19. | Yo Sí... ¿Y Tú? |
⚠️ADVERTENCIA.
CONTENIDO+18.
Capítulo 19.
~Narrador: Charlie.
—Otra vez.—le digo por milésima vez a Nick.
Suspira frustrado mientras vuelve a mojarse la cara en el lavabo. Estamos en el baño de la habitación.
—¿Ya estaría no? —dice de mala gana mientras me saca una toalla de las manos y vuelve a secarse el rostro.
—No puedes salir así.
Hay mucha gente aquí, te ven ebrio y ya es otro escándalo.—repito— Otra vez.
—ordeno por milésima vez.
—No en serio ya basta.—se endereza— No eres mi madre, en serio estoy bien.
—¡Otra vez Nicholas!
Volteando los ojos se vuelve a agachar y se moja nuevamente el rostro. Es para que se espabile un poco.
Noto como suelta un gruñido por lo bajo que me hace querer reír, pero lo evito.
Vuelve a tomar la toalla y se seca el rostro. Esa mínima acción y puedo notar como sus brazos se doblan mientras sus bíceps se marcan por completo, su piel parece muy bien cuidada y suave. Se pasa un poco la toalla por el cuello. Cuello que tuve el placer de besar y dejar más de una marca...
Lo miro descaradamente.
—¿Otra vez? —inquiere con ironía notando mi distracción.
No está taaaan ebrio como hace un rato, pero estoy seguro que si lo dejas solo se manda alguna cagada. Porque todavía no está del todo en sus cabales.
—Ya está.—lo miro a los ojos—Hay que salir.
Nick suelta una risita por lo bajo.
Puta madre. Si no estuviera aún ebrio no se reiría así.
—¿Todo esto que acabo de hacer al menos sirve para algo? —inquiere.
Volteo los ojos.—Al menos te espabilas un poco.
Quise seguir hablando pero se escucha como la puerta de la habitación se abre. Mis ojos se abren en grande, llevo mis dedos a mis labios para que Nick haga silencio.
Él asiente rápido.
A pasos lentos me acerco a la puerta del baño, espio un poco y veo a un chico besando a una chica.
Se tiran a la cama.
MIERDA NO.
Volteo a ver a Nick, parece jueguetear con un cepillo de dientes.—¿Y ahora?
—le susurro.
—¿Qué? —se encoje de hombros.
Llevó mis dos manos hacia la puerta señalando.—Entró una pareja. Y parece que lo van a pasar muy bien en pocos minutos. ¡Dios quien me manda a mi a venir aquí! —digo en una queja revolviendo mi cabello.
—Bueno, salgamos así los dejamos tranquilos.—dice con simpleza.
Lo miro mal.—¿Estás bromeando no? Van a vernos.
Van a verte a ti encerrado en un baño con un tipo, no creo que quieras que eso se sepa.
—suspiro en grande sentandome en el retrete.
—¿Y qué vamos hacer?
—pregunta tirando el cepillo de dientes.
—Quedarnos aquí hasta que terminen.—me cruzo de brazos.
—Eso hará que me caliente.
—Pues te haces una paja.
—digo rápido ya enojado con toda la situación.
Nick parece soltar otra risita por lo bajo mientras suspira y se sostiene por el lavabo intentando mantenerse de pie. Empiezo a escuchar unos gemidos desde aquí.
—Te recomiendo que te sientes, tendremos para rato.
—digo hacia él.
Nick asiente y se sienta, recarga su cabeza en la pared mientras cierra los ojos.
Lo odio.
Tomo mi teléfono y voy hacia el contacto de Liam para enviar un mensaje:
Yo: " Nick sigue igual, bueno, al menos no como hace un rato. De todas formas tuvimos un inconveniente, nada grave, pero saldremos en varios minutos más 🙄 "
Su respuesta llega enseguida:
Liam: " Quieres que vuelva a entrar? "
Yo: " No, solo espera en el auto. "
Liam: " De acuerdo. Tómense el tiempo que quieran, aquí los espero 😉 "
Mi ceño se frunce de inmediato con su respuesta.
¿Qué quiso decir?
Acaso, ¿piensa que le estoy mintiendo?
Por dios. Prefiero no contestar y guardo el teléfono. Mi vista va hacia Nick que sigue con los ojos cerrados. No puede ser que hasta así se vea jodidamente bien.
Niego rápido y me acomodo mejor dispuesto a esperar.
Minutos después los gemidos de ambas personas no tardan en sonar por toda la habitación. Mis mejillas se calientan enseguida mientras mi mirada va hacia Nick, que está vez abre los ojos y parece querer reprimir una risa.
—Ni sé te ocurra decir nada.
—amenazo por lo bajo.
—No iba a decir nada.—echa su cabeza hacia atrás.
—Y si esto te pone caliente métete a la ducha a tocarte, no quiero verte.—digo rápido.
Está vez sonríe por lo bajo. Pero de inmediato se retracta volviendo a ponerse serio.
—Te estoy odiando mucho en este momento.—digo con ironía.
Esta vez abre sus ojos y me mira.—Tú no me odias.
—Sí, lo hago.
Niega levemente volviendo a cerrar los ojos.
—Sientes cosas por mí y no lo quieres admitir.
Mi boca se abre en grande en indignación.—¿Disculpa?
—Te disculpo.
Me levanto de golpe colocandome al frente suyo.—¿Qué acabas de decir?
—Lo que escuchaste.
—Repítelo.
Vuelve abrir los ojos.
—Que sientes cosas por mí.
Me agacho a su altura quedando algo cerca.
—Me parece que él que siente cosas es otro y no lo quiere aceptar.
Toda una conversación entre gemidos ajenos. Muy serena la cosa.
—Ya quisieras.
—Él que quisiera que yo me muera de amor por ti, eres tú. Te aseguro que eso jamás pasará.—afirmo.
—¿Tan seguro?
—Muy.
Sonríe de forma ladina.
—Veremos.
—Sí, veremos.
Me mira directamente a los ojos volviendo a ponerme nervioso. Me levanto rápido.
—No quiero estar aquí un segundo más contigo. Hay que salir.—digo estirando mi brazo hacia el pomo de la puerta.
Nick se levanta rápido, casi pierde la estabilidad, pero trata de mantenerse.
—¿Qué haces?
—No quiero quedarme aquí.
—susurro de la misma manera— Vamos.
Toma mi brazo.—Nos verán.
—¿Tanto te importa que te vean con un tipo encerrado en un baño?
Voltea los ojos.—No es eso.
—suspira— Estamos en un cuarto ajeno, no quiero tener problemas y... —suelta un eructo.
Automáticamente se cubre la boca. Mi nariz se arruga.
—Eres un asco.
—Son las cervezas.—dice con pena.
—Si no escucharon lo que acaba de salir por tu boca, no van a escucharnos salir. Están muy entretenidos, vamos.—digo con firmeza abriendo con cuidado la puerta.
Una vez que ubico un pie fuera de esta, miro hacia atrás a Nick. El muy cabron parece que aún le cuesta mantenerse de pie, así que tomo su mano. Su agarre es firme cuando lo hago.
Trago saliva con fuerza.
¿Cómo puede ser que cada contacto de él me ponga así?
—Camina en puntas de pie.
—le susurro muy por lo bajo.
Salgo del todo.
La chica está arriba de él, mis ojos se abren en grande al notar que es nada más ni nada menos que Ally.
Podría reconocerla a millas.
Eso me hace poner más nervioso así que una vez que ambos estamos fuera del baño tomo con más firmeza la mano de Nick y caminando rápido llegamos hasta la puerta. Abro y salimos.
Suelto un gran suspiro de alivio en cuanto lo hacemos.
—¿Y ahora? —pregunta.
—Liam te espera en el auto.
—comienzo a caminar por el pasillo.
—¿Me espera? —dice atrás de mí.
—Sí, tienes un gran amigo a tu lado. Deberías valorarlo más.—digo doblando a un pasillo.
¿Por qué este tipo de casas tienen cuarenta y dos pasillos seguidos?
Nick toma mi brazo por atrás y me voltea para que lo mire.—Quiero que pases la noche conmigo.
Vuelvo a tragar con fuerza por milésima vez en la noche mirándolo directamente.
—¿Qué?
—Que pases la noche conmigo.—repite con seriedad.
—No voy a follar contigo en el estado en el que estás.
—aún me tiene sujeto, pero su agarre no es agresivo ni nada. Es sutil.
Niega.—Es solo para dormir.
Suelto una risita.—Ajá sí.
—Hablo en serio.
—repite—¿Ya estás aquí no?
¿Una noche durmiendo al lado del tipo que me gusta?
¿Cómo puedo desaprovechar esta oportunidad?
Aguarden, ¿eso salió de mí?
—Primero hay que salir de aquí.—me suelto de su agarre.
Nick suspira y mira detrás de mí.
—Conozco un atajo para salir por atrás y no pasar por entre medio de toda esta gente. Conozco esta casa.
Comienza a caminar así que está vez soy yo quien lo sigue.
Llegamos a otro pasillo, abre una puerta y está da hacia el patio. Rodeamos la casa y ahí llegamos hasta el frente.
Visualizamos el auto de Liam enseguida, él nos toca la bocina sonriendo picaramente.
¿Y este qué?
Nos acercamos un poco más.
—¿Todo bien? —pregunta Liam sonriendo bajando la ventanilla.
—Todo bien.—digo confundido elevando una de mis cejas.
—Sube.—indica Nick abriendo la puerta de atrás.
Suspirando me siento y él se coloca a mi lado.
—¿A tu casa Char?
—pregunta Liam colocando las llaves.
—A mi casa.—responde Nick.
Observo por el espejo retrovisor como eso parece tomarlo por sorpresa.
Sin embargo no dice nada y empieza a conducir.
Yo estoy muy: " Sí, me quedo contigo " Pero olvidé un pequeño gran detalle que es mi hermana.
Rápidamente tomo mi teléfono y le envio un mensaje a Leía:
Yo: " Necesito un favor. Prometo que te voy a deber una muy grande, ¿podrías quedarte con Chloe? En la mañana ya estoy en casa. "
Al minuto llega su respuesta.
Leía: " Claro que sí, no te preocupes. Y no me debes nada. ¿Todo bien con el señor Nicholas? 👀 "
Yo: " Me dijo de pasar la noche juntos. Mañana te cuento todo "
Leía: " Wow. Sí, tranquilo. No te preocupes. Pásalo bien 👍😉 "
Guardo mi teléfono y suspiro en grande observando por la ventanilla. Dios mío, ¿no sé supone que soy una persona pensante? ¿Por qué decidí tan rápido quedarme con él?
Ah sí, porque me gusta.
Al llegar a su casa, ingresamos por la puerta trasera de la cocina en absoluto silencio.
—¿Tú madre no estará despierta no? —susurro por lo bajo.
Niega caminando delante de mí.
—¡Espera! —susurro en la oscuridad mientras me acerco a la nevera. Siento su mirada.
Tomo una botella de agua y volteo a verlo.
—¿Tienes sed?
—Es para ti. Debes disminuir todo ese alcohol que te cargas.
Veo como voltea los ojos.
—Ya no estoy ebrio.
—Sí, sí claro.
Salimos de la cocina y en silencio vamos caminando hacia las escaleras, subimos con rapidez hasta dar con su habitación. Suspiro en grande una vez que llegamos.
Esta noche no paramos de hacer cosas a escondidas parece.
—Ten. Tómalo todo.—le paso la botella de agua.
Él me mira y la agarra.
La abre mientras comienza a tomar. Me cruzo de brazos poniéndome algo nervioso.
Estamos nuevamente solos, pero esta vez solos en serio.
Y además, en su habitación...
—Siéntate dónde quieras.
Iré a ducharme.—indica mientras sigue bebiendo y camina hacia su baño.
El cabron deja la puerta media entreabierta.
Niego con la cabeza y me siento en su cama.
Es sumamente cómoda, la habitación luce ordenada y limpia. Y su perfume se siente por todo el aire.
Mi vista se enfoca por alrededor de su gran habitación, notando detalles que no había notado.
Camino hacia un mueble.
Tiene algunos libros, estoy seguro que no leyó ninguno.
Sigo observando, tiene como especies de adornos que pueden valer una fortuna.
Es como una decoración sutil.
Pero lo que más me llama la atención es algunos pequeños cuadros con algunas fotos.
No puedo evitar mirarlas.
En una esta él de pequeño, luce muy tierno.
En otra foto está él con un señor, probablemente su padre.
Y en otro cuadro solo tiene una foto de su papá.
En ninguna está Sarah.
Prefiero dejar de husmear ahí. Pero mi curiosidad es más grande cuando un tipo de cuaderno sobresale de un cajón, observo hacia el baño y puedo escuchar la ducha.
Así que rápidamente tomo el cuaderno, lo abro y me encuentro con algunos dibujos hechos a lápiz.
Mi sorpresa es enorme.
¿Él dibuja de esta manera?
Porque si es así tiene demasiado talento.
Muchísimo.
Paso las páginas, hay paisajes, cosas abstractas, rostros. En serio es impresionante.
Sigo pasando las páginas y...
—¿Qué estás haciendo?
Carajo.
Cierro el cuaderno con rapidez algo nervioso.
Nick solo trae una toalla rodeando su cintura, suspira y se acerca hasta mi.
Me saca el cuaderno de las manos y lo vuelve a meter en el mismo cajón. Pero esta vez toma una pequeña llave y lo cierra.
—Lo siento.—metí la pata.
Exhala y me mira.—Voy a dejar pasar esto solo por lo que hiciste por mí.—camina hasta su vestidor.
—¿Lo qué hice por ti?
—me cruzo de brazos siguiéndolo.
Entro a su vestidor y otra vez me topo con su culo en primer plano mientras se coloca unos boxers.
¿Cómo que hace calor no?
—Ir a buscarme a esa casa.
—dice volteando a verme.
—Solo lo hice porque Liam me lo pidió.
—Claro.—pasa por mi lado y su olor a jabón me queda prendido.
Lo sigo nuevamente a la habitación. Me siento en su cama y lo observo como se coloca desodorante y perfume.
—¿Te sientes bien ahora?
Solo tiene puestos sus boxers. Es imposible que mi vista no se pierda en todo su cuerpo.
Asiente mirándose al espejo.—Sí, la ducha me hizo bien.
—me mira—¿Quieres tomar una?
La verdad es que no me vendría nada mal.
Sobre todo para irme a dormir más relajado, estoy como bastante nervioso.
—¿Puedo? —me levanto de la cama.
—Tómate el tiempo que quieras. Voy a fumar al balcón.
—Deberías vestirte. Está fresco.—digo caminando hacia el baño.
—Tienes algunas toallas en el cajón.—dice a mis espaldas.
Entro al baño y cierro la puerta. Aún quedó el ambiente cálido que dejó él. La noche está muy fresca así que un baño de agua caliente antes de dormir viene excelente.
Me deshago de mi ropa dejándola a un lado, abro la ducha colocandola en la temperatura justa. Me ubico bajo de ella de inmediato.
Ya sé me enfrió el culo.
Suspiro en relajación sintiendo el agua caer por mi cuerpo. QUE NOCHE...
No puedo dejar pasar como esta noche al fin pude admitir que el imbecil que está a unos metros de aquí me gusta, y me gusta mucho.
¿Pero por qué?
¿Por qué justo él?
Si es un grandísimo cabron, engreído, soberbio, malhumorado, frío... Y así podría seguir.
De todos modos no puedo evitar sentir una gran atracción hacia él.
Es lógico que también es por su gran atractivo, pero también... no lo sé. Siento como algo más, quizás sea por la manera en la que se dio las cosas entre nosotros.
Por como nos conocimos, por el tipo de relación que tenemos, en más, ni siquiera tenemos una. Pero...
Hay algo que me llama a él.
No sé que es, aún estoy intentando entenderlo.
Pasan algunos minutos en los que sigo duchandome.
Creo que me tomé bastante atrevimiento, pero es que realmente es una buena ducha.
Unas manos me toman la cintura por atrás mientras me apreta.
DIOS MIO.
Unos labios se depositan en mi cuello, besando esa zona, pero con delicadeza.
—¿Qué... ¿qué haces?
—digo ya nervioso.
—Debemos sacar provecho a nuestro plazo, ¿no?
—susurra Nick en mi oído.
Sin ningún tipo de pudor echo mi cabeza hacia atrás, permitiéndole todo el acceso que quiera en mi cuello.
Él comienza a besar, a chupar, succionar.
Sus manos se aferran con más fuerza apretando mi cintura, se acerca del todo a mi cuerpo. Siento su dura excitación sobre mi trasero.
Mierda.
Sigue besando mi cuello, algunos suspiros de placer comienzan a salir de mi boca.
Ahora sus labios se deslizan hacia mi hombro, no deja de besar ni un centímetro de mi piel.
Intento voltear, pero no me lo permite.
—Ahora las cosas se hacen a mi manera.—dice tomando mi cabello por atrás tirando suavemente de él.
—¿Tendré que seguir tus órdenes?—sonrío cuando sus manos se deslizan por todo mi cuerpo, hasta apretar mi trasero.
—Sí.—me estampa contra la pared, le doy la espalda. Sonrío ante eso.
Nick vuelve a besarme en el cuello, luego de eso toma mi mandíbula para que lo mire. Hacemos contacto visual, su mirada es lujuria pura mientras relame sus labios observando los míos.
—Quiero morderlos.
—expresa sin pudor.
—Actúa y deja de hablar.
—respondo totalmente ido por la calentura que me provoca en un segundo.
Nick se acerca y me besa.
Me besa con pasión, con deseo, con hambre, con unas ganas infinitas. Sentir sus deliciosos labios sobre los míos una vez más me hacen flaquear. Su lengua juega con la mía, y es un beso tan pero tan urgido.
Me toma por sorpresa cuando siento uno de sus dedos acercarse a mi zona para poder estimular. Suelto un jadeo que él atrapa en su boca mientras me sigue besando. POR DIOS.
Besos, caricias, manos juguetonas de más... pasan algunos muy pocos minutos y Nick me sigue sosteniendo contra la pared mientras hace el primer contacto en mi interior. Gruñe por lo bajo mientras su frente se apoya sobre mi cabeza.
—Vamos Nick...—jadeo sintiendo la punta de su miembro.
No tarda mucho en entrar de a poco. Cada movimiento es un jadeo más de mi parte, y de él ni hablar. Cuando entra del todo suelta un gran gemido.
—Dios Charlie...—jadea tomando mis manos mientras las coloca contra los azulejos.
Nuestras manos se entrelazan.
—Te sientes tan bien.—suelto varios gemidos cuando comienza a moverse más.
Y una vez nuestros cuerpos vuelven a ser uno. Vuelven a encontrarse llenos de lujuria y pasión. Pasión que desborda por todos lados, tanto que no puedo ni pensar.
Solo puedo pensar en el detrás de mí y la manera tan exquisita en la que me está provocando un placer delicioso.
Nick toma un puñado de mi cabello tirandolo para atrás, se sigue moviendo. Y carajo. Parece estar sabiendo muy bien lo que hace.
—Sí, Nick... sí.—jadeo sin parar.
—Me estás volviendo loco.
—expresa sin dejar de entrar en mi, mientras vuelve a tomar mi barbilla para besarme de manera desesperada.
TODO ES DEMASIADO.
Y no pasa demasiado para que ambos explotemos nuevamente en un orgasmo que me hace flaquear.
Nick se apoya sobre mí respirando pesadamente.
Otra vez... DIOS MÍO Y TODOS LOS SANTOS JUNTOS.
~Narrador: Nick.
Después de nuestro encuentro en el baño, nos bañamos juntos. SI, NOS BAÑAMOS JUNTOS.
Entre medio de una sesión de besos que no pude evitar.
No sé que me está pasando.
Pero no puedo despegarme de él. Es algo... ¿adictivo?
Mierda. Estoy demasiado confundido.
Cuando terminamos la ducha le presto algo de mi ropa.
Me provoca algo verlo puesto con algo mío. Se ve muy... muy bien.
—¿De qué lado quieres?
—pregunto sobre la cama.
—Me da igual sinceramente.—responde mirándome al otro lado de la cama.
¿Y por qué el aire se sigue sintiendo pesado y tenso?
Acaso... ¿quedamos con ganas de más?
No puedo negar que yo sí.
Si él quisiera estaría con él toda la maldita noche.
No me aburriría. Sería un placer.
Charles abre la cama y se acomoda con algo de timidez. Hago lo mismo a su lado.
Nos colocamos de la misma manera, ambos mirando hacia el techo. Increíblemente suspiramos los dos a la vez.
—Apagare la luz porque me molesta.—digo por la que tengo a mi costado sobre la mesa de luz.
Él asiente.—Sí, yo también apagare esta.—dice también apagando la que está de su lado.
En el medio de la oscuridad, puedo sentir que se vuelve a colocar de la misma manera que recién. Una breve luz ingresa por el gran ventanal de mi habitación.
No puedo evitar mirarlo.
Su mirada está el techo.
Puedo detallarlo perfectamente. Su nariz es chiquita, sus labios son jodidamente besables, su piel es suave y siempre huele demasiado bien. Su cabello es sedoso, y sus ojos... tiene una muy linda mirada el cabron.
—¿Qué tanto me ves?
—pregunta de repente tomándome por sorpresa.
—Nada.—digo poniéndome increíblemente nervioso.
Mi mirada vuelve al techo.
Ahora solo se pueden escuchar nuestras relajadas respiraciones, el silencio que nos abraza por completo, y el poco ruido que se puede escuchar a lo lejos de la ciudad.
Me toma por sorpresa cuando de repente se coloca encima de mí sentándose a horcajadas.
—Aún tengo muchas ganas de sentirte.—dice sobre mis labios, toma mis manos y las lleva a su trasero—¿Y tú?
—pregunta en un tono provocador.
Me acomodo mejor, puedo sentir su excitación. Sus manos rodean ahora mi cuello.—También quiero mucho más.—voy directo a sus labios para besarlo con muchísimo fervor.
Minutos después estamos enredados en mis sábanas. Desnudos, sudados, jadeando sin parar, disfrutando uno del otro.
—Estás haciendo que esto del plazo valga la pena.
—expreso en gemidos cuando Charlie está encima de mí. Doy una estocada más fuerte dentro de él.
Charles pierde sus dedos entre mi cabello y lo toma con fuerza intentando tener estabilidad.—Te dije que sería buena idea.
Sigue montandome haciéndome perder la cordura en un puto segundo.
Mis manos se aferran a su cintura para ayudarlo.
Mis gemidos se mezclan con los suyos.
Realmente podría tenerlo aquí en mi cama todo el tiempo que sea necesario.
Lo quiero aquí, conmigo, y solo conmigo.
Algunos polvos más y quedamos completamente rendidos. Y no pasa demasiado para que Charles se quede dormido a mi lado.
Yo sigo un poco atolondrado por todo lo que pasó, así que solo lo observo dormir.
Duerme tranquilamente, así que me dispongo a también intentar dormir. A su lado.
Al otro día abro uno de mis ojos fregandolo con fuerza cuando la luz del sol pega de lleno en mi rostro. Me llevo una sorpresa cuando tengo a Charles sobre mi pecho, mientras su brazo abraza mi cintura.
No puedo evitar sonreír levemente ante eso.
—¡¡NICHOLAS!! —mi mamá golpea mi puerta varias veces—¡Te quedaste dormido otra vez! ¡Hoy tenemos la publicidad! —dice al otro lado algo molesta.
Carajo.
Lo olvidé por completo.
—Abre la puerta ahora o entraré. ¡No puedes ser tan irresponsable!—vuelve a decir enojada.
Observo a Charles que sigue durmiendo y prendido de mí.
Ambos aún desnudos.
MIERDA.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 20.
NOTA DE AUTOR/AR: Uffff parece que algunos andan 🥵🥵🥵 akdjdsk aaaaaaa y lo que falta!!! Déjenme decirles que en el próximo capitulo se prende una cosita, una cosita bastante fuerte. 🙊🙊🙊 YA VERÁN.
Se las dejo ahí.
Muchísimas gracias por todo el apoyo a la novela! Son lo más. Gracias por sus tan lindos comentarios.
Gracias por leer, besossssss
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top