14. | Contigo, Solo Contigo... |
⚠️ADVERTENCIA: CONTENIDO +18.
●Capítulo 14.
~Narrador: Nick~
Desde que tengo uso de razón siempre fui una persona bastante impulsiva.
Para nada pensante.
Yo no soy de esas personas que tiene que analizar las cosas una y otra vez, ya sea para decir o hacer algo.
Yo voy y lo digo, voy y lo hago.
No lo pienso mucho.
Esto me trae aquí y ahora, a mí y a Charles besandonos como dos desesperados, como si realmente ambos desearamos esto.
¿Y realmente es así?
Charles me empuja a mi cama. Yo me siento colocando ambos brazos a mi costado, lo miro, su mirada se clava en mi mientras se acerca.
Trago saliva con fuerza...
Pero voy a dejar que fluya.
Voy a seguir el consejo de Liam. Voy a divertirme, a pasarla bien. Y que Charles también lo haga.
No puedo negarme a mi mismo. Siento atracción por él.
Asi que quiero tomarlo para mí.
Y quiero experimentar mucho... pero con él.
Se sube encima de mí colocándose a horcajadas, lo noto nervioso. Sin embargo no duda en colocarse encima de mí dura excitación.
Eso me hace soltar un jadeo por lo bajo, él también lo hace.
Su mano se coloca en mi barbilla, la levanta para que lo mire directo a los ojos.
—Estás muy duro.
—balancea un poco sus caderas dejando un suave beso sobre mis labios.
Mis brazos rodean su cintura, lo tomo con más fuerza para que me sienta una vez más.
Suelta otro jadeo sonriendo en mis labios.
—Me estás provocando demasiado.—le digo.
—¿Ah sí? —vuelve a besarme en los labios, sus dedos se pierden en mi cabello.
Mis manos aprietan su cintura.
—Mucho. Y odio eso.
—dejo de besarlo para llevar mis labios a su cuello.
Charles me da el acceso completo.
Suelta algunos gemidos mientras una de sus manos se mete por debajo de mí camiseta sintiendo mis abdominales.
—Yo también odio todo lo que me provocas.—expresa tomando una de mis manos llevándola a su entrepierna para que lo toque.
Me pongo nervioso ante eso, sin embargo mi mano acaricia su dura excitación...
Me gusta. Me gusta esto. No está nada mal.
Tensando mi mandíbula lo tomo en mis brazos levantandolo para empujarlo en mi cama. Charles sonríe mientras me mira y se acomoda mejor, me retiro mi camiseta quedándome en cuero. Cuando quiero abalanzarme encima de él, me interrumpe:
—Espera...—me detiene colocando su mano en mi abdomen, lo miro confuso mientras se sienta.
Lo miro nervioso mientras acerca sus labios a mi abdomen y comienza a dejar un camino de besos húmedos y deliciosos. Cierro los ojos ante eso. Es delicado, es sutil, pero a la vez muy caliente.
Pero yo estoy demasiado caliente.
Estoy que no puedo más, y necesito que pase algo, pero ya.
—Lo que tienes de imbecil lo tienes de atractivo.—levanta su mirada.
Sonrío levemente ante eso.
—Leíste mis pensamientos.
—mi pulgar acaricia su labio inferior.
De manera lenta lleva ese mismo dedo a su boca, chupandolo. Relamo mis labios ante eso, me sorprende. Me pone en un estado más caluroso del que ya estoy.
—¿Recuerdas lo que me dijiste una vez con respecto a mi boca? —pregunta en un tono seductor.
Asiento levemente tomando su barbilla para que me mire, lo hace.—Que me gustaría sentir tus labios en muchos sitios.
Charles asiente dejándo un pequeño beso en mi abdomen. Sé lo que pretende hacer, sé adónde quiere ir, y no aguanto más. Lo necesito ya.
Sin mucho preámbulo su mano derecha acaricia mi miembro duro por encima de mis pantalones chándal, me mira moviendo el elástico de este bajandolo un poco.
—¿Y cuánto te gustaría esto?
—pregunta en el mismo tono de antes, esta vez jugando con el elástico de mi bóxer.
—Mucho.—respondo ya algo perdido por la calentura, por sus palabras, por su manera de tocarme...
Noto como se muerde los labios un momento, toma mi miembro sacándolo por completo de mi bóxer.
Coloca algo de saliva en su mano y comienza a deslizar de arriba a abajo mientras comienza a masturbarme.
Me permito disfrutar.
Me permito que en este momento ningún estupido pensamiento me joda. Solo quiero estar aquí, sentirlo a él, que él me sienta y por un puto momento mandar todo al carajo.
—¿Te gusta? —pregunta demandante mirándome, su mano no deja de moverse.
Asiento.—Demasiado.
—suelto en un jadeo.
—Quizás esto te guste un poco más.—sin tardar demasiado se acerca por completo y se lleva mi miembro a su boca.
Mierda.
Su lengua juega, sus labios saben lo que hacen. Sus movimientos a veces son lentos, otras rápidos.
Echo mi cabeza hacia atrás totalmente perdido por el placer que me está ocasionando. Que es demasiado, tanto que ya no sé cómo expresarlo.
Sus manos se ubican en mi trasero mientras lo apreta, sigue haciéndome sexo oral y él también parece disfrutarlo mucho.
—Mierda...—suelto un gemido sonoro mientras tomo su cabeza y mis dedos se pierden en su cabello.
—Que rico estás.—suelta en un jadeo sin dejar de hacer lo que está haciendo.
—No pares por favor.
—exijo aferrando con fuerza su cabeza con mi mano.
Estoy por acabar en tan poco, carajo.
Estoy...
—Ahhh...—suelto otro gemido— Lo haces tan bien.
—cierro los ojos perdido por el placer.
Charles sigue y sigue.
Y yo estoy por explotar.
Realmente estoy por...
—AAAAAAAAH.—se escucha un grito desde un pasillo.
Él se aleja de mi rápidamente, sigue en la misma posición intentando descifrar de dónde vino ese grito.
—Ey... —me quejo volviendo a intentar tomar su cabeza para que siga.
—AAAAAAAAH.—el mismo grito.
Automáticamente se levanta.—Mierda, es Chloe.—me esquiva y sale prácticamente casi corriendo de la habitación.
—¡CHARLES! —lo llamo pero es inútil.
Agrrrrrrr, mocosa.
Tensando mi mandíbula cierro la puerta, me apoyo en ella, tomo mi miembro, basta unos segundos para acabar.
Mierda...
¿Qué fue todo esto?
Y qué además... ¿se sintió tan pero tan bien?
~Narrador: Charlie~
—Ya está cariño, ya sé fue la araña.—digo hacia Chloe mientras la cubro con las mantas.
—¡Casi me pica Char! —dice aún asustada.
—¡Ay Chloe cómo iba a picarte si estaba en el techo!
—volteo los ojos y la termino de cubrir.
—¿Y si bajaba?
—Ya está mi amor, ya la saqué. Esa araña no te hará nada, ahora duerme ¿sí?
Es muy tarde para que estés despierta.—dejo un beso sobre su frente yendo a mi cama.
—¿Y tú dónde estabas?
—pregunta curiosa.
Trago saliva con fuerza acomodando mis propias mantas.—Eeh, tomando agua.
—Okey.—dice mientras siento que se acomoda para dormir.
Suspiro en grande mientras la observo taparse por completo dispuesta a dormir.—Buenas noches.
—Buenas noches Char.
—dice con voz suave.
Inhalando profundo me acomodo en mi cama.
Cuando caigo en cuenta lo que acaba de pasar hace menos de cinco minutos con un cabron que según yo detesto y está a un par de metros de mí.
Carajo. Necesito repetirlo, necesito repetir mil cosas con él, y hacer otras cuantas cosas más.
Me muerdo los labios recordando sus besos, su tacto, su agarre firme, su voz ronca pidiendo que siguiera dándole placer. Por dios.
¿En qué momento llegamos a esto?
Aunque probablemente ahora me odie más de lo que ya me odia por dejarlo en el estado en el que estaba...
Sonrío recordando su cara de placer, como le gustaba lo que estaba haciendo, como exigía más. Podría hacer de todo con ese chico y estoy seguro que no me arrepentiría.
Está jodidamente bien, y lo comprobé casi por completo.
La cosa ahora es... ¿Terminaremos lo que empezamos?
O vamos a dejarlo ahí como si nada hubiera ocurrido... Viniendo de Nicholas la verdad es que nunca se sabe. Y de mi parte...
Estoy confundido. Me siento raro, estoy sintiendo cosas que creí que no me pasarían.
Me siento jodidamente atraído por él. Pero demasiado.
Carajo.
Al otro día llevo a Alexander al instituto. Durante la mañana no me crucé a Nicholas, según Lauren está en su habitación y pidió desayunar ahí. Cuando volví del instituto pensé cruzarmelo, pero parece que el imbecil aún sigue encerrado.
Acaso... ¿está evitandome?
—Necesito que pruebes esto.
—dice Leía de repente hacia mi sacandome de mi nube de pensamientos. Estamos en la cocina.
—Eeh, sí claro.
Leía coloca un pastel sobre la mesada con una sonrisa de oreja a oreja.
—Me llevó toda la mañana hacerlo.—avisa mientras me pasa un tenedor— Ojalá haya salido rico.
—Todos tus postres siempre salen deliciosos.—agarro el tenedor y me acerco al pastel.
—Gracias por eso.—sonríe con timidez— Pero particularmente a este le agregué algunos ingredientes de más, quise probar algo nuevo. E incluso le agregué un poquito de licor.—se cubre la boca como si hubiera cometido un delito.
Mis cejas se elevan.—Wow, esto estará delicioso.—me siento en la banqueta acercando el pastel— Por supuesto Chloe no puede probar esto.
Leía asiente.—Le preparé algunas galletas, las que tanto le gustan. Para recompensar. Porque realmente necesitaba hacer esta receta.
—Eres un encanto.—sonrío y cargo un poco de pastel en el tenedor, me lo llevo directo a la boca para saborear.
Leía me mira altamente expectante.
—¿Y? —pregunta ansiosa.
Sigo saboreando, sin decir nada meto el tenedor en el pastel y me cargo otro bocado más. Me lo llevo a la boca mientras mi nariz se arruga.
—¿Qué ocurre? —pregunta desilusionada.
—Creo que le falta algo...
—digo con la boca un poco llena.
—¿Qué le falta? —pregunta preocupada.
Termino de comer y tomo una servilleta limpiándome los labios. Hago una pausa observando mientras ella me mira expectante.
—¡Que tienes que vender esto a millones de dólares Leía! ¡¡Carajo, no puede estar más delicioso!! —digo absolutamente sincero volviendo a cargar más pastel para seguir comiendo.
—Aaaay, ¿en serio? —sonríe ampliamente.
Asiento rápido con la boca llena.—No puedes seguir compartiendo estas recetas solo con las personas de esta casa, tienes que tener un emprendimiento o algo así.
Muchas personas tienen que conocer las delicias que haces.
Leía hace una mueca.—Me da un poco de vergüenza, no sé si me sienta capacitada para eso. Creo que quiero ir de a poco, aún me faltan muchas cosas que aprender.
Niego rápido volviendo a comer.—Para mí ya eres una experta.
Leía sonríe tímidamente acomodándose a mi lado mientras toma su propio tenedor y come junto a mi.
—Claro que sí cariño, toma lo que quieras.—se escucha la voz de Lauren acercarse a la cocina.
Segundos después ella y Liam ingresan.
—Hola.—saluda Liam hacia nosotros.
—Ey, hola.—le digo apenas porque sigo con la boca llena.
Liam se acerca del todo a la mesada.—Bueno, parece que interrumpo algo.—observa el pastel y luego a Leía.
Ella se queda inmóvil mirándolo.
—Acá tienes dulzura.
—Lauren le deja a Liam unos refrescos con unas palomitas.
—Gracias Lauren, eres lo más.—le responde él.
Ella sólo sonríe y sale de la cocina.
—¿Cine? —le pregunto.
Asiente.—Veremos una película con Nick.—su mirada va a Leía nuevamente.
Sin que él lo note codeo por lo bajo a Leía para que reaccione y diga algo. Sin embargo ella no hace nada. Parece nerviosa. Hasta incluso dejó de comer.
—Esto tiene muuy buena pinta.—dice Liam con respecto al pastel.
—No solo tiene una muy buena pinta, si no que también está sumamente delicioso.—agarro otro tenedor y se lo paso—
Prueba un poco.
Él lo agarra.—¿Puedo?
Leía sigue cabizbaja.
—Claro, prueba.—vuelvo a decir.
Liam sonríe levemente y carga un poco su tenedor, se lleva el pastel a la boca y comienza a saborear. Sus ojos se abren en grande mientras disgusta.
—Esto está... —vuelve a cargar su tenedor y se lleva más pastel a la boca— Por dios, ¡esto está delicioso!
—Lo hizo Leía.—digo rápido.
Liam la mira.—¿Licor?
—indaga curioso.
Leía asiente cabizbaja.
—Eres increíble.—le dice—
Permiso.—vuelve a cargar más pastel.
Y mi lamparita se me enciende.
—¿Yyy en tu restaurante no necesitas alguien para pastelería?—le pregunto mientras él sigue saboreando pero me presta atención—
Leía podría ser un gran aporte.
Ella automáticamente me mira algo incomoda.
Liam la observa.—Ya tenemos a alguien que se encarga de eso.—parece pensar— Pero la verdad es que no nos vendría nada mal una incorporación como la tuya. Tienes unas recetas geniales Leía.
—Gracias.—dice ella en un tono bajo.
—Entonces podrías contratarla o algo así, ¿no?
A ella le vendría muy bien para mostrar las delicias que prepara, y a ti te vendría bien para tener un menú más variado.—guiño un ojo hacia él.
Liam me señala con el tenedor.—Eres bueno haciendo negocios.—lleva su vista a Leía— ¿Podríamos hablar sobre esto después?
Creo que podríamos llegar a un acuerdo.—propone.
Leía parece tragar saliva con fuerza, luego me observa haciendo una mueca.
—Permiso, tengo que ayudar a mamá con unas... unas cosas.—dice sumamente nerviosa y luego mira a Liam— Perdón.—camina rápido para salir de la cocina.
Mierda. ¿Y ahora qué?
¿Metí la pata o algo así?
—¿Dije algo malo? —me pregunta Liam mientras vuelve a cargar pastel para seguir comiendo.
Niego.—No te preocupes.
Liam toma los refrescos y las palomitas.—Te veo después.—me sonríe— Cualquier cosa dile a tu amiga que se comunique conmigo, tienes mi número.
—Claro, lo haré.
Liam va saliendo de la cocina, pero antes que lo haga lo llamo:
—Liam...
—¿Sí? —voltea a verme.
—¿Podrías decirle a Nicholas si puede hablar conmigo más tarde? Es algo de... —vamos Charlie piensa algo rápido— Una cosa que Sarah me pidió que le diga.—digo rápido y nervioso.
—Claro, yo le digo.
El día transcurrió. Después de buscar a Alexander del instituto, esperé a que se diera una ducha y volvimos a salir para llevarlo a natación. Esta vez Chloe fue con nosotros, me sorprendió. Generalmente no quería acompañarnos.
Una vez en el club nos sentamos en la tribuna, observando como Alexander va de una punta a la otra nadando, un instructor le da indicaciones.
—¿Me das dinero para ir a comprar algo dulce? —pide Chloe a mi lado.
—¿Irás a comprar tú sola?
—¿Qué tiene? Además, hay un kiosko aquí dentro. A unos metros.—avisa.
Niego rápido.—Ya comiste demasiado dulce con las galletas de Leía.
Que por cierto tengo que hablar con ella, la noté algo rara después de lo que pasó en la cocina con Liam.
Quizás se sintió algo intimidada.
Suspira.—Está bien.
—recarga su cabeza en mi hombro.
Unos minutos más mientras seguíamos observando a Alexander, en un momento notamos como sale de la piscina junto al acompañamiento de su instructor, parece algo asustado. Claramente algo ocurrió.
Me levanto enseguida.
—Vamos.
Chloe sin dudarlo un segundo baja rápido hasta llegar hasta ahí, tengo que acelerar los pasos para alcanzarla.
—¿Estás bien? —le pregunta asustada a Alexander, mientras este tose y tose.
—No pueden estar aquí.
—dice el instructor— Tranquilos, estará bien.
Intentó hacer un truco especial, tragó un poco de agua.—explica.
—No sé supone que estás tú para asegurarte que estás cosas no pasen.—le digo de mala manera acercandome a Alexander—¿Quieres ir a la enfermería?
Él asiente.
—Estaba a punto de llevarlo.
—dice el instructor— Para que se quede tranquilo.
—Vamos.—dice Chloe rodeando sus pequeños brazos sobre la cintura de Alexander para ayudarlo a caminar.
—Yo voy con ustedes.—digo rápido.
Alexander me mira enseguida y niega rápido sin que Chloe lo note, me guiña un ojo.
Aaaaaah, pendejo.
—Está bien mi amor, acompáñalo.—le digo.
De todos modos la enfermería está acá a la vista, así que puedo verlos en todo momento.
Observo como Alexander recarga sus brazos por alrededor de los hombros de Chloe mientras ella lo ayuda a caminar hasta dar a la enfermería.
Volteó los ojos y observo al instructor.—Dime que tú no eres cómplice de esto.
Él sonríe de forma ladina.
—Quizás un poco.
—Por dios. Eso no es nada profesional de tu parte.
—digo con ironía.
—Le tengo mucho cariño a Alexander, me pidió este favor y me causó demasiada ternura. No pude decirle que no.—dice con una sonrisa— No te preocupes, él está bien.
No tragó agua ni nada.
Suspiro negando con la cabeza.
El instructor estira su brazo para estrechar mi mano.
—Ryan.—se presenta.
Lo miro, brevemente lo escaneo de arriba a abajo.
Nada mal el instructor.
También estiró mi brazo y tomo su mano.—Charlie.
—Un placer.—sonríe.
—Igualmente.—le devuelvo la sonrisa.
Al llegar a casa Alexander parece seguir con su acting de sentirse algo mal, así que se queda en el living junto a Chloe. Que pobrecita la ingenua de mi hermana le cree todo. Ella quizás no se lo traga del todo, pero si hay algo que tiene mi hermana es bondad. Y demasiada.
—Necesito ir a ducharme.
—aviso en un suspiro—¿Estarán bien aquí?
Alexander asiente tocándose el estomago como si le doliera.—Sí.—dice con voz quejosa— Le pediremos a Lauren una merienda para tomar aquí, ve hacer lo que tienes que hacer.
Observo a Chloe esperando su aprobación. Ella asiente volteando los ojos. Sonrío ante eso y me acerco dejando un beso sobre su cabeza.
—En unos minutos estoy con ustedes. Que te mejores Ax.
—digo con ironía hacia él.
—Que no me llames así.
—se queja.
Reprimo una risita y subo las escaleras. Rápidamente me dirijo al baño para poder darme una ducha, en cuanto estoy a punto de deshacerme de mi ropa escucho unas risitas desde el pasillo.
Una risita de mujer.
Curioso me acerco a la puerta y la abro, espio para ver a Nicholas con una tipa.
Este la agarra de la cintura y le da un beso en los labios.
Ella sonríe.
—A tú chófer que me lleve, ya sé.—dice ella mientras va caminando hacia las escaleras.
—Adiós Sam.—le dice él mientras voltea y se mete a su habitación.
Espero a que la tal Sam baje las escaleras, una vez que lo hace como una furia salgo del baño y me dirijo con rapidez hacia la habitación de Nicholas.
Abro la puerta sin pedir permiso y lo encuentro encendiendo un cigarro, voltea a verme. Tiene puestos solo unos shorts deportivos.
—¿No sabes lo qué es golpear antes de entrar? La persona te da autorización y ahí recién ingresas.—explica como si fuera un estupido mientras da una calada a su cigarro.
Cierro la puerta detrás de mí.
Observo la habitación, observo la cama que está hecha un desastre.
La habitación huele a sexo.
Mi mandíbula se tensa.
—¿Qué quieres? Estoy por ducharme.—vuelve a fumar.
Me acerco hasta él.—¿A qué estás jugando?
Me mira confuso.—¿De qué hablas?
—A mi no me van estas cosas Nicholas.—digo con seriedad.
—Sigo sin entender de que hablas.—expulsa más humo.
—Ayer te chupo la polla y la pasamos muy bien, y ahora te revuelcas con otra.
¿Qué mierda estás pretendiendo? —escupo con frialdad.
Nicholas sonríe y echa una risita muy por lo bajo, observo como camina y apaga el cigarro en un cenicero. Vuelve acercarse hasta mí, rodea con delicadeza su gran mano sobre mi cuello y me acerca peligrosamente hasta su boca.
—¿Qué pasa? ¿Estás celoso?
—pregunta mirando mis labios.
—Eres muy idiota y...
No me deja terminar porque me interrumpe mientras me besa.
Automáticamente lo alejo de mí.—¿Qué haces? —me limpió la boca— Ni siquiera me toques, acabas de follarte a otra.
—¿Y eso qué?
—¿Y eso qué? —repito lo que dice sin poder creerlo— No te estoy haciendo una maldita escenas de celos Nicholas.
Bueno, quizás un poquito.
Soy un tarado por sentirme así.
—Pero no vas a jugar conmigo.—digo serio— Yo no seré tu juguete de diversión, no seré eso que tienes ganas de descubrir e investigar.
No así, no de este modo.
Me mira en silencio.
—Hablo en serio. Conmigo no vas a jugar. —me acerco— Si vamos a divertirnos, vamos a divertirnos bien. No así.
—¿A qué vas con eso?
—Que yo no quiero ser el tipo que tienes ganas de besar solo por ser un tipo. Para sacarte las ganas y nada más, no me gusta estar en esa posición.—aclaro.
Nicholas suspira y se sienta en su cama.—Entonces, ¿qué propones?
—Que es evidente que sientes atracción por mí.
Nicholas sonríe.—Y el egocéntrico soy yo.
—Y que yo también siento atracción por ti.—sigo diciendo— Pero también es evidente que somos muy distintos, demasiado. Y que claramente no podemos estar en un mismo sitio sin terminar discutiendo o algo similar.
Nicholas me escucha con atención mientras me mira de arriba a abajo.
—Yo no te caigo bien, tú a mi tampoco. Pero ahí...—mi mirada va hacia su cama— Parece que es el único lugar que nos entendemos.
Esta vez me acerco más hasta él, me coloco entre medio de sus piernas. Él sólo me observa con esa mirada tan penetrante que suele tener conmigo.
—Hay que pasarlo bien.
—Sé más específico.—pide en un tono bajo.
—Sexo. Y nada más.
Después podemos seguir odiandonos y todo lo demás.
—digo con convicción, pero en realidad los nervios me consumen.
Nicholas me mira como analizando.
—Nos puede traer muchos beneficios a ambos.—sigo diciendo— Eso implica algunos puntos que hay que cumplir.
—¿Cuáles puntos? —pregunta curioso.
—¿Eso significa qué aceptas lo que te estoy proponiendo?
Nicholas ladea su cabeza mientras me observa. Sin pensarlo mucho toma mis piernas desde la parte de atrás y me acerca del todo, sus manos aprietan mi trasero.
—¿Y tú qué crees? —dice en un tono seductor.
Lo que sigue a continuación estará disponible en el capítulo quince.
~~~
NOTA DE AUTOR/AR: HOLAAAA!!! Mil disculpas la demora, pero acá está!
Jadjdiskkdd ¿que pasará ahora entre estos dos?
Ambos se sienten algo aturdidos con lo que les pasa, sin embargo cuando están juntos parecen olvidarse de todo no?
Aaaaaa todo lo que se viene 🙈🤫😎
Muchísimas gracias por sus tan lindos comentarios!
Recuerden seguirme en mi Instagram que me hice para estar más en contacto con ustedes @fresitaahre
Gracias por leer, besossssssss
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