Capítulo Tres


La polla de Off se sacudió ante el abandono con que Gun se entregó al beso.

Gun fue todo suavidad y complacencia una vez que Off puso sus labios. Suspiró y gimió, inclinándose hacia Off, regresándole el beso, pero dejando el mando a Off. Gun era sensual, semejante a un hedonista.

Off no recordaba haber tenido un amante que se perdiera a si mismo tan completamente. Hizo lo que había estado queriendo hacer toda la noche, sus manos fueron derechos hacia aquellos aros de oro en los pezones de Gun, tirando y torciendo suavemente.

Gun se despegó. Gimió contra los labios de Off, arqueando su espalda, pegándose más cerca. Prácticamente jadeó. Se dio por vencido de intentar devolverle el beso, y solo se quedó dónde estaba, dejando a Off tener su boca. El hombre era muy receptivo. Eso era totalmente excitante.

Gun sé echó hacia atrás, su cara sonrojada, sus labios hinchados.

—Si sigues haciendo eso, me correré.

Eso era algo que Off amaría observar.

—¿Solo por jugar con los anillos de tus pezones? Gun mordió su labio inferior y asintió.

—Me corro fácilmente. ¿Tal vez debería tocarte por un rato? De hecho, eso quizá no ayude, puedo correrme también por eso. Pero me estoy muriendo por tocarte.

Off gimió. Dios, que confesión. El hombre era grandioso para su ego.

—Tengo una mejor idea. Porque no te desvistes. Entonces decidiré que haremos.

Gun gimoteó y el aroma de la excitación se incrementó.

Si. Le gusta que le digan que hacer. Off gimió otra vez. No estaba del todo sorprendido —Gun era un lobo Omega después de todo— pero Gun no era el único caliente. Off siempre había querido llevar el mando. Dio a los pezones de Gun un último pellizco.

—¿Te gusta? ¿A mi diciéndote que tienes que hacer? Gun gimoteó, asintiendo entusiastamente.

—Bien, entones quítate la ropa, recuéstate y pon tus manos por encima de tu cabeza.

Gun se apresuró a bajarse de la cama y empezó a tirar sus zapatos, ansioso por complacer.

Off sonrió, y empezó a quitarse la ropa. Para cuando terminó, Gun estaba en medio de la cama, manos encima de su cabeza, las piernas extendidas, mirando cada movimiento de Off. Los ojos de Off pronto se despegaron de su cabeza. Maldición, su compañero era un buen espécimen.

Gun era todo pálido; su cuerpo tonificado y delgado, mayormente desgarbado. Para ser un hombre bajo, tenía piernas sorprendentemente largas. Los músculos en su estómago eran tan evidentes que podría lavar en ellos.

Cabello rojo, un poco más oscuro que en su cabeza, seguía una línea entre sus prominentes caderas. Y su polla... Buen Dios, el hombre no era pequeño en todos lados. Rayos. De hecho era más grande que Off. No mucho, pero si más grueso. Una linda cabeza acampanada, una atractiva vena descendente, el... Guau. La boca de Off se hizo agua.

—¿Te gusta lo que ves?

—Demonios si, Gunnie, eres un hombre hermoso. No hay duda sobre eso.

—Así como tú. ¿Puedo tocarte? ¿Por favor?

Off subió a la cama, poniéndose a horcajadas sobre las caderas de Gun.

—Aun no.

Gun gimoteó, pero no se movió, lindo y obediente.

—¿Hay algo que no te guste? Gun sacudió su cabeza.

—No. Eso no es aceptable, necesito saber si hay algo que estés en contra de hacer.

—No me gusta el dolor extremo. Y preferiría nada de defecación y micción, para cualquier otra cosa, estoy bastante abierto.

Sí, Off tampoco asumiría cualquier otra cosa.

—Y monogamia.

La frente de Off se arrugó antes de que pudiera evitarlo. Eso podría ser un problema. Ya se sentía más posesivo con Gun que con cualquier otro.

—¿Quieres una relación abierta?

—¡No!

El nudo que se había formado en el estómago de Off se alivió.

—Digo, quiero monogamia —Gun se sonrojó—. Nunca me había importado antes, pero... no quiero compartirte Off. Digo, preferiría... digo, yo no... digo...

Off puso un dedo sobre los labios de Gun.

—Sé lo que quieres decir. Y está bien para mí. Eres mi compañero y no pretendo compartirte. De aquí en adelante, solo tú y yo, Gun.

Gun asintió sonriéndole.

—Dios, podemos tener sexo ahora... por favor. Se estiró, tendiendo sus brazos a Off.

Off se rió quedamente.

—Pon tus manos encima de tu cabeza.

Gun dio un pequeño gimoteo, su polla se sacudió y sus piernas se movieron impacientes, pero puso sus manos encima de su cabeza. Al hombre realmente le gustaba que le dijeran qué hacer.

Off rió. Esto tenía realmente posibilidades. Iba a disfrutar esto inmensamente.

—Ahora, ¿Dónde empezar?

Oh carajos, había estado duro toda la noche, sus bolas estaban listas para explotar. Iba a hacer corta la estimulación. Se deslizó hacia abajo, poniéndose entre las piernas de Gun.

Gun se movió impacientemente, soltando un pequeño gemido.

Señor, el hombre era hermoso, toda esa piel blanca como la leche.

Incluso la piel de su polla y sus bolas era más clara que la de Off.

Off se recostó en su estómago, levantando las rodillas de Gun cuando se movió. No iba a gastar más tiempo. Se inclinó y lamió una larga línea en las bolas de Gun, sintiendo la piel suave y arrugada en su lengua, entonces la arrastró hasta debajo de ellas.

Cuando su lengua tocó el agujero de Gun éste corcoveó y gimió.

Off inhaló profundamente el fuerte aroma de su compañero. Sus dientes bajaron y sus ojos cambiaron. No le importó, al parecer esa iba a ser la norma con Gun alrededor. Remolineó su lengua, rodeando la diminuta abertura, y volvió a las bolas de Gun otra vez.

Las caderas de Gun corcovearon, sus testículos se contrajeron, fuera del alcance de Off, entonces soltó un gemido desgarrado.

El aroma del semen inundó la nariz de Off. Volteó a tiempo para mirar las primeras gotas de semen caer en el estómago de Gun.

Los ojos de Gun, sus ojos de lobo, se abrieron repentinamente, haciendo contacto con los de Off. Sus colmillos se extendieron hasta su labio inferior y se retorció.

Carajo. Eso fue caliente. Off cerró sus ojos, poniendo su frente contra el muslo de Gun. Vaya con el chico, Gun no había bromeado cuando dijo que llegaba al clímax fácilmente. Off no recordaba alguna vez que algún amante hubiera llegado al clímax por algo tan simple. Eso casi lo hace llegar también. Respiró profundamente y notó que sus caderas se estaban moviendo contra el colchón. Se detuvo antes de correrse.

—Lo siento.

Se sonrojó Gun. Se estiró hacia abajo, pasando sus manos entre el cabello de Off y sobre sus mejillas.

Off se recostó sobre la caricia por unos segundos, besó la mano de Gun y se sentó.

—Las manos encima de tu cabeza.

Palmeó gentilmente el muslo de Gun como reprimenda.

Gun gimió. Sus ojos se agitaron, entonces se cerraron. Sus manos se asieron juntas encima de su cabeza.

Off zambulló su cabeza, lamiendo el semen del estómago de Gun, disfrutando el sabor salado de su compañero.

Los ojos de Gun se abrieron ampliamente.

—Oh Dios.

Oh si, Oh Dios. Off se puso a horcajadas sobre Gun, deleitándose en los suaves y duros valles del estómago de Gun, restregando sus bolas y su trasero en el desnudo cuerpo de Gun mientras subía. Cogió su polla en una mano, guiándola a la boca de Gun. Gun, bendito, abrió la boca con un gemido anhelante.

—Tranquilo Gunnie. Colmillos... recuerda los colmillos.

Gun asintió. Sus manos se enrollaron en las caderas de Off, empujándolo más cerca. Gun lo engulló, canturreando felizmente alrededor de su polla. Apretó el trasero de Off, acercándolo aún más, no dejándole otra opción a Off más que follar su cara.

Off no iba a aguantar. Buen Dios, su compañero podía chupar pollas.

Gun estaba haciendo esos suaves y pequeños lloriqueos-gemidos, sonando feliz y calentándolo como un carajo.

Los ojos de Gun estaban bien abiertos, su cuerpo tieso por unos segundos y entonces Off olió su corrida otra vez.

—Oh carajo, oh carajo, oh maldición.

Off envolvió su mano alrededor de su pija y sus bolas, apretándolos fuerte, sacándolos de la boca de Gun. No quería correrse aún. Estaba muriendo por enterrarse en el pequeño y apretado cuerpo de Gun. Quería venirse en el trasero de su compañero, pero maldita sea si el orgasmo de Gun no lo había puesto en al borde. El hombre no había exagerado sobre correrse con casi cualquier estimulación. Demonios, nunca habría dicho que fuera posible venirse otra vez tan rápidamente si no hubiera estado allí y lo hubiera presenciado.

—Fóllame... por favor —Gun suplicó, sus ojos lobunos fijos en los de

Off.

—Maldición, eres bueno para mi ego —rió quedamente Off—. Dime que no eres así con todos.

Gun sacudió su cabeza.

—Usualmente no permanezco duro, tengo un tiempo corto de recuperación, pero no.

Off gimió, deslizándose hacia abajo por el delgado y ágil cuerpo.

Recogió el semen del estómago de Gun, usándolo para lubricar su polla.

Gun pasó sus manos bajo sus rodillas, abriéndose más a sí mismo. Su pija estaba todavía dura como una roca, goteando otra vez. ¿O era de la última vez que se había corrido?

Off se estiró, intentando capturar el grueso pedazo de carne. Gun chilló y rápido como un rayo, alejó la mano de Off.

—No aún. fóllame. Por favor, por favor, por favor.

La suplica era más de lo que Off podía soportar. Se agachó, rondando

el agujero de Gun con su dedo índice antes de empujarlo dentro, entonces decidió que al demonio. Con lo caliente que estaba Gun, probablemente no necesitara mucha preparación. Off añadió otro dedo y después otro. Cuando la única respuesta de Gun fue lloriquear y empujarse hacia él, los saco y apuntó su polla hacia ese pequeño agujero rosa.

Off se empujó dentro.

Gun se empujó hacia él.

Off apenas lo notó. Únicamente buscaba poner todo en el interior del apretado y caliente trasero de su compañero. De hecho, estaba perplejo. Soltó un silbido, sus manos se tornaron garras en las caderas de Gun. Estrellas bailaron detrás de sus ojos y un hormigueo recorrió su espina y se vació en el cuerpo de su compañero. Nunca se había venido tan rápida e inesperadamente en su vida.

Gun gritó debajo, apretándose alrededor de él.

Finalmente, cuando se recuperó, notó que Gun se había corrido también.

—Jesús, vas a matarme.

Gun rió y se agachó, envolviéndolo en un abrazo.

—Eh, ¿Gunnie?

—¿Si?

—Se supone que debes tener tus manos encima de tu cabeza.

—Ups.

No sonaba arrepentido en lo más mínimo.

—¿Gunnie?

Off retiró el flequillo cobrizo oscuro de la frente de Gun y lo besó.

—¿Si?

Gun suspiró y se acurrucó más cerca de Off, sus dedos ligeramente enredados en el vello del pecho de Off.

—¿Por qué el Alfa, uh, James, querría darme una paliza? Yo le hablé para hacer una entrevista con él dos días antes y me ignoró. Entonces anoche, estaba en La Gruta disfrutando una cerveza y viendo el espectáculo cuando él me llamó como caído del cielo.

Los ojos amarillos de Gun se agitaron mientras veía a Off.

—Porque es un verdadero cabrón. Siempre inicia a los miembros nuevos de la manada de esa manera. Dice que lo mantiene en forma y les hace saber quién es el jefe. Hasta ahora nadie le había puesto resistencia. Pero tú lo harás, ¿no es así?

Off no quería pelear, siempre intentaba dejar la violencia como la última opción, pero se condenaría si se sentaba y miraba como un tirano apaleaba a gente inocente. Estaba sorprendido de que nadie hubiera desafiado al imbécil. ¿De cuanta gente había abusado James? ¿Qué fue eso que había dicho Gun sobre que pateaban una vez más su trasero?

—Gunnie ¿cariño? ¿Intenta seguido apalearte y violarte?

¿Qué si había violado a Gun antes de esa noche? Obviamente lo había golpeado. El pensamiento hizo que los dientes de Off rechinaran. Pero no podía perder su temperamento. No con Gun alrededor. No era falla de Gun y por lo que parecía ya había tenido suficiente cólera y hostilidad.

Gun se subió encima de Off, unió sus dedos en el pecho de Off y posó su barbilla en sus manos entrelazadas.

—Nunca había intentado violarme hasta anoche. Por cierto, gracias por ayudarme —Gun se estremeció—. Puaj, solo de pensarlo... Si, solo, puaj. Siempre intentaba... —Ladeó su cabeza en como encogiéndose de hombros—. No sé, ¿flirtear? ¿Abordarme? Pero nunca había forzado el asunto. No es homosexual, pero... —otra vez Gun se encogió los hombros, esta vez su flequillo demasiado largo cayó en sus ojos—. Realmente no sé; nunca hizo algo en público. Cada vez que nos vimos, siempre habíamos sido él y yo, excepto anoche.

Off asintió y peinó hacia atrás el cabello de su compañero. Le gustaba ver la cara de Gun. No es que no le gustara el cabello rojo, pero la cara de su compañero era fascinante. Las acciones de James tenían perfecto sentido. De hecho no estaba de acuerdo con él, pero Gun era un hombre hermoso. Y anoche todo había estado controlado. Había sido la manera de James de obtener dos cosas a la vez: el dulce y pequeño cuerpo de Gun y el placer de castigarlo, en frente de otros por su desobediencia.

—¿Qué hiciste para molestarlo?

Gun sonrió grandemente, sus ojos bailando.

—Lo que hago siempre. Abrí mi gran boca y le dije lo asno que es.

Parece que no puedo ayudarme a mí mismo.

Off rió quedamente. Oh Dios, Gun era la diablura encarnada.

—¿Nadie te ha dicho que se supone que el Omega no contradice? Tu trabajo es apoyar a tu Alfa silenciosamente y asegurarte de que la manada es feliz. Se supone que eres un embajador de clases, un mediador entre el Alfa y la manada.

Gun bufó y rodó sus ojos.

—Sí, como una Primera Dama. Lo capto, pero no puedo apoyar con lo que no estoy de acuerdo. El hombre es un cabrón, simple y llanamente.

—Tuve esa impresión. ¿Estás bien? Digo anoche fue muy espeluznante...

Gun parpadeó, pareciendo sorprendido, entonces su cara cambió en una gran sonrisa mostrando aún unos dientes largos y blancos.

—Estoy bien. Estaré aún mejor si me dices que vas a estar en los alrededores. Digo...

Agachó su cabeza y empezó a dibujar círculos con sus dedos en el pelo del pecho de Off, cohibiéndose de repente.

—Sé que te vas a mudar aquí, pero digo...

¿Un Gun tímido? No había pensado que eso fuera posible. De hecho estaba sorprendido de que la pequeña fiera pudiera ser tímido. Gun estaba un poco del lado sumiso en la cama, pero el hombre no era introvertido. A decir verdad, era todo lo contrario. Off estaba bastante seguro que cualquier pensamiento automáticamente salía por esos labios bonitos. Era algo que Off tenía que ver. Algo le decía que esa gran boca de Gun llegaba a meter su lindo y pequeño trasero de renacuajo en problemas. Oh bueno, Off era un fácil con los alborotadores.

—Cariño, ¿estás intentando preguntarme si permaneceré contigo?

El mordió su labio inferior con esos atractivos dientes blancos, mientras lo miraba con atención bajo sus pestañas y hacia un pequeño y claro asentimiento.

—Infiernos, sí. No voy a ningún lado. ¿Por qué lo haría? Los compañeros de los lobos son para toda la vida. Lo siento Gunnie, pero estás pegado a mí. Y, además, James me va a tener que responder si como al parecer se equivoca como tú.

—Sí.

Gun se le echó encima intentando besarlo y golpeó sus cabezas.

—Ouch.

Off sobó su cabeza y después la de Gun.

—Lo siento, estaba feliz de que James fuera a obtener lo que merece. Me siento como si bailara y cantara alrededor del cuarto.

Off rió. Su vida nunca iba a volver a ser la misma. Gun era un deleite.

—Solo si lo haces desnudo.

Gun rió nerviosamente y sacudió la cabeza.

—No puedo bailar. De hecho, tal vez debería advertirte que soy un poco torpe.

Off iba a tener sus manos llenas. Gun era una fierecilla, torpe y decía todo lo que pasaba por su mente. Vigilar a Gun iba a ser un trabajo de tiempo completo. Off intentó esconder una sonrisa, pero falló completamente.

—Me alegra que te estés riendo, porque es en serio. Gun besó suavemente a Off.

—Mejor me limpio.

Gun se levantó y se dirigió al cuarto de baño. Solamente que no llegó.

La sábana se jaló a través del muslo de Off, y Gun aterrizó en el suelo con un ruido sordo.

Off se sentó, preocupado por su compañero. Antes de mirar sobre el borde de la cama escuchó las risas.

Gun estaba tirado en el suelo, riendo disimuladamente, sus pies todavía enmarañados en la sabana.

—Ups.

🔥 𝕭𝖑-𝖋𝖎𝖈𝖘

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