por lo que quiere y no duda demasiado.
Lo cierto es que se conocieron en una discoteca. Ally pudo acceder al VIP y habló con él, una cosa llevó a la otra y se besaron. Pero no pasó más que eso, tengo entendido que el tipo quedó algo "Flechado" Por ella y desde ese día hace dos semanas hablan por mensajes.
Hasta hoy.
—Amiga por dios no puedes tirarme una noticia así como si nada. Ahora quiero saber todo.
—me coloco mejor frente a ella—
¿Cómo fue? ¿Cómo llegaste a su casa? ¿En qué quedaron?
—Tranquilo, tranquilo. Te contaré toooodo. Bueno, no todo pero ya sabes.—sonríe.
—Por dios.—también me cubro la boca.
—Lo cierto es que vine hacia aquí para contarte esto y otra cosa, y con esto te caes de culo aún más.
—¿Aún más información que esta?
Asiente.
—¿Qué ocurre?
—Me invitó mañana a la fiesta de cumpleaños de su amigo. Va a ser algo muy íntimo y exclusivo ¡y yo estaré ahí! —vuelve a chillar.
—CARAJO, ¿¿QUÉ??
Asiente y me abraza rápido, se separa y me toma por los hombros.—¿Entiendes que acabo de venir de tener probablemente el mejor sexo de todos y además de eso mañana asistiré con él a una fiesta?
—Tú eres el claro ejemplo de que la manifestación existe.—niego con la cabeza acomodando mi espalda en el sofá.
Ally suelta una risita.
—Manifestación y trabajar mucho amigo.
—Hiciste un trabajo impecable, te felicito. Ese tipo te gustó desde que lo viste en ese programa.
Ally sonríe orgullosa mientras también acomoda su espalda en el respaldo.—Siento que es un sueño y no quiero despertar.
—Es real.—niego con la cabeza—¿Así que ahora tendré una amiga famosa?
Suspira.—Veremos. Se sabe que es un tipo que vive de su imagen y demás, muy pocas veces se lo vinculó con chicas. Pero el hecho de que me haya hablado con él por semanas, me llevó a su casa, tuvimos sexo, mañana quiere volver a verme y además me lleva a una fiesta súper exclusiva... —suspira— dice mucho.
—Ten cuidado igual, ¿sí?
—Ya lo sé amigo, por eso ahí entras tú.—siento su mirada.
La miro.—¿A qué te refieres?
Se coloca para verme con más atención.—Liam me dijo que puedo ir a la fiesta con un amigo, que no hay problema. Solo que sea alguien reservado y no saque fotos y demás. Así que pensé en ti.—me señala con ambas manos.
Echo a reír.—Estás loca.
—¡Char! —se queja.
—No Ally, realmente aprecio que me hayas tenido en cuenta a mí. ¿Pero que voy hacer yo en un lugar como ese?
—¿Qué tiene de malo?
—¿Qué tiene de malo? Todo. No me gusta, no me sentiría cómodo en un lugar así, sería como un bicho raro. Ni siquiera tengo ropa acorde.
—Amigo esas son excusas.
Yo tampoco soy del ambiente, no tengo dinero ni nada, y sin embargo voy a ir.
—Es distinto. Tu tienes personalidad y carácter, sabes como mezclarte con esa gente.
Yo no.—digo firme.
—Sigo pensando que son excusas. Y si te preocupa el tema de la ropa yo te puedo prestar algo de dinero, te compras algo y ya.
—Ally siempre parece tener una solución para todo.
—No usaría dinero prestado para comprarme ropa para mi, tengo otras cosas más importantes que pagar.
—Estás siendo demasiado pesimista amigo.—suspira—
¿En serio dejarás a tu amiga ir sola a la fiesta? —hace un puchero.
Volteo los ojos.—Encontrarás distracción en un segundo.
—Char, te necesito a mi lado porfa.
Niego.—No amiga, perdón pero no. Además, ¿con quién voy a dejar a Chloe?
—¡Con mi mamá! Ella la adora.
Me quedo pensativo.
—Amigo, hace unos días me dijiste que me debes una por la mentira que le dijiste a Alexander. —me hace recordar.
Maldita Ally.
—Es momento de pagar.—sonríe elevando sus cejas.
.Sábado por la noche
—Mira como estoy, parezco un muñeco de torta.—suspiro profundo acomodando el cuello de mi camisa.
—Te ves hermoso.—dice tecleando en su teléfono.
Estamos afuera de mi edificio, esperando el auto que el tal Liam mandó por Ally. Ella le dio esta dirección por una cuestión de discreción, nadie conoce estas cuadras.
—¿Con quién hablas?
—Con Liam.
—Por dios, literalmente están a punto de verse.
Sonríe hacia mi.—Es muy lindo.
Volteo los ojos. Un minuto después un auto lujoso llega, subimos.
Durante todo el camino yo iba como un turista viajando, estábamos en el centro de la ciudad. Todo se ve tan genial.
Pocos instantes después ya llegamos.
El auto se estaciona y bajamos, también es un edificio pero tres mil veces más lujoso donde yo vivo.
—¿Y en que piso es? —le pregunto a Ally.
—Es el veinte.—contesta entusiasmada.
—Ok.
—Estoy muy nerviosa.—se sacude las manos mientras tomamos el ascensor.
—Tranquila, ya lo has visto.
—Pero esto es distinto amigo.
—suspira nerviosa—¿Estoy bien verdad? —se acomoda el escote de su vestido.
—Te ves preciosa.
Se mira al espejo del ascensor poniéndose más labial.
—¿De dónde sacaste ese vestido? Se ve carísimo.
Me mira por el reflejo.—Ni me lo digas, hasta a mi me dolió pagarlo.
—¿Salió mucho?
Asiente.—Pero lo vale.
Llegamos, bajamos del ascensor y nos dirigimos hacia el departamento. Por supuesto antes de ingresar había un tipo de seguridad tomando datos y demás. Ally se presenta con su nombre y apellido, más un acompañante que sería yo.
Nos permiten ingresar.
—Esto es una locura.—Ally eleva la voz observando todo, la música está muy alta y hay un juego de luces de colores que apenas permiten ver.
—No te separes de mí.—tomo su mano.
—Tranquilo. —voltea a verme tomando con firmeza mi agarre— Vamos a buscar a Liam, me dijo que está en el balcón.
Asiento y camino detrás de ella esquivando a una cantidad de personas que bailan, fuman, beben alcohol y la pasan bien.
—¿Acabas de ver lo mismo.
que yo? —grita Ally sin dejar de caminar.
—¿Qué cosa?
—¡¡¡Acabamos de pasar por al lado de Ross Lynch!!!
—¿El de Austin y Ally?
—¡Siiii!
Levanto los hombros.—Apenas y puedo ver.
—Por dios Char, ¡esto es tremendo!
Al fin llegamos hasta el balcón, era bastante amplio y bonito.
Muchas personas también están esparcidas por aquí.
—Allí está.—dice nerviosa.
Llevo mi atención adónde mira y lo ubico. Está hablando en un grupo de amigos mientras ríe sin parar. El tipo mira hacia dónde estamos y enseguida ubica a Ally, sin dudarlo mucho se acerca.
—Hola.—sonríe de forma coqueta hacia ella.
Sí, es guapo. Incluso más de lo que se ve en TV.
—Hola Liam.—saluda ella tratando de lucir tranquila.
Él se acerca y le deja un leve beso en la mejilla.
—Eeeh... —titubea— El... el es Charlie, mi mejor amigo.
—¿Qué tal? Un gusto.—extiende su mano.
La acepto.—Un placer.
—¿Quieren algo para tomar?
—Claro, sí.—responde Ally rápido.
—Bueno, iré a pedirles algo.
—guiña un ojo— ¿Cerveza? ¿Vodka? ¿Whisky? ¿Qué prefieren? Hay de todo, me acordé de eso que es lo que más me gusta.—sonríe.
—No te molestes Liam, puedo ir contigo.
—No es necesario, eres mi invitada.—guiña un ojo hacia ella.
—Vamos.—dice ella con timidez.
—¿Dejarás a tu amigo solo?
Ally me observa y abre en grande los ojos.—Charlie no tiene problema, será solo un momento.
Mi ceño se frunce.
—Okey.—Liam sonríe y empieza a caminar.
—¡Ally! —la llamo.
—Amigo es un segundo, quédate aquí no te muevas.—dice rápido y va tras él.
DIOS MIO.
Miro a mi alrededor. Puras caras desconocidas, al menos para mí. Algunos de ellos me miran, pero no de buena manera. Eso me hace sentir algo incómodo así que camino un poco hacia otro sector, cuando lo veo a él sentado con una chica arriba de sus piernas.
¿Es en serio?
¿Cómo no se me ocurrió que este idiota también podría estar aquí?
Recordé el episodio de dejar el dinero en mi casa a cualquier hora, y sobre todo que el imbecil aun tiene mi identificación.
Sin pensarlo dos veces me acerco hasta donde está.
La chica que está arriba suyo lo besa como si no hubiera un mañana, mientras sus manos apretan el trasero de ella.—¡Ey, tú!
—elevo mi voz.
No hace caso.
Me acerco y toco su hombro.
—Te estoy hablando.
Y al fin se separa de ella y me mira, su ceño se frunce completamente al verme aquí.
—Necesito hablar contigo.
—digo de mala manera.
Él tensa su mandíbula un leve momento mientras le dice algo al oído a la chica, ella solo asiente y se levante de encima suyo, me mira mal y se va caminando dejándonos solos.
—¿Qué diablos haces aquí?
—se levanta y se coloca de frente a mí.
—Eso a ti no te importa. Quiero hablar sobre lo que pasó ayer.
—Amigo, ya tienes tu dinero, ahora déjame en paz.
—¡Dinero que dejaste en mi casa enviado por tu mucama! ¡A una hora poco prudente en la que mi hermana menor estaba sola en casa!
—¿Cuál es el puto problema en eso?
Niego con la cabeza.—No entiendes nada.
—No, claramente no.
Y me importa muy poco entender algo tuyo. Tengo cosas más importantes que hacer en vez de estar perdiendo el tiempo con un don nadie como tú.—suelta cabreado.
Me quedo en silencio observándolo, realmente es un cabronazo.
Suelto mucho aire por la nariz y me acerco un poco a él.—Yo no podré tener nada de todos los lujos que tu si tienes, podré ser un don nadie que no tiene en donde caerse muerto y demás cosas. Pero al menos no estoy vacío como tú, al menos tengo cordura empatía y respeto. Cosa que a ti te falta y mucho, me das muchísima pena.
Sin decir más me alejo dejándolo con la palabra en la boca, al volver hacia el sector en donde estaba veo a Ally que parece buscarme, me acerco.
—¿En dónde estabas? ¿Ya hacías sociales? —sonríe orgullosa pasandome un trago.
Suspiro.—Quiero ir al baño.
—Eeeh, no sé dónde está pero espera que dejó esto aquí y te acompaño.
—No hace falta, lo busco yo. Quédate aquí con Liam.—le devuelvo el trago y camino hacia el interior.
Esquivo a más personas tratando de ubicar un puto baño, me escabullo y logro encontrar uno. Por suerte cuando llego alguien sale, así que rápidamente entro.
Ni siquiera llevo veinte minutos aquí dentro y ya quiero irme.
Que lugar más incómodo.
Comienzo a lavarme la cara cuando las palabras de ese imbecil me dan vueltas la cabeza.
La puerta se abre con rapidez, asustado volteo a ver viendo que es Nicholas. Cierra la puerta y pone seguro.
—¿Qué haces?
—Ahora tú me vas a escuchar a mí.—dice mientras se acerca.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 3.
NOTA DE AUTOR/AR: Holaaaa, perdón la tardanza quise traerles la actualización ayer pero estoy teniendo unos problemas de internet. Voy a tratar de actualizar todos los días 🥰🥰🥰 Gracias por sus hermosos comentarios, me alegra mucho que les esté gustando. No saben TOOOOODO lo que falta.
El verdadero SE VIENEN COSITAS aplica mucho en esta historia 🤔🤏😈
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top