Final
Un año después, día de San Valentín...
Off caminó dentro de la Florería "Gunnie" un poco después de las cinco con una caja de dulces bajo su brazo y una bolsa de comida en la otra. Gunnie no lo esperaba hasta las seis, así que esperaba darle una pequeña sorpresa por su aniversario. Esperaba que Gun no tuviera que trabajar hasta tarde, pero por lo menos podía quedarse ahí con él.
Sky estaba en el teléfono en frente del mostrador. Con una mano hizo señas y señaló la parte trasera.
Off se deslizó a su lado y besó su mejilla antes de ir por su compañero. Se había vuelto cercano a los empleados de la Florería de Gun en el último año. Off sonrió y se detuvo fuera de la puerta ante el sonido de la voz de Jane.
—¡Me lo debes Gunnie!
—De ninguna manera. Eso fue hace un año. Me has hecho pagar de más por el incidente de la camioneta.
—Nop, ni de cerca, pero si me llevas contigo quedaremos a mano.
Off se recargó más cerca del muro. Podía oírlos bien pero tenía la sospecha de que empezarían a susurrar. De seguro, las siguientes palabras de Gunnie apenas fueron audibles.
—Estoy haciendo esto como una sorpresa para Off. Además es un club gay. ¿Cómo demonios esperas que te lleve allí?
Jane bufó.
—Bueno, mmmm, diremos que voy de travesti.
Off parpadeó, reteniendo su risa. Oh esto se estaba poniendo
interesante.
—¿Una reina travesti embarazada? La voz de Gun rozó el susurro.
—¿Por qué no? —rechifló Jane.
Si, ¿por qué no Gunnie? Esto debía ser bueno.
Off sonrió. Debería entrar y de hecho detener su plan, pero se moría por escuchar cómo iba a salir de esta Gun.
Gun gimió.
—De acuerdo, de acuerdo, esto es lo que vamos a hacer. Puedes vestirte como un chico. Tal vez podamos ocultar el bebé como un estómago de cerveza. Pero, ¿Qué vas a hacer con Lee? Es San Valentín, creo que notara si no estás en casa.
—Ooh, Gunnie, eres un genio. En lugar de fingir ser un travesti,
realmente iré como travesti. Y no te preocupes por Lee, pensaré en algo.
Jane rió.
—No creo que se llame ir como travesti cuando una mujer se viste como hombre.
Gunnie sonaba como si realmente estuviera contemplando la situación.
—¿Por qué no?
—No sé.
Off sonrió, casi podía ver a Gun encogiéndose de hombros.
Tan divertido como era, y lo mucho que odiaba arruinar la sorpresa, iba a tener que detenerla, todo esto tenía la marca de problemas. Dio un paso a la vista, aclaró su garganta y anduvo a lo largo del muro.
Ambos conspiradores voltearon sus cabezas hacia la puerta. Jane estaba apoyada sobre la mesa de trabajo de Gun mirándolo hacer un arreglo floral.
—De ninguna manera ustedes van a ir a ese club. Jane, ve a casa.
Jane giró alrededor, su rojo cabello volando a sus ojos, su estómago embarazado golpeó contra un florero de metal largo que Gun estaba llenando con flores.
Cuando el florero cayó, aterrizó justo en el pie derecho de Gun, antes de que golpeara el linóleo con un sonido metálico. Los pétalos de las flores se regaron por el piso.
Los grandes ojos ámbar de Gun se abrieron ampliamente y mordió su labio inferior.
Off tenía que darle crédito, permaneció allí por diez segundos completos antes de que empezara a aullar como una banshee, brincando alrededor en un pie.
—Auch.
Jane se sobresaltó después miró a Off y se encogió de hombros.
—Ups.
Empujó a Off y abrió la puerta.
—Llámame después Gunnie. Feliz aniversario. Gun se sentó en el piso sosteniendo su pie.
—Dios, no puedo esperar hasta que tenga ese bebé. Es la tercera vez en el día que derrumba algo sobre mí.
Off se recargó contra el marco de la puerta, sonriendo como un idiota.
Gracias a Dios Gunnie no podía embarazarse. Tan torpe como era de hecho, Off tendría que amarrarlo para mantenerlo a salvo de matarse a sí mismo. Gun lo miró hacia arriba bajo sus pestañas rojizas demasiado largas.
—Realmente no iba a llevarla, pero...
—Seguro, no ibas a hacerlo.
Off se separó del muro, puso la comida y los dulces en la mesa de
trabajo y le ofreció una mano a su compañero.
Gun tomó su mano.
—No iba a hacerlo... en serio. Solo tengo un pase extra y es para ti. Levantó a Gun en sus pies.
—Nosotros tampoco vamos a ir al club.
—Pero...
El labio inferior de Gun hizo un pequeño puchero, antes de que los regresara, los apretara y levantara su cara confusa.
—Oye, ¿Off?
Oh-oh Off reconocía ese tono. Gun estaba tras algo.
—¿Sí?
—Mmm... Te amo.
Off sonrió.
—Oye, ¿Gunnie?
—¿Si? —Gun envolvió sus brazos alrededor del cuello de Off y presionó su mejilla contra la de Off, acariciándolo con su nariz solo un poco.
—También te amo, pero la respuesta sigue siendo no. No vas a ir a ese club.
—Maldición.
Las largas pestañas de Gun aletearon sobre sus preciosos ojos
dorados.
—Pero tengo una sorpresa de San Valentín para ti.
Off gimió.
—¿No puedes dármela aquí?
—Mmm...
Gun besó su sien y otra vez acarició su cara con la nariz.
—No.
—¿Por qué no?
Gun retiró sus brazos del cuello de Off y agarró la cara de Off en sus palmas. Su labio inferior se proyectó otra vez, pero esta vez no intentó encubrir el puchero.
—Pero, Off...
—Gun...
Dejando caer su frente contra el pecho de Off, Gunnie masculló.
—Tienen una noche amateur hoy durante su festival anual en La Gruta de Ganimedes.
—¿Noche amateur? ¿Para qué?
Mirando a Off, batió sus pestañas y sonrió seductoramente.
—Si te lo digo arruinaría la sorpresa.
Gun era tan malditamente sexy, eso casi lo distrae, pero Off conocía al hombre tan malditamente bien. Si no se enteraba de que iba eso ahora, se arrepentiría después, cuando la tienda cerrara y Gunnie le peleara para ir en el último minuto.
—¿Para qué es noche amateur?
Gun mordió su labio inferior y corrió su mano por su pecho tirando de uno de los anillos de sus pezones a través de su camisa, una obvia estratagema para distraer, si Off alguna vez hubiera visto una. Y estaba funcionando, su polla se estaba poniendo dura y levantándose. Dios, Gun era algo.
Pequeño provocador.
—Gunnie, suéltalo.
La mano de Gun se deslizó hacia abajo, rozando sobre sus pantalones de mezclilla su muy evidente erección.
—Desnudos.
Agarró la dureza de sus pantalones de la polla de Off y deslizó su otra mano bajo la playera verde, buscando el anillo que acababa de soltar.
La polla de Off brincó. Sabiendo que Gun estaría solo a segundos antes de que una agradable mancha mojada apareciera en sus vaqueros. Era extremadamente caliente, lo fácil que Gun se corría. Casi como los pequeños quejidos que iniciaban, mientras Gunnie frotaba más fuerte su polla y tiraba del anillo bajo la camisa. Off extendió la mano y... Espera.
—¿Quieres ir a ver a gente común desnudarse?
Gun mantuvo sus manos ocupadas, sus caderas arremetían contra su propio toque.
—No. Quiero desnudarme...para ti.
Si no hubiera conocido a Gun tan bien, hubiera caído al piso. Pero ese
era su Gunnie y Off se percató que no era una idea tan atolondrada. Bueno si, era atolondrada, pero Gun realmente había pensado en eso. Sentimientos conflictivos corrieron a través de él. La idea de Gun desnudo era...bueno Gun desnudo era siempre una cosa buena, pero Off no estaba tan entusiasmado de otros viendo a su compañero sin ropas.
—¿Este es mi presente del día de San Valentín?
Gun le sonrió ampliamente. Dejó caer sus manos, cesando su tanteo, y asintió.
—He estado tomando lecciones. ¿Conoces a Krist? Trabaja en La Gruta de Ganimedes. Viene a la tienda para recoger su ocasional encargo semanal. Estábamos hablando un día sobre regalos y a su compañero realmente le gusta verlo bailar. Entonces recordé que mencionaste que habías estado viendo el espectáculo de desnudos en La Gruta el año pasado antes de que fueras a tu cita con James. Y, ya que fuiste interrumpido y no disfrutaste tu último Día de San Valentín, pensé en hacer esto para ti. Y Krist se ofreció a enseñarme a desnudarme y pensé que sería el perfecto reg...
¿El hombre había estado enseñando a Gun a quitarse la ropa? El bailarín había visto a Gunnie medio desnudo. Off gruñó sus ojos se estrecharon en pequeñas fieras. Agarrando la mano de Gun, Off lo agarró en sus brazos. Acurrucó el pequeño y dulce estómago de Gun contra su erección y envolvió sus brazos alrededor de su espalda.
—Mío.
Riendo, Gun molió su estómago contra Off.
—Ah ah. Todo tuyo. ¿Podemos ir?
—No.
Gun se congeló.
—Pero.
—No.
Los hombros de Gun bajaron bruscamente. Off besó su mejilla.
—Gunnie, tuve el mejor Día de San Valentín el año pasado. Te conocí.
No hay nada que compensar. Pero no discutiré si quieres desnudarte para mí después en la casa.
Gun se puso de puntillas para besar la barbilla de Off.
—No será tan espectacular en casa.
—Seguro que lo será. Y después de que lo hayas hecho...
Brincando hacia atrás Gun cambió de dirección hacia él, su cara otra vez radiante.
—Oooh, me gusta esa idea. De acuerdo... —Miró alrededor.
—Música. No tenemos un estéreo aquí. Mmmm. Simplemente lo haré...
Atrapó a Gunnie antes de que pudiera dejarlo.
—Alto allí, espera un minuto. ¿Olvidaste dónde estamos? No puedes hacer eso aquí.
—Seguro que puedo, aquí es donde Krist me dio lecciones. Solo aseguraré la puerta.
Los ojos de Off se abrieron ampliamente. ¿Gun había estado tomando lecciones de baile en la parte trasera de la tienda?
Gun aseguró la puerta y jaló una silla del escritorio de la parte trasera.
—Siéntate aquí. Solo tarareare.
Off empezó a discutir, pero se detuvo a sí mismo. interesante.
—De acuerdo.
—¿Listo?
Una delicada ceja se arqueó hacia él.
—Estoy listo.
Gun empezó a tararear. Se suponía que tenía que ser una canción sexy, en lugar de eso la tonada sonaba más como música de circo. Escabulléndose alrededor de la silla, Gun tropezó con el florero que Jane había tirado. Hizo una mueca pero siguió tarareando.
La polla de Off brincó. Por qué la torpeza de Gun lo calentaba, no lo sabía, pero lo hacía. Solo era parte de su compañero.
Gun agarró el dobladillo de su playera. La tonada de circo se detuvo y la cadera giró lentamente, el tiempo suficiente para tener la camisa sobre su cabeza... bueno casi sobre su cabeza. Se quedó atorado en ella con un brazo en la camisa y otro fuera.
—¡Rayos!
Gun luchó por liberarse de la camisa. Cuando finalmente la sacó de su cabeza, su cabello rojo estaba erguido de un lado. Peinó su cabello hacia atrás y reanudó el baile.
Off apenas contuvo la risa. Solo que Gun no era lo suficientemente coordinado para hacer dos cosas a la vez.
Arrojando la camisa verde a Off, Gun deslizó su mano hacia su esculpido estómago. Los anillos para pezones gemelos atraparon la atención de Off y Gun sonrió sabiéndolo.
Gun abrió el broche de sus pantalones, haciendo un pequeño empuje con sus caderas.
Off frotó su polla a través de sus pantalones, en ningún momento retirando sus ojos de la ágil figura en frente de él. Si Gun no se apuraba, iba a ser el único en correrse con apenas estimulación. Tenía que estar fuera de sus cabales para estar contemplando tener sexo en el cuarto trasero de la tienda de Gunnie, pero eso era exactamente lo que estaba haciendo, si Gun se diera prisa.
Un giro rápido y una sacudida del lindo trasero de Gunnie tuvo a Off gimiendo.
—Apúrate Gunnie.
Gun le dio la espalda y bajó el cierre de sus pantalones. Osciló para hacerlos caer y dio un paso fuera de ellos con una gracia sorprendente. Bajo sus pantalones vestía un sedoso bóxer blanco con pequeños corazones rojos. Su polla haciendo una tienda de campaña con el material, estirándose hacia Off. De hecho había un punto húmedo en la seda donde estaba la cabeza de la polla de Gun. El olor de su excitación hizo descender los caninos de Off.
Off gimió. Gracias a Dios que había detenido a Gun de hacer eso en público. Hubiera tenido una pelea en sus manos para apartar a todos esos hombres viejos y pervertidos de su compañero.
Gun cerró sus ojos y arrastró sus manos hacia abajo por su pecho,
todo el rato contoneándose de allá para acá, y enganchó sus pulgares a la pretina. Abriendo de golpe sus ojos, Gun reveló sus ojos lobunos, después empujó sus bóxers hacia abajo. Su polla oscilo libre, golpeando contra su abdomen bajo. Riendo, Gun dejó caer la seda al piso alrededor de sus tobillos.
Carajo. Off estiró su mano hacia su compañero.
—Ven aquí cariño.
Gun dejó de tararear y caminó hacia Off.
—¡Auch!
El florero de metal resbaló y golpeó contra la pata de la silla, desparramando más pétalos, y Gun cayó al piso pesadamente.
Off salió a toda prisa, tratando de alcanzar a su compañero. Grandes ojos dorados lo miraron.
—Ups.
Gun se encogió de hombros.
—Olvidé ese florero.
La risa brotó de él y le ofreció una mano a Gun.
—¿Gunnie?
—¿Si?
Off se enderezó y lo jaló a su regazo, besándolo en los labios.
—Te amo.
🔥 𝕭𝖑-𝖋𝖎𝖈𝖘
LLEGO A SU FIN, ESPERO DISFRUTARAN ESTA CORTITA HISTORIA.
GRACIAS POR LEER.
HASTA LA PROXIMA
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