18. | Tenemos Un Trato... Recuérdalo |



Capítulo 18.



           ~Narrador: Charlie.


Después de salir de la tienda nos quedamos junto a Ryan y Ruby paseando por el shopping.

Específicamente ahora Ryan y yo estamos afuera de otra tienda de ropa de mujeres.
Ruby y Chloe entraron solas. Parece que a Chloe le cayó muy bien y quiso acompañarla.
La dejé porque de aquí tengo vista de ambas.

Ambas revolotean por toda la tienda observando distintas prendas.

—¿Y de dónde se conocen?
—pregunta Ryan a mi lado.

Lo miro y sonrío levemente.—Eeeeh... <no sé si sabe que Ruby está en pareja, ¿supongo que sí no? Es su hermano >

—¿Amigos en común?
—indaga curioso.

Ladeo un poco la cabeza.
—Sí, justo eso. Cody.
—lo menciono.

—Ah, su novio.—afirma.

Río ante eso.—No quería meter la pata.

Niega sonriendo.—Me lo contó hace unos días.
Lo vi solo una vez, parece buen tipo.

—Lo es.—digo rápido— Es un gran tipo, somos amigos.
Mejores amigos te diría, y te puedo asegurar que es una persona hermosa.

Asiente.—Me quedo más tranquilo entonces.

Le sonrío levemente, y el también lo hace.

Ay, ¿por qué me puse nervioso?

Esquivo su mirada volviendo a mirar hacia la tienda. Ahora están en la fila esperando a pagar.
Por suerte son las primeras. Al fin.

Que chico es el mundo, ¿no? —vuelve a hablar de repente.

—¿Por qué? —pregunto volviendo a mirarlo, pero ya sabiendo la respuesta.

—Pues, soy el entrenador del niño que cuidas. A la vez tu mejor amigo sale con mi hermana...—empieza a decir.

Asiento sonriendo levemente volviendo a mirar hacia la tienda.

—Cómo que estábamos destinados a conocernos, ¿no? —suelta sin pudor.

Automáticamente lo miro.
Él me mira sonriendo muy levemente, es una sonrisa algo coqueta con una mirada un poco... intrigante.

¿Este guapo está coqueteando conmigo?

—¡Hemos vuelto! —avisa Ruby en un gritito llamando nuestra atención.

Dejo de mirarlo para mirar hacia el frente a las chicas.

—¿Interrumpimos algo?
—pregunta Ruby elevando sus dos cejas rápidamente.

—Ruby... —la regaña su hermano por lo bajo algo avergonzado.

—Bien, ¡miren todo lo que hemos comprado! —levanta muchas bolsas en el aire cambiando de tema— Vamos cariño, tú también muestras las tuyas.—choca su cadera con Chloe.

Observo a mi hermana como con timidez también levanta unas bolsas, automáticamente miro a Ruby.

—Ey... no era necesario.
—digo con respecto a las compras.

—No te preocupes Char.
—hace un gesto con la mano restando importancia— Además, son cosas que todas las chicas necesitamos tener sí o sí.

—¿Qué todas las chicas necesitamos tener?
—inquiere rápido Ryan—
¿Qué le haz comprado a la niña? —pregunta preocupado.

—¡Ay Ryan! ¡No seas tonti!
Todo lo que una niña hermosa como ella necesita.
—pellizca su mejilla y Chloe sonríe observandola fascinada.

—¿Vamos por el helado?
—me pregunta Chloe— Podemos invitar a los chicos.
—observa a los hermanos.

—¡Ay yo me sumo! Amo los helados.—automáticamente Ruby se acerca a mi y engancha su brazo con el mío—¿No te molesta no?
—susurra por lo bajo.

Me hace reír.—Para nada.
—observo a Ryan— ¿Te... te sumas?

—Claro.—me sonríe.

—Ven mi amor.—Chloe toma mi mano, y Ruby viene enganchada a mi otro brazo. Ryan camina a nuestro lado.

—No te preocupes...
—susurra Ruby hacia mí— Solo le compré un poquito de Make Up, perfumes, algunas faldas, suéteres para el frío...
—enumera— Y alguna que otra chaquetita.

Sonrío ante eso.—En serio muchísimas gracias, pero no hacia falta. Me da un poco de pena.

Niega rápido.—Como se nota que son hermanos. Todo el tiempo me decía lo mismo...
" Ruby, me da mucha pena "
Esa niña es un amor.

Sonrío ante eso.
Una media hora después estamos tomando un helado sentados en un parque. Increíblemente el día está agradable, así que se puede respirar un poco de aire fresco.

Chloe y Ruby hablan entre ellas, no sé de qué tanto hablan pero no paran.
Así que no me queda de otra que sacar conversación con Ryan, odio el silencio.

—¿Y hace cuanto eres entrenador? —le pregunto tomando de mi helado.

—Hace casi un año.
—responde también tomando del suyo.

—Aaah, hace muy poco.
Que bien.

—También estudio abogacía.
—agrega.

Mis cejas se elevan.
—Wow.
Me imagino que es una carrera bastante pesada.

—Lo es. Pero me agrada. Herencia familiar. No queda de otra.

—¿Estudias esto porque te lo impone tu familia?

Niega rápido.—Para nada. Solo que como crecí viendo a mi padre ejercer esta profesión, también de alguna forma se pegó a mí. Y me gusta.

—Ahh, entonces sí está muy bien.

—¿Y tú hace cuanto trabajas de niñero? —pregunta curioso.

—Hace muy muy poco.

—¿Conoces a Sarah Nelson?

Asiento rápido.—Por supuesto.

—¿Y cómo es ella? ¿Es así de cálida y dulce como se la ve en TV? —pregunta con curiosad.

Vuelvo asentir.—Sí, así como se la ve. Es muy gentil.

—¿Y su hijo Nick?
Estuve viendo en redes que salta de polémica en polémica.
¿Te lo cruzaste alguna vez?

Vuelvo a tomar de mi helado.—Sí, me lo crucé un par de veces.

—¿Y él qué tal?

Me encojo de hombros.
—No tuve mucho trato con él.
No sabría que decirte.

En realidad el cabron me atrae, tenemos un vínculo bastante raro, y ahora tenemos un plazo de treinta días para follar como desquiciados.

Pero no es necesario que sepa tanto.

Seguimos un rato más hablado de cualquier tontería. Chloe y Ruby se nos unen. Luego de una media hora más ya es hora de volver a casa, está comenzando a estar más fresco y no quiero que Chloe pesque frío.

—¿Los llevamos no Ry?
—le pregunta Ruby enganchando el brazo de su hermano.

—Claro.—Ryan me mira.

—No es necesario.—digo con pena.

Ryan toma unas llaves del auto y le susurra algo a su hermana, luego se las pasa.
—Siii, voy abriendo el auto.
¿Vamos Chloe? Tranqui Char, es el auto de allí.—señala uno a un par de metros de nosotros.

Asiento y Chloe se suelta de mi y va hacia ella. Ambas caminan hasta el auto, miro a Ryan confuso. Se acerca a mí.

—Quería pedirte tu número.
—dice con timidez.

Me causa algo de ternura.
Es un poco evidente que quizás siente algo de atracción por mí, pero de todos modos no pienso llevar las cosas más allá.
Al menos hasta que estos treinta días pasen. Je.

Además, parece dulce y gentil. Podría ser un amigo también.—Claro, dame tu teléfono.

Él me sonríe cálidamente mientras me lo pasa. Agendo mi número y se lo entrego.
Caminamos juntos hasta el auto. Ruby está del lado del conductor.

Baja la ventanilla.—¿Puedo manejar ahora yo? —sonríe ampliamente hacia su hermano.

Ryan niega con la cabeza y se sube del lado del copiloto.
Con pena me subo a la parte de atrás. Chloe me sonríe.
Le digo la dirección a Ruby y pocos minutos después ya llegamos. 

—¿Este es tu edificio Char?
—pregunta Ruby estacionandose.

—Sí.—y no quiero dar mucha más información, así que espero que no hagan más preguntas.

Ruby voltea a vernos y sonríe.—La pasé muy bien.
Espero que ustedes también.

Asiento.—Estuvo muy lindo. Gracias por traernos.—abro la puerta y Chloe baja primero que yo.

—Adiós hermosa.—le grita Ruby.

Chloe sacude su mano sonriendole. Ryan baja la ventanilla y me mira.
—Estamos hablando.

Asiento sonriendo ligeramente. Tomo la mano de mi hermana y subimos a nuestro piso.

—Esa chica está muy loca.
—Chloe ríe dejando las bolsas en el sofá— Pero me cae muy bien.

—Es muy simpática ¿no?
—me siento en el sofá—
¿Me muestras todo lo que te compro?

—Sí, claro.—sonríe ampliamente tomando las bolsas.

Me encanta verla así.
Me encanta verla contenta y disfrutando.

Mientras me muestra tooooodo lo que Ruby le compró en un momento dice
:—A su hermano parece que le caíste bien.—dice con picardía.

—¿Perdón? ¿Qué intentas decir? —digo oliendo uno de los perfumes.

—Nada.—se hace la desententida.

Estos chicos de ahora.

—Pero de tooodo lo que compramos hoy, este es el más hermoso.—levanta en alto el único vestido que pude comprarle. Sonrío ante eso.

—Agrrrr ven aquí.—la atraigo hacia mí comenzando a hacerle cosquillas.

—N... no... Ch... —no para de reír— Pa... para.

Río junto a ella mientras sigo haciéndole cosquillas.

    

NOCHE.

              ~Narrador: Nick.

—Sigo pensando que no es buena idea que vayamos.
—dice Liam a mi lado.

Estamos en el balcón de mi habitación tomando una cerveza. Bueno, más bien yo solo. Intenta convencerme de no asistir a la fiesta del tonto que me sacó el protagónico.

—Necesito salir y despejarme un poco. Suficiente ya estuve encerrado.—digo bebiendo otro trago.

—Puedes despejarte de otra forma. Además, a tu mamá no le agradará la idea que salgas a exponerte a una fiesta como esa. No justo ahora.—aclara.

Niego rápido bebiendo otro trago.—Mi mamá no tiene porqué enterarse.

Liam suspira y me mira más de costado.—¿Qué te sucede? Pareces nervioso o tenso.

Y el nombre de ese cabron me viene a la mente. Charles.

No dejé de pensar en él un puto momento.

No lo vi en todo el día.
Me intriga saber porque se pidió el día, intuyo que puede ser que sigue algo afectado por lo de su madre y hermana...
¿Estará mejor?

Niego rápido y vuelvo a tomar otro sorbo.
¿Y a mi qué mierda me importa?

—Ey...—Liam vuelve a llamarme.

—Vamos y te cuento en el camino.—comienzo a caminar.

—¿Iremos en serio?
—pregunta resignado siguiendo mis pasos.

—Sí.—digo terminando la botella y dejándola a un costado.

Varios minutos después ya estamos en la ruta yendo a la fiesta. Por lógica, es Liam quien conduce.

—Ya tuve sexo con Charles.
—digo de repente suspirando en grande.

Liam me mira completamente sorprendido.

—Cabron, mira hacia el frente.—digo de mala gana.

—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cómo fue? —pregunta sin parar.

—Estuvimos y ya.

—Pero dime algo más.
—pide insistente.

—No hay mucho para contar, solo fue sexo y ya.—miro hacia la ventanilla.

Pero siento su mirada.
Quiere preguntar más.

—¿Cómo te sentiste? —lo sabía.

—Bien.—digo sin más.

—¿Lo disfrutaste?

—No estuvo mal.

—¿Quieres repetirlo?

Hago una mueca.
—Puede ser.

Liam ríe por lo bajo.

—¿Qué? —pregunto mirándolo.

—Si quieres ser actor vas por mal camino, porque eres pésimo mintiendo.—dice con ironía.

—¿Qué dices?

—¿Quieres qué sea sincero?

—Habla.—digo harto.

—Qué estas hasta el culo con él. Y se te nota demasiado.
—sonríe triunfante negando con la cabeza.

—Como te encanta decir estupideces.

—Sí, sí. Cómo tú digas.

—Cállate.—digo entre dientes.

Solo escucho su risita por lo bajo una vez más. Minutos después llegamos a la fiesta, no está muy lejos de casa.
Bajamos los dos juntos.

—Ey... No te despegues de mi lado. No hagas locuras.
—comienza a enumerar—
Y tampoco sigas bebiendo.
—dice con seriedad.

—Mi madre está en mi casa, no aquí. No me digas que hacer.—digo yendo hacia la entrada.

—Nick, hablo en serio.—dice intentando alcanzarme.

Para este momento ya estamos dentro de la casa.
Como siempre suelen ser este tipo de fiestas. Gente por todos lados, algunas caras conocidas, otros bebiendo, bailando, drogandose.
Influencers haciendo contenido y demás.
Busco con mi mirada al imbecil.

—No te muevas de mi lado.
—dice Liam elevando la voz por el ruido tan alto de la música.

—Solo estoy...—ubico a Boris en una esquina fumando con un grupo, voy directo hacia ellos.

—¡Amigo! —Boris extiende sus brazos hacia mi en cuanto me ve. Me atrae hacia el grupo.

—¿Tienes un poco?
—le hablo al oído.

Liam se acerca rápido observando todo. Le habla a Boris:—No le des nada. Ya está tomado.

—Amigo, un poco de diversión de más nunca viene mal.—le responde Boris mientras me pasa una bolsita— Disfrútalo.

Liam niega y empuja a Boris.—Sí serás cabron.

—Ey... —Boris echa a reír— Te dejo pasar esto porque eres mi amigo.

No quiero seguir escuchando las estupideces que dicen.
Así que me alejo de ellos buscando un lugar cómodo para poder meterme esto sin que me toquen los huevos.



          ~Narrador: Charlie.

—Y esa es la razón por la cual Nicholas llegó conmigo esa noche.—le digo a Leía a mi lado.

La invité a quedarse a dormir. Accedió enseguida, amasamos pizza con Chloe y cenamos los tres juntos.
Ahora estamos los dos viendo una película que no le estamos prestando tanta atención. Chloe se durmió en la habitación hace más de una hora.

Estamos en el sofá. Leía abre la boca en sorpresa con las palomitas a medio comer.
Su gesto me causa risa.

—Come.—tomo su mano llevando las palomitas a su boca.

Ella niega y deja el balde a un lado.—¿Tuvieron... —traga saliva con fuerza.

—Sí, tuvimos sexo.—suspiro recordando— Y estuvo tan...
—no sé cómo describirlo— Por favor Leía, ni una palabra a nadie.
—digo rápido.

Ella asiente rápido.—Sí tranquilo. Lo que no entiendo es eso de los treinta días...

—Es solo para divertirnos un poco, y hacerlo más interesante.—me encojo de hombros.

—¿Y él acepto así como así?

Asiento bebiendo un poco de gaseosa.

—Míralo al señor Nicholas que picaron.—dice en un tono gracioso haciéndome reír.

Mi teléfono comienza a sonar. Lo tomo y veo que es Liam, me acomodo de inmediato.

—Es Liam.—digo hacia Leía.

Ella abre los ojos en grandes.—Atiende.—dice rápido.

Yo: ¿Hola?

Liam: Hola Charlie, ¿me escuchas? —dice alzando la voz. Una música fuerte se escucha de fondo.

Yo: Sí, te escucho. Un poco lejos, pero te escucho.

Liam: Lamento molestarte. Y por la hora, pero necesito que vengas ahora mismo a una dirección que voy a pasarte.

Mi ceño se frunce por completo.

Yo: ¿De qué hablas?

Liam: Es Nick.—dice en un tono preocupante.

Y acá estoy. Yendo en Uber hacia un lugar que no tengo puta idea de dónde es pero para buscarlo a él.

Y no sé tampoco porque mierda lo estoy haciendo.
Pero me preocupé, no voy a negarlo. Y sobre todo me llené de rabia cuando me dijo que Nicholas está drogandose y que no sabe como pararlo.

Cuando llegué a la casa le pagué al Uber y bajé caminando hacia la entrada. En el camino le envié un mensaje a Liam de que estoy afuera.

—¿Charlie?

Carajo.

Volteo para ver a Ally.
Está con un grupo de personas haciéndose selfies, fumando y bebiendo entre ellas. La miro y vuelvo mi atención a mi teléfono.

—¿No piensas saludarme?
—se acerca más.

—Estoy ocupado.—digo de mala manera.

—¿Qué haces aquí?
—pregunta.

—Tema mío.—segundos después Liam sale rápido por la puerta y choca con mi mirada, también ve a Ally.

Se acerca del todo.—Hola Ally.—dice sonriendo hacia ella.

—Liam.—contesta ella de mala gana.

Eso parece tomarlo por sorpresa, suelta un suspiro y me mira.—Hola Char, ven conmigo.

Asiento rápido y lo sigo, sin siquiera despedirme de Ally ni nada. No tengo idea de su vida ahora, probablemente ya está metida en todo este mundillo. Es lo que siempre quiso. Que sea feliz, no me interesa ahora.

Sigo a Liam pasando por muchas personas.
Llegamos hasta un pasillo.

—En serio gracias por venir.—dice con sinceridad mientras sigue caminando con rapidez.

—Ni siquiera sé que hago aquí.—respondo de la misma manera.

Frena de golpe al frente de una puerta. Me mira.
—Tú sabes porque estás aquí.

Me toma por sorpresa, así que me quedo en silencio.
Liam abre la puerta e ingresa. Nicholas está con una tipa muy cerca, más bien ella intenta acercarse. Cuando entramos enseguida miran hacia la puerta.

Imbecil de mierda.

Mi mandíbula se tensa por completo, intento salir de la habitación pero Liam lo impide tomando mi brazo.

—¡En serio no quiero! —le dice Nicholas a la tipa.

Liam niega con la cabeza. Parece que él tampoco se esperaba esto.

Eres un aburrido de mierda.
Antes eras más divertido.
le dice la tipa con frialdad mientras se aleja de él y pasa por al lado de nosotros con furia saliendo de la habitación.

—Me iré.—digo hacia Liam.

—Espera...—me susurra y observa a Nicholas—
¿Estás bien?

—¿Para qué lo llamaste?
—dice por mí.

—¡Porque no sé cómo controlarte y sacarte de acá!
—Liam eleva su voz hacia él.

Nicholas parece algo mareado, así que solo se echa hacia atrás sentándose en la cama mientras se sostiene la cabeza.

—Tengo el auto afuera.
Los espero ahí.—dice Liam hacia mí— Por favor, a mi no me hace caso. Quiero sacarlo de aquí antes de que haga una locura. Por acá anda rondando el tipo que se quedó con el protagónico que tanto quería.

Niego con la cabeza.
—Principalmente no debiste venir con el aquí.

Asiente rápido.—Lo sé, pero ya sabes un poco como es de terco. Creí que podía manejar la situación, pero se me fue de las manos.

—¡Sigo aquí...!—dice Nicholas desde su lugar echando a reír.

Liam voltea los ojos.

—Ve, en unos minutos estamos contigo.—suspiro en grande.

Liam exhala con tranquilidad.
—Muchas gracias.—observa a Nicholas— Y tú, levanta el culo que los espero afuera.

Sin decir más abre la puerta de la habitación y sale.
Me cruzo de brazos observándolo.
Sé que sabe que estoy aquí, así que espero a que diga algo.

—¿Me vas a regañar o algo así como mi madre? —dice irónico aún sosteniendo su cabeza.

—Ya estás bastante grandecito para eso.—me acerco a pasos lentos hasta él ubicándome al frente suyo.

—¿Por qué estás aquí?

—Porque Liam me lo pidió.
—lo observo de mala manera—Se te veía bastante entretenido con esa tipa.

—Ella entró a querer besarme, yo que sé.—dice de mala gana.

Suspiro y prefiero no darle entidad al tema, por ahora.
—Vamos, hay que irnos.

Detesto esto.
Detesto tener que revivir esto de alguna forma con él. No sé porqué. Pero verlo así me hace recordar cosas que no quiero.

Esta vez quita sus manos de su rostro y levanta su cabeza para mirarme.
—¿Por qué luces enojado?

—¿Te drogaste?

Niega rápido levantando sus manos en señal de inocencia.

—Nicholas...

—¡Que no! —rápidamente busca algo en sus bolsillos, de ella saca una pequeña bolsita. No parece abierta.
Así que dice la verdad.—¿Lo ves? —dice victorioso.

—Pero ibas a hacerlo...
—se lo saco de las manos con furia— Debes dejar esta mierda de una vez por todas.

Observo a mi alrededor y como la habitación es bastante bonita y amplia, noto que hay una puerta entreabierta que me lleva a un baño. Camino hacia ahí y tiro la bolsita por el retrete.
Vuelvo con Nicholas y me coloco del mismo modo que hace unos segundos.

—Vamos.—le digo autoritario nuevamente.

Echa a reír por lo bajo.—Ya no estés enojado, no estoy drogado.

—Pero si ebrio. Si alguien ve el estado en el que estás y lo publica, sería otro escándalo. No mides las consecuencias.
—digo de mala gana— Realmente eres un imbecil.

Esta vez vuelve a mirarme.
Sus ojos escanean mi cuerpo de arriba a abajo, se relame los labios y me toma por sorpresa cuando estira sus brazos y rodea mi cintura acercandome a él.
Quedo en medio de sus piernas.

—Pero te encanta este imbecil.—suelta deslizando sus manos por mis costados.

Me pone nervioso en un puto segundo.—Nick, vamos.

Suspira volviendo a relamer sus labios.—¿Y si nos quedamos un rato aquí?
—esta vez se pone de pie, su mano va a mi barbilla.

Niego perdido observando sus labios.—No, no estás en condiciones de hacer nada.

Su frente se apoya en la mía.
Noto como cierra los ojos.
—Pero muero por besarte.

Un cosquilleo me invade el estómago. Trago saliva con fuerza.

—Hay que irnos.—digo en un susurro.

Nick está vez abre los ojos y sus dos manos se ubican en mi rostro.
Me mira, con una de sus manos acaricia mi mejilla.
—No haré nada que tú no quieras.

Yo también deseo besarlo.

—Entonces... vamos. Liam nos espera.—intento tomar sus manos, pero me lo impide. Ya que siguen firmes ahí. Pero su tacto es dulce, nada agresivo.

—Gracias por estar aquí.
—expresa con sinceridad.

Y acá es dónde caí.

En un segundo, sí.
En una milésima de segundo. Porque lo vengo trayendo hace semanas y no puedo seguir mintiendome a mi mismo. Tampoco hacerme el idiota.

Me gusta Nick. Y mucho.


Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo 19.

                       ~~~



NOTA DE AUTOR/AR: Perdón la hora!! SJJDJDSKKS primer paso, aceptación. Ya lo tenemos de una parte, ¿y de la otra?
¿Creo que es un poquito obvio no? Aaaaaaaa. Se vienen tantas pero tantas cositas 🙊👀😋 muchísimas gracias por el apoyo a la novela, y sus tan lindos comentarios. Los valoro mucho. Gracias por leer, besossssssssss

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top